Análisis de Anna Karenina (Fragmento) de León Tolstói
La obra leída en clase es Anna Karenina, de León Tolstói, escrita a mediados del siglo XIX. El tema central del fragmento es la consternación en la casa tras el descubrimiento de la infidelidad de Stiva Oblonsky o, de forma más general, la infidelidad y sus consecuencias familiares.
Estructura del Fragmento
Si se separa el texto en partes, se aprecian seis bastante claras:
- Parte 1: Una primera línea introductoria donde el autor reflexiona sobre las familias (“Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada“).
- Parte 2 (Párrafos 1-2): Resumen de las reacciones de los distintos personajes ante la infidelidad de Stiva.
- Parte 3 (Párrafos 3-5): El narrador relata el despertar de Stiva tres días después de la discusión con su esposa, Dolly, y describe el sueño que estaba teniendo.
- Parte 4 (Párrafos 6-7): Stiva recuerda lo ocurrido y se lamenta.
- Parte 5 (Párrafos 8-12): Stiva rememora la situación con más detalle.
- Parte 6 (Párrafos 12-15): Stiva reflexiona sobre su reacción inicial ante el descubrimiento de su mujer y siente arrepentimiento.
Características Narrativas y Estilísticas
El texto pertenece al género narrativo. Se relatan sucesos con personajes definidos, utilizando múltiples verbos de acción (“salía”, “abrazando”, “brillaron”, etc.). Es fundamental la presencia de un narrador omnisciente en tercera persona, que conoce y expresa los sentimientos y pensamientos de los personajes (“No supo”, “Le había sucedido”, etc.).
Se incluyen diálogos seguidos de acotaciones del narrador, indicando las intervenciones de los personajes. La aparición de estos personajes refuerza la pertenencia al género narrativo. En su mayoría, podrían considerarse personajes planos dentro de este fragmento (carecen de evolución significativa), a excepción de Stiva, quien muestra arrepentimiento por sus actos, lo que lo acerca a un personaje redondo (con evolución psicológica).
Las reacciones y pensamientos de Stiva son verosímiles, una característica clave del Realismo. El espacio donde ocurren los sucesos es la mansión de Stiva, ubicada en Rusia. El tiempo externo es mediados del siglo XIX (antes de la Revolución Rusa de 1917). El tiempo interno del fragmento abarca principalmente unos minutos (el despertar de Stiva), pero incluye un flashback que se remonta a tres días antes, cuando ocurrió la discusión con Dolly.
Funciones del Lenguaje
Predomina la función representativa o referencial. Se aporta información objetiva al lector utilizando la tercera persona y la modalidad oracional enunciativa (“Todas las familias felices se parecen unas a otras…”). Se emplean verbos en modo indicativo para hablar de la realidad o verdades generales (“se parecen”, “tienen”, “se encuentran”) y el pretérito imperfecto para describir acciones pasadas (“pensó”, “daba”). La sintaxis a veces presenta falta de nexos explícitos, lo que puede generar cambios de ritmo.
También es relevante la función expresiva o emotiva. Se manifiestan los sentimientos de los personajes mediante interjecciones (“¡Ay, ay, ay!”), el uso de la primera persona en pensamientos o diálogos indirectos (“me”), interrogaciones y exclamaciones (“¿Qué es esto?…”, “¡Ay, ay, ay!…”). Se utiliza léxico connotativo como “escena terrible”, “desesperación”, “eternamente ocupado”.
Se puede destacar la función poética o estética. El autor embellece el texto con figuras retóricas:
- Repetición anafórica: “¡Qué, qué, qué!”.
- Hipérbole: “eternamente preocupado” (exageración).
- Posible Anadiplosis: Se menciona la palabra “necia” al final de un párrafo y al inicio del siguiente, refiriéndose a la sonrisa de Stiva.
- Personificación: “Las mesas cantaban”, “la culpa se le aparecía”.
- Comparación: “como bajo el efecto de un dolor físico”.
Finalmente, aparece la función apelativa o conativa en los diálogos, como cuando Dolly pregunta “¿Qué es esto? ¿Qué me dices de esto?”, esperando una respuesta de Stiva.
Contexto Literario: El Realismo
La novela, escrita por León Tolstói en el siglo XIX, pertenece al movimiento literario del Realismo. Este buscaba reproducir la vida cotidiana y la sociedad de manera fidedigna.
Características del Realismo presentes en el fragmento:
- Importancia de la clase social: Se menciona que Stiva es un príncipe y se describe su entorno acomodado (mansión, criados), reflejando el interés realista por el análisis social.
- Descripción de la cotidianeidad: Se relatan hechos comunes de forma detallada y creíble (“Al despertar a su hora de costumbre…”).
- Análisis psicológico: El narrador profundiza en los pensamientos y la psicología del personaje (“Pensó en la violenta situación”, “–No, no me perdonará…”, “Tan poco inteligente, según opinaba él…”, “(«reflejos cerebrales», juzgó Esteban…”).
- Verosimilitud: Las acciones y pensamientos son creíbles y coherentes con la naturaleza humana.
- Predominio de la razón sobre la pasión (en Stiva): Aunque lamenta la situación, Stiva analiza racionalmente lo ocurrido y busca cómo seguir adelante socialmente. Esto contrasta con otros personajes realistas o románticos, pero encaja en la exploración realista de las convenciones sociales.
- Objetividad del narrador: El narrador omnisciente mantiene una perspectiva mayormente objetiva, aunque expone la subjetividad de los personajes. La primera frase podría interpretarse como una reflexión del autor, pero el resto de la narración se centra en los hechos y la perspectiva interna de Stiva.
- Marco espacio-temporal concreto y no exótico: La Rusia del siglo XIX es un escenario reconocible y contemporáneo para los lectores de la época, aportando realismo.
- Temática relevante: La infidelidad, las relaciones familiares y las convenciones sociales son temas centrales del Realismo.
Por todo ello, se confirma que la obra analizada se enmarca claramente dentro del Realismo literario.
Análisis de El corazón delator de Edgar Allan Poe
La obra leída es El corazón delator, uno de los cuentos más célebres de Edgar Allan Poe, escrito en el siglo XIX. Forma parte de sus relatos góticos o de terror psicológico. El tema principal es la obsesión del protagonista, su crimen y su atormentada justificación posterior, que lo lleva a la auto-delación.
Estructura del Relato
El texto se puede dividir en cinco partes claras:
- Introducción (Líneas 1-5 aprox.): El narrador-protagonista interpela al lector, afirmando no estar loco y pidiendo que se escuche su historia como prueba de su cordura.
- Motivación y Planificación (Líneas 6-12 aprox.): Expone su obsesión con el ojo del viejo y su determinación para matarlo.
- Acecho (Líneas 13-32 aprox.): Describe las noches en que espía al viejo, detallando su cautela y el primer intento fallido de encontrar el ojo abierto.
- El Crimen y Ocultación (Líneas 33-94 aprox.): Narra la noche del asesinato, la muerte del viejo y el cuidadoso desmembramiento y ocultación del cadáver.
- La Delación (Líneas 94-Final): Describe la llegada de la policía, su inicial confianza y cómo el sonido imaginario del corazón del viejo lo atormenta hasta confesar.
Características Narrativas y Estilísticas
La obra pertenece al género narrativo (cuento). Se nos cuenta una historia con personajes (el narrador, el viejo, los policías) a los que les suceden eventos definidos. La narración está en primera persona, desde la perspectiva del asesino (“Siempre he sido nervioso…”), lo que sumerge al lector en su mente perturbada. El uso constante de verbos de acción (“oí”, “levanté”, “hallé”, “sonreí”) impulsa el relato.
El relato se presenta como una argumentación dirigida al lector (o a un interlocutor implícito), donde el protagonista intenta desesperadamente probar su cordura, no su inocencia del acto en sí. Este protagonista es un claro ejemplo de personaje redondo: aunque su obsesión parece fija, menciona haber querido al viejo inicialmente, y su seguridad se desmorona bajo la presión psicológica, llevándolo de la frialdad calculadora a la confesión desesperada. El viejo y los policías son personajes planos; el viejo funciona como objeto de la obsesión y víctima, mientras que los policías actúan como catalizadores del clímax final, siendo personajes secundarios sin voz directa.
El protagonista rompe con los arquetipos heroicos; es un personaje marginal, un antihéroe cuya locura se manifiesta en las constantes repeticiones (“¡con cuánta… con cuánta…!”), exclamaciones y la intensidad de sus percepciones sensoriales. La brevedad con la que narra el asesinato podría interpretarse como un intento de minimizar el acto o reflejar su rapidez, pero también podría sugerir un bloqueo por la culpa subyacente. A pesar de su locura, el personaje intenta usar la razón para justificar la meticulosidad de sus acciones como prueba de cordura. Menciona un paralelismo entre sus propios terrores nocturnos y los del viejo, lo que podría indicar un destello de empatía o reforzar su propia angustia.
El tiempo interno de la planificación y acecho es de ocho noches. El tiempo externo es indefinido, atemporal, lo que contribuye a la universalidad del horror psicológico. El espacio es concreto y claustrofóbico: la casa del viejo, principalmente su habitación.
Funciones del Lenguaje
Destaca prominentemente la función expresiva o emotiva. El texto es un vehículo para las obsesiones, miedos y la perturbación del protagonista. Utiliza:
- El modo subjuntivo para expresar hipótesis o irrealidad, reflejando su estado mental alterado.
- Modalidad oracional exclamativa e interrogativa.
- Uso intensivo de la primera persona del singular (“debí”, “seguí”, “hablé”, “mi horror”, “yo”).
- Oraciones interrumpidas o fragmentadas, aportando naturalidad a su discurso febril.
- Interjecciones (“¡Oh, santo Dios!”) y adjetivos valorativos (“fúnebre”, “muy astuto”).
- Repeticiones que enfatizan su nerviosismo y obsesión.
La función apelativa o conativa es también crucial. El narrador se dirige constantemente al lector/oyente (“afirman ustedes”, “escuchen”, “presten atención”, “¿Pero por qué…”) para convencerlo de su cordura y hacerlo partícipe de su relato autojustificatorio. El lector se convierte en una especie de juez o confesor.
La función representativa o referencial aparece en la medida en que narra los hechos (el acecho, el crimen, la llegada de la policía) tratando de dar una apariencia de objetividad y lógica a sus acciones. Usa el pretérito perfecto simple para las acciones puntuales y el imperfecto para las descripciones y acciones durativas.
La función poética o estética se manifiesta en el cuidado del lenguaje y el uso de figuras retóricas para intensificar la atmósfera:
- Metáforas: “¡La hora del viejo había sonado!” (muerte), “el velo que cubría el ojo” (catarata o percepción).
- Comparaciones: “un fino rayo de luz, semejante al hilo de una araña”, “el latido sordo y ahogado […] como el que produce un reloj de bolsillo envuelto en algodón”.
- Hipérbole: “se me helaba la sangre”.
- Repeticiones con valor rítmico y expresivo.
- Gradación del ritmo narrativo para crear tensión.
Contexto Literario: El Romanticismo Oscuro
Aunque contemporáneo del Realismo, Edgar Allan Poe es una figura clave del Romanticismo, especialmente de su vertiente más oscura o gótica. Su obra explora los aspectos marginales y sombríos de la psique humana.
Características románticas en El corazón delator:
- Protagonista marginal: El narrador es un individuo aislado, atormentado y fuera de las normas sociales.
- Énfasis en las pasiones y lo irracional: El crimen no tiene una motivación lógica (dinero, venganza), sino que nace de una obsesión irracional (el ojo). El personaje es guiado por sus impulsos oscuros.
- Exploración de la locura y lo macabro: Temas centrales del Romanticismo oscuro.
- Subjetividad extrema: Toda la historia está filtrada por la percepción distorsionada del narrador.
- Atmósfera de terror y suspense psicológico.
- Individualismo exacerbado: El personaje actúa según sus propias reglas internas, aunque intente justificarlas racionalmente.
El cuento se aleja del Realismo por su enfoque en lo irracional, lo psicológicamente extremo y lo sobrenatural (el latido del corazón post-mortem, aunque sea una alucinación). Es una obra paradigmática del Romanticismo oscuro estadounidense.
Análisis de Alegoría de Charles Baudelaire
Estamos ante un poema de Charles Baudelaire titulado Alegoría. Este poema fue publicado en la colección Las flores del mal (Les Fleurs du mal) en 1857, por lo tanto, pertenece al siglo XIX. El tema del poema es la representación alegórica de una figura femenina que encarna la belleza insensible, quizás la Lujuria o una forma de Prostitución Sagrada, que desafía a la moral convencional, a la Muerte y al propio sufrimiento.
Estructura y Métrica
El poema está dividido en cinco estrofas de cuatro versos cada una (cuartetos). Su estructura temática podría dividirse así:
- Parte 1 (Estrofa 1, vv. 1-4): Descripción física de la mujer, destacando su belleza ornamental y quizás artificial (“pecho pujante”, “alhajas”).
- Parte 2 (Estrofa 2, vv. 5-8): Se resalta su indiferencia ante la Muerte y el Libertinaje, entidades que parecen respetarla o servirla.
- Parte 3 (Estrofas 3 y 4, vv. 9-16): Se profundiza en su naturaleza: camina como una diosa, ignora el placer mundano, es insensible al dolor y al remordimiento, simbolizando una fuerza primordial o un ideal estético frío.
- Parte 4 (Estrofa 5, vv. 17-20): Se reafirma su poder sobre la Muerte, a la que mira sin miedo, como una igual o superior.
Es un poema descriptivo centrado en esta figura femenina. Pertenece al género lírico, donde el yo poético expresa una visión o sentimiento a través de la descripción y la reflexión. Aunque usa la tercera persona (“su piel”, “camina”, “sabe”), la perspectiva es la del poeta que contempla y define a esta figura alegórica. No hay un narrador omnisciente en el sentido narrativo. El marco temporal es impreciso, simbólico. La métrica original en francés suele ser el alejandrino (12 sílabas), y la rima es consonante y cruzada (ABAB).
Funciones del Lenguaje
En el poema podemos observar varias funciones del lenguaje:
- Función poética o estética: Es la predominante. Se cuida la forma, el ritmo y el lenguaje para crear belleza y sugerencia. Se emplean numerosas figuras retóricas:
- Metáforas: “su piel de ganado” (posiblemente refiriéndose a joyas o adornos sobre la piel, o a una belleza robusta y animal), “las garras del Amor” (el amor como algo destructivo o depredador), la mujer misma es una alegoría.
- Comparaciones (Símiles): “camina como diosa”, “pasa como sultana”.
- Personificación: La Muerte y el Libertinaje son tratados como entidades que interactúan con ella.
- Hipérbaton: Alteración del orden sintáctico para dar énfasis o por razones métricas, como en “que en el vino arrastrar deja su cabellera”.
- Enumeración / Descripción detallada: “que la hermosura física…” (aunque el ejemplo citado parece incompleto o referirse a otra parte del poema o colección).
- Paralelismos: “camina como diosa, pasa como sultana”.
- Anáfora: Podría haber repeticiones al inicio de versos en el original o en la traducción (“Que… Que…”).
- Función expresiva o emotiva: El poeta expresa su fascinación, quizás admiración o incluso horror, ante esta figura. Utiliza léxico connotativo y adjetivos valorativos (“mujer bella”, aunque la belleza descrita es particular y desafiante). La elección de la alegoría misma es una forma de expresar una visión personal sobre la belleza, el pecado o la condición humana.
- Función representativa o referencial: En menor medida, el poema describe objetivamente (dentro de su lenguaje figurado) las características y acciones de esta mujer alegórica. Usa el modo indicativo (“camina”, “sabe”) y la tercera persona para presentarla.
Contexto Literario: Baudelaire entre el Romanticismo y el Simbolismo
Charles Baudelaire (1821-1867), autor de este poema, fue un poeta, ensayista y traductor francés fundamental. A menudo se le considera un poeta maldito debido a su vida bohemia, sus excesos y la exploración del mal, el tedio (spleen) y la belleza no convencional en su obra.
Baudelaire representa una transición crucial en la poesía:
- Síntesis y superación del Romanticismo: Hereda el interés romántico por los sentimientos intensos, lo sublime, lo grotesco y la figura del individuo enfrentado a la sociedad, pero lo lleva a un terreno más urbano, moderno y moralmente ambiguo.
- Precursor del Simbolismo: Su obra Las flores del mal es considerada fundacional para el Simbolismo. Este movimiento reaccionó contra el Realismo y el Naturalismo, buscando expresar ideas abstractas y estados de ánimo a través de símbolos, imágenes sugerentes y la musicalidad del lenguaje. Baudelaire exploró las “correspondencias” entre el mundo sensible y el espiritual.
Las flores del mal está estructurada en secciones (como Spleen e Ideal, Cuadros Parisienses, El Vino, Flores del Mal, Rebelión, La Muerte). Los poemas exploran la dualidad humana: la tensión entre la aspiración a la belleza y la pureza (el Ideal) y la caída en el vicio, el aburrimiento y la angustia (el Spleen). Temas recurrentes son el amor (a menudo carnal y destructivo), la lujuria, la muerte, la ciudad moderna, la angustia existencial y la búsqueda de evasión (a través del arte, las drogas, el viaje). Alegoría encaja perfectamente en esta exploración de figuras femeninas complejas y simbólicas, que desafían las nociones tradicionales de virtud y belleza.