RENACIMIENTO
El Renacimiento, el más determinante de los fenómenos culturales que anticiparon el movimiento, fue el Humanismo, un movimiento intelectual, filosófico y artístico cuyo origen se sitúa en la Italia del siglo XIV y que se mantuvo vigente en Europa hasta el siglo XVII. El Humanismo, por tanto, está directamente relacionado con la eclosión artística renacentista.
Ideológicamente, el Renacimiento se caracteriza por la evolución del teocentrismo al antropocentrismo, que situó al hombre por primera vez como centro del universo. En el terreno político, el modelo de gobierno europeo fue el de la monarquía absoluta, el de un gobierno centralista regido por un monarca que aglutinaba todo el poder, y que acabó desencadenando en el nacimiento de los estados nacionales. En España el Renacimiento ocupó el primero de los llamados del Siglo de Oro. Esta época se divide en dos etapas que, en líneas generales, coinciden con los reinados de Carlos I y Felipe II.
El gobierno del Carlos I (1516-1556) fue una época convulsa. El reinado de Felipe II (1556-1598) asistió a un deterioro progresivo de la situación de España. El país estaba sumido en numerosas guerras a las que había que sumar las revueltas internas y la lucha contra la piratería.
En el ámbito religioso, la Iglesia siguió apoyando a la monarquía lo que les garantizaba mantener su cuota de poder. El primero de las ideas humanistas fue el erasmismo, corriente ideológica basada en los postulados del holandés Erasmo de Rotterdam. En la misma línea se situó el sacerdote Martín Lutero, quien impulsó la Reforma protestante como respuesta a la degeneración del mensaje evangélico. Las líneas erasmistas y la Reforma luterana se extendieron con rapidez por Europa y obligaron a la Iglesia católica a celebrar el Concilio de Trento (1543-1563), origen del movimiento de la Contrarreforma.
En el campo social, durante el Renacimiento se produjo la transición del feudalismo al capitalismo.
Todos estos cambios sociales, políticos y culturales crearon un caldo de cultivo excepcional para la eclosión artística en todos los campos.
LÍRICA
La lírica renacentista tuvo tres vertientes: la lírica tradicional, la lírica cancionero y la lírica petrarquista.
Primera mitad del siglo XVI
La lírica culta de la primera mitad del siglo XVI osciló entre la tendencia cortesana del siglo anterior y la novedad italianizante.
La introducción en España del petrarquismo se debió en gran parte al poeta italiano Andrea Navagero, embajador de Venecia, con el que Boscán y Garcilaso coincidieron en 1526.
Garcilaso de la Vega
Vega nació en Toledo, probablemente en 1501. Participó en múltiples batallas en España, Francia, Italia y Túnez. En 1526 se casó, conoció a la dama portuguesa Isabel Freire, quien despertó su pasión y se convirtió en la figura central de sus poemas amorosos. En 1532 sufrió destierro en una isla del Danubio, posteriormente en Nápoles, donde se relacionó con eminentes humanistas y poetas. Murió en Niza en 1536.
Garcilaso es uno de los máximos exponentes de la poesía renacentista. Su producción es muy reducida: ocho coplas, cuarenta sonetos, cinco canciones, una epístola, dos elegías y tres églogas.
- Égloga I: Dos pastores expresan sus quejas de amor y cada uno de ellos evoca un momento distinto en la experiencia amorosa de Garcilaso. La égloga está compuesta por treinta estancias cuidadosamente distribuidas.
- Égloga II: Es la más extensa, se produce una alternancia de diálogos y monólogos de cuatro personajes.
- Égloga III: Escrita en octavas reales, la obra más lograda de Garcilaso. Refleja la sublimación de su amor por Isabel. En nueve octavas se relata que tres ninfas bordan las historias trágicas de parejas de amantes mitológicos, la cuarta dedica su labor a la historia de Nemoroso y Elisa. En la descripción, mucho más prolija y detallada, de esta última labor se emplean otras nueve octavas.
También los sonetos garcilasianos giran en torno al tema del amor, la evolución de sus sentimientos y la depuración de su lenguaje poético, que huye de la expresión forzada, pomposa o grandilocuente y prefiere el estilo sencillo y el tono íntimo.
LA PROSA
La prosa en lengua castellana también se vio profundamente afectada por el Humanismo a lo largo del siglo XVI. En la prosa se produjo una apertura temática muy en consonancia con el afán de conocimiento multidisciplinar propio del Humanismo.
La prosa renacentista se divide en dos grandes grupos de obras: las didáctico-ensayistas y las novelescas. Las novelescas desarrollaron diferentes tipos de ficciones.
Prosa novelesca
La ficción narrativa del siglo XVI agrupa muchas y diversas tendencias sin que domine ningún género narrativo, pero en su mayoría con aún narraciones breves y no se puede hablar de novela en el sentido moderno del término. Miguel de Cervantes, quien encumbró el género con sus novelas ejemplares, se convirtieron en las novelas cortas más difundidas en Europa. La ficción idealista toma como referentes la tradición clásica y medieval y los nuevos géneros italianos. La ficción realista, que parte de la realidad contemporánea para poner de relieve sus aspectos más críticos.
La ficción idealista
- La novela pastoril
- La novela bizantina
- La novela morisca
- La novela sentimental
La novela de caballería
Procedía de una tradición anterior, al añadir a los poemas épicos medievales elementos fantásticos, como relatos reales escritos originalmente en una lengua extraña que habían sido traducidos. Su adaptación se debió fundamentalmente al modelo de héroe que protagonizaba las historias: un caballero ejemplar, guerrero valiente e idealista, enamorado fiel y apasionado.
El valor literario de estas novelas fue considerable, pero las obras fueron degenerando progresivamente debido al abuso de elementos fantásticos y al lenguaje retórico y arcaizante hasta que Cervantes apuntilló al género con el Quijote.
La ficción realista: La novela picaresca y el Lazarillo
A mediados de siglo XVI se publicó una obra anónima que iba a romper la tendencia imperante de la ficción idealista: La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades. 1554 Burgos, Alcalá de Henares y Amberes, marcó el comienzo de un nuevo género narrativo, la picaresca.
Características del género picaresco:
- Narración autobiográfica
- Origen familiar deshonroso
- Pobreza y escasez de recursos
- Servicio a distintos amos
- Ambiente realista
- Evolución del protagonista
- Final desgraciado o deshonroso
Lazarillo de Tormes
Se compone de un prólogo y siete tratados. El prólogo modifica el sentido de la narración y lo complica, en el cual se crea la ambientación autobiográfica y la justificación de lo que escribe.
La intención del autor es irónica, califica los hechos que va a narrar de «cosas señaladas y nunca vistas ni oídas».
Los siete tratados corresponden a la parte propiamente narrativa y tienen diferente extensión y relevancia dentro de la obra.
Los personajes del Lazarillo cobran vida a través de sus actos, mediante procedimientos no directos. Los distintos amos cumplen en el relato una doble función: son oponentes que obstaculizan los propósitos de Lázaro y, por otra parte, representan las clases sociales españolas de la época. En este sentido, todos los amos de Lázaro tienen en común una vivencia de la religión censurable desde la perspectiva erasmista. Lázaro destaca en su origen deshonroso, la soledad y necesidad de valerse por sí mismo y el aprendizaje en la escuela de la vida. Trata de un tipo de personaje que no había merecido consideración literaria y que representa en el marco de la realidad contemporánea.
La verosimilitud es uno de los rasgos principales del estilo de Lazarillo, todos los hechos que se narran son creíbles y en su conjunto coherentes con la época en que transcurren. Los personajes caracterizados de forma verosímil adecuan su habla a su condición social.
El anonimato es un rasgo exterior al relato que refuerza la verosimilitud de lo que narra y permite pensar a priori que verdaderamente es Lázaro quien cuenta su propia vida.
El lenguaje es fundamentalmente narrativo y apenas hay descripción. En cuanto a la voz narrativa, narrador y protagonista coinciden en la primera persona del singular.
Cervantes y el Quijote
A finales del siglo XVI existió una ingente cantidad de estilos y obras dentro de la literatura narrativa.
Biografía
Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares en 1547. Su formación cultural fue muy completa y sus escritos muestran la tradición clásica y las tendencias artísticas. En 1570 viajó a Italia, allí comenzó también su carrera como soldado. A su vuelta a España fue apresado por el corsario Arnaut Mami y enviado a prisión en Argel, fue liberado después de cinco años de cautiverio.
El Quijote
El Quijote es la novela más importante de la literatura española y una de las más destacadas de la literatura universal de todos los tiempos. En 1605 se publicó con el título “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha” y en 1615 la segunda parte “El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha.
Tiene un punto de vista narrativo, y pertenece a las novelas de caballería. Ha sido considerada la primera novela moderna y tiene una notable influencia en la literatura posterior.
La obra se estructura en torno a las tres salidas que protagoniza don Quijote. La primera salida es una supuesta novela corta del estilo de las Novelas ejemplares con una introducción preparatoria del resto de la novela y finaliza con el regreso a casa de don Quijote derrotado y la quema de sus libros. En la segunda salida se amplía el campo de acción de don Quijote.
La temática de la obra es muy diversa. El amor se manifiesta como sentimiento ideal que caracteriza al personaje del protagonista. La temática de la milicia también sale en el libro como perfecto caballero que es. Cervantes emplea la presunta demencia y excentricidad de don Quijote para criticar la sociedad de su tiempo.
Los personajes. Don Quijote es un hombre culto y soñador, mientras que Sancho es un hombre natural, simple, dotado de juicio práctico y lleno de sabiduría popular.
El estilo del Quijote es realista, describe la sociedad de la época a través de sus costumbres. Los personajes adaptan su registro a su condición social y hablan cada uno con voz propia. Destaca el estilo arcaico del habla de don Quijote, imitativo del lenguaje de las novelas de caballería.