A. La narrativa en verso:
1) El mester de clerecía
a) Definición y características
El término proviene de la palabra latina ministerium > mester: “oficio”. “Mester de clerecía significa, por lo tanto, oficio de los clérigos. Es un grupo de autores y obras de los hombres cultos, normalmente religiosos, aunque clérigo, en sentido amplio, significa hombre que posee amplios conocimientos, cultura.
Son autores de un tipo de poesía narrativa (no lírica, aunque pueda tener ciertos rasgos líricos), cuyas características principales son:
- Uso de la cuaderna vía como forma métrica; se trata de una estrofa de cuatro versos alejandrinos (14 sílabas) que riman todos en consonante.
- Intención didáctica: los poemas del mester pretenden, ante todo, enseñar algo a los lectores, transmitir algún conocimiento sobre religión, historia, etc.
- En los temas, predominan los religiosos, morales, novelescos (aventuras), o históricos.
b) Principales autores y obras
Gonzalo de Berceo
Es el primer poeta castellano de nombre conocido. Nació a fines del siglo XII en La Rioja y vivió en los monasterios de Sto. Domingo de Silos y San Millán de la Cogolla. Murió a mediados del siglo XIII.
Obras:
- Milagros de Nuestra Señora: es una recopilación de veinticinco milagros precedidos de una introducción alegórica; en cada uno de ellos se cuenta una intervención de la Virgen a favor de un devoto suyo que se iba a condenar.
- Vida de Santa Oria, Vida de Sto. Domingo de Silos, Vida de San Millán. Se trata de obras hagiográficas, es decir, biografías de santos.
- Obras sobre la liturgia o sobre teología: Signos que aparecerán antes del juicio, El sacrificio de la misa.
Otras obras del mester de clerecía
- Libro de Apolonio: obra anónima de tema novelesco (aventuras) relacionado con la antigua novela bizantina: Teágenes y Cariclea, Leucipa y Clitofonte.
- Libro de Aleixandre: también anónima (se atribuyó a Berceo, aunque no es probable que sea su autor). Es una biografía de Alejandro Magno. Es famosa su estrofa XII donde se define lo que es el “mester de clerecía”.
- Poema de Fernán González: de tema épico nacional, cuenta las hazañas del famoso conde castellano.
c) El mester de clerecía en el siglo XIV
El Libro de Buen Amor, del Arcipreste de Hita
Del autor, sólo conocemos su nombre y su cargo; no conocemos más datos fehacientes sobre el autor.
Por otra parte, el título de Libro de Buen Amor tampoco es original; se lo dio Menéndez Pelayo a finales del siglo XIX; antes se llamaba “Libro del Arcipreste”. Se conserva en tres manuscritos (Gayoso, Toledo, Salamanca) que presentan versiones diferentes; se sabe que fue compuesto en 1330 y 1343. Incluso hay quien afirma que los autores de las dos versiones serían diferentes, pero esto es poco probable.
Consta de más de 7.000 versos distribuidos en 1.728 estrofas de métrica variada: junto a la cuaderna vía aparecen, por ejemplo, estrofas de arte menor, aunque la primera es la que predomina.
Contenido: estamos ante una obra miscelánea, que puede dividirse en varios apartados:
- Relato de las aventuras amorosas del protagonista (un Arcipreste), narradas en forma autobiográfica: sus encuentros con las serranas y con la monja doña Garoza.
- Cuentos y fábulas (enxiemplos) con moraleja. Destaca, por su gracia, el de los griegos y los romanos.
- Digresiones didácticas: en tono moralizante, sobre temas religiosos o éticos.
- Episodio de los amores de Don Melón de la Huerta y Doña Endrina de Calatayud: se trata de una versión libre del Pamphilus, comedia latina medieval. Aparece aquí la figura de Trotaconventos, una alcahueta que es un precedente del personaje de Celestina en la obra de Rojas.
- Un relato alegórico: la Batalla de Don Carnal y Doña Cuaresma y el triunfo de Don Amor.
- Composiciones líricas de temas variados: planto por al muerte de Trotaconventos, poesías a la Virgen…
Intención de la obra: Sobre este asunto se ha producido una importante controversia entre los críticos. En el “Prólogo”, el Arcipreste declara que su intención es escribir la obra para que la gente no caiga en las garras del “loco amor” (el amor carnal), ya que el verdadero es el “buen amor” o amor de Dios. Sin embargo, en el resto del libro parece contradecir esta intención, ya que nos recomienda que sigamos los dictados de nuestros deseos y nos dejemos llevar por el amor sexual, o al menos comprende a los que pecan contra el sexto mandamiento. ¿Cuál es, por lo tanto, la intención verdadera de Juan Ruiz? Por otra parte, es posible incluso que ese Prólogo lo escribiera el autor obligado por las autoridades eclesiásticas, o incluso que no fuese él su autor, sino el supuesto copista Alfonso de Paradinas.
El Rimado del Palacio del Canciller Ayala
Ya a finales del siglo, Pero López de Ayala escribe esta obra en cuaderna vía; es un libro donde se mezclan muchos temas: religiosos, políticos, morales y líricos.
B. La prosa medieval
1) El nacimiento de la prosa en la Edad Media
La prosa en lengua romance comienza a manifestarse en el siglo XIII, más tarde que la poesía. Esto es así porque la lírica y la épica románicas tienen un origen popular, mientras que el origen de la prosa es culto, y las personas cultas inicialmente escribían en latín. Es en el siglo XIII cuando comienzan a escribir en romance.
Las primeras obras en prosa tienen un carácter marcadamente didáctico: pretenden ofrecer alguna enseñanza útil al lector. Un género muy utilizado será el del enxiemplo o apólogo (cuanto con moraleja). En muchos casos derivan de fuentes árabes, bien por relaciones directas entre ellas, bien porque proceden de una fuente común. Dentro de este subgénero destacan las siguientes colecciones de apólogos:
Calila e Dimna: es una obra de procedencia india, que pasó después a la literatura árabe con el título de Calila wa Dimna. Fue traducida al castellano en 1251, por orden de Alfonso X cuando aún era infante. Muchos de los materiales proceden del Panchatantra, aunque se incorporaron nuevas historias en la versión castellana. La obra tiene una finalidad didáctica, aunque se trata de una moralidad más práctica que cristiana.
Sendebar o Libro de los engaños y asayamientos de las mujeres: Fue traducida de un original árabe hoy perdido; está compuesta de veintiséis cuentos con un marcado carácter misógino, cercanos a las colecciones de fabliaux francesas.
Libro de la vida de Barlaam y Josafat: es una versión cristiana de la leyenda de Buda, que se filtró a través del griego y el latín. Tiene, asimismo, semejanzas con las colecciones de cuentos orientales. Influyó mucho en Don Juan Manuel.
Historia de la doncella Teodor: Derivada de Las mil y una noches, se basa en una estructura dialogada de preguntas y respuestas.
Aparecen, por otra parte, obras marcadamente doctrinales, esto es, exposiciones de un tema determinado sin la presencia de narración. Entre éstas destacan las siguientes:
Disputa de un cristiano y un judío: trata un tema que aparecerá con mucha frecuencia en todas las literaturas de la Edad Media: el debate entre dos personas de diferente religión.
Diez mandamientos: se trata de un manual de confesores, escrito en el primer tercio del XIII por un fraile navarro.
Bonium o Bocados de oro: es un conjunto de sentencias de sabios griegos, latinos, árabes, indios… Inserta una trama narrativa que consiste en el viaje de un rey persa a la India para buscar la sabiduría.
Poridat de poridades (Secreto de los secretos): obra falsamente atribuida a Aristóteles. Se trata de una recopilación de normas morales y preceptos que tienen un origen árabe. La parte principal es un speculum principis: normas o consejos que se dan a los monarcas para el buen gobierno.
Libro de los cien capítulos: en realidad sólo tiene cincuenta; es un libro de sentencias de tema moral y político; la novedad que aporta es que incorpora algún apólogo, aunque simple y rudimentario.
Libro de los doze sabios o Tratado de la nobleza y la lealtad: en la tradición de los specula principis. Unos hombres sabios aconsejan a un joven rey sobre cuál ha de ser su comportamiento más correcto.
2) El siglo XIII: Alfonso X el Sabio
a. Su obra cultural
Su obra cultural tuvo un enorme éxito, en contraste con el fracaso en su política imperialista. Dirigió los trabajos, sobre todo en la Escuela de Traductores de Toledo, de verter al castellano importantes obras de las literaturas árabe, hebrea y latina, principalmente. Las obras que dirigió tienen un gran valor enciclopédico, ya que reunían los más amplios conocimientos sobre materias diversas: historia, ciencia, jurisprudencia, etc.
La labor del rey consistía en dirigir los trabajos y facilitar la tarea de sus colaboradores más que la elaboración directa de las obras.
b. Obras jurídicas: Las Siete Partidas
Es el texto legislativo más importante de la Edad Media. Inspirado en el derecho romano, intenta legislar sobre los más triviales aspectos de la vida.
Hoy en día, constituye un documento de primer orden para conocer cómo era la vida cotidiana en la época.
Las siete partidas (o leyes) se refieren a los temas siguientes:
- Primera, sobre la vida religiosa y eclesiástica.
- Segunda: los deberes y derechos de los gobernantes.
- Tercera: la administración de la justicia.
- Cuarta: El matrimonio.
- Quinta: los contratos.
- Sexta: los testamentos.
- Séptima: los delitos y sus penas.
C. Tratados científicos
3.1. Libro del saber de Astronomía
Parecen ser traducciones del árabe, y están basadas en el sistema ptolemaico. Entre otras cosas, el rey facilitó la instalación de un observatorio astronómico en Toledo para facilitar las investigaciones.
Un complemento a esta obra son las Tablas alfonsíes, sobre los eclipses. Lograron gran difusión y fueron traducidas a otras lenguas.
3.2. Lapidario
Es buen ejemplo de la mezcla entre ciencia y superstición propia de estos momentos. El libro estudia las cualidades de las piedras en relación con el signo zodiacal al que están asociadas.
d. Obras históricas
Crónica General o Estoria de España:
Consta de dos partes:
En la primera, se trata desde los primitivos pobladores hasta la invasión árabe. Esta es la que fue elaborada en tiempos del rey sabio, y se conoce con el nombre de Primera Crónica General.
En la segunda, desde ésta hasta el reinado de Fernando III (Segunda Crónica General, elaborada en época de Sancho IV).
Sus fuentes principales son las crónicas anteriores en latín, o autores latinos (Suetonio, Ovidio, Lucano), los cantares de gesta, etc. Se produce un uso que hoy sería tildado de poco riguroso: se consideran históricas obras que, en realidad, son de ficción.
Se presenta a los diferentes reinos de España como integrantes de una comunidad o unidad mayor, común. En general, posee gran valor literario; presenta una historia “viva”.
La Grande e General Estoria:
Se trata de una historia general de mundo, desde la creación hasta el Nuevo Testamento. Sus fuentes esenciales son la Biblia y los autores latinos y medievales (árabes, cristianos, judíos…). Incluye, asimismo, grandes digresiones sobre los temas más diversos (los “dichos” de Plato, sobre los caballos, etc.). Como en la obra anterior, se consideran históricos hechos que pertenecen, por ejemplo, a la mitología: “el rey Júpiter.”
Obras sobre juegos.
La obra más notable es el Libro del axedrez, dados e tablas, la más importante de la Edad media sobre el tema; fue mandada traducir, probablemente del árabe.
La obra lírica. Las Cantigas de Santa María:
Parece ser la única obra escrita personalmente por el rey. Son 430 composiciones poéticas dedicadas a la Virgen y escritas en gallego – portugués.
Algunas son de carácter narrativo: cuentan milagros de la tradición mariana europea. Otras –una décima parte, aproximadamente- son de tipo lírico: equivalen a versiones “a lo divino” de la Cantiga de amor.
Muchas presentan una estructura métrica de zéjel, por influjo árabe.
La lengua y el estilo en la prosa alfonsí.
Durante el reinado de Alfonso X, la prosa castellana avanza y adquiere una mayor agilidad y eficacia para la exposición didáctica.
La sintaxis adquiere mayor flexibilidad al introducirse mayor número de nexos o conjunciones.
El léxico se enriquece con nuevos préstamos, sobre todo científicos.
La ortografía queda fijada hasta el siglo XVI, tras pasar por una etapa anterior de vacilaciones.
La labor del rey como corrector dio a las obras citadas una cierta unidad dentro de la variedad temática.
3) El siglo XIV: Don Juan Manuel y El Conde Lucanor
A. Su perfil humano, político y literario
.
La figura de Don Juan Manuel destaca sobradamente entre los autores del
siglo XIV y en general de toda la Edad Media. Representa la unión del ca-
rácter intelectual y, a la vez, del hombre de su época, ya que era noble de alta
11
alcurnia: era nieto del rey Fernando III y sobrino de Alfonso X. De ambas
condiciones (la de escritor y la de noble) se sentirá orgulloso.
Como noble, participó en las luchas políticas por el poder en Castilla; co-
mo intelectual, estuvo al tanto de las discusiones teológicas de su época:
tomó partido a favor de la corriente, tomista y escolástica, de los dominicos,
según la cual la salvación puede alcanzarse en cualquier “estado” (clase
social) sin tener que renunciar a los bienes materiales.
Mucho se ha dicho sobre su conciencia de autor: en efecto, es uno de los
primeros nombres que aparecen como autores de su obra de una forma
plenamente consciente. Por un lado, se sintió responsable de la transmi-
sión correcta de sus obras, sin que interviniesen los errores de los copistas.
Por ello, mandó que las versiones que consideraba correctas fueran deposi-
tadas en la Biblioteca del monasterio de Peñafiel. A la vez, se considera el
propietario intelectual legítimo de sus textos, una actitud bastante novedo-
sa, que se ha comparado con frecuencia a la del Arcipreste de Hita, que
ofrecía su Libro a quienes quisieran corregirlo.
La influencia tomista se nota también en rasgos de estilo: el gusto didáctico
por el exemplum, el querer escribir “llana et declaradamente”, etc. En sus
obras persigue, ante todo, la claridad expositiva, utilizando una frase con-
cisa, casi silogística, y huyendo de los cultismos latinizantes.
b. SUS OBRAS.
En el Prólogo a El conde Lucanor , Don Juan Manuel nos da una lista de las
obras de las que es autor. Algunas se perdieron; de las que nos han queda-
do, las más importantes son las siguientes:
2.1 . El Libro de cavallero e del escudero:
Está basado en el Llibre de ordre de cavallería de Ramón Llull. Está
formado por los consejos que da un caballero a un joven aspirante a
12
la orden de caballería. La segunda parte es una compilación de co-
nocimientos religiosos y científicos.
2.2. El Libro de los estados:
El príncipe Johas, hijo del rey Morován, presencia por vez primera
el paso de un entierro. La vista del cuerpo le causa una gran conmo-
ción, y pide ayuda a su criado Turín, quien, al no hallar respuestas,
pide ayuda a Julio, un español que logra convertirlos al cristianis-
mo. La parte esencial del Libro es una reflexión sobre los estados
(clases o estamentos sociales) en el siglo XIV. La parte narrativa
procede del Barlaaam y Josafat.
c. EL CONDE LUCANOR.
Se conoce así a la obra titulada: Libro de los enxiemplos del Conde Lucanor et
de de Patronio. Se trata de su obra más lograda, que se inscribe dentro del
grupo de la literatura del exemplum, con influencias, asimismo, de los specu-
la principis.
3.1. Problemas textuales:
La obra, escrita entre 1328 y 1335, se conserva en varios manuscritos,
principalmente del siglo XV, con notables variantes textuales entre
ellos, lo cual hace difícil saber cuál de ellas es la más cercana al texto
del autor.
3.2. Estructura:
Está dividida en cinco partes o capítulos bien distintos entre ellos: 1, los
“enxiemplos”; 2, 3 y 4: proverbios y consejos; 5, la parte doctrinal. Estas
cinco partes van precedidas de dos prólogos, en donde declara su in-
tención: “deleitar aprovechando” (didactismo en la línea de Horacio).
13
La parte más célebre es, sin duda, la primera: los enxiemplos; estos son
breves cuentos con moraleja, que presentan todos la misma ESTRUC-
TURA:
I. El Conde pide consejo a su ayo Patronio sobre un asunto.
II. El ayo contesta con un cuento (exemplum) alusivo al tema
que le han planteado.
III. Patronio saca una conclusión general sobre el cuento, que
es el consejo en sí.
IV. Moraleja: se resume ésta en un pareado final.
Todos los cuentos los narra Patronio en tercera persona (como muestra
de objetividad); por otro lado, la narración es siempre lineal y suele te-
ner una estructura clásica de planteamiento – nudo – desenlace. Los
personajes que aparecen pertenecen a todas la clases sociales; incluso
aparecen animales. Variedad.
La 2a parte (capítulos. 2, 3, y 4) se caracteriza por el uso de aforismos y
por su estilo “conceptista”, mucho más oscuro que el de los cuentos.
3.3. Teología y creación literaria en El Conde…:
El quinto y último capítulo de la obra es una parte doctrinal y teológica,
donde se pone en boca de Patronio todo un sistema de pensamiento re-
ligioso basado en los siguientes presupuestos:
Gran importancia del dogma de la Santísima Trinidad.
Doble condición de Cristo (dios / hombre).
Los sacramentos: Explica el fundamento racional de la Euca-
ristía y del bautismo.
14
C. EL TEATRO MEDIEVAL
1) La Generación de los Reyes Católicos:
Aparte de alguna obra anónima (Auto de los Reyes Magos, siglo XIII), no hay au-
tores teatrales de nombre conocido hasta el siglo XV. Por la época en la que es-
criben sus obras reciben el nombre de “Generación de los Reyes Católicos”. Son
los siguientes:
GÓMEZ MANRIQUE: Es autor de la Representación del nacimiento de
Nuestro Señor, conjunto de escenas sobre el nacimiento de Jesucristo, con muy
escasa acción.
JUAN DEL ENCINA: es el primer autor cuyas obras tienen verdadera
acción escénica. Representa el paso de la Edad Media al Renacimiento. Tiene
dos tipos de obras y dos etapas en su producción:
o Primera época: Obras de carácter medieval, sobre todo religiosas, pero
también profanas. ”Églogas“ de Navidad, de la Pasión y de Resurrección. Auto de
Antruejo, Auto del Repelón.
o Segunda época: Égloga de Plácida y Vitoriano. Egloga de Cristino y Febea.
Égloga de Fileno, Zambardo y Cardenio.
LUCAS FERNÁNDEZ: Aunque fue discípulo de Juan del Encina, parece
anterior a él, pues sigue la tradición medieval litúrgica, y rechaza la tendencia
renacentista. De sus seis Farsas y Églogas, tres son religiosas. La más importan-
te es el Auto de la Pasión, en la cual Jeremías, san Mateo y las tres Marías se la-
mentan por la muerte de Jesús. Es una obra con una gran emoción dramática, y
con un intenso realismo que la convierten en una de las obras más importantes
del teatro religioso español.
*** Las dos tendencias apuntadas (drama litúrgico medieval y teatro renacentis-
ta) continuarán cultivándose durante el siglo siguiente.
15
2) La Celestina:
A. EDICIONES DE LA OBRA:
Existen varias ediciones de dos versiones distintas de la obra:
1499, Burgos: Comedia de Calisto y Melibea, 16 actos. La misma versión en
Toledo, 1500 y Sevila, 1501.
1502, Sevilla, Salamanca y Burgos: Tragicomedia de Calisto y Melibea, 21
actos. Se añadieron cinco actos entre el XIV y el XV de la versión anterior (el
llamado “Tratado de Centurio”), y se hicieron algunas modificaciones en el tex-
to de los restantes actos.
1507: la obra aparece ya con el título de La Celestina.
A. AUTOR:
El nombre de autor que se conoce es el de Fernando de Rojas, que aparece en
los versos acrósticos de los preliminares. Además, en la llamada carta de “El
autor a un su amigo”, explica que encontró el acto I en Salamanca, la obra le
gustó y decidió continuarla. El autor del acto I es desconocido, aunque Rojas
nos dice que se rumoreaba que podría ser Juan de Mena, o tal vez Rodrigo de
Cota.
Otros críticos, sin embargo, no dan mucho crédito a estas palabras, y afirman
que hay un solo autor. Otros, sin embargo, piensan que pudo haber hasta tres:
uno, del acto I, otro de los restantes quince actos y otro de los cinco actos que se
añadieron después.
B. GÉNERO LITERARIO:
Entre la crítica se ha producido una intensa polémica sobre si La Celestina es
una obra teatral o una novela dialogada. Algunos eruditos, como Menéndez
Pelayo, afirmaron que se trataba de una novela, por la dificultad en la represen-
tación y por los detalles escabrosos que aparecen con bastante frecuencia en el
texto. Otros, como Ma Rosa Lida de Malkiel, afirman que se trata de una obra
16
teatral dentro del género de la comedia humanística, que era un tipo de obra
pensado para la lectura pública, no para ser representada en un escenario.
C. ARGUMENTO:
La obra trata de la pasión amorosa entre Calisto y Melibea, favorecida por las
artes de una vieja alcahueta y hechicera, Celestina. La avaricia de ésta –que no
desea repartir el botín con los criados de Calisto- la conduce a una muerte trági-
ca. Por otra parte, los amantes también tendrán su “castigo”, pues Calisto mue-
re de forma fortuita y Melibea se suicida.
Todos los acontecimientos están engarzados, relacionados unos con otros en
una relación lógica de causa – efecto; la primera escena, sin embargo, parece
estar fuera de la lógica del resto de la obra. No se entiende, por ejemplo, el mo-
tivo de la negativa tajante de Melibea: ¿por qué es ilícito el amor?
D. PERSONAJES:
Los personajes de La Celestina no actúan como caracteres fijos (tipos), sino que
están llenos de matices que los hacen individuales y cambiantes.
MELIBEA:
Su comportamiento se basa en sus condicionamientos sociales: el concepto de
honor según las convenciones de su época. No le importa su moral o su pudor
personal, sino la opinión que puedan tener los demás de ella; sólo desea satisfa-
cer su pasión sin que se entere nadie. Su amor, por otro lado, es menos literario
que el de Calisto, más apegado a la realidad.
CALISTO:
Es un personaje más plano; no tiene crisis ni cambios importantes. Su caracterís-
tica básica es el egoísmo, ya que sólo busca satisfacer se deseo y gozar con Me-
libea.
17
CELESTINA:
Es el personaje más interesante de la obra, el más complejo y peculiar. Posee
características muy variadas:
Por una parte, es una gran psicóloga: conoce los deseos de la gente y sus mie-
dos, sus deseos más inconfesables y se aprovecha de ellos.
Además, vive movida por la codicia (que causará su muerte) y el ansia de dine-
ro.
Su oficio es el de alcahueta y hechicera (bruja). Pero estos oficios no son en ella
meras circunstancias: propiciando los encuentros de los jóvenes satisface de
algún modo su apetito sexual. Por otro lado, usa la hechicería conscientemente,
y cree en sus poderes de maga, aunque para ella sólo sean un medio de conse-
guir sus fines.
J.A. MARAVALL, P. E. RUSSELL e INEZ MCDONALD opinan que el
conjuro de Celestina es determinante en la estructura de la obra; provoca el
enamoramiento de Melibea. MCDONALD, además, niega el llamado “tiempo
implícito” entre la primera escena y el resto, ya que Melibea se enamora rápi-
damente por tocar el hilado, que es el medio físico a través del cual se produce
el hechizo de amor.
OTROS PERSONAJES:
Los criados aparecen por primera vez en la literatura con personalidad propia.
Según MARAVALL, esto es una muestra de la crisis social (de la nobleza) y de
valores que se produce en el siglo XV. El personaje, tal vez, más trágico de la
obra es Parmeno, pues sucumbe a las artimañas de celestina para ganárselo.
Por su parte, los padres de Melibea son culpables, en cierto sentido, de la trage-
dia de su hija, por la “mala educación” que le han dado; de ello se lamenta el
padre, Pleberio, al final de la obra.
El único personaje que puede identificarse con un arquetipo claro, con un tipo,
es Centurio (se corresponde con el Miles Gloriosus de las comedias latinas).
18
E. LENGUAJE Y ESTILO:
-Aparecen dos tendencias: la popular y la humanística latinizante (culta).
-Rasgos populares: frase cortada y breve, refranes y frases proverbiales. No obs-
tante, es un lenguaje mesurado: no incluye voces de germanía ni dialectalismos.
-Rasgos cultos: colocación del Verbo al final de la frase, amplificaciones y cir-
cunloquios, léxico rico y expresivo sintaxis latina (construcciones de Infinitivo).
F. SIGNIFICADO DE LA OBRA:
Como todas las obras maestras, La Celestina sugiere multitud de interpretacio-
nes y lecturas de su significado. Ha dado lugar a una gran diversidad de teorías
sobre este punto. Las más importantes son las siguientes:
Tesis de la intención moral: MARCEL BATAILLON: La moral cristiana
domina toda la obra; la finalidad que persigue ésta es servir de ejemplo a los
amantes para que no se dejen llevar por la pasión amorosa desmedida. Esta es
la intención que declara el propio autor.
Tesis de la intención artística: Ma ROSA LIDA DE MALKIEL: No niega la
intención moral, pero afirma que ésta no es tan importante, y sobre todo, La Ce-
lestina no es una obra moral medieval. De ser así, los personajes no serían tan
“humanos”. Así pues, Rojas crea una obra original, donde prima la belleza ar-
tística.
Tesis ecléctica: OTIS H. GREEN admite la intención moral de la obra, a la
vez que resalta sus características de gran arte, relacionado con las convencio-
nes del amor cortés (puramente literario).