La Novela de los Años 30
La novela de los años 30 (como la poesía) había tendido hacia la rehumanización y el compromiso social, tras abandonar la deshumanización de los años 20. En esta línea se encuentra la literatura de Ramón J. Sender, Max Aub, Francisco Ayala, Rosa Chacel, quienes al acabar la guerra marchan al exilio por su apoyo a la República. Su obra se realiza al margen de la literatura que se hace en España y, en general, tratan con insistencia sobre el tema de la guerra. Hasta los años 50 no comienzan los indicios de renovación. En la década de 1940 sólo hay casos excepcionales y aislados, como C. José Cela, Carmen Laforet y Miguel Delibes.
- 1942: La familia de Pascual Duarte de C.J. Cela.
- 1944: Nada de Carmen Laforet (Premio Nadal).
La Novela de los Años 50
Con la Guerra Fría, en los años 50, España empieza a salir del aislamiento y se incorpora a algunos organismos internacionales, en la órbita de EEUU. El incipiente desarrollo del turismo y la industria conlleva cierta recuperación económica y cambios en los estilos de vida, como las migraciones de los campesinos hacia las ciudades y la difícil inserción de estas personas en los suburbios urbanos. Al mismo tiempo, los jóvenes que han vivido la guerra como niños o adolescentes consideran la guerra y el país de posguerra desde otra perspectiva y aparecen actitudes críticas respecto al poder y a la división social entre vencedores y vencidos. Estas posturas se manifiestan sobre todo en círculos obreros y universitarios.
La Poesía de los Años 60
A mediados de los 50 aparece un grupo de poetas que eleva la calidad artística de la poesía. Podemos citar a: Ángel González, Jaime Gil de Biedma, Claudio Rodríguez, Félix Grande… A varios de ellos les une una estrecha amistad. Su concepto de la poesía ha cambiado: la comunicación es uno de los elementos de la poesía, pero no el único ni el primordial. La poesía es un medio de conocimiento de la realidad que alumbra las zonas que no se ven del hombre y del mundo. En los primeros libros influyen los poetas sociales y Antonio Machado se constituye en un ejemplo ético y estético. Muchos de estos autores combatirán el régimen franquista; su trayectoria se inclina hacia el intimismo y la expresión de la experiencia individual. La amistad, el amor, el trabajo, la infancia o la adolescencia paradisíacas aparecen en sus poemas, aunque a veces lo hagan con un tratamiento escéptico o irónico. Otra diferencia es el tratamiento del lenguaje: el tono coloquial se depura y se eleva a un nivel artístico. Se huye de la exaltación, del prosaísmo y de convertir al poema en una arenga. Se busca un estilo personal en el que el amor y la ironía en el poema le den características de una conversación íntima.
Obras:
- Tratado de urbanismo de Ángel González.
- Poemas póstumos de J. Gil de Biedma.
- Blanco spirituals de Félix Grande.
El Realismo Social
La novela española de esta década recoge pronto las nuevas preocupaciones sociales y abandona la visión existencial de la década anterior. En 1951 Cela publica La Colmena de tono crítico y testimonial, con un amplio personaje colectivo. A lo largo de la década, el realismo social se intensifica y en el año 1954 alcanza su momento cumbre, pues se publican varias obras de este tipo de Ana Mª Matute, Ignacio Aldecoa, Jesús Fdez. Santos, Juan Goytisolo, Rafael Sánchez Ferlosio, Carmen Martín Gaite y Juan García Hortelano. El tema de la novela es la propia sociedad española: la dureza de la vida en el campo, las dificultades de la transformación de los campesinos en trabajadores industriales; la explotación del proletariado y la banalidad de la vida burguesa. El estilo de la novela realista es sencillo, tanto en el lenguaje como en la técnica narrativa, se pretende llegar a un amplio público. Los contenidos testimoniales o críticos son más importantes.
Obras:
- 1954: Pequeño teatro, de Ana María Matute; Los bravos, de Jesús Fernández Santos; El fulgor y la sangre, de Ignacio Aldecoa; Juegos de manos, de Juan Goytisolo.
- 1955: El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio.
- 1957: Entre visillos, de Carmen Martín Gaite.
- 1958: Central eléctrica, de Jesús López Pacheco.
- 1959: Nuevas amistades, de Juan García Hortelano.
- 1960: La mina, de Armando López Salinas.
- 1961: La zanja, de Alfonso Grosso.
- 1962: Dos días de septiembre, de José Manuel Caballero Bonald.
Autores Destacados
Camilo José Cela (1916-2002)
Camilo José Cela nació en Padrón, La Coruña, en 1916 y murió en Madrid, en 2002. Realizó estudios de Medicina y Derecho, que no llegó a terminar. Participó en la Guerra Civil en el bando nacional y trabajó algún tiempo como funcionario. En 1957 ingresó en la Real Academia y en 1989 le fue concedido el premio Nobel.
Su primera novela, La familia de Pascual Duarte (1942), supone una novedad en el panorama literario de los años cuarenta. El argumento truculento, la violencia gratuita y la ambientación en un atrasado mundo rural suscitaron gran polémica en torno a ella. La visión del mundo subyacente no está muy lejos del existencialismo francés o del neorrealismo italiano de la época.
A ésta siguieron Pabellón de reposo (1943), Nuevas andanzas de Lazarillo de Tormes (1944) y Viaje a la Alcarria (1948).
La obra más importante de Cela, La colmena (1951), inaugura el realismo social de los años cincuenta. Cada uno de sus seis capítulos consta de una serie de secuencias breves, que desarrollan episodios que están mezclados con otros que ocurren simultáneamente. Esta fragmentación en anécdotas que conforman un conjunto de vidas cruzadas, como las abejas de una colmena, trata de reflejar objetivamente la realidad social de la posguerra. El tratamiento de los personajes, sin esperanzas, muestra un pesimismo existencial constante en Cela.
Miguel Delibes (1920-2010)
Miguel Delibes nació en Valladolid en 1920. Fue catedrático de Derecho Mercantil y desde 1974 es miembro de la Real Academia. De costumbres sencillas y gran aficionado a la caza, ha mostrado siempre su preocupación por la defensa de la naturaleza y ha criticado la sociedad deshumanizada y consumista.
Miguel Delibes se dio a conocer con La sombra del ciprés es alargada (premio Nadal 1947), a la que siguieron El camino (1950), La hoja roja (1959) y Las ratas (1962).
Cinco horas con Mario (1966), su obra maestra, consiste en el monólogo interior de Carmen, una mujer de clase media que está velando el cadáver de su esposo. El contraste entre Mario, un profesor solidario y progresista, y Carmen, de mentalidad cerrada y convencional, refleja el de la España tradicional y el de la progresista.
Con Parábola del náufrago (1969), Delibes se introdujo en el experimentalismo formal, pero retomó sus temas y su estilo en las novelas siguientes. Otras novelas importantes son Las guerras de nuestros antepasados (1975), El disputado voto del señor Cayo (1977) y Los Santos inocentes (1981).
Rafael Sánchez Ferlosio (1927-)
Es autor de El Jarama, la mejor plasmación de la estética objetivista. El autor desaparece, asumiendo el punto de vista de una cámara que se limita a filmar todo lo que tiene delante. Por ello, el peso fundamental de la obra descansa en los diálogos.
Juan Goytisolo (1931-2018)
Su primera etapa (Juegos de manos, Duelo en el Paraíso) tiene un fuerte sentido subjetivo que presenta la infancia como un paraíso perdido. En su segunda etapa (1956-1962) se percibe el compromiso político y la denuncia social. En la tercera etapa (a partir de 1966) abandona el realismo social para reivindicar las culturas y las minorías sofocadas, en especial la musulmana (Señas de identidad, 1966; Reivindicación del conde don Julián, 1970; Makbara, 1980).
Ignacio Aldecoa (1925-1969)
Sus novelas El fulgor y la sangre (1954) y Con el viento solano (1956) están basadas en un crimen rural. Aldecoa narra desde un distanciamiento objetivista, tras el que late una cálida solidaridad con los humildes. Son muy valiosos sus cuentos.
Carmen Martín Gaite (1925-2000)
Obtuvo el premio Nadal con Entre visillos (1957), crítica visión de las chicas de una ciudad de provincias, obsesionadas con casarse. Retahílas (1974) es una de sus mejores obras.
Carmen Laforet (1921-2001)
Carmen Laforet (1921), una desconocida escritora barcelonesa, ganó el premio Nadal en 1945 con Nada. La novela está emparentada con el existencialismo europeo y narra en primera persona las vivencias de Andrea, que llega a la ciudad para estudiar en la Universidad y se encuentra con el sórdido ambiente de sus familiares. Frente al estilo retórico y clasicista de la época, Nada está escrita con una prosa fresca, directa, espontánea.
Otros autores importantes de esta época son Armando López Salinas (Madrid, 1925), Jesús Fernández Santos (Madrid, 1926- id, 1988), Ana María Matute (Barcelona, 1926), José Manuel Caballero Bonald (Jerez de la Frontera, 1926), Juan García Hortelano (1928-1994), Alfonso Grosso (Sevilla, 1928- Madrid, 1995) y Jesús López Pacheco (Madrid, 1930- Toronto, 1997).