1. La Poesía de los Años 40
1.1. Miguel Hernández
Constituye el nexo entre la poesía anterior y posterior a 1939. Nació en Orihuela, participó como soldado junto al ejército republicano durante la Guerra Civil. Al acabar la contienda fue encarcelado, donde murió de tuberculosis. Poeta de formación autodidacta, convierte lo cotidiano y humilde en poético. Obras: El rayo que no cesa y Elegía a Ramón Sijé.
1.2. Los Poetas en el Exilio
Su mayor preocupación fue España, la patria perdida. Al principio se la considera una madre cruel, lo que se expresa con dolor y odio a los vencedores. Por eso reniegan de su país. Después, la añoranza de la tierra y el deseo de volver va calmando el tono exaltado y lo sustituye por otro más lírico y personal. Destacan: Cernuda (Desolación de la Quimera) y León Felipe (España e Hispanidad).
1.3. Poesía “Arraigada”
Estos autores, conformes con el régimen de Franco y agrupados en torno a las revistas Garcilaso y Escorial, presentan las siguientes características comunes: formalismo clasicista (métrica, temas y formas del Siglo de Oro), deseo de armonía, orden, claridad y sencillez; temas religiosos, patrióticos.
Autores: José García Nieto (Poesía) y Luis Rosales (La casa encendida).
1.4. Poesía “Desarraigada”
Es una poesía en desacuerdo con su realidad y que ofrece una visión pesimista de la vida y del mundo. El tono es trágico, el lenguaje desgarrado, seco, directo, y la forma más utilizada es el verso libre. El núcleo de esta tendencia es la revista Espadaña. Dámaso Alonso (Hijos de la ira) y Vicente Aleixandre (Sombra del paraíso)
1.5. Postismo y Grupo Cántico
Ajenos a la situación del país, realizan una poesía vanguardista (en el caso del postismo), o intimista y refinada (los autores del Grupo Cántico). Publican en las revistas Postismo, Cántico, Eduardo Chicharro y Pablo García Baena.
2. Poesía Social de los Años 50
La poesía se convierte en instrumento de denuncia de injusticias sociales, marginación, paro y falta de libertad. Los poetas dejan a un lado los problemas individuales para centrarse en los colectivos, lo cual se plasma con un lenguaje directo, sencillo y prosaico. Autores: Blas de Otero (Pido la paz y la palabra), Gabriel Celaya (Cantos iberos)
3. Años 60: Poesía Renovadora
- Muchos de ellos son amigos, fueron los “niños de la guerra”.
- Influencia de los poetas sociales y, sobre todo, del intimismo personal de Machado.
- Poseen una sólida formación cultural.
- Abogan por la renovación del lenguaje, haciéndolo más elaborado y retórico. Y los temas se orientan preferentemente hacia lo personal (la infancia, el amor, la familia…) a veces filtrado por el humor o la ironía.
Se trata de una poesía escéptica, que asume su incapacidad de cambiar la realidad, de modo que se centra en lo cotidiano e íntimo. Ángel González y José Ángel Valente (Poemas a Lázaro)
4. Años 70: Los “Novísimos”
Preocupación por la forma y el lenguaje; ruptura con la cultura tradicional e inspiración en el mundo del cine, el deporte, televisión, cómic, canciones, incorporación de referencias muy cultas a obras y autores extranjeros (Se les llama los culturalistas; y también “los venecianos” por su gusto por ciudades como Venecia).
El nombre procede de una antología publicada en 1970 por el crítico José María Castellet con el título “Nueve novísimos poetas españoles” que incluía a: Pere Gimferrer
La Poesía desde 1975 hasta Nuestros Días
El fin del franquismo y la llegada de la democracia supusieron enormes cambios en la vida, en las costumbres y en la lengua poética. Sin embargo, las expectativas de la libertad y de novedades se fueron poco a poco desinflando, pues los cambios no eran tantos ni tan radicales. Esto da lugar a cierta desorientación de los poetas y cierto desencanto. No hay tampoco un proyecto estético colectivo que dé salida al formalismo propio de movimientos anteriores.
En los años 70, tras la revolución cultural de “mayo del 68”, irrumpe el grupo de los novísimos (Pere Gimferrer, Félix de Azúa, Ana María Moix…) que aportan nuevos aires a la poesía, llenándola de mitos de la civilización moderna: el cine, la música y la cultura pop, el cómic, el jazz.
La publicación de Sepulcro en Tarquinia, de Antonio Colinas, e Hymnica, de Luis Antonio de Villena, significó un paso de la poesía novísima a otro tipo de poesía más emocional, influida por la tradición literaria y favorecida por nuevas corrientes poéticas como: poesía experimental, poesía culturalista, poesía clasicista, metapoesía, minimalismo, poesía social y crítica..
Corrientes Poéticas
- Poesía culturalista: Hunde sus raíces en la segunda mitad del siglo XIX. Constituye un intento de superar el lenguaje y la mentalidad del realismo social. Antonio Colinas (Sepulcro en Tarquinia).
- Poesía de la experiencia: Fue la tendencia más relevante. Sus referentes son los poetas españoles de los sesenta (Gil de Biedma, Ángel González) o anteriores (Blas de Otero, Alberti, Machado…). Es una poesía implicada con su época y dirigida al hombre de la calle, con temas cotidianos: vida urbana, bares, nuevas formas de amar… El yo lírico es un ser cercano que cuenta sus vivencias de forma directa, con claridad y sobriedad expresiva (lenguaje común y a veces jergal). Obras: Luis García Montero (Habitaciones separadas).
- Poesía neovanguardista: la poesía trasciende sus límites y se mezcla con otras artes (pintura, música, fotografías). Busca sorprender al lector. Obras: Francisco Pino (15 poemas fotografiados).
Otras Tendencias:
- Poesía minimalista o conceptual: Es una poesía esencial y conceptual, tan estilizada que se hace casi abstracta. Amparo Amorós.
- Poesía del compromiso civil o social: Esta poesía retoma la estela de los poetas sociales de los cincuenta como Celaya y Otero, pero incorporando técnicas y logros de las vanguardias en general y del surrealismo en particular.
- Poesía de la contemplación y del conocimiento: Entiende la poesía como indagación de la relación entre el sujeto lírico y la naturaleza como una vía de reconocimiento sobre lo que somos, la naturaleza de lo que percibimos y el sentido de nuestra existencia. Autores: Mario Mínguez, Miguel Ángel Velasco.
La Poesía 2.0
En la última década, la poesía ha experimentado un fuerte impulso gracias a su presencia en redes sociales. Las nuevas tecnologías han renovado el género y le han imprimido un nuevo formato donde prima el contenido sobre la forma, además de acercarlo a un abanico diverso de lectores, entre los que destacan los más jóvenes. Los poetas de esta nueva corriente siguen cultivando los temas de siempre, como el amor, el desamor, la soledad, la insatisfacción… Sin embargo, algunos también se caracterizan por una denuncia de las injusticias sociales y un inconformismo constante. En general, se sustituye lo intelectual y filosófico por versos directos, a veces con palabras malsonantes o vulgares.
Muchos de estos poetas están viendo publicados en papel versos que nacieron en blogs, Twitter, Facebook o Instagram, una vez las editoriales comprueban el gran número de seguidores que acaparan en estas redes, cosechando un éxito asegurado con la publicación de sus poemarios, Elvira Sastre.