Las Vanguardias Artísticas del Siglo XX: Un Movimiento de Ruptura y Creación

En la primera mitad del Siglo XX se producen en Occidente profundas transformaciones
que afectan a distintos aspectos de la vida como la política, la economía, la ciencia o las artes. La Primera Guerra Mundial (1914-1918), el triunfo de la Revolución rusa y, más tarde, la profunda


El desacuerdo no solo con el presente, que ya habían experimentado los ROMánticos y los autores de Fin de Siglo, sino con todo el proceso histórico que había conducido hasta
la situación actual. Aunque los distintos movimientos de vanguardia presentan carácterísticas específicas, podemos señalar algunos rasgos compartidos. Antirrealismo. Las vanguardias rompen con la tradición artística occidental, que consideraba, desde Aristóteles, el arte como mímesis o imitación de la realidad. El antirrealismo vanguardista admite varias interpretaciones  y se encarna, por ejemplo, en la pintura abstracta de Kandiski, así como en el creacionismo del poeta chileno Vicente Huidobro. Primitivismo. El rechazo hacia el presente y hacia toda la evolución histórica de Occidente se traduce en una mitificación del hombre primitivo, anterior a la civilización. Hallamos ejemplos de este impulso primitivista tanto en las artes plásticas (Pablo Picasso) como en la música (Manuel de Falla) o en la literatura (el neopopularismo de Lorca ). Irracionalismo. Las vanguardias heredan del Romanticismo y el Fin de Siglo el irracionalismo y el antipositivismo; suponen, pues, una nueva reacción frente al fracaso de la razón y la ciencia. La manifestación más extrema será la escritura automática del Surrealismo.


Vocación minoritaria. Las obras vanguardistas dan lugar a un hermetismo insalvable para el público burgués, a quien pretende escandalizar. El arte de vanguardia, por tanto, a un destinatario iniciado, que es capaz de descubrir un sentido oculto. Las vanguardias europeas son las siguientes: • Futurismo. Liderado por Marinetti, se caracteriza por la exaltación de la velocidad, la técnica, el deporte o la fuerza. La deriva política de Marinetti simpatizó con el fascismo de Mussolini. Los textos futuristas presentan un carácter dinámico y agresivo, que se logra mediante el uso de onomatopeyas y signos no verbales, así como innovaciones tipográficas. • Dadaísmo. Surge en 1916 en Zürich, donde se reúnen, huyendo de la guerra, un grupo de escritores de nacionalidades diversas. Las señas de identidad del grupo dadá irrumpen como un movimiento de protesta en contra del sistema de valores establecido. El nombre del movimiento (dadá) parece imitar el balbuceo de un bebé, y sugiere el regreso de un estado de inocencia originaria, ajeno a la lógica. Los autores dadaístas cultivaron la poesía fonética, el collage o ready-made, en una tentativa de la demolición de la cultura burguesa por medio de la burla, la provocación o el absurdo. • Surrealismo. Su origen se sitúa en 1924, fecha en el que el escritor francés André Bretón, quien había cultivado el dadaísmo, publica el Primer manifiesto del movimiento. 


Frente a la razón, el Surrealismo reivindica la intuición, la imaginación, los sueños, el azar o la poesía como instrumentos de conocimiento, capaces de descubrir un orden oculto en los acontecimientos del mundo. El arte y la literatura indagan en el inconsciente que constituye, de acuerdo con el sicoanálisis de Sigmund Freud, el estrato fundamental de la psique humana. Para ello, se crean nuevas estrategias de creación literaria, como la
escritura automática, textos surgidos en estado de semisueño o distracción, sin control consciente del mensaje. Al Surrealismo de Bretón se unieron el poeta René Char, los pintores Salvador Dalí, Joan Miró o el cineasta Luis Buñel. El Surrealismo también dejó profunda huella en poetas como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre y Pablo Neruda. En la literatura de vanguardia española sobresalen: • Ramón Gómez de la Serna que introduce en España la vanguardia y es el creador de las greguerías: breves enunciados ingeniosos que combinan metáfora y humor. • El ultraísmo, movimiento de vanguardia específico de la poesía en castellano caracterizado por la influencia del Futurismo, la importancia de la disposición visual de las palabras, el uso de las metáforas originales o la supresión de los signos de puntuación. Destacan autores como Guillermo de la Torre o Rafael Cansinos Assens.


La poesía de vanguardia hispanoamericana cuenta en Hispanoamérica con tres poetas fundamentales: los chilenos Vicente Huidobro, fundador del creacionismo, movimiento que propugna la creación, por medio del lenguaje, de una nueva realidad que no sea imitación del mundo exterior (Altazor) y Pablo Neruda (Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Residencia en la tierra), y el peruano César Vallejo (Poemas humanos; España, aparta de mí este cáliz).