La literatura renacentista: Ideología
El Renacimiento es la culminación del proceso iniciado al final de la Edad Media: individualismo burgués ligado a las ciudades, cambio de mentalidad hacia el antropocentrismo, valoración de la vida terrena con sus placeres y bellezas, figuras como Copérnico, Galileo…
El humanismo consiste en un interés por los clásicos (Platón, Cicerón) que no se justifica solo por el deseo de imitación artística, sino por la búsqueda en el pasado de un modelo antropocéntrico. El hombre era la medida de todas las cosas. Las obras clásicas no se imitaban servilmente, sino de forma creativa.
El Renacimiento empieza en Italia y llega a España desde sus posesiones en esa zona.
La prosa del siglo XVI
La lengua castellana adquiere mayor estabilidad y amplía su vocabulario gracias a los cultismos, italianismos y americanismos. Consigue notable prestigio y empieza a usarse como lengua de cultura. La prosa renacentista experimenta un importante impulso. El ideal de estilo era la naturalidad. Es común en la época la preocupación por un estilo elegante y sobrio.
Principales subgéneros narrativos
Los dos principales subgéneros narrativos del siglo XV, el relato sentimental y el caballeresco, continúan teniendo éxito.
Modelos narrativos:
- El relato bizantino: Jerónimo Contreras, Selva de aventuras. Se inspiran en los autores griegos y narran las peripecias que les suceden a dos enamorados durante un largo viaje.
- La novela picaresca: Iniciada por el Lazarillo en 1554, narra de forma autobiográfica y tono realista las andanzas de un muchacho al servicio de distintos amos.
- El relato pastoril: Su modelo inmediato es La Arcadia, de Sannazaro. Este subgénero procede del griego Teócrito. Gran éxito de la primera novela, La Diana (1559), de Jorge de Montemayor, cuyos personajes hablan como refinados cortesanos y cuentan sus penas amorosas en medio de una naturaleza idealizada.
- El relato morisco: La historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa (1561), anónima, cuenta una historia de amor en la que los musulmanes y cristianos se comportan unos con otros con extrema cortesía.
El Lazarillo de Tormes
A) Fuentes y originalidad:
Bajo el realismo de la obra, se encuentra el modelo literario clásico: El asno de oro del latino Apuleyo. La novela está escrita en forma de carta larga redactada por Lázaro, basándose también en las epístolas que abundaban en las novelas sentimentales. Está llena de anécdotas populares de tradición oral. La pareja del ciego y su criado se encuentra a menudo en el folclore. La originalidad del Lazarillo consiste tanto en su realismo como en elegir un antihéroe como protagonista.
B) Argumento y estructura:
La novela está planteada como una epístola autobiográfica en la que el protagonista se defiende de ciertas acusaciones. La estructura es lineal, pero está escrita con extrema concisión.
C) Interpretación de la obra:
Permite al menos tres lecturas distintas: en primer lugar, se puede considerar como una novela de aprendizaje; en segundo lugar, como una crítica social e incluso política; y por último, como una novela que comparte la crítica de Erasmo al concepto de la religión imperante.
D) Estilo:
Es un buen ejemplo de prosa renacentista, se ajusta al ideal de la naturalidad y la verosimilitud. Utiliza refranes y frases hechas. Hay una presencia constante de la ironía con dobles sentidos, juegos de palabras y comentarios humorísticos.
La poesía lírica
La influencia italiana se hace patente tanto en la métrica como en los temas. Así, frente al tradicional octosílabo español, aparecen los versos endecasílabos italianos:
- Soneto
- Tercetos encadenados: para escribir epístolas y para tono elegíaco.
- Lira
- Octava real: épica
- Estancia: canción petrarquista.
El petrarquismo es una nueva forma de entender el amor cortés provenzal. El amor cortés en la poesía de Petrarca se cristianiza. Los tres grandes temas son el amor, la naturaleza y la mitología.
Primer Renacimiento
Durante el reinado de Carlos I, se produce una renovación de la lírica, inspirándose en la métrica y en los temas de la poesía italiana. Un núcleo temático es el amor en una naturaleza idealizada, encarnado en personajes de la mitología.
A) Garcilaso de la Vega:
Prototipo de caballero renacentista, hábil tanto para las letras como para las armas.
Obras:
La obra poética de Garcilaso consta de tres églogas, dos elegías, una epístola a su amigo Boscán, cuatro canciones, treinta y ocho sonetos y la oda a la flor del Gnido. Casi todos sus poemas son de tema amoroso, con el tono típico del petrarquismo.
- Sonetos: Influencia de Petrarca. En los primeros se advierten ecos de la poesía cancioneril del siglo XV.
- Églogas: Además de los modelos clásicos, se inspira en la Arcadia del italiano Sannazaro. Paisaje idílico, locus amoenus.
Estilo:
Ideal renacentista de elegancia y sobriedad. Léxico sencillo. Sus poemas consiguen una armonía en la que los recursos pasan inadvertidos. Emplea epítetos, hipérbatos, repeticiones, encabalgamiento.
Segundo Renacimiento
Coincide aproximadamente con el reinado de Felipe II. Hay dos corrientes de poesía religiosa:
- La ascética: reflexiona sobre la búsqueda esforzada de la perfección moral.
- Mística: describe la experiencia de la unión con Dios.
A) Fray Luis de León:
Anhelo de paz espiritual. Participó muy activamente en las polémicas universitarias. Sus obras en prosa y verso suponen una nueva cima para el idioma español. La obra poética consta de poco más de treinta poemas, casi todos odas. Las odas más conocidas fueron:
- Oda a la vida retirada
- Noche serena
- Odas religiosas
B) San Juan de la Cruz:
Poeta especial, difícilmente comparable a otros. Sus obras más importantes son Cántico espiritual, Llama de amor viva y Noche oscura del alma. El tema de estos tres poemas es la unión mística del hombre con Dios, simbolizada por el amor de un hombre y una mujer. Lo describe con tres caminos:
- Vía purgativa: es la negación de todo lo que distrae al alma de Dios.
- Vía iluminativa: muestra el momento en que Dios empieza a manifestarse.
- Vía unitiva: conduce al encuentro final.
Estilo:
Usa frecuentemente las liras. El deseo de expresar lo inefable, la unión con Dios, hace que aparezcan frecuentes paradojas.
frecuentes paradojas.