La Novela Española del Siglo XX
Tendencias de la Novela Tras la Llegada de la Democracia
Con la llegada de la democracia, las tendencias de la novela española experimentaron un cambio significativo. Podemos señalar tres constantes que, de algún modo, son comunes a este periodo:
La recuperación de la intriga: La literatura ha recuperado el placer de contar historias intrigantes, creando personajes y ambientes sólidos. Esto ha hecho que la novela sea más accesible y atraiga a un público más amplio, lo que ha contribuido al aumento de su popularidad en las últimas décadas.
La crisis del individuo: La novela actual es directa y sincera al hablar sobre la gente y los valores de la sociedad. Se enfoca en cómo las personas se sienten perdidas y confundidas en el mundo moderno, buscando quiénes son realmente y perdiendo la confianza en la sociedad. La memoria es importante en este proceso, y la realidad y la ficción se mezclan en las historias.
La novela como bien de consumo: Contar historias se vuelve más fácil y se ajusta a lo que la gente prefiere leer. Aunque hay algunas nuevas formas de escribir y leer, como los libros digitales, aún se conservan las maneras antiguas de contar historias.
Características Generales de la Novela Española del Siglo XX
Recuperación de la intriga e importancia de la construcción de la trama.
Diversidad de tendencias y subgéneros.
Eclecticismo, mezcla de géneros y rasgos.
La historia contemporánea como materia de ficción.
La memoria se usa como parte intrigante de la ficción.
Selección de un lector medio.
La Novela de Intriga y Suspense
Características:
Plantea un caso que, normalmente, de un crimen, incluye asesinatos y violencia.
Figura del detective o investigador, suele ser un individuo complejo, irónico y en una crisis personal.
Elementos de la investigación: observación, análisis, contraste y deducción.
Ambientación urbana y realista con tintes de crítica social, moral y política.
Se usa la primera persona.
Ambigüedad moral.
Grandes autores como Eduardo Mendoza, con La verdad sobre el caso Savolta, que trata sobre una familia que se enriqueció a costa de la Primera Guerra Mundial gracias a la fabricación de armas y explosivos. También destaca Antonio Molina con El invierno en Lisboa o Plenilunio.
La Novela Poética
Características:
Recreación lírica de espacios, tiempos y objetos.
Se da el subjetivismo.
Penetración psicológica en los personajes.
Existe un papel secundario de la trama.
La memoria como búsqueda y como salvación ante el paso del tiempo.
Ritmo lento, discurso pausado.
Una de las novelas más conmovedoras es La lluvia amarilla de Julio Llamazares, un monólogo del último habitante de un pueblecito del Pirineo aragonés que se asedia por la soledad y confunde la realidad con sus propios recuerdos en la frontera que separa la vida de la muerte.
La Novela Histórica
Es el género de mayor éxito editorial.
Estas tramas históricas tienen también cosas del presente, y eso hace que podamos entender el comportamiento humano más allá de lo que pasó en los tiempos anteriores.
Se darán temas como Roma, la Edad Media, el Siglo de Oro, pero especialmente la Guerra Civil.
Destacamos a Javier Cercas con Soldados de Salamina, que indaga en la supervivencia a un fusilamiento de un destacado falangista al final de la guerra. También destacamos a Dulce Chacón con La voz dormida, que relata el sufrimiento, la humillación y la tortura de un grupo de mujeres republicanas que pasaron los últimos años de su vida en una cárcel madrileña.
La Novela de Memorias
Características:
Combinación de vivencias autobiográficas y elementos ficticios.
Tiene su inicio en los libros de diario y en los de memorias.
Protagonistas vulnerables que realizan reflexiones existenciales.
Mezcla con otros subgéneros novelísticos.
Los protagonistas luchan por desprenderse del sentimiento de soledad, hallar la identidad anhelada o encontrar su lugar en el mundo. Destacaremos a Lidia Falcón con Los hijos de los vencidos y a Carmen Martín Gaite con El cuarto de atrás.
La Novela de Testimonio
Características:
Carácter crítico, con la soledad que retratan a veces de forma tan detallada que se denomina neorrealismo.
Retratan la situación de ciertos grupos sociales.
Cuestionan las conductas y actitudes morales que marcan la sociedad.
Se cuida la ambientación y se reconstruyen las costumbres del momento.
Destacaremos a Rosa Montero con Te trataré como una reina, que profundiza en la naturaleza femenina. También destacamos a Fernando Aramburu con Patria, que muestra las heridas que el terrorismo ha producido en la sociedad vasca y en cada una de sus familias.
Otras Tendencias: La Novela Reflexiva
Esta novela se aleja del realismo y del costumbrismo que caracteriza a los otros géneros que hemos tratado. Se hace descripciones sobre la verdad, la sospecha, el paso del tiempo, la muerte, el azar o el fracaso de las relaciones amorosas. Destacamos a Juan José Millás, en cuyas obras encontraremos una profunda psicología de los personajes y una ampliación de los límites de la realidad, haciendo que lo fantástico forme parte de ella. Un ejemplo es El desorden de tu nombre.
La Metanovela
En este género no se da de manera pura, sino que se mezclan modalidades anteriores. Cuenta una historia, pero también cómo se relata esa historia. El narrador suele ser un escritor, un editor, un periodista o un documentalista que, irónicamente, crea un pacto lúdico con el lector. Por ejemplo, encontraríamos a Carmen Martín Gaite en El cuarto de atrás o a Camilo José Cela en Mazurca para dos muertos.
La Novela Gráfica
Heredada del cómic, se desarrolla una historia extensa y compleja que recurre a técnicas narrativas propias de la novela común, como por ejemplo el subjetivismo, diferentes planos narrativos, etc. Es un género minoritario, aunque en expansión, y suele seleccionar un público maduro o adulto. Un ejemplo sería Paco Roca con Arrugas, una novela conmovedora que hace una reflexión sobre la vejez.
El Teatro Español del Siglo XX (1900-1939)
La literatura española de 1900 a 1939 se vio influenciada por el Desastre de 1898 (pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas), por la dictadura de Primo de Rivera (1923-1931), por la Segunda República (1931-1936) y por la Guerra Civil (1936-1939). Durante este periodo, la literatura plasmó las convulsiones sociales y políticas que sufría España.
Concretamente, el teatro español se desarrolló al margen del teatro europeo y mundial. Los autores se adaptaron a los gustos del público y sus obras no perduraron en el tiempo.
Teatro Comercial y de Éxito
Un teatro burgués de gran éxito en el público.
Jacinto Benavente lo impulsó con obras de crítica leve, con problemas poco conflictivos y diálogos ingeniosos. Una de sus obras más destacadas es La Malquerida.
Dentro de este teatro, encontramos la comedia costumbrista, que mezcla aspectos de la zarzuela con el género chico, o diálogos con partes musicales. Tiene un ambiente pintoresco, personajes típicos, lenguaje humorístico y conservadurismo ideológico.
Autores: Carlos Arniches (sainetes: La Señorita de Trevélez), los hermanos Álvarez Quintero (obras en una Andalucía irreal: Malvaloca), Pedro Muñoz Seca (astracán que busca la comicidad: La venganza de don Mendo).
También encontramos el teatro poético en verso, de tema histórico y conservadurismo ideológico.
Autores: Eduardo Marquina con Las hijas del Cid, José María Pemán con Los tres etcéteras de don Simón.
Teatro Renovador y Marginado
No contó con el apoyo del público por su innovación y muchas obras no fueron estrenadas.
El teatro del 98 estuvo integrado por Unamuno, que utilizó el drama para reflejar sus problemas (Fedra); y por Azorín, autor crítico de obras estáticas (Old Spain!).
El grupo del 27 depura el teatro poético, incorporando formas vanguardistas y acercándolo al público.
Pedro Salinas escribe en el exilio (El precio).
Rafael Alberti escribe teatro vanguardista antes de la guerra (El hombre deshabitado) y en el exilio (El adefesio).
Miguel Hernández escribe un auto sacramental (Quién te ha visto y quién te ve) y teatro social en verso a la manera de Lope.
Alejandro Casona desarrolla su teatro humorístico y lírico en España (La sirena varada) y en el exilio (La dama del alba).
Max Aub desarrolla sus obras en el exilio sobre el nazismo o la guerra (No).
La Obra de Valle-Inclán
De gran originalidad, pues escribió teatro para leer y creó el género del esperpento:
1ª Etapa: Teatro modernista al estilo de sus novelas.
2ª Etapa: Ciclo mítico con Las Comedias Bárbaras (ambientadas en una Galicia rural dominada por las pasiones, con acotaciones narrativas, ambiente tétrico, crítica religiosa y técnicas de animalización).
Obra: Divinas Palabras.
3ª Etapa: Esperpento. Se encuentran las farsas (personajes grotescos y caricaturescos para criticar la España isabelina): Farsa italiana de la enamorada del rey.
El primer esperpento es Luces de Bohemia (critica la sociedad española con la deformación de la realidad, los personajes, el humor, el lenguaje, el diálogo, las acotaciones literarias y los espacios).
El Teatro de García Lorca
Un teatro poético que trata el tema del deseo imposible y la frustración, con destinos trágicos de mujeres y con variedad de géneros.
Inicios: Piezas menores y teatro para guiñol, donde trata el tema de la insatisfacción y el amor desigual.
Obra: Mariana Pineda.
Teatro vanguardista: Crisis personal y estética en su viaje a Nueva York. Crea las Comedias Imposibles: El público, de estética surrealista. Tardaron en subir a escena.
Plenitud: Lorca alcanza su plenitud estética y se acerca al público. Compone la Trilogía rural (Bodas de Sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba), que se caracteriza por la mujer como protagonista, la ambientación en el campo andaluz, los problemas sexuales, el final trágico, el clima denso, el uso del verso y la prosa, y la mezcla de realismo y poesía.
También compone Doña Rosita la soltera (espera inútil del amor) y Comedia sin título (inacabada y revolucionaria).