Las Relaciones Semánticas y las Vanguardias en la Literatura Española

Relaciones Semánticas

Monosemia

Relación semántica que se establece entre un significante que solo posee un significado. Ejemplo: bolígrafo.

Sinonimia

Es la relación semántica que se establece entre dos o más palabras que tienen distinto significante y el mismo o parecido significado. Si ambas palabras son intercambiables entre cualquier enunciado, se consideran sinónimos absolutos (empezar/comenzar), pero si no es posible el intercambio en todos los casos, se trata de sinónimos relativos. Hay sinónimos que expresan el mismo significado, pero en diferente grado de intensidad. Se les denomina sinónimos de grado. Otros no tienen coincidencia denotativa o conceptual, pero se asemejan en los valores connotativos. A estos se les denomina sinónimos connotativos.

  • Total: esposo/marido.
  • Parcial: alterado/nervioso; alterado/modificado.
  • Otros tipos: connotativos (habitación y leonera) y de grado (tristeza y depresión).

Antonimia

Relación semántica que se establece entre palabras con significados opuestos. Dependiendo del tipo o grado de oposición entre significantes se distinguen diferentes clases:

  • Pura o de grado: frío/caliente (admite gradación).
  • Complementaria: vivo/muerto (es absoluta).
  • Recíproca: comprar/vender (se implican mutuamente).

Polisemia

Es el fenómeno semántico por el que una palabra ha adquirido varios significados a lo largo de distintos momentos de su evolución. Ejemplo: cabeza: cabeza de ganado o de extremidad.

Homonimia

Consiste en la coincidencia formal (en su pronunciación o escritura), entre dos o más palabras distintas por su origen y su significado. Si sus significantes son diferentes, pero suenan igual se denominan homófonas (hola/ola); sin embargo, si coinciden en la escritura, tienen distinto origen etimológico y presentan entradas diferentes en el diccionario se denominan homógrafas (llama: mamífero, masa gaseosa).

Hiperonimia e Hiponimia

(Campo semántico) Fenómeno semántico por el que una palabra de mayor extensión (hiperónimo) abarca a otros (hipónimos). El hiperónimo es el término general que designa al campo semántico donde se incluyen los hipónimos, mientras que el hipónimo es cada uno de los términos que incluimos en el hiperónimo. Ejemplo: aves: paloma, pato, canario (cohipónimos: relación entre los hipónimos).

Paronimia

Relación semántica que consiste en el uso de significantes parecidos con distintos significados.

Las Vanguardias

Las vanguardias son movimientos de revolución estética y transgresión artística que surgen entre las dos guerras mundiales y desaparecen con rapidez. Todas comparten el afán de experimentación, la rebeldía, la provocación, la libertad formal y la originalidad.

El Futurismo

Fundado por el italiano Marinetti en 1909, muestra gran admiración por el progreso mecánico y técnico, el deporte y la velocidad.

El Cubismo

Literario, de origen francés, arranca con Apollinaire hacia 1913 con los caligramas (poemas con representación visual).

El Dadaísmo

Instaurado por el rumano Tristan Tzara en 1916, exalta la fantasía, el rechazo de la lógica y la incoherencia por excelencia. Combina palabras al azar y es el más influyente. Sus ideas dan paso al surrealismo.

El Surrealismo

Vanguardia promovida por André Bretón en 1924 que propugna la liberación del poder creador frente a la lógica, y la liberación de los instintos reprimidos en el subconsciente. En poesía se emplean metáforas insólitas, imágenes oníricas, enumeraciones caóticas y la escritura automática, (técnica en la que se deja fluir los pensamientos sin que medie la razón lógica). En el surrealismo español, los autores no practican la creación inconsciente ni aceptan la escritura automática. Y, aunque emplean un lenguaje irracional, no pierden la voluntad de creación artística, conservando sus obras cierta coherencia temática.

Corrientes Vanguardistas Españolas

En España tienen importancia dos corrientes poéticas vanguardistas nacidas en los años veinte:

El Ultraísmo

Es un movimiento de inspiración futurista, cubista y dadaísta caracterizado por el uso de las imágenes y metáforas, el interés por la disposición tipográfica y visual del poema y una temática moderna.

  • Destacan Gerardo Diego con Imagen, y Guillermo de Torre con Hélices.

El Creacionismo

Impulsado por el poeta chileno Vicente Huidobro, defiende un arte que no imite la realidad, sino que la cree dentro del poema. Da importancia a la metáfora y propone la eliminación de todo elemento descriptivo.

Ramón Gómez de la Serna

Mención merece Ramón Gómez de la Serna pionero y principal representante del vanguardismo español que inventa un nuevo género, la greguería, que consiste en pequeñas composiciones poéticas que ofrecen asociaciones inesperadas e ingeniosas entre elementos dispares, cuyo objetivo es sorprender al lector.

La Generación del 27

De 1926 a 1936 se asiste a un declive de las escuelas vanguardistas anteriores y al nacimiento de una nueva corriente lírica.

La Generación del 27 está formada por un grupo de poetas intelectuales nacidos alrededor de 1895, cuyas primeras obras se publicaron entre 1920 y 1928. El origen de su nombre se debe a la celebración del tricentenario de la muerte de Góngora. Entre ellos existieron lazos de amistad y convivencia, compartieron varios puntos de encuentro como la Residencia de Estudiantes y el Ateneo de Madrid, y colaboraron en revistas como “La Gaceta Literaria” o “La Revista de Occidente”.

Características

  • Destacan en el género lírico, aunque algunos cultivaron teatro (como Lorca) o ensayos (como Dámaso Alonso).
  • Estos autores se proponen renovar la poesía, asumiendo los principios estéticos de las vanguardias (surrealismo), pero sin rechazar la tradición literaria española.
  • Alcanzan un equilibrio entre la innovación y lo tradicional.
  • Presentan un afán de perfeccionismo, de ahí que utilicen una lengua muy elaborada, busquen la belleza, el juego poético y cultiven recursos literarios entre los que destaca la metáfora, así como imágenes irracionales y visionarias.
  • Junto al verso libre recuperan la métrica (décima, romance, soneto).

Evolución del Grupo

Como síntesis de la evolución del grupo:

  • En sus inicios (hasta 1927) se aprecian tonos becquerianos y posmodernistas, admiración por Góngora y huellas de la poesía pura de J.R. Jiménez, las vanguardias (Gerardo Diego con Imagen) así como el cultivo de la poesía neopopular (Marinero en tierra de Alberti, Romancero gitano de Lorca…).
  • Se rechazan actitudes y excesos románticos (deshumanización) y se deshumaniza la poesía. A partir del 1927 y hasta 1936, la irrupción del surrealismo conlleva una rehumanización de la poesía.
  • Se recuperan temas como el amor y las inquietudes existenciales y sociales, dando paso al compromiso social. (Sobre los ángeles de Alberti, Poeta en Nueva York de Lorca…).

El periodo tras la guerra civil fue difícil, ya que algunos poetas se quedaron en España (Aleixandre, Gerardo Diego), otros se exiliaron y otros murieron (Lorca fue fusilado en 1936). El grupo se dispersa y la evolución será muy distinta e individual, aunque en general coinciden en hacer una poesía más relacionada con el mundo y la realidad de nuestro tiempo. En el exilio, la nota dominante será la nostalgia de la patria, (Cánticos, de Jorge Guillén).

En España se dará un humanismo angustiado de tonos existenciales (Hijos de la ira de Dámaso Alonso e Historia del corazón de Vicente Aleixandre).

Autores y Obras Destacados

  • Jorge Guillén: es el representante máximo de la poesía pura e intelectual en la generación. Recogió su obra bajo el título Aire nuestro, que engloba varios poemarios: Cántico (1928), Clamor (1957), Homenaje (1967).
  • Pedro Salinas: su poesía evoluciona desde la influencia machadiana hacia una visión más intelectualizada. En su primera etapa, de influencia vanguardista y poesía pura, encontramos Seguro azar (1928).
  • Gerardo Diego: su obra encarna el equilibrio entre tradición (Romancero de la novia) y renovación (Imagen).
  • Vicente Aleixandre: su obra es uno de los máximos ejemplos del surrealismo. Dentro de su etapa pura y surrealista encontramos La destrucción o el amor, dominada por la visión pesimista del ser humano.
  • Rafael Alberti: su poesía vivió en una constante evolución que lo llevó del neopopulismo, con obras como Marinero en tierra, hasta el surrealismo, con Sobre los Ángeles.
  • Federico García Lorca: hace uso de un lenguaje poético cargado de símbolos. Destacamos en su poesía tradicional Romancero gitano. En la vanguardista, Poeta en Nueva York.
  • Miguel Hernández: se le considera el epígono de la generación. Destacan obras suyas como El rayo que no cesa (1936), El hombre acecha (1939) y Nanas de la cebolla, dedicada a su hijo.

Entre las mujeres artistas, “Las Sinsombrero”, que convivieron con estos autores, destacan Ernestina de Champourcín, Concha Méndez y Rosa Chacel.

La Lírica y el Teatro Posteriores a 1936

La Guerra Civil sume a España en un periodo de profunda crisis económica y cultural. La penuria que vive el país provoca un vacío literario al que contribuyen varios hechos decisivos: la muerte de poetas representativos como Lorca, Antonio Machado y Miguel Hernández (en la posguerra); la censura y la represión del régimen que limita la libertad creadora y persigue a los disidentes; y el exilio de poetas como Juan Ramón Jiménez y gran parte de los miembros de la generación del 27. Los grupos se disgregan y la visión literaria va por caminos distintos.

En la década de los 40 surgen los garcilasistas, entre los que se encuentran José García Nieto y Jesús Revuelta, que defienden una poesía formalista, de evasión y de corte clásico, con el propósito de entroncar con el grupo poético del 27. Por otro lado, se da una poesía de tono existencial en la predominan dos tendencias: la poesía arraigada y la desarraigada.

Los poetas arraigados se acogen a la fe religiosa y rebosan esperanza y serenidad. Comparten la actitud estética de los garcilasistas, pero se diferencian por su actitud existencial, que gira en torno a tres temas: Dios, la familia y la tierra. La mayoría se agrupan en torno a la revista “Escorial”. Entre otros destacan Luis Rosales, con La casa encendida (1949), Leopoldo Panero con Escrito a cada instante y Luis Felipe Vivanco.

Con la publicación en 1944 de Hijos de la ira de Dámaso Alonso, grito desgarrador y angustiado ante el mundo de descomposición, se produce una ruptura con la lírica del momento, dando paso a la poesía desarraigada que se enfrenta a la realidad y expresa, con tono violento, su malestar vital. El principal autor es Blas de Otero con Angel fieramente humano y Redoble de conciencia. Estas dos obras las sintetiza en 1958 bajo el título de Ancia. Otros autores destacables son Victoriano Crémer (Poesía Total). Carlos Bousoño y Carmen Conde.

A fines de los 40 y hasta mediados de los 50, se escribe una poesía social de compromiso, que se convierte en un testimonio crítico de la realidad al denunciar y reflejar las secuelas de la Guerra Civil y la guerra mundial. Con la poesía se pretende llegar a la inmensa mayoría y despertar la conciencia de los individuos, de ahí que se solidaricen e identifiquen con el dolor de los demás, produciéndose el traspaso de lo individual hacia la colectividad. Marcan el inicio de esta corriente Cantos iberos (1955) de Gabriel Celaya y Pido la paz y la palabra (1955) de Blas de Otero. Otro autor significativo y José Hierro con Quinta del 42.

Hacia finales de los 50 se produce el agotamiento y la superación de la poesía social. Surge una nueva generación que, sin renunciar al realismo ni al compromiso, indagan en la problemática existencial del ser humano, ejemplificada en sus experiencias personales. Conciben la poesía como un medio de conocimiento de la realidad y muestran interés por la depuración estética. Comienzan a publicar en torno a 1952 y alcanzan su madurez creadora en los años 60. Entre ellos están Ángel González (Aspero mundo), Gil de Biedma (Compañeros de viaje), Claudio Rodríguez (Alianza y condena).

Otras tendencias son el grupo Cántico, que perseguía una poesía refinada, sensual e intimista. Y el Postismo, promovido por Carlos Edmundo de Ory y Eduardo Chicharro, y al que perteneció Gloria Fuertes, el cual defiende lo experimental y vanguardista.

Hacia los 70 encontramos a los novísimos, con versos llenos de referencias filosóficas, literarias, mitológicas e históricas. Se distancian de lo social y buscan la experimentación. Recuperan técnicas como la escritura automática o el collage y aprecian a los autores extranjeros. Entre ellos están Guillermo Carnero (El azar objetivo); Pere Gimferrer (Arde el mar).

A partir de 1975 empieza a declinar esta estética y surgen nuevas tendencias, como la poesía de la experiencia (Ana Rosetti) cuya expresión amorosa está realizada desde la perspectiva de la mujer; la clasicista, (de temática grecolatina), la trascendente (Julio Llamazares), y la elegíaca.

A partir del año 2000 hasta nuestros días se consolidan poetas de gran talento, que reflejan sus inquietudes, sus angustias, su pasión, y tratan de explicar la existencia humana y la muerte. Entre ellos están Caballero Bonald, que reflexiona sobre la libertad, la vida y el mundo (Manual de infractores); Dionisia García, cuya poesía es luz (Aun a oscuras); Clara Janés, que profundiza en la existencia y en el destino Río hacia la nada), y muchos más poetas que han enriquecido el panorama lírico.

Federico García Lorca

Federico García Lorca muestra una vitalidad desatada junto a un profundo sentimiento de frustración. Los grandes temas de su obra son el destino trágico, la muerte inevitable y el amor imposible.

En Romancero gitano suma la influencia de la poesía popular, del surrealismo y del modernismo, y convierte al pueblo gitano en el símbolo de las personas enfrentadas a su propio destino fatal.

En Poeta en Nueva York muestra con técnicas surrealista la conmoción que sufrió tras visitar la ciudad.

En su teatro aparecen las mismas obsesiones que configuran su poesía. En 1920, realiza su primer estreno: El maleficio de la mariposa, obra de influencia modernista sobre el amor frustrado entre una cucaracha y una mariposa, que resultó ser un fracaso. Escribe farsas para guiñol y para actores de carne y hueso como Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín.

El drama Doña rosita la soltera o el lenguaje de las flores muestra la paulatina destrucción de una mujer abandonada por su novio, que se niega a reconocer su situación y se convierte en motivo de burla o compasión en su pueblo.

Si en las tragedias clásicas el destino venía del exterior (un dios, un oráculo), en las suyas viene de las entrañas, del subconsciente. Bodas de Sangre muestra cómo, el mismo día de su boda, la novia se escapa con su antiguo novio, Leonardo. El marido los encuentra y los dos hombres se matan a navajazos. Mezcla verso y prosa y elementos verosímiles con fantásticos, poniendo, por ejemplo, a la luna como personaje.

Yerma presenta la angustia de una mujer casada que ansía sobre todas las cosas tener hijos y no puede.

En La casa de Bernarda Alba, tras la muerte de su segundo marido, Bernarda impone a sus cinco hijas un luto riguroso, que las aísla del mundo. El conflicto entre las mujeres por el amor de Pepe el Romano provoca la catástrofe. Los temas fundamentales son la opresión, la negación del derecho de una persona a luchar por sus deseos y la moral hipócrita.

Fuera del ciclo de tragedias, en El público desarrolla un teatro surrealista, de difícil compresión para los espectadores.