La Narrativa Gallega de Posguerra
Contexto Histórico
La producción narrativa en Galicia experimentó una interrupción tras el golpe de Estado de 1936. La primera novela que abordó la Guerra Civil se publicó en 1950: El pueblo de la barrera, de Ricardo Carvalho Calero. A partir de entonces, se produjo una consolidación de este género, que si bien no alcanzó un estándar de alta calidad inicialmente, permitió la aparición de numerosas obras maestras.
Tendencias Narrativas
Los seguidores de la tradición narrativa
Este grupo se centró principalmente en el tema de la decadencia de la nobleza, tratado por autores como Otero Pedrayo y Ramón Cabanillas. Esta orientación también se observa en la obra El pueblo de la barrera de Carvalho Calero.
Realismo popular
Obras como A la luz de la lámpara de aceite, de Ánxel Fole, se enmarcan en esta corriente. Fole utiliza la técnica del marco narrativo, donde las historias son contadas por diferentes personajes. El autor adopta un modelo de transmisión oral, nutriéndose de leyendas e historias populares. La descripción detallada de la geografía gallega refuerza el carácter etnográfico de su obra. Los cuentos se narran en primera persona, con una estructura simple y lineal. Fole repite esta fórmula en obras como Terra Brava y Contos da néboa escura.
La escritura de Ánxel Fole se caracteriza por:
- Lenguaje narrativo: Adopta el lenguaje oral como modelo, reproduciendo su diversidad dialectal.
- Predilección por la historia oral: Prioriza la narración oral sobre la escrita.
- Realismo narrativo: Los elementos fantásticos se justifican como producto de alucinaciones o creencias.
- Importancia del paisaje: El paisaje gallego se convierte en un elemento diferenciador.
- Compromiso moral: El escritor muestra un compromiso con su tierra y su tiempo.
- Búsqueda de originalidad: Fole busca la originalidad en las técnicas y el estilo narrativo.
Realismo fantástico
Álvaro Cunqueiro es el principal exponente de esta corriente, donde se mezclan elementos culturales populares, la realidad cotidiana y la fantasía. Cunqueiro se considera un escritor con un mundo literario y un estilo propio, que lo diferencian de sus contemporáneos.
Características del realismo fantástico de Cunqueiro:
- Degradación de la novela: La trama se construye con la acumulación de relatos ajenos al argumento principal.
- Prevalencia del estilo oral: Se inspira en la tradición oral y en la forma en que la gente cuenta historias.
- Superposición de lo extraordinario y lo cotidiano: Se humaniza el mito y se difuminan las fronteras entre realidad e imaginación.
- Fantasía, poética y humor: El choque entre el mundo real y el mitológico produce un humor irónico.
Realismo social
Eduardo Blanco Amor, con obras como Serenata para un país de lobos, representa esta corriente. La madurez de su obra se debe a un largo aprendizaje y a la asimilación de nuevas técnicas narrativas del siglo XX. Tanto en estilo como en temática, Serenata para un país de lobos se considera el inicio de una narrativa gallega renovadora. La novela presenta una pluralidad de voces narrativas y una ambigüedad característica de la narrativa contemporánea.
Nueva narrativa gallega
Este movimiento surge con el objetivo de romper con las formas literarias establecidas durante el franquismo y la tradición posguerra. Autores como Méndez Ferrín, Xosé Luís Méndez Ferrín, Carlos Casares, Gonzalo Rodríguez Mourullo y Xohana Torres, entre otros, inauguran una nueva forma de narrar que se aleja de las fórmulas tradicionales. La nueva narrativa gallega se caracteriza por:
- Pluralidad de voces y narraciones alternas.
- Reducción temporal y desafío a la idea de argumento.
- Creación de mundos literarios artificiales.
- Fusión de realidad y fantasía.
- Presencia de violencia, tensión y temas como el sexo y la muerte.
- Tratamiento del absurdo existencial.
- Práctica de la intertextualidad.
Xosé Neira Vilas
En la década de 1960, Xosé Neira Vilas publica obras de gran calidad, como Memorias dun neno labrego (1961). Neira Vilas fue pionero en la literatura infantil gallega y se diferencia de los autores de la nueva narrativa gallega. Su obra se caracteriza por un tratamiento realista de la vida rural gallega, mientras que otros autores se centran en el espacio urbano. Los temas de sus cuentos se enfocan en las tragedias y miserias de la Galicia rural durante la Guerra Civil y la posguerra.
En resumen, la narrativa gallega de posguerra experimentó una evolución significativa, con la aparición de diversas tendencias y autores que renovaron el panorama literario. Desde el realismo popular hasta la nueva narrativa gallega, pasando por el realismo fantástico y social, la literatura gallega de este período refleja la complejidad de la sociedad y la búsqueda de nuevas formas de expresión.