La Novela Española de Posguerra (1940-1960)

La Novela Española de Posguerra

El fin de la Guerra Civil dio comienzo a la dictadura de Franco y a una posguerra de pobreza, a la censura que aísla la cultura española de la europea y el exilio de los intelectuales. Todo esto determina la trayectoria de los escritores que se identifican en uno u otro bando ideológico. Durante la primera mitad del siglo XX, el aislamiento de nuestro país respecto a Europa y el lento desarrollo económico hacen que la literatura se mantenga al margen de las innovaciones que se dan desde finales del siglo XIX en otros países. La novela del realismo social se consolida en los años 50 y en los 60 tres obras comienzan la renovación del panorama literario: Hijos de la ira de Dámaso Alonso, Historia de una escalera de Buero Vallejo y La familia de Pascual Duarte de Cela. Destacan en los 40 la novela de los vencedores, la existencial y el neorrealismo; en los 50 la novela del realismo social y en los 60 la novela experimental.

La Novela en los 40 y 50

Durante los años 40 hubo varias tendencias. Primero, la novela de los vencedores habla de virtudes heroicas y militares desde una posición franquista; destaca Agustín de Foxá con Madrid, de corte a checa. Después llegó el neorrealismo, que continúa la estética realista y se influye de Galdós y Baroja; destaca Ignacio Agustí con La ceniza fue árbol. Terminan los 40 con la novela existencial, que describe la realidad destacando el malestar y la angustia vital de la sociedad y sus individuos. En 1942 Cela inicia la corriente existencial de la novela española con La familia de Pascual Duarte.

Características de la Novela Existencial:

  • Temas: incertidumbre del destino humano y dificultad de comunicación personal.
  • Los personajes son marginados, violentos, con taras físicas o psíquicas y son descritos en situaciones con tensión.
  • La acción presenta situaciones de gran dureza.
  • En la narración predomina la primera persona.
  • Lenguaje duro que refleja el medio degradado en el que viven los personajes.

De Cela decimos que nació en Galicia y fue miembro de la R.A.E., es premio Nobel de Literatura y de Cervantes. Su obra se divide en tres etapas:

  1. En los 40, reflejo existencial de la vida española de posguerra: La familia de Pascual Duarte.
  2. En los 50 se ve el realismo social con La colmena.
  3. A partir de los 60, influida por la corriente experimental, innovaciones tipográficas: Oficio de tinieblas 5.

Su obra es muy variada pero hablamos de temas comunes, como la Guerra Civil, la crítica a la sociedad española… Cela expresa el pesimismo del ser humano con humor inteligente en sus obras. Destaca también en la novela existencial Carmen Laforet.

A partir de los 50 comienzan las obras de evasión de la primera posguerra y las que muestran la sociedad española con su falta de libertades, desigualdad social y miseria. La estética dominante es realista e intenta reproducir hechos que justifican la etiqueta más habitual con que se agrupan muchas de estas obras literarias de la segunda mitad de los 50 y principios de los 60: realismo social. Dentro de la novela social distinguimos dos corrientes: el objetivismo y el realismo crítico.

El Objetivismo

El objetivismo tiene como modelo lejano la narrativa conductista norteamericana y, como más próximo, el coetáneo nouveau roman francés, del que se toman técnicas como el objetivismo de las descripciones, la narración de tiempos simultáneos, la importancia del entorno y de los objetos. Otros rasgos son:

  • Pretende que el narrador desaparezca o, por lo menos, que se reduzcan sus intervenciones al máximo.
  • Linealidad narrativa.
  • Predominio del diálogo.
  • Condensación espacial y temporal.
  • Protagonistas individuales representantes de una clase social.

El Realismo Crítico

El realismo crítico comparte rasgos del objetivismo: condensación espacial y temporal, protagonista colectivo, narración lineal… En las novelas del realismo crítico hay una intención de crítica social más explícita. Los temas de las novelas sociales, aunque son diversos, tienen algo en común: la sociedad española contemporánea, por ello son frecuentes los libros de viajes, que pretenden dar cuenta de la realidad del país. En las novelas suelen aparecer ambientes que se constituyen en los temas de las narraciones: el mundo rural, con sus duras condiciones de vida; el mundo obrero urbano, en expansión; la vida de la burguesía, despreocupada, ociosa. Aunque la Guerra Civil no es un tema que esté en primer plano, aparece como clave interpretativa.

No es fácil distinguir entre escritores objetivistas y del realismo crítico. Objetivistas consideramos a Ferlosio, Juan García Hortelano y, próximas al objetivismo, estarían las novelas de Aldecoa, Fernández Santos y Carmen Martín Gaite. En el realismo crítico encontraríamos a Antonio Ferres, Salinas, Pacheco, Goytisolo… Hablamos en detalle de:

  • Ferlosio es el autor de la novela objetivista española por antonomasia: El Jarama. Antes del Jarama publicó Industrias y andanzas de Alfanhuí y, después del Jarama, casi abandonó la ficción y años después apareció El testimonio de Yarfoz.
  • Juan García Hortelano es autor de dos novelas objetivistas: Nuevas amistades y…
  • Aldecoa destaca por sus relatos breves, publicó alguna novela larga: Con el viento solano. En todas sus obras intenta retratar la vida cotidiana.
  • Fernández Santos: Los bravos.
  • Carmen Martín Gaite obtuvo el Premio Nadal con Entre visillos. Novelas posteriores son Caperucita en Manhattan….
  • Pacheco es autor de una novela que se puede considerar con mucha propiedad novela social: Central eléctrica.
  • Grosso: La zanja.

La Novela Experimental (Años 60)

En los años 60 se produce el agotamiento de la novela social. Tiempo de Silencio de Luis Martín Santos inicia una nueva etapa en la narrativa española. Se intenta renovar formalmente este género mediante la experimentación con el lenguaje y la estructura de la novela. Se vuelve a la imaginación, se retoma el tema existencial. En el desarrollo de esta narrativa hay diversos factores: influencia de autores extranjeros, éxito de la novela hispanoamericana, poder creciente de las editoriales.

Características de la Novela Experimental:

  • La trama narrativa pierde importancia, el argumento se difumina.
  • Se mezcla lo verosímil con lo imaginario o fantástico.
  • Se reducen los personajes secundarios y el protagonista es el centro de la novela; es casi siempre un ser amorfo, sin perfil físico nítido.
  • El espacio pierde las características tradicionales, se reduce.
  • El tiempo también cambia, se evita el relato lineal.
  • Los recursos técnicos son variados y alteran todos los niveles del relato tradicional: descripciones, diálogos, monólogos…
  • Otro recurso literario empleado es la incorporación a las novelas de otros textos literarios, lo que crea un especial entramado intertextual que exige al lector una preparación cultural.