Teatro Español del Siglo XX
Teatro de los Años 40
La Comedia Burguesa
Durante la Guerra Civil, el teatro español se limitó, en buena parte, a servir como instrumento de agitación política. La muerte de autores y directores, junto a las presiones comerciales y la censura, explican la pobreza que afectó al teatro desde 1936. Las compañías seguían dependiendo de los intereses de unos pocos empresarios, lo que convirtió al teatro de posguerra en un terreno poco propicio para las inquietudes renovadoras.
La comedia burguesa siguió la línea del teatro benaventino, destacando autores como José María Pemán (En tierra de nadie), Luca de Tena (Don José, Pepe y Pepito) y Joaquín Calvo Sotelo.
Teatro Cómico
Este teatro se propuso “renovar la risa” introduciendo lo verosímil, pero fracasó ante los gustos del público. Su comicidad se basaba en la creación de situaciones incoherentes y en el lenguaje, distorsionando la lógica. Destacan:
- Enrique Jardiel Poncela: Con una representación de la sociedad feliz, a la que solo le interesa el dinero y el amor. Obras como Eloísa está debajo de un almendro.
- Miguel Mihura: Idealiza la vida, la bondad y la ternura a través del lenguaje. Recibió el Premio Nacional de Teatro y fue miembro de la RAE. Obras como Melocotón en almíbar.
Otros Géneros
Otros géneros teatrales serían el teatro poético, que presenta una visión amable y comprensiva de la vida, y el teatro existencial, un teatro inconformista con obras como Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo.
Realismo Social de los Años 50
Antonio Buero Vallejo
Considerado la principal figura del teatro español del siglo XX, reconocimiento que llegó en 1986 con el Premio Cervantes. Sus obras giran en torno a la búsqueda de la felicidad, la verdad y la libertad, tanto en el plano existencial como en el social. La transición hacia esta intención social está representada por dos obras: Hoy es fiesta y Las cartas boca abajo. En su segunda época, se interesó por su entorno a través de la justicia, la libertad y la corrupción. Los temas históricos fueron la excusa para evitar la censura y plantear los problemas de la España actual. Obras históricas son Las Meninas, El concierto de San Ovidio y El tragaluz.
Alfonso Sastre
Principal teorizador de este nuevo teatro, como se manifiesta en su libro Drama y sociedad, donde expone sus ideas sociales. Intentó fundar “un teatro de agitación social” para renovar íntegramente el teatro. Obra destacada: Escuadra hacia la muerte.
Teatro desde los Años 60 hasta 1975
Hacia 1970, surge un conjunto de dramaturgos que intentan renovar la expresión teatral.
Teatro Comercial
Destaca Alfonso Paso, quien logró el éxito con más de un centenar de obras hoy olvidadas, como Juicio a un sinvergüenza.
Teatro Social y Experimental
Siguió representando los temas de la dictadura, la falta de libertad y la injusticia, pero desde un enfoque diferente, buscando nuevas formas y técnicas. El teatro español se acercó a las corrientes renovadoras europeas y mundiales, surgiendo una nueva vanguardia teatral representada por Fernando Arrabal (Los hombres del triciclo), Antonio Gala (Los verdes campos del Edén) y Francisco Nieva (La carroza de plomo candente). Sus características principales son el enfoque simbólico, las deformaciones esperpénticas, la entrada a lo alucinante y un lenguaje simbólico. Mientras Arrabal continuó su obra en el extranjero, en España el único caso de éxito rotundo fue Antonio Gala. Dentro del teatro experimental, destaca Antonio Buero Vallejo, quien plasmó hondos contenidos sociales y políticos a través de la subjetividad y los efectos de inmersión.
Poesía Española del Siglo XX
Poesía durante la Guerra Civil y los Años 40
Guerra Civil
La poesía española había iniciado un proceso de rehumanización tras 1927, que se intensificó con la Guerra Civil. Miguel Hernández, al estallar la guerra, se alistó como voluntario en el bando republicano.
- Viento del pueblo (1937): Poemas de gran preocupación social como “Aceituneros”.
- El hombre acecha (1939): Poemas dolorosos y conmovedores como “Carta dirigida a su mujer”.
- Cancionero y romancero de ausencias (1938-1941): Compuesto en la cárcel, depura aún más su expresión, inspirándose en la lírica popular.
Años 40
Marcada por la posguerra, la poesía giró en torno a dos caminos:
- Poesía arraigada: De autores con afán optimista y una visión serena del mundo, con un firme sentimiento religioso. Destacan Luis Rosales, Leopoldo Panero y Rafael Morales.
- Poesía desarraigada: Presidida por Hijos de la ira de Dámaso Alonso. Refleja un mundo caótico, lleno de sufrimiento y angustia, que busca el sentido de la vida. La religiosidad adopta tonos dolorosos, con un estilo directo y sencillo. La distinción entre ambas no es tajante, pudiendo hallarse momentos de zozobra en los poetas “arraigados” y de serenidad en los “desarraigados”.
Poesía en los Años 60 y Principios de los 70
Años 60
El cambio se encuentra en la preocupación por el hombre y el inconformismo. La “poesía de la experiencia” se caracteriza por temas íntimos: el fluir del tiempo, la nostalgia de la infancia, el amor y la amistad.
- Ángel González: Destaca con Grado elemental, galardonado con el Premio Antonio Machado.
- José Ángel Valente: Se aproxima a la mística, la filosofía, la música y la pintura, con temas que reflejan su obsesión por el vacío y la nada. En 1960, recibió el Premio de la Crítica Catalana con Poemas a Lázaro.
- Jaime Gil de Biedma: Muestra el desencanto de la vida burguesa con un tono coloquial. Temas principales: el paso del tiempo, la naturaleza, la amistad, el amor y la solidaridad hacia los pobres.
Años 70
En 1970, se publica la antología Nueve novísimos poetas españoles de José M. Castellet, que incluye a autores nacidos después de 1939.
- Pere Gimferrer: Escritor catalán que mezcla la poesía clásica con la vanguardista. En los 70, publica Els miralls, inaugurando una poesía catalana inconfundible. Recibió el Premio Mundial en 2010.
- Antonio Martínez Sarrión: Destaca por su rebeldía a la poesía anterior y su influencia del cine, el jazz y la literatura surrealista.