La evolución del teatro español en el siglo XX: desde el realismo hasta el esperpento
Contexto histórico
Las primeras décadas del siglo XX en España están marcadas por una serie de hechos históricos que se reflejarán en nuestra literatura. En 1923 se instaura la dictadura de Primo de Rivera; tras su dimisión en 1930 se proclama la Segunda República que, con la Constitución de 1931, aporta grandes avances sociales. Sin embargo, una oposición creciente a la República desemboca en un golpe de estado en julio de 1936, dando inicio a la guerra civil que finaliza en 1939 con la instauración de la dictadura de Francisco Franco, que durará hasta 1975.
El teatro comercial
A principios de siglo XX aún perviven algunas tendencias teatrales del último cuarto de siglo anterior, como el drama neorromántico o el teatro realista-naturalista de autores como Echegaray o Benito Pérez Galdós. Además, el teatro está muy sujeto a condicionamientos ideológicos y comerciales. Ello obliga a diferenciar entre un teatro comercial, con éxito en los escenarios, y un teatro innovador, menos popular.
Tendencias del teatro comercial
- La comedia burguesa: Estas obras de ambiente burgués criticaban superficialmente algunas costumbres de la clase media, y trataban de reflejar de forma realista su lenguaje. El autor más destacado de esta corriente es Jacinto Benavente, quien se acerca al público burgués con las felices “comedias de salón” que plantean conflictos burgueses con una suave crítica. Sin embargo, sus obras más destacables se alejan de este patrón: Los intereses creados y La Malquerida. Los intereses creados es una farsa de personajes arquetípicos y ambientes recuperados de la comedia del arte y del teatro clásico (como la pareja amo- criado gracioso) con una cínica visión de los ideales burgueses, en la que los sentimientos sinceros triunfan sobre las convenciones sociales y se representa la lucha entre el idealismo y el materialismo. La Malquerida es un drama rural con pasiones incestuosas en el que destaca el tema de la honra.
- El teatro poético o teatro en verso: Este teatro incluye influencias modernistas como la musicalidad de los versos, los elementos ornamentales como el decorado, el vestuario, la iluminación… Constituye un intento de aproximar el teatro a la lírica dentro de una ideología tradicional, exaltando los ideales aristocráticos y los grandes hechos del pasado español. Francisco Villaespesa y Eduardo Marquina son dos de los dramaturgos más conocidos.
- El teatro cómico-costumbrista: En esta corriente se presentan personajes-tipo castizos, ambientes pintorescos y humor con final feliz. Se representan con gran éxito las obras de los hermanos Álvarez Quintero y Carlos Arniches (La señorita de Trévelez), sainetes costumbristas que idealizan la sociedad andaluza y madrileña respectivamente.
El teatro innovador
Surge al mismo tiempo un teatro innovador que se atreve a romper con las convenciones típicas de las obras de teatro tradicionales, además de proponer nuevos caminos tanto en los temas como en el modo de concebir el espectáculo. Tuvo como máximos exponentes a los noventayochistas Unamuno, Azorín y Ramón del Valle-Inclán y, de la Generación del 27, a Federico García Lorca. Cabe decir que en el momento de su surgimiento no fue entendido por el público y por ello obras como Luces de Bohemia de Valle-Inclán, o El público de Lorca, no pudieron verse representadas hasta varias décadas después de su publicación, aunque los cambios propuestos en ellas fueron clave para la evolución hacia el teatro contemporáneo.
Características del teatro innovador
- La obra no tiene por qué representarse en un espacio teatral convencional, lugares como una plaza, una habitación, la calle misma pueden ser lugares apropiados para una obra de teatro innovadora.
- La escenografía no tiene por qué imitar ninguna realidad reconocible: el escenario puede estar vacío, puede utilizarse el espacio o el vestuario de formas creativas y alejadas de la realidad.
- La obra puede, por tanto, representar una realidad deformada e irreal: los actores se caracterizan y actúan imitando a los personajes del guiñol; el mundo representado se simplifica o se exagera con intención paródica o crítica.
- Se potencian formas de teatro alternativas: el musical, el teatro de títeres, el teatro de sombras, la pantomima.
- El texto dramático no se organiza en los típicos tres o cinco actos. Una obra puede presentar una extensión desmedida, o ser increíblemente breve (como en el teatro sintético de la vanguardia futurista).
- Las obras pueden reflejar asuntos alejados de las preocupaciones cotidianas, centrándose en temas cercanos a la reflexión filosófica o existencial.
Ramón María del Valle-Inclán
Poeta, novelista y dramaturgo de principios de siglo XX y genial innovador del teatro español. En teatro fue uno de los autores que innovaron con más intensidad y originalidad la escena española y europea de principios del siglo XX. Inicia su creación literaria como modernista y evoluciona hacia la ideología del 98. Así, su obra dramática se puede dividir en cuatro etapas: una etapa de teatro poético, la etapa del ciclo mítico, la etapa del ciclo de la farsa y la etapa del esperpento.
Etapas de la obra dramática de Valle-Inclán
- Teatro poético: El marqués de Bradomín (1906) y El yermo de las almas (1908).
- Ciclo mítico: El embrujado (1913), Divinas palabras (1920) y la trilogía Comedias bárbaras (1907-1923).
- Ciclo de la farsa: Farsa infantil de la cabeza del dragón (1910) o La marquesa Rosalinda (1912).
- Esperpento: Martes de carnaval (1921-1927) y Luces de bohemia (1920).
Federico García Lorca
Federico García Lorca es un poeta y dramaturgo granadino y, con Miguel de Cervantes, uno de los escritores de mayor repercusión internacional nacidos en España. Formó parte de la generación del 27. Nació en Granada. En 1919 se traslada a Madrid y se instala en la Residencia de Estudiantes donde entra en contacto con otros miembros de la Generación de 1927. Durante el curso 1929-1930 marcha a Nueva York como becario de la Universidad de Columbia. En 1932 funda La Barraca, grupo teatral que recorre España representando obras clásicas. Es fusilado en Víznar en agosto de 1936, al principio de la Guerra Civil.
La obra de García Lorca expresa su personalidad: una intensa vitalidad marcada, al mismo tiempo, por la sombra angustiosa de la muerte.
En lo referente a los temas, su obra refleja la pasión por la vida, por el amor, por la libertad en conflicto con la sociedad represora o con el destino trágico. El resultado de esa confrontación es la frustración, la soledad o la muerte. Lorca expresa en su obra el dolor propio de vivir y el de los demás (los marginados, los reprimidos por la sociedad…). A menudo sus personajes se enfrentan a la represión de los instintos naturales (las pasiones, los deseos) y son condenados a la soledad, la frustración o la muerte, como reflejo de la represión vivida por él mismo por la sociedad intolerante hacia su tendencia sexual. La mayoría de las protagonistas de su teatro son mujeres, que simbolizan la libertad y la fuerza del instinto (el erotismo, la fecundidad…), pero que terminan sucumbiendo trágicamente ante el autoritarismo fruto de los convencionalismos morales, religiosos y sociales.
En cuanto al estilo, la producción lorquiana aúna lo popular y lo culto, lo tradicional y lo vanguardista. Su teatro aúna lo dramático y lo lírico, la prosa y el verso, siempre con un lenguaje cargado de lirismo.
Para Lorca el teatro tiene una indudable función didáctica y enfoque social que está al servicio de una misión pedagógica: elevar el nivel espiritual y cultural del espectador.
En el teatro lorquiano se distinguen tres etapas:
– Primera etapa: teatro modernista en verso. En la que emprende experiencias teatrales que buscan una voz dramática propia. Su primera obra es El maleficio de la mariposa, un drama simbólico de influencia modernista que plantea el amor inalcanzable reflejado en una cucaracha enamorada de una mariposa. Destacaremos también Mariana Pineda, un drama en verso en la línea del teatro histórico modernista, que trata sobre la heroína ajusticiada en Granada en 1831 por haber bordado una bandera liberal.
– Segunda etapa: búsqueda de nuevas formas de renovación:
En su afán de experimentar con nuevas fórmulas dramáticas Lorca cultiva la farsa, con la que pretende la
exhibición grotescas de ciertas pasiones humanas.
Escribió cuatro farsas, dos para guiñol y dos para personas: Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita (1931) y Retablillo de don Cristóbal (1931), sus farsas para guiñol, tratan sobre el amor enfrentado a las convenciones sociales y la condena del autoritarismo, representado por el muñeco de don Cristóbal , cuyo poder se sustenta en el temor que infunde sobre los demás, pero que se desvanece cuando alguien le hace frente. La zapatera prodigiosa (1930) y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín (1930), farsas para personas, reflejan la lucha entre el mundo real e insatisfactorio y los deseos irrealizables: abordan el tema del matrimonio entre un viejo y una joven.
Por otra parte, la influencia surrealista hace de Así que pasen cinco años (1931) y de El público (1931), escritas a la par que Poeta en Nueva York, dos de sus obras más enigmáticas y difíciles de interpretar; la primera trata sobre la oposición entre la realidad y los sueños, y la segunda, cuya versión definitiva no se conoce, escenifica el mundo interior de un director de teatro en la que los personajes encarnan las obsesiones y los conflictos secretos del poeta: trata temas como la renovación del teatro o el rechazo de la sociedad contra el amor homosexual.
– Tercera etapa: obras de madurez
Su trayectoria como dramaturgo culmina con un teatro cada vez más desnudo y esencialmente humano. Se trata de su época de madurez, en la que alumbró las obras que lo han elevado a las más altas cimas del teatro universal: dos tragedias rurales (Yerma y Bodas de Sangre) y dos dramas rurales (Doña Rosita la soltera (1935) y La casa de Bernarda Alba). Todas estas piezas, de protagonismo femenino, denuncian la opresión de la mujer en la sociedad.
El autor expone temas universales a partir de historias particulares. Se ambientan en una Andalucía rural, mítica y poética. Estas obras reflejan el enfrentamiento entre las convenciones sociales y la libertad y la pasión. Sus protagonistas femeninas, de férreo carácter, personifican valores absolutos enfrentados entre sí (como Bernarda y sus hijas). Lorca utiliza símbolos para revelar la fatalidad que se cierne sobre las protagonistas de sus obras (el bastón, el agua, la sangre, la luna…).
– Doña Rosita la soltera trata el paso del tiempo y la soledad, pues su protagonista es una mujer que envejece esperando la vuelta de un amor de juventud. Bodas de sangre escenifica el amor imposible
impedido por el honor social que desemboca en la muerte. Se basa en un hecho real: una novia que escapa con su amante el mismo día de su boda; Yerma es el drama de una mujer condenada a la infecundidad, representa el amor estéril frustrado por la naturaleza y la moral social; La casa de Bernarda Alba, escrita poco antes de la muerte del autor, representa la condición de la mujer en una sociedad cuyos convencionalismos la frustran y la esclavizan, además de la opresión de la libertad individual debido al autoritarismoo