La Literatura Española en la Edad Media y el Siglo de Oro

Las primeras manifestaciones literarias

Los géneros literarios en la Edad Media

No hay que olvidar que grupos sociales tienen una formación cultural vinculada a la lectura: el clero y la nobleza.

– La lírica

Los primeros textos literarios conocidos en lengua romance son las jarchas. Los villancicos forman parte de la lírica tradicional peninsular. Esta poesía coexiste con la lírica culta que se escribe en las cortes que toma como modelo la poesía trovadoresca provenzal del s. XII.

– La épica

La primera gran obra que se conserva escrita en castellano, el Poema del Mio Cid, pertenece al género épico. El poema épico o epopeya es un poema narrativo que canta las hazañas de un héroe identificado con su comunidad. En la Edad Media se los llamó cantares de gesta. El Poema del Mio Cid narra una versión de las hazañas de un personaje histórico que tomó parte de la reconquista, el Cid.

– El romance

El romance es otra forma de narración en verso. Su métrica lo vincula a la épica. Se desconoce en qué momento aparecieron, pero empiezan a ponerse por escrito en el s. XV.

– El Mester de Clerecía

También narra en verso el Mester de Clerecía, aunque su temática sea otra que la de la épica. Predomina la intención didáctica y los contenidos son aquellos que el clero desea transmitir. Gonzalo de Berceo narra leyendas sobre la Virgen y algunos santos utilizando la estrofa característica de este movimiento literario: la cuaderna vía. Escribe una obra sin equivalente en la Europa medieval, el Libro de Buen Amor.

– La prosa

La prosa literaria medieval tiene su máximo exponente en el Conde Lucanor, de don Juan Manuel que incluye una colección de cuentos de intención didáctica con un marco narrativo.

– El teatro

Existió un teatro europeo medieval relacionado con la liturgia, que se fue separando de los oficios religiosos para dar lugar a un teatro profano. La única obra conservada del teatro religioso medieval en castellano, incompleta, es el Auto de los Reyes Magos.

La lírica tradicional

Se conoce como lírica tradicional el conjunto de poemas anónimos transmitidos oralmente de generación en generación y sentidos como propios por el pueblo. Son antiguos los testimonios de la existencia de este tipo de composiciones en Europa. La lírica tradicional peninsular posee una serie de rasgos comunes, también presentes en la de otros países europeos. La caracteriza la temática amorosa, a menudo en forma de queja. El tema habitual de la queja suele ser la ausencia o tardanza del enamorado, el rechazo a un matrimonio no deseado o la resistencia a hacerse monja.

Además de la temática amorosa se hallan canciones relacionadas con diversos trabajos y situaciones: cantos de caza, de romería, de boda, de vela y de recolección.

– Las jarchas mozárabes

Las jarchas son las muestras más antiguas de esta lírica tradicional peninsular. La jarcha era el estribillo de unas composiciones escritas en árabe o hebreo llamadas muwassahas. Cada una de ellas era un trístico monorrimo con rima diferente, y una vuelta que repite la rima del estribillo en la última estrofa. La vuelta es la propia jarcha.

La jarcha se diferencia del resto de la composición por la lengua en que está escrita y por el cambio de sujeto lírico, femenino en la jarcha, masculino en la muwassaha.

Existen dudas sobre si eran populares o de origen culto. La métrica es muy diferente de la habitual en la literatura árabe, por lo que parece inspirarse en una tradición europea previa.

Este modelo, una estrofa aporta tema y rima y se desarrolla en estrofas sucesivas, será más frecuente.

– Las cantigas de amigo

La lírica galaico-portuguesa tiene un particular esplendor entre los s. XII y XIV. Se han conservado numerosos textos en los cancioneros. Hay dos tipos de composiciones: unas, de tipo culto, otras de influencia popular. Estas últimas comparten tema, tono, situaciones y protagonismo femenino con las jarchas.

– Los villancicos

El equivalente castellano de las jarchas arábigo-andaluza y la cantiga de amigo galaico-portuguesa no se documenta hasta los s. XV y XVI. Sus semejanzas con el resto de la lírica tradicional peninsular hacen suponer que son relativamente contemporáneos.

La poesía narrativa medieval

Poema de Mio Cid: el problema de la autoría

La épica medieval española adolece del grave problema de la escasez de textos. Solo han llegado hasta nuestros días en verso épico un fragmento del Cantar del Roncesvalles, que narra la muerte de Roldán en la batalla del mismo nombre, un fragmento de Las Mocedades de Rodrigo, que se centra en el periodo juvenil del Cid, y el Poema de Mio Cid, que relata los últimos años del héroe.

Como consecuencia de la carencia de textos, se pueden resumir en dos tipos principales y contrapuestas:

  • Teoría tradicionalista. Su representante es Menéndez Pidal, el cual defiende que los cantares de gesta castellanos surgieron al calor de los hechos narrados, en forma de breves cantos noticieros y propagandísticos, y fueron evolucionando oralmente hasta que los juglares los escribieron y perfeccionaron dándoles la forma que todavía conservan. En el caso del Poema de Mio Cid afirma que la obra se originó y se transmitió oralmente poco después de la muerte del protagonista.
  • Teoría individualista. Está representada por Colin Smith, que afirma que el Poema es una obra unitaria y experimental compuesta por un hombre en un momento determinado.

Poema de Mio Cid: contenido, estructura y personajes

El poema presenta una estructura tripartita basada en los tres cantares que lo componen: el Cantar del Destierro, el Cantar de las Bodas y el Cantar de la Afrenta de Corpes. El tema de la obra gira en torno al doble proceso de pérdida y recuperación de la honra del héroe que se narra en el poema.

En la intención del autor y a su fidelidad a los hechos históricos, la obra es una creación poética y en ella lo verdadero y lo inventado se mezclan con un propósito básicamente artístico. Algunos críticos señalan que el Cid ejemplifica la fidelidad al rey, a Dios y a Castilla, otros se centran en la propaganda de Castilla frente a León y de la baja nobleza frente a la aristocracia y los hay que destacan el drama humano presentado en el poema por encima de otras consideraciones políticas o ejemplares.

El Cid es el personaje central y ejemplifica las virtudes del caballero medieval: valentía, lealtad, religiosidad, astucia, moderación y mesura. Rodrigo está dotado de una notable humanidad que manifiesta en su preocupación por la familia o la ley y en su capacidad de planificación de las acciones que lleva a cabo. Los demás personajes poseen una nota distintiva que los hace únicos.

Poema de Mio Cid: métrica y estilo

Los versos (de entre diez y veinte sílabas) se agrupan en tiradas monorrimas y asonantes de longitud variable y tienen una cesura que los divide en dos hemistiquios.

En cuanto al estilo, el texto presenta numerosas características propias del lenguaje épico y de transmisión oral:

  • Estilo formular, algunos críticos lo relacionan con su origen oral y otros con el estilo de los documentos legales.
  • Uso de epítetos épicos y la fraseología binaria, enumeraciones, antítesis.
  • Empleo abundante del estilo directo, que da realismo e intensidad.
  • Invocaciones al público para captar su atención.
  • Variedad de tiempos verbales, con predominio del presente histórico.

Gonzalo de Berceo

Berceo es el primer poeta español de nombre conocido, pero existen pocos datos sobre su vida. Gonzalo de Berceo es el más genuino representante del Mester de Clerecía, y posiblemente su introductor. Todas sus obras son de temática religiosa.

Como es característico del Mester de Clerecía, Berceo manifiesta un gran interés por ceñirse a las fuentes. Es también un autor original que incorpora a sus obras su propia visión del mundo, con cierta ironía, algo de comicidad y recursos propios de los juglares y un lenguaje que oscila entre lo culto y lo familiar o cotidiano. Es en este uso donde más brilla Berceo como poeta, dando vida intensa y realista a lo moralista.

Otra cuestión interesante es la de la intención de su obra, además de la consabida pretensión didáctica, divulgadora y moralizante muy típica de la Iglesia hay que añadir la finalidad propagandística que sin duda tienen algunas de sus creaciones, especialmente las vidas de santos, que pretenden dar fama a los monasterios y proporcionarles beneficios, especialmente económicos.

La narrativa medieval

La narrativa didáctica en el s. XIV

Las obras más importantes del siglo XIV, el Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita y el Conde Lucanor de don Juan Manuel, revelan importantes cambios en la forma de transmisión de la obra literaria. Es largo el proceso que va desde la transmisión oral a la lectura individual y silenciosa, y en el proceso estas obras suponen estadios claramente diferenciados de los anteriores.

El Libro de Buen Amor, obra sin equivalentes claros en las literaturas europeas, es formalmente heredero del Mester de Clerecía por el uso de la cuaderna vía, pero se aparta bastante de esta escuela en muchos aspectos.

El Conde Lucanor supone la aparición del cuento escrito en prosa en lengua castellana. Hasta ese momento existían traducciones de colecciones de cuentos, pero la creación literaria en prosa en esta lengua, y concretamente la prosa de ficción, tenía escasos precedentes. La prosa apunta a la lectura individual, aunque durante siglos se lea en voz alta para entretenimiento de quienes no saben hacerlo.

Las obras de estos autores presentan importantes semejanzas. Comparten ambas intención didáctica, tan habitual en la época, así como el ideal de enseñar deleitando o transmitir enseñanzas prácticas y morales mediante una amena narración que sirva como ejemplo de la idea abstracta que se quiere exponer.

Las diferencias entre ambos autores son también claras. Mientras que Juan Ruiz es un clérigo, grupo social tradicionalmente vinculado a la cultura y su transmisión, don Juan Manuel es un noble, cuyas inquietudes culturales hablan de los cambios que se están produciendo en su clase durante la Baja Edad Media.

El modelo que representa El Conde Lucanor, una colección de relatos con marco, tiene importantes correlativos europeos y su fórmula de cuento tradicional elaborado artísticamente por un autor culto, un largo futuro literario.

Don Juan Manuel

Nació en 1282 en Escalona, hijo menor del infante don Manuel, nieto por tanto de Fernando III y sobrino de Alfonso X el Sabio.

Señor de inmensos dominios y gran prestigio y poder. Hombre de sólida formación cultural, es autor de una amplia obra en castellano, cuya prosa contribuyó a desarrollar.

Su actitud como autor revela también su conciencia de su papel como escritor, y se diferencia de la habitual hasta entonces. No siente la necesidad de prestigiar sus escritos con citas de autores clásicos, y sí la de proteger la exacta transmisión de su obra, para lo cual deposita una copia de esta en el monasterio de los frailes predicadores que habían fundado para los dominicos en Peñafiel.

Comparte con sus ejemplos la idea de que la estructura social tiene su origen en la voluntad divina y de que cada uno debe salvar el alma dentro de su propio estado o condición social, cumpliendo el papel asignado a esta. Si se tiene en cuenta el origen social del autor y que en la época en que escribía se están produciendo importantes cambios sociales esto tiene una lectura política obvia. Su muerte fue en 1348.

El Conde Lucanor

La obra más famosa de don Juan Manuel, escrita en 1335, es una obra de intención didáctica que consta de tres partes si atendemos a los materiales que la forman: 51 narraciones de intención didáctica o ejemplos, 180 aforismos o sentencias y un tratado sobre la salvación del alma.

Hay una preocupación estrictamente terrenal, que afecta a la honra o consideración social, al estado o condición social y a la hacienda o bienes materiales, concibiendo estos tres elementos como interdependientes. La otra preocupación es de orden espiritual, pero tampoco está desligada de la anterior, en la medida en que el hombre debe conciliar ambos intereses, el material y el espiritual.

La primera parte es la que más se valora actualmente y la que estaba pensada para un público más amplio, el relato de intención didáctica tiene una larga tradición por las ventajas que ofrece. Por un lado, capta y mantiene la atención del público mediante la narración, por otro facilita la comprensión de la enseñanza que se quiere transmitir al funcionar la narración como ejemplo de esta.

La segunda parte elimina la materia narrativa y concentra la enseñanza en una sentencia o aforismo. Los temas tratados no varían sustancialmente respecto de la primera parte, pero la dificultad es mayor. La tercera parte se diferencia en la forma y en el contenido de las dos anteriores.

Los ejemplos en la obra presentan la siguiente estructura: el conde plantea a Patronio un problema que tiene y le pide consejo; Patronio responde con un cuento; Patronio señala las semejanzas entre el relato y el problema del conde; se señala que don Juan Manuel consideró oportuno incluir la historia en su libro y agrega una moraleja en verso que condensará y universalizará la enseñanza.

Los relatos que aparecen en esta parte de la obra proceden todos de fuentes conocidas. La comparación entre la fuente y el cuento revela la maestría del autor.

Juan Ruiz, Arcipreste de Hita y el Libro de Buen Amor

Los datos que se conocen sobre el autor del Libro de Buen Amor proceden de la obra, son escasos y algunos pueden interpretarse de forma contradictoria. Es sabido que se llamaba Juan Ruiz y era arcipreste de Hita y que nació en Alcalá (aunque había muchos pueblos con este nombre). No debe identificarse al autor con el protagonista del libro, pues se trata de una falsa autobiografía. Se sabe que es falsa porque muchos de los episodios proceden de fuentes conocidas, y porque la autobiografía real es posterior como género.

– Libro de Buen Amor: fuentes y género

Han dificultado su estudio y comprensión. La estructura de la obra ha suscitado diferentes explicaciones. En opinión de algunos, Ruiz se ha inspirado en un género oriental, donde narrador y protagonista se funden, identificándose a veces con el autor, y donde se insertan debates, proverbios… Para otros, el libro se relaciona con ciertas obras medievales, de forma autobiográfica, que narra aventuras amorosas.

– Libro de Buen Amor: intención de la obra y tema

La obra es didáctica, aunque su significado es ambiguo. Desde el principio de la obra la compara con un instrumento musical. El tema es el buen amor, expresión que en la Edad Media se oponía a loco amor. Esta ambigüedad de la obra es fruto del espíritu lúdico que la impregna, que se puede atribuir tanto al ser una obra de final de etapa, que maneja materiales familiares a sus receptores y puede jugar con ellos.

– Estructura y contenido

Tiene la forma de una autobiografía amorosa, ejemplificada mediante tres fracasos iniciales. Un episodio alegórico vehicula algunos consejos fundamentales. Aunque se narra en primera persona, el protagonista recibe otro nombre y parece otro personaje. Además de la ambigüedad, el episodio puede leerse como una defensa del uso de medianeras o como una advertencia a las mujeres contra éstas. A continuación, el protagonista va a la sierra. Sus aventuras parodian el género de la pastorela, que caracterizaba a la pastora de forma idealizante.

Funcionan como ejemplos negativos, aparecen unas cantigas a la Virgen, ejemplo de buen amor. Se narra un segundo episodio alegórico, que simboliza la lucha entre el desenfreno y la austeridad y parodia otro género medieval: la épica.

La transición al Renacimiento

Jorge Manrique. Coplas a la muerte de su padre

Nació hacia 1440, murió en 1479, en una de estas batallas. Su obra pertenece al tipo de poesía cortesana propia de su época, y en ella predomina el tema amoroso.

La elegía es un poema lírico en que se lamenta la muerte de una persona o cualquier acontecimiento digno de ser llorado. Es habitual que aparezcan en ella consideraciones generales sobre la muerte, el lamento de los supervivientes o planto y una alabanza del difunto o panegírico.

– Coplas: características y recursos estilísticos

Tiene los tres objetivos clásicos del sermón: enseñar, deleitar y conmover. El primero se refleja en el estilo expositivo y el tono sentencioso. El segundo se identifica con el cuidado de la forma. Y el tercero se logra mediante el tono exhortativo, de apelación al receptor.

– Estructura y contenido

Sigue un proceso que va de lo general, la condición mortal del hombre, a lo particular, la muerte de don Rodrigo Manrique.

La primera parte de la obra induce a la reflexión sobre el sentido de la vida a partir de su fugacidad. Al principio se expone como el objetivo de la vida terrenal es ganar la vida eterna, dado que los bienes humanos son tan traicioneros como el propio humano.

La segunda parte del poema se centra en la figura de don Rodrigo Manrique. El elogio del difunto o panegírico se inicia con su comparación con personajes del mundo clásico que han pervivido en el recuerdo por sus virtudes. Luego el poeta pasa a aspectos más concretos de la biografía del difunto.

Celestina

– Texto y el autor

La Celestina, una de las cumbres de la literatura española, ha planteado grandes interrogantes a los estudiosos acerca del sentido de la obra.

Existen dos versiones de la obra: la Comedia y la Tragicomedia. La primera, su argumento general son unos versos acrósticos que señalan a Fernando de Rojas como autor de la obra. La segunda presenta cambios con respecto a la primera, está formada por cinco actos, consta de 21 actos.

– Género

La denominan obra dramática, es demasiado extensa para ser representada. Durante el Romanticismo se le calificó de novela dialogada, pero ahora es una obra dramática que se inspira en la comedia humanística italiana, imbuida además de la comedia romana y escrita en latín.

– Intención del autor y sentido de la obra

Fue escrita en un momento histórico muy particular. En la obra conviven ideas de ambas etapas históricas y divergentes de lo que el autor pretendió decir al escribir su obra. Algunas son:

  1. La tesis cristiano-didáctica.
  2. La tesis judeo-pesimista.
  3. La tesis de la originalidad artística.
  4. La tesis de la crítica social.

– Personajes

Los personajes de La Celestina responden a esquemas didácticos, tienen menos importancia que el diálogo en sí, no cabe duda de que uno de los rasgos más originales de la obra es la profundidad psicológica y la intensidad vital.

Calisto: personaje egoísta que solo piensa en él y en gozar de Melibea, corresponde a los esquemas de loco amor, de una pasión que va más allá de las convenciones del amor cortés y la conduce a una muerte ridícula al caerse de una tapia.

Melibea: es un personaje que cuida de su honor solo en su aspecto externo, en ella no encontramos pudor personal ni sujeciones morales. Es enérgica y resuelta, la pasión que siente por Calisto es real y la lleva al suicidio, a una muerte digna y escogida por ella, no como la de su amado. Ella es la más destacada, es la dueña de la acción, la que maneja los hilos.

Pleberio: el padre de Melibea, burgués rico y ennoblecido, también tiene su interés al mostrarse en el planto del final de la obra como un padre tierno, desolado y pesimista.

– Lengua y estilo

Es la confluencia en sus páginas de una prosa culta, elocuente, erudita y un lenguaje coloquial, dinámico y realista, el autor evita el uso del lenguaje de germanía.

El recurso estilístico más importante es el diálogo. Un diálogo rico, matizado y variado que se ajusta siempre a la acción y a las situaciones y que sirve para caracterizar a los personajes. La modalidad más importante es la de réplicas breves, que rezuma vitalidad y expresividad, pero también encontramos el diálogo oratorio, artificioso y de largas réplicas.

El monólogo aparece en alguna ocasión y ayuda a desvelar los conflictos de los personajes.

La lírica del s. XVI

Cambios fundamentales en la poesía del s. XVI

Juan Boscán y Garcilaso de la Vega son los iniciadores de esta transformación. 1526 es la fecha que se toma simbólicamente como inicio de este cambio.

Llevan con éxito el intento, este último logró una poesía de mayor calidad, corresponde a ambos el mérito de la iniciativa.

La influencia italiana supone una renovación total de la métrica, cambia el sonido de la poesía.

– Cambios fundamentales en la métrica

La poesía anterior a la de Garcilaso utilizaba dos tipos de versos, el octosílabo como verso corto, y el dodecasílabo como verso largo, pero el segundo había dejado de usarse por su extrema dificultad, ya que los acentos debían recaer siempre en las mismas sílabas, y su rigidez y monotonía, como consecuencia de esa acentuación siempre igual.

Los ideales estéticos iban cambiando.

Los nuevos versos trajeron un nuevo ritmo a la poesía, más dulce y armonioso.

– Temas fundamentales en la lírica de Garcilaso

Son el amor y la naturaleza. Se analizan los sentimientos y aparece una nueva sensibilidad ante la belleza exterior que se concreta en una nueva atención al paisaje y a la belleza femenina. Aparecen reunidos en la poesía bucólica.

La naturaleza es el marco preferido para tratar el tema amoroso. La descripción del paisaje idealizado es un tópico literario del locus amoenus.

El amor. La influencia fundamental en el tratamiento del tema amoroso es la petrarquista.

La obra amorosa de Petrarca presenta la atención a los sentimientos del amante, el análisis de ellos, a menudo en conflicto pero siempre aspirando al equilibrio. Su Cancionero permite observar la evolución de una relación amorosa desde sus inicios hasta la muerte de la dama, que pervive en el recuerdo.

La novela del s. XVI

Introducción

La prosa novelesca se desarrolló debido en gran parte a la demanda de unos lectores que van en aumento, el crecimiento de la burguesía y al deseo de entretenimiento de la nobleza. La narrativa de la época es fundamentalmente idealista.

Lazarillo de Tormes

– Primeras ediciones y autoría

La obra se publicó anónima y ello ha llevado a los estudiosos a elaborar las más diversas conjeturas acerca del autor de la novela. El autor buscaría el anonimato por dos razones, en primer lugar, porque la crítica al clero y sus costumbres podría traerle problemas con la Inquisición y en segundo lugar, porque ese anonimato favorecía la verosimilitud de la obra, que se basaba en el autobiografismo.

– Lazarillo de Tormes: primera novela moderna

El protagonista es un ser marginal que narra su vida, como criado, mendigo o delincuente, desde su niñez hasta la edad adulta. Los héroes de la narrativa tradicional pertenecen a las clases favorecidas y sus aventuras sirven para darles más gloria. El protagonista evoluciona a lo largo de la novela.

El espacio y el tiempo son reales frente a la novela anterior, que abusa de lo imaginario o inconcreto. El viaje, hacer camino, se convierte en modelo de educación, y el tiempo transcurrido también participa del héroe.

– Estructura de la obra

La obra es una autobiografía escrita en forma epistolar, género muy propio de los erasmistas, que pretende dar una impresión de relato de hechos reales. La obra consta de un prólogo, donde Lázaro explica qué lo motiva a contar su vida, y siete tratados de extensión irregular.

– Los personajes

Lázaro es el protagonista de la obra y los demás personajes están vistos desde Lázaro y a través de él. El ciego es la avaricia, el clérigo es mezquino y el escudero es la falsa honra.

– Orígenes y sentido del Lazarillo

Orígenes tradicionales: el nacimiento de Lázaro. Pero la obra es original, ya que el autor crea un personaje complejo que es hilo conductor de lo que en la tradición eran cuentos aislados. La novela relata, a una sociedad que condena por su avaricia e hipocresía.

– El Lazarillo: origen de la novela picaresca

Con esta obra se inicia la picaresca, aunque en el texto no leamos las palabras pícaro.

La novela del s. XVI

El Quijote: gestación y publicación

En el momento de su aparición, el autor es casi un desconocido. El Quijote tuvo un éxito inmediato y se imprimieron varias ediciones más de la obra durante el mismo año de su publicación.

En el prólogo, afirma que su intención es desacreditar los libros de caballería y utilizar la ironía para criticar la presuntuosidad literaria de algunos autores.

1615, Cervantes publica la segunda parte de su obra, del Quijote.

– Argumento y estructura de la novela

Un hidalgo maduro enloquece de tanto leer libros de caballería, termina pensando que son reales y se obsesiona con la idea de convertirse en un caballero andante para vivir aventuras y enderezar entuertos. A partir de aquí no hay una trama sino una sucesión de episodios que tienen como eje al héroe y su acompañante, Sancho.

La diferencia estructural más destacable entre las dos partes de la obra es la casi total desaparición de historias intercaladas que recibió a los dos protagonistas.

– Intención del autor y significado de la obra

El autor afirma en el prólogo que quiere parodiar, burlarse de los libros de caballería para ponerlos en aborreimiento. Cervantes, siguiendo a los erasmistas y otros moralistas, busca acabar con ellos porque están mal escritos, son mentirosos e inverosímiles y propios de lectores y escritores ociosos.

– Personajes: don Quijote y Sancho Panza

En el Quijote hay una considerable cantidad de personajes que representan con precisión a la sociedad de la época.

Don Quijote y Sancho son los más destacados. Don Quijote es un personaje paródico desde el principio, pretende ser un héroe caballeresco y sus ideas están en discordancia con la sociedad de su tiempo. Está loco en lo que atañe a lo caballeresco.

Sancho Panza, el escudero, es un ignorante labrador que combina la tozudez y la astucia típicas del hombre del pueblo.

– Técnicas narrativas y estilo

  1. La parodia inunda la obra y da libertad al autor. Libertad de estructura, pudiendo combinar todo tipo de relatos.
  2. El juego de perspectivas es clave en la obra. El Quijote es un cuento de un cuento, un autor narra lo que otro contó.
  3. El diálogo: conocemos a los personajes y su evolución, la conversación permite dar profundidad.
  4. El dinamismo es importante. Los personajes se mueven y viven aventuras.
  5. La ironía y el humor, presentes en los diálogos y las aventuras, nacen de la parodia y del contraste entre imaginación y realidad.

La poesía del s. XVII

Poesía del Barroco

Conviven tres generaciones de poetas. La poesía barroca no representa una ruptura respecto de la poesía sino una evolución, que sumada a un cambio de ideales estéticos la llevarán a diferenciarse de la poesía renacentista.

Por primer elemento está la pervivencia de la métrica, destaca la dificultad, entendida de forma distinta pero valorada por todos ellos; afán de originalidad, que lleva a diferenciarse de los modelos anteriores, y un evidente cambio en el gusto que valora el artificio frente a la impresión de naturalidad, el contraste de elementos opuestos frente a la armonía y el dramatismo.

El artista barroco busca sorprender y conmover a su auditorio.

Aparece la poesía descriptiva, considerada como un género nuevo.

En los temas, junto a la pervivencia de los consagrados por la poesía anterior, llama la atención al desarrollo de la poesía satírica y burlesca.

En lo estilístico hay toda una gama de respuestas al evidente deseo de renovación.

Otro estilo, utilizado por Góngora es el llamado por sus contemporáneos culteranismo, creado por los detractores de este estilo, busca la semejanza, para sugerir que este estilo era una auténtica herejía estética.

Luis de Góngora y Argote

Pertenece a la primera generación de poetas barrocos. Su obra evoluciona lentamente. Estos recursos son los propios del cultismo literario heredado del Renacimiento sumado al gusto barroco por el concepto y la agudeza verbal.

Entre sus composiciones más diáfanas figuran los romances y las letrillas, como corresponde al carácter tradicional de estas formas poéticas. Las letrillas son en su mayoría satíricas. Su sátira suele atacar el contraste entre apariencia y realidad. Otro grupo importante lo forman sus sonetos. Los primeros son temas amorosos dentro de la tradición. Hacia el final de su vida aparecen tonos más sombríos y desengañados en este tipo de composiciones.

La Fábula de Polifemo y Galatea y Las Soledades representan la evolución del gongorismo.

La Fábula de Polifemo y Galatea es aún una fábula mitológica que conserva como elemento estructurante un argumento.

Francisco de Quevedo y Villegas

Es autor de una amplia producción, tanto en prosa como en verso. Se suele hacer una división en obras de tono satírico burlesco y obras de tono serio.

En cuanto a su estilo, es un claro representante del llamado estilo conceptista: condensación de la expresión, audaces conceptos, agudeza verbal extrema.

En la poesía satírica y burlesca extrema los recursos del conceptismo hasta romper el equilibrio del idioma en abierta creación lingüística.

En cuanto a su contenido, el carácter conservador convierte en frecuente blanco de su sátira a los representantes de los tímidos cambios sociales que se habían producido, aquellos que habían prosperado gracias a su trabajo.

La poesía filosófica y existencial está en la línea del pensamiento estoico, profundamente pesimista, que considera la vida un camino hacia la muerte, un cotidiano morir.

El teatro del s. XVII

Se desarrollan en España diversas formas teatrales: el teatro religioso, el teatro cortesano y el teatro popular.

Rasgos del teatro barroco

Las características principales de la nueva comedia que expone Lope en el Arte nuevo de hacer comedias son:

  • Los temas. Los argumentos están en la literatura contemporánea, medieval o antigua, así como en la historia de su tiempo. Destacan dos temas por el interés: el amor y el honor.
  • Actos. Los autores estructuraban sus obras en tres, cuatro o cinco actos, sin una forma fija.
  • Lenguaje y versificación. Se desecha la prosa y se usa exclusivamente el verso como forma de expresión dramática.
  • Las unidades dramáticas (tiempo, lugar, acción). Según Lope, en la obra, la acción no debe ceñirse a veinticuatro horas y a un solo lugar, sino a su tiempo y espacio propios.
  • La mezcla de lo cómico y lo trágico. En las obras lo cómico y lo trágico se mezclan, como en la vida real.
  • El decoro. El respeto al decoro poético va ligado una vez más al deseo de naturalidad, por ello cada personaje debe actuar y hablar como corresponde a su clase social.

Los personajes de la comedia nueva


El rey, que puede ser viejo y sabio, o joven o sobervio.
El poderoso, noble injusto y soberbio que rompe la armonía social y acaba siendo castigado.
Caballero: que puede presentarse de varias formas: padre, esposo, hermano o galan. Ñps tres pirmeros son guardianes del honor, y el ultimo es junto a la dama y el gracioso.
El galan: es valeroso, apuesto e idealista y la dama es su equivalente femenino.
Gracioso: es la contrafigura del galan.

Lope de vega y sus seguidores.
Lope fue un escritor prolífico, polifacético y muy admirado por el pueblo. En el genero poetico su labor fuenotable, auqneu sin alcanzar la brillantez de Gongora o Quevedo.
Su teatro es lo mas destacado de su obra. Escribió mucho y algunas de sus obras son importantes. Lope domino la escena y creo escuela.

Calderón de la Barca.
Técnica y estilo:en su primera etapa, sigue de cerca la técnica del teatro de lope, aunque es mas cuidadoso que el fénix en la estructura de sus obras y tiende a simplificar el trama. Pero esn sus segunda etpaa,lo que lo ha ecumbrado como dramaturgo barroco por antonomasia y autor de una obra compleha, conceptual y solemne.

Obra. Cultivo todo tipo de generos: comedias de capa y espada, dramas históricos y de honor, dramas religiosos, autos sacramentales: dramas filosóficos, comedias mitológicas,entremeses..