El Siglo de Oro de la Literatura Española: Renacimiento y Barroco

SIGLO DE ORO

Para referirse a la etapa artística que abarca desde 1526 hasta 1681. Se trata de una época en la que la literatura española llegó a alcanzar las más altas cotas de calidad estética, que engloba dos grandes etapas históricas: Renacimiento y Barroco.

El siglo XVI: el Renacimiento en España

Con el Renacimiento, cuyo comienzo se sitúa en 1492, se inicia la Edad Moderna, período histórico que abarcará hasta la Revolución francesa (1789).

Esta nueva época se caracteriza por los siguientes rasgos:

  • En política aparecen las primeras naciones modernas, gobernadas por las grandes monarquías absolutas. En nuestro país, el siglo XVI se inicia bajo el reinado de los Reyes Católicos, que unieron con su matrimonio las coronas de Castilla y Aragón, si bien cada una seguirá manteniendo un estatus político y jurídico distinto hasta el siglo XVIII.
  • En economía, surge el capitalismo; el poderoso es, ahora, el que posee dinero. Supone un cambio radical en las relaciones económicas que ya se venía anunciando desde la Baja Edad Media.

La corriente intelectual dominante es el humanismo. Respecto al pensamiento, son varias las filosofías que influyen en la mentalidad renacentista: el epicureísmo, el estoicismo, el escepticismo y, sobre todo, el neoplatonismo, filosofía que afirma que todo lo creado es belleza divina. Para la religión es un período de crisis: tiene lugar la reforma luterana y la Contrarreforma católica que, en España, tuvo gran auge el erasmismo. El final de la Reconquista con la toma del reino de Granada por los Reyes Católicos tuvo especiales repercusiones en el sur peninsular, especialmente tras la expulsión de judíos y moriscos. Al tiempo que se producen las repoblaciones, se impulsa el proyecto americano, que convierte a Sevilla en capital mercantil del Estado. A pesar del aparente auge económico, comienzan a detectarse desequilibrios culturales y socioeconómicos. En el antiguo Reino de Granada, la circunstancia más sobresaliente es la persistencia de focos culturales judíos y moriscos.

En nuestras letras, se toma la fecha de 1526 como inicio de la literatura renacentista, al ser este el año en que Garcilaso comienza su obra.

Durante el Siglo de Oro se produce una evolución continua de la lírica desde el inicio de la poesía moderna con Garcilaso de la Vega hasta el punto máximo de su evolución con Góngora.

En el Renacimiento, período en el que distinguimos dos momentos:

El Renacimiento es un movimiento europeo que a lo largo del siglo XVI aplica los ideales difundidos por los humanistas a todas las actividades culturales e, incluso, políticas.

Dentro del Renacimiento podemos diferenciar dos momentos básicos que coinciden, en líneas generales, con la primera y segunda mitad del siglo XVI.

Primer Renacimiento

España es un país abierto al exterior, vital y en expansión. Este hecho propicia un acercamiento a las corrientes literarias europeas, especialmente italianas.

En el primer Renacimiento, el ideal estético reside en la naturalidad y en la falta de afectación. La temática fundamental del primer Renacimiento es el amor, de raíz y tono petrarquistas. El petrarquismo plantea un amor en conflicto entre los deseos y la imposibilidad de consumación, que se refleja estéticamente en abundantes antítesis.

Segundo Renacimiento o manierismo

En la segunda mitad del siglo, la naturalidad comienza a ser sustituida y, de este modo, la imitatio cede su lugar a la inventio, la originalidad. Fernando de Herrera, San Juan de la Cruz y Fray Luis de León ejemplifican esta tendencia. Muchos de estos aspectos serán retomados y llevados al extremo en el Barroco.

Al tema amoroso se suman otros de carácter patriótico. Las primeras obras líricas de Lope de Vega o Góngora, escritas hacia 1580, se encuadran en el manierismo.

El soneto de Garcilaso se basa en la antítesis y la azucena.

Segundo Renacimiento o manierismo

En la segunda mitad del siglo, la naturalidad comienza a ser sustituida y, de este modo, la imitatio cede su lugar a la inventio, la originalidad. Fernando de Herrera, San Juan de la Cruz y Fray Luis de León ejemplifican esta tendencia. Muchos de estos aspectos serán retomados y llevados al extremo en el Barroco.

Al tema amoroso se suman otros de carácter patriótico. Las primeras obras líricas de Lope de Vega o Góngora, escritas hacia 1580, se encuadran en el manierismo.

El soneto de Garcilaso se basa en la antítesis y la azucena.

Fray Luis de León

La producción literaria del escritor castellano se desarrolla tanto en prosa como en verso. De su obra en prosa sobresalen La perfecta casada, un manual que ilustra sobre las virtudes que ha de tener una mujer ideal, y De los nombres de Cristo, un conjunto de comentarios sobre los nombres que recibe Cristo en la Biblia. La obra en verso de Fray Luis, aunque escasa, destaca por el magistral manejo de la oda, que servirá de vehículo para el desarrollo de una temática de trasfondo ascético y filosófica. Encontraremos, de este modo, reflexiones acerca de la vida sencilla, el desprecio de los bienes materiales, la vanidad humana. El estilo de Fray Luis de León es un fiel reflejo del espíritu renacentista. Por ello, la sencillez formal, la armonía y la cuidada elaboración están presentes en sus versos.

San Juan de la Cruz

La producción de San Juan de la Cruz es muy escasa, destacó, sobre todo, por sus obras:

  • En Noche oscura del alma el poeta describe la huida del alma y la unión con el Amado.
  • El Cántico espiritual expone el camino hacia Dios.
  • En Llama de amor el poeta canta, lleno de amor, el goce supremo.

Estilo

San Juan de la Cruz aprovecha todos los recursos expresivos, tanto tradicionales como de la nueva poesía italianista.

Combina, además, el léxico popular y rústico con voces cultas, dialectalismos, palabras de vocabulario amoroso trovadoresco y frecuentes diminutivos.

Trascendencia

San Juan de la Cruz, uno de los principales poetas líricos de la literatura española, consigue expresar con enorme intensidad la pasión de amor, el deseo y logro de unión con el Amado.

Santa Teresa de Jesús

Si bien Santa Teresa dedicó más tiempo a la prosa que al verso, es autora de unos de los poemas más afamados de la mística castellana, inspirado en una composición medieval.

La narrativa idealista

La narrativa idealista nos muestra una realidad idealizada, poblada de personajes fantásticos y arquetípicos.

La novela de caballerías

El género caballeresco proviene de la época medieval.

  • Tirante el Blanco, de Joanot Martorell, escrita en catalán en 1499. Según Cervantes, se trata del «mejor mundo, por su estilo».
  • Amadís de Gaula, de Garci Rodríguez de Montalvo, publicada en la novela caballeresca española por excelencia.

La novela pastoril

La novela pastoril renacentista es de origen italiano. Se caracterizan por la presencia de fragmentos líricos en verso.

En castellano, el primer novelista del género es Jorge de Montemayor. Su obra, Diana. Gaspar Gil Polo publicó en 1564 su Diana enamorada, continuación de la de Montemayor. En 1585 Cervantes publicó su primera parte de La Galatea. El género se mantuvo vivo hasta entrado el siglo XVII.

La novela bizantina

Las novelas bizantinas son narraciones de amor, viaje y aventuras en las que una pareja de enamorados sufre la desgracia de la separación y, ya uno sin el otro, viven extrañas y complicadas peripecias que terminan siempre felizmente con el reencuentro de los amantes.

La Historia de los amores de Clareo y Florisea de Alonso Núñez de Reinoso es la primera novela española de este género.

La novela morisca

Se trata de narraciones de asunto granadino que aparecen como derivación de los romances fronterizos del siglo XV. En ellas se cuentan historias amorosas protagonizadas por moros y cristianos, con frecuentes encarcelaciones, separaciones y reencuentros.

Habitualmente, se presenta una imagen idealizada del musulmán y unas relaciones idílicas entre las dos culturas, con lo que se deforma la realidad.

La primera de estas obras es la Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa, de autor desconocido y conservada en cuatro versiones.

La narrativa realista

Presentan los aspectos cotidianos, e incluso bajos, de la realidad de un modo realista.

Estas novelas realistas, que siguen el camino abierto por La Celestina, son una mayor novedad y su aparición será determinante para la creación de la novela moderna.

La lozana andaluza

El primer hito de la narrativa realista es La lozana andaluza, obra del sacerdote jiennense Francisco Delicado, tiene como protagonista a una prostituta y alcahueta que, gracias a su aguda inteligencia, logra establecerse en la Roma corrupta e inmoral de la época.

Formalmente, la obra se caracteriza por transcribir fielmente la vulgaridad del habla cotidiana.

Junto con La lozana andaluza, la principal novela de esta línea es el Lazarillo de Tormes, que dará origen a toda una corriente literaria, la novela picaresca.

La novela picaresca

Las principales obras del subgénero picaresco son: el Lazarillo de Tormes, anónima; Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán; y La vida del Buscón, de Francisco de Quevedo. Todas ellas se definen por las siguientes características:

  • Narran las desventuras de un personaje de baja condición, el pícaro, que vive al servicio de varios amos.
  • El relato se presenta como una autobiografía ficticia y retrospectiva del protagonista, desde su infancia hasta el momento en que se narra.
  • El narrador escribe sobre su pasado cuando ya es un pícaro adulto.
  • Cada uno de los capítulos suele presentar las peripecias del pícaro con un amo distinto.

Es un relato convergente.

El Lazarillo de Tormes

Es la primera de las novelas picarescas y, por lo tanto, la que da origen al subgénero.

Autoría

El Lazarillo es una novela anónima.

Debido a la carga crítica de la novela, ha sido atribuida a un escritor de ideología erasmista o a un judío converso, que se valdría del anonimato para no verse comprometido ante la Inquisición.

  • Ciertos documentos aparecidos recientemente han hecho considerar también la hipótesis de que sea Diego Hurtado de Mendoza el autor del Lazarillo, según la investigación de Mercedes Agulló.
  • El carácter autobiográfico de la novela favorece…

Estilo

La obra es una autobiografía y pertenece al género epistolar.

Un rasgo estilístico destacable es el uso del humor. Lazarillo destaca también por su naturalidad lingüística y su trabajada sencillez.

  • Por el tratamiento del personaje protagonista.
  • Por su estilo realista.
  • Por tener un protagonista de origen humilde y carácter antiheroico.