Grandes Autores de la Literatura Universal

Poetas Malditos

Arthur Rimbaud – Stéphane Mallarmé – Paul Verlaine. Se llamaban así porque representan una ruptura violenta con la moral, una irreverencia con el progreso, y una repelencia con la decimonónica burguesía.

Herman Melville

Es el autor de Moby Dick (1851), considerada la gran novela norteamericana del siglo XIX. Ismael, el narrador, se une al Pequod, un barco capitaneado por Ahab. Ahab quiere cazar a una ballena blanca llamada Moby Dick, quien años atrás le arrebató su pierna. Todos los marineros, excepto el narrador, perecen.

Moby Dick trasciende el género de aventuras gracias a sus profundas reflexiones y la meticulosa construcción de personajes, especialmente la de Ahab. La novela también innova formalmente, con más de cien capítulos que incluyen monólogos, diálogos dramáticos y extensas disquisiciones sobre ballenas y la vida en un ballenero.

La obsesión de Ahab representa la autodestrucción, la ballena blanca encarna el mal y la naturaleza indomable ajena al sufrimiento humano.

En la producción de Melville destaca el cuento “Bartleby, el escribiente” (1853), donde el protagonista enfrenta el engranaje burocrático con su repetitivo “preferiría no hacerlo”, anticipando conflictos similares en las obras de Kafka.

Mark Twain

Mark Twain (1855-1910) es el autor de una gran obra narrativa, destacando las novelas Las aventuras de Tom Sawyer y Las aventuras de Huckleberry Finn.

Las aventuras de Tom Sawyer, en el sur del río Misisipi, siguen las travesuras de dos niños: Tom Sawyer, un ingenioso, vivaz y aventurero bajo el cuidado de su tía Polly, y su amigo salvaje, Huckleberry Finn. La historia tiene humor e ironía que critica la hipocresía y convencionalismo del mundo adulto.

Las aventuras de Huckleberry Finn (1889) son más difíciles y emocionantes. Huck y Jim emprenden un viaje por el río Misisipi, escapando del padre alcohólico de Huck y de la esclavitud, respectivamente, en busca de la libertad. En primera persona, la historia combina aventura, picaresca y aprendizaje.

Twain creó un estilo de realismo estadounidense para mostrar la vida rural en América.

La Generación Perdida

John Dos Passos – Francis Scott Fitzgerald – William Faulkner – Ernest Hemingway – John Steinbeck – E.E. Cummings. Estos autores tienen similitudes biográficas. Algunos participaron en la Primera Guerra Mundial y otros fueron conductores de ambulancias. Los escritores se establecieron en Europa, especialmente en París, donde vivieron los años 20 antes de la Gran Depresión y se encontraron con artistas de vanguardia. En 1940, Hemingway escribió su novela Por quién doblan las campanas.

Fernando Pessoa

La figura de Fernando Pessoa y su contemporáneo Franz Kafka representa la división entre una vida monótona y un universo literario complejo. La obra de Pessoa es una de las cimas de la poesía del siglo XX.

Su exploración poética es la reflexión sobre la identidad individual. La personalidad no es algo estable o coherente. En Libro del desasosiego, escribe: “Bueno, afortunadamente, no tengo ninguna personalidad. Me separo en una hora y me olvido de lo que he pasado en un día. La escena viva por la que pasan varios actores representando varias piezas; de ahí sus preguntas: ¿Quién es quién asisto? ¿Quién es quién asisto? ¿Quién es quién asisto? ¿Qué cuántos soy? ¿Cuál soy yo?”

Pessoa describe sus poemas a varios poetas que son heterónimos para mostrar su crisis de identidad. Cada uno de ellos crea un nombre, una biografía e incluso un retrato físico. Estos son personajes genuinos con una visión del mundo y un estilo de escritura muy distinto.

  • Alberto Caeiro
  • Ricardo Reis
  • Álvaro de Campos

Charles Baudelaire

En la obra de Baudelaire hay tres temas importantes: la ciudad, especialmente París, que es una metrópoli masificada y anónima, el amor y la mujer, que celebra y exalta como objeto de culto, y el mal que corrompe los ideales más puros y destruye al hombre.

El concepto central de la poesía de Baudelaire es el de correspondencia, fundamental en la estética.

Su obra más importante es Las flores del mal, compuesta por varias secciones:

  • Spleen e ideal (poemas del 1 al 85)
  • Cuadros parisinos (poemas del 86 al 103)
  • El vino (poemas del 104 al 108)
  • Flores del mal (poemas del 109 al 117)
  • Rebelión (poemas del 118 al 120)
  • Muerte (poemas del 121 al 126)

James Joyce: Ulises

Ulises fue publicado en París en 1922 y se prohibió en Gran Bretaña y Estados Unidos por su contenido inmoral. La novela escandalizó por su radicalidad formal. En resumen, esta obra es muy complicada porque muestra que la vida no sigue un orden racional y que los relatos no deben hacerlo.

La trama de Ulises sigue el recorrido por Dublín el 16 de junio de 1904, con Leopold Bloom, un agente de publicidad judío y de apariencia mundana, como protagonista.

La estructura paródica de Ulises es una antiepopeya protagonizada por un antihéroe, reflejando así la vulgaridad de la vida urbana contemporánea. Se establece un equilibrio entre La Odisea de Homero y los personajes y episodios de Ulises.

Leopold Bloom, su esposa Molly y Stephen Dedalus reflejan a Ulises, Penélope y Telémaco, respectivamente.
Los episodios de la novela se corresponden con momentos y personajes de La Odisea, como la visita al Hades, las sirenas, el cíclope Polifemo y el encuentro con Nausicaa. Pero hay diferencias importantes: Molly ha engañado a Leopold con su amante Boylan, a diferencia de Penélope.

Franz Kafka: La Narrativa del Absurdo

La narrativa de Franz Kafka se caracteriza por presentar un universo angustioso y opresivo, donde el individuo se enfrenta solo e impotente a la burocracia, la familia o la justicia, atrapado en situaciones absurdas e incomprensibles.

Entre sus obras más destacadas se encuentra La metamorfosis (1915), donde Gregor Samsa, un viajante de comercio, se despierta una mañana transformado en un insecto repugnante, desencadenando su proceso de despersonalización hasta su muerte, que provoca un alivio palpable en su familia.

En Un artista del hambre (1924), el protagonista, un ayunador profesional en un circo, es ignorado por todos hasta que, de acuerdo con la máxima de George Berkeley, desaparece al no ser percibido.

El proceso (1925) narra la detención repentina de Josef K., quien es juzgado sin conocer los cargos y finalmente condenado a muerte, reflejando la pérdida de identidad del individuo consumido por las estructuras de poder.

En El castillo (1926), el agrimensor K. es contratado para medir tierras alrededor de un misterioso castillo, pero se encuentra continuamente bloqueado por la burocracia, que le impide llevar a cabo su tarea.