El Teatro Español de Preguerra (1900-1936)

Contexto y Tendencias

La renovación literaria de principios del siglo XX (Edad de Plata) no impactó al teatro con la misma fuerza que a la narrativa y la lírica. La escena teatral, sujeta a los intereses económicos de los empresarios, se inclinaba hacia el realismo y el romanticismo. Aunque hubo intentos de renovación, estos no llegaron al gran público. Así, se distinguen dos vertientes:

  • Teatro comercial: Buscaba entretener al público burgués con obras costumbristas, cómicas o melodramáticas, evitando conflictos ideológicos. Predominaban los ambientes cuidados y las puestas en escena realistas.
  • Teatro renovador: Contaba con menos seguidores y se mantuvo alejado de la escena comercial.

El Teatro Comercial

La Alta Comedia

Dominante en la escena española, continuaba la tradición realista del siglo XIX. Se centraba en las costumbres de la clase media, con un marco urbano y dirigido a la burguesía. Sus ambientes cotidianos se reflejaban en el realismo escénico.

Destaca Jacinto Benavente con obras como:

  • La malquerida y Señora ama: dramas psicológicos en un ambiente rural.
  • Los intereses creados: sátira moderada sobre las convenciones sociales, al estilo de la Commedia dell’arte.
El Teatro en Verso

Heredero del romanticismo (temas históricos) y del modernismo (lenguaje y ambientación). Su temática principal fue el drama histórico, exaltando personajes y situaciones de la España medieval e imperial.

Autores destacados:

  • Eduardo Marquina: Las hijas del Cid
  • Francisco Villaespesa: El alcázar de las perlas
El Teatro Cómico

Seguía la tradición, buscando el humor fácil en diálogos y situaciones costumbristas. Dentro de este género, encontramos:

  • Comedia costumbrista: Carlos Arniches con El santo de la Isidora.
  • Tragedia grotesca: Carlos Arniches con La señorita de Trevélez, donde la comicidad enmascara la decepción existencial.
  • Sainetes andaluces: Hermanos Álvarez Quintero con El patio.
  • Género astracán: Pedro Muñoz Seca con La venganza de don Mendo (parodia del teatro romántico).

El Teatro Renovador

La Generación del 98

Autores como Unamuno, Azorín y, sobre todo, Valle-Inclán, llevaron a cabo una profunda renovación teatral.

  • Miguel de Unamuno: Planteaba temas trascendentes y dotaba a sus personajes de un carácter filosófico y simbólico, como en Fedra.
  • Azorín: Con su trilogía de Lo invisible.
  • Ramón María del Valle-Inclán: Una de las cumbres del teatro europeo por su originalidad. Su obra se divide en tres etapas:
  1. Teatro poético de influencia modernista: El yermo de las almas.
  2. Etapa de transición: Ciclo mítico y farsas.
    • Comedias bárbaras: Trilogía ambientada en una Galicia mágica, donde destacan los instintos primitivos y el antiheroísmo. En la misma línea, Divinas palabras.
    • Farsas: Sirven de transición al esperpento, ridiculizando personajes y situaciones, como en La marquesa Rosalinda.
  3. El esperpento: Deformación caricaturesca de la realidad. Características:
    • Deformación de los personajes (animalización y cosificación).
    • Situaciones absurdas y exageradas.
    • Uso de la ironía y la sátira.
    • Lenguaje coloquial, incluso vulgar.
    • Fusión de historia y ficción.
    • Acotaciones con valor estético.
    Obras: Luces de bohemia y la trilogía Martes de carnaval.

La Generación del 27

  • Pedro Salinas: Teatro poético, como El director.
  • Rafael Alberti: Teatro político (Fermín Galán, Noche de guerra en el Museo del Prado) y poético (El adefesio, aunque esta es de posguerra).
  • Federico García Lorca: Su teatro, con una misión cultural, es esencialmente poético, usando símbolos, música y poetizando la vida cotidiana. Temas: frustración amorosa, convenciones sociales, fatalismo. El personaje trágico suele ser la mujer, vulnerable y a la que se le niega la realización de sus pasiones. Obras:
    • Mariana Pineda: De corte modernista, un canto al amor y la libertad.
    • Bodas de sangre y Yerma: Parte de una trilogía inconclusa sobre la tierra española.
    • Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores: Lucha contra la realidad que desemboca en fracaso.
    • La casa de Bernarda Alba: Drama de la mujer en los pueblos andaluces.
    • Farsas: La zapatera prodigiosa.
    • Obras vanguardistas surrealistas: El público.

Legado

El teatro de Valle-Inclán y Lorca sigue vigente en la actualidad, con obras como Luces de bohemia aún representándose.