El Teatro Comercial
El teatro español de principios del siglo XX estuvo condicionado por factores comerciales, ideológicos y estéticos. Esto llevó a la división del teatro anterior a 1936 en dos tendencias principales: el teatro comercial y el teatro innovador.
Teatro Realista
Esta modalidad escénica se caracteriza por una crítica suave de los conflictos morales de la burguesía, presentando ambientes lujosos y un lenguaje cuidado. Su máximo representante fue Jacinto Benavente (1866-1954), premio Nobel de Literatura en 1922. Destacan de su extensa obra: Los intereses creados (1907), donde dos pícaros utilizan en su beneficio los intereses que marcan la vida de una ciudad, y La Malquerida (1913), que ofrece una visión del mundo rural donde se describen pasiones en un espacio asfixiante.
Teatro Cómico
Modalidad preferida por las clases populares, representando costumbres y tipos populares con temas superficiales. Destacan:
- Carlos Arniches, popular autor de género chico y sainetes, como El puñao de rosas (1924). También destaca su tragedia grotesca La señorita de Trevélez (1916).
- Pedro Muñoz Seca, autor de más de 200 obras, entre comedias de costumbres como Las hijas del rey Lear (1923), parodias literarias como La venganza de Don Mendo (1918) y astracanes como Los extremos se tocan (1926).
Teatro Poético
Mezcla el drama histórico-romántico con un lenguaje modernista, con ideas y concepción escénica tradicionales. Destaca Eduardo Marquina, autor de poesía, novelas y teatro. Su obra se divide en:
- Drama histórico: con un exagerado patriotismo y tono melancólico, como Las hijas del Cid (1908).
- Drama rural en verso: con versos de gran finura, como El pobrecito carpintero (1924).
- Comedia realista en prosa: de ambiente contemporáneo, como La princesa juega (1920).
Otros autores destacables fueron: Francisco Villaespesa con Doña María de Padilla (1913) y los hermanos Machado con La Lola se va a los puertos (1930).
El Teatro Renovador
Este teatro, innovador pero sin el favor del público, surge de intentos aislados de autores selectos. En los años 20, se desarrollaron distintos intentos de renovación dramática al margen del teatro comercial. Durante la Segunda República, iniciativas como las Misiones Pedagógicas y La Barraca de García Lorca impulsaron este teatro.
Federico García Lorca
Datos Biográficos
En 1919 ingresa en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Becado, viaja a Nueva York. De vuelta a España, funda La Barraca para difundir el teatro clásico español. Es fusilado en 1936.
Obra Teatral
El tema central del teatro de Lorca es el enfrentamiento entre la sociedad y el deseo de libertad, con la mujer como protagonista, víctima de la moral de la época.
Rasgos del Teatro de Lorca:
- Búsqueda del espectáculo total, combinando verso y prosa, elementos cultos y folclóricos.
- Acercamiento al receptor popular.
- Ambientes opresivos que condicionan la libertad de los personajes.
- Lenguaje sencillo y directo, pero con aliento poético.
Núcleos Fundamentales:
- Farsas y poemas dramáticos: textos sencillos sobre el conflicto autoridad/libertad. Destaca La zapatera prodigiosa.
- Ciclo hermético: influenciado por el surrealismo. Destacan Así que pasen cinco años y El público.
- Ciclo trágico: con protagonismo femenino y la insatisfacción amorosa como tema. Destacan Doña Rosita la soltera, Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba y Yerma.
Otros Dramaturgos
- Alejandro Casona: con obras como Nuestra Natacha (1936) y El retablo jovial.
- Jacinto Grau: con obras como El conde Alarcos, El señor de Pigmalión y El burlador que no se burla.
- Miguel de Unamuno: con un teatro filosófico, como Fedra y El otro.
- Azorín: incorpora técnicas surrealistas en Lo invisible.
- Rafael Alberti: con un teatro vanguardista y lenguaje simbólico en El hombre deshabitado.
- Miguel Hernández: con Quién te ha visto y quién te ve y Los hijos de la piedra.
- Max Aub: con técnicas vanguardistas en Crimen y Espejo de avaricia.
- Ramón Gómez de la Serna: destaca su teatro vanguardista Los medios seres.
La Trayectoria Dramática de Ramón María del Valle-Inclán
Valle-Inclán, considerado el dramaturgo más importante del siglo XX, renovó el teatro español con una nueva dramaturgia, concepción de lo dramático y utilización del espacio escénico. Su mayor aportación fue el esperpento.
Su obra, con variedad de personajes, escenarios, acciones dramáticas y un lenguaje rico, supera la estética y los convencionalismos burgueses.
Ciclos de su Obra Teatral:
- Ciclo modernista: poemas dramáticos en verso, ambientados en la Edad Media, como El yermo de las almas (1908).
- Ciclo mítico: con tono más crítico, como Comedias bárbaras y Divinas palabras.
- Ciclo esperpéntico: a partir de 1920, utiliza la estética deformadora del esperpento para resaltar lo grotesco y la degradación social. Utiliza la deformación caricaturesca, situaciones absurdas, ironía, sátira y lenguaje coloquial. Destacan Luces de bohemia y Martes de carnaval.
- Ciclo final: cinco obras en Retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte, llevando al extremo la irracionalidad, con personajes deshumanizados y técnica distorsionante.