LA GENERACIÓN DEL 27
Los autores pertenecientes a este grupo se unieron por la celebración del tercer centenario de la muerte de Góngora, a quien vieron como un ejemplo. También convivieron en la Residencia de Estudiantes y publicaron poemas en las mismas revistas (Revista de Occidente). Todos ellos tenían un talante abierto, liberal y progresista, con amplitud de conocimientos. La defensa de la República les costó la muerte o el exilio.
Estos poetas unen la tradición de la lírica popular y culta (métrica y temática), con la renovación vanguardista (repeticiones, versos libres, temática moderna…). Se pueden ver dos etapas creadoras en estos poetas: la poesía pura, al estilo de Juan Ramón Jiménez; y el surrealismo y la rehumanización. Estilísticamente utilizan numerosos recursos literarios, como la metáfora y la imagen visionaria para provocar sensaciones semejantes en lugar de parecidos físicos, que dificultan la comprensión de los poemas.
Los temas giran en torno al amor, como dador de vida; a las preocupaciones sociales como la injusticia, la destrucción y la miseria en la sociedad; a las inquietudes íntimas como el destino, la condición humana, las frustraciones, los deseos inalcanzables y la angustia de la existencia; y a la muerte-sentido trágico que lleva al dolor, el llanto y la frustración. Hay varios poetas destacados.
Se destacan tres ETAPAS en la evolución de esta generación:
- Hasta 1928: La poesía pura. Influencia de G. A. Bécquer; las primeras vanguardias: ultraísmo, creacionismo… Influencia de Juan Ramón Jiménez: búsqueda de la belleza absoluta, sin contaminar de circunstancias personales: deshumanizada. Esto les acerca a Góngora.
- Hasta 1936: Poesía humanizada: Jorge Guillén y Pedro Salinas continúan con la poesía pura; los demás buscan una poesía humana y apasionada. Toman elementos del surrealismo. Libros y poetas más significativos: Luis Cernuda: Los placeres prohibidos; Rafael Alberti: Sobre los ángeles; V. Aleixandre: Espadas como labios; F. G. Lorca: Poeta en Nueva York
Después de la Guerra Civil: Exilio y dispersión. F. G. Lorca, muerto. V. Aleixandre, D. Alonso y G. Diego se quedaron en España. Miguel Hernández (1910-1942), el epígono de esta generación por su vinculación a la estética neogongorina y surrealista, murió en la cárcel. En el exilio, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Rafael Alberti, Luis Cernuda. Los más significativos temas de sus poesías giraron en torno a la nostalgia de España, de los amigos muertos, el desarraigo.
Las principales CARACTERÍSTICAS de la Generación del 27 las podemos sintetizar de la siguiente manera:
- Conocen la literatura y admiran a los clásicos. Algunos de ellos son profesores de Literatura: Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Gerardo Diego, Luis Cernuda.
- Suponen una síntesis entre tradición (literatura tradicional, tanto culta como popular) y renovación o vanguardia. De las vanguardias artísticas toman lo novedoso, lo original y provocador, el juego de ingenio y la ruptura humorística.
- Equilibrio entre lo intelectual y lo sentimental, lo culto y lo popular.
- Papel central de la metáfora y la imagen: lenguaje muy elaborado que llevará a algunos poetas hacia el surrealismo: Lorca, Alberti, Aleixandre.
- Ideología: visión pesimista de la vida; están en contra de la represión ejercida por una sociedad alienante porque está construida por la razón que es dogmática y antivital. Defienden la vida, lo instintivo, espontáneo y natural. Les interesa lo nuevo, lo diferente, lo raro, lo inocente. Se hace patente la influencia de Freud y la noción del inconsciente.
Pedro Salinas
Pedro Salinas tiene tres etapas. La de poesía pura está influenciada por Juan Ramón Jiménez y por el futurismo. La poesía amorosa, con La voz a ti debida y Razón de amor, le consolidan como el gran poeta del amor, sentimiento que da sentido al mundo.
Jorge Guillén
Jorge Guillén engloba su obra en un título: Aire nuestro, compuesto por tres libros. En el primero, Cántico, expresa su entusiasmo ante el mundo con una poesía antirromántica sin sufrimiento. En Clamor protesta contra los horrores y miserias del mundo con el dolor como tema central. Homenaje son poemas dedicados a destacadas personalidades. Es el máximo representante de la poesía pura, con estilo muy depurado.
Vicente Aleixandre
Vicente Aleixandre también tiene tres etapas. Con la poesía surrealista intenta unir al ser humano con la naturaleza. Obras como Espadas como labios, La destrucción o el amor y Sombra del paraíso tienen sentimientos románticos.
Historia del corazón pertenece a una poesía más solidaria y comunicativa con los demás, que abandona el surrealismo. Ya una tercera etapa de poesía meditativa, reflexión sobre el sentido de la existencia y del mundo. Pesimista y difícil.
Luis Cernuda
Luis Cernuda agrupa su poesía en La realidad y el deseo, donde expresa su descontento con el mundo aunando dolor y amor en la absoluta soledad. En su poesía surrealista expresa su mundo interior y la rebeldía del que elige el amor prohibido. En la poesía del exilio, con obras como Las nubes, es más objetivo y meditativo, reflexionando sobre la realidad. Desolación de la quimera pertenece a una poesía personalizada e intimista. Lenguaje sencillo y coloquial.
Gerardo Diego
Gerardo Diego escribe unos poemas populares y tradicionales con temática variada (religión, amor, paisajes…) y estrofas clásicas; y otros vanguardistas, sobre todo creacionistas y con imágenes sorprendentes (como El columpio).
Federico García Lorca
Federico García Lorca estructura su obra en torno al destino trágico del ser humano. Su primera etapa, hasta 1928, es poesía popular y tradicional, con rasgos modernistas, Romancero gitano, en los que apoya a los sectores marginales introduciendo el sentimiento popular, el folclore andaluz y el mundo gitano. Su segunda etapa, a partir de 1928, comienza cuando viaja a Nueva York, con obras como Poeta en Nueva York, donde describe la deshumanización de la gran ciudad y vuelve a apoyar a una clase marginal. Adopta técnicas surrealistas y versos libres.
Rafael Alberti
Rafael Alberti enmarca su obra en la nostalgia de lo que pierde con los años: su pueblo, el mar y España. También conjuga la tradición y las vanguardias. Marinero en tierra, un canto a la pérdida de sus raíces, pertenece a su poesía neotradicional. También escribe poesía culta influenciada por el culteranismo barroco y con temas futuristas. En la poesía vanguardista, surrealista, transmite sus contradicciones internas, sus pensamientos y su dolor, en obras como Sobre los ángeles. Su ideología republicana y marxista le lleva a escribir una poesía comprometida de protesta político-social, como El poeta en la calle.