1.3. La poesía desde 1939 hasta los años 70: tendencias, autores y obras representativas
Desde el fin de la guerra hasta los años 70, la poesía española atravesó por momentos muy dispares. Las circunstancias históricas y sociales determinaron la conformación de las distintas orientaciones poéticas.
La década de los 40
- Un nombre fundamental de la poesía española fue Miguel Hernández, que se encontraba en prisión por ser republicano. Allí escribió Cancionero y romancero de ausencias, y allí murió de tuberculosis a los treinta y dos años.
- Garcilasistas o “Juventud creadora”. Verá la luz la revista Garcilaso. Los garcilasistas cultivan una poesía arraigada, pues ofrece una visión optimista del hombre y del mundo. Destaca la poesía de Luis Rosales, autor de La casa encendida.
- Poesía neorromántica. La colección Adonais incluye a un grupo de poetas de filiación neorromántica que rechazan ese clasicismo academicista. Entre ellos José Luis Cano. En 1944 se publica Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre.
- Poesía desarraigada. Se funda la revista Espadaña, que recoge una poesía desarraigada. Gabriel Celaya y Blas de Otero son los principales representantes. La poesía desarraigada es una poesía existencial: el hombre está angustiado por el tiempo y la muerte, sobre todo en aquellos años, como afirma Dámaso Alonso, quien publicó Hijos de la ira.
- Grupo Cántico y El Postista. Surge el Grupo Cántico y estos poetas, entre los que se encuentran Pablo García Baena y Juan Bernier, cultivan una poesía pura influidos por Luis Cernuda. También surge el Grupo El Postista, que hace una síntesis de las vanguardias. Carlos Edmundo de Ory fue su fundador y su principal representante.
Los años cincuenta. La poesía social
A finales de los cuarenta surge en España la poesía social. Se publican Cantos iberos de Gabriel Celaya y Pido la paz y la palabra, de Blas de Otero. El poeta debe abandonar sus problemas personales y comprometerse con la situación social. De este modo se crea una poesía clara, para la inmensa mayoría, siguiendo una tendencia espiritualista.
La promoción de los años 60. La generación o grupo del 50
A finales de los cincuenta, irrumpió un grupo de poetas que buscaba una mayor elaboración del lenguaje poético y un desplazamiento a lo personal. Estos poetas defendieron la idea del poema como conocimiento. A la generación de los 50, admiradores de Cernuda, pertenecen: Ángel González, José Ángel Valente, María Victoria Atencia, entre otros. Estos poetas comparten ciertos temas comunes: el paso del tiempo, el amor y la reflexión sobre la poesía (la metapoesía).
1.4. La poesía desde los años 70 a nuestros días: tendencias, autores y obras representativas
La promoción de los 70
La publicación en 1970 de la antología Nueve novísimos poetas españoles de José María Castellet, supone la confirmación de un nuevo grupo poético (los novísimos), que propone un cambio en las corrientes estéticas del momento. El grupo lo forman autores como Leopoldo María Panero, Manuel Vázquez Montalbán, Vicente Molina Foix, Ana María Moix, etc.
Estos poetas viajan al exterior y poseen una amplia formación cultural. De ahí que su poesía se caracterice por el llamado culturalismo. Además, evocan ideas y formas que se remontan al modernismo, al vanguardismo y al surrealismo, rechazando la poesía social de la posguerra.
Décadas de los 80 y 90
A mediados de los 70 decae la estética de los novísimos. Las nuevas tendencias adoptan un intimismo y emoción. Durante las décadas de los ochenta y noventa, la poesía estuvo marcada por la oposición entre la poesía de la experiencia y la poesía del silencio.
La poesía de la experiencia ha sido la tendencia dominante de estos últimos años. Se produce una recuperación de la Generación del 50 y un distanciamiento de la realidad. No obstante, los poetas insisten en el carácter ficticio del poema y del yo poético. Destacan los temas urbanos y cotidianos. Otra característica es la recuperación de formas métricas tradicionales. Destacan autores como Luis García Montero, Benjamín Prado, o Amalia Bautista.
La poesía del silencio agrupa a poetas de diversas generaciones. José Ángel Valente, poeta de la generación del 50, inicia con Material memoria un camino de depuración formal que cuajó en esta poesía del silencio. Se trata de un tipo de poesía caracterizado por la renuncia a lo anecdótico, lo narrativo o lo sentimental. Destacan autores como Antonio Gamoneda, Olvido García Valdés, Andrés Sánchez Robayna…
Las dos primeras décadas del siglo XXI
Con el cambio de siglo, poetas de diversas tendencias evolucionan hacia una poesía meditativa. En la actualidad las tendencias poéticas siguen siendo diversas. Conviven varias generaciones poéticas, por ejemplo, autoras como Juana Castro o Elena Medel, que pertenecen a dos generaciones distintas. La nómina de poetas es muy extensa y continúa produciéndose un debate entre la poesía como forma de conocimiento o como forma de comunicación. Otro fenómeno es el auge de la poesía publicada en las redes sociales, que se ha terminado publicando en las grandes editoriales y se han convertido en éxitos de venta.
2.3. La novela desde 1975 hasta nuestros días
El final del franquismo y el inicio de la democracia supusieron el final de la censura. La novela de esta época se ha caracterizado por la vuelta al relato tradicional, el cuidadoso lenguaje y la fusión de géneros.
Durante esta época continuaron escribiendo autores como Miguel Delibes (Los santos inocentes), Camilo José Cela, Ana María Matute, Carmen Martín Gaite (El cuarto de atrás)…
La publicación de La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza se considera el inicio de una nueva etapa en la narrativa española, que deja atrás el ciclo de la novela experimental. Dentro de la recuperación de la historia frente al discurso se desarrollan varias tendencias como la novela policíaca, cuyo autor más destacado es Manuel Vázquez Montalbán; la novela histórica, cultivada por Arturo Pérez-Reverte. Junto a este tipo de novela histórica aparece otra, que pone en cuestión la interpretación de los hechos y establece una verdad nueva o distinta. Dentro de esta tendencia, podemos citar El hereje de Miguel Delibes.
Es destacable el interés que se ha mostrado en las últimas décadas en narrar o ambientar historias en la guerra civil española y la posguerra en novelas como La noche de los tiempos de Antonio Muñoz Molina, o la saga de Almudena Grandes Episodios de una guerra interminable. Dentro de este género incluiríamos las novelas que en los últimos años han reflexionado sobre nuestro pasado más reciente como Crematorio de Rafael Chirbes, o la exitosa Patria de Fernando Aramburu.
Otra tendencia sería la novela lírica en la que el narrador se adentra en el mundo interior de los personajes. Ejemplo de este tipo de novela es La lluvia amarilla de Julio Llamazares.
Triunfa la literatura autobiográfica. Encuadramos aquí las novelas en las que el novelista narra acontecimientos reales de su propia vida. Se destacan obras como El jinete polaco de Antonio Muñoz Molina. Enrique Vila-Matas es también uno de los máximos representantes de las tendencias denominadas autoficción y metaficción.
Durante las últimas décadas se ha producido una gran proliferación de títulos cuya calidad literaria está en el aire, pero que cuentan con el respaldo de editoriales y premios. Todavía no sabemos lo que permanecerá en el canon de la historia de la Literatura y lo que quedará en el olvido.