Mester de Juglaría y Mester de Clerecía: Características y Evolución

Se le llama Mester de juglaría al conjunto de la poesía —épica y lírica— de carácter popular difundida durante la Edad Media por los juglares, que eran quienes las cantaban o recitaban para el recreo de nobles, reyes y público en general. En castellano se menciona por primera vez la palabra juglar en 1116, época en que aparecen los juglares en León. Según Ramón Menéndez Pidal, en su estudio Poesía juglaresca y orígenes de las literaturas románicas, Madrid, 1957, la palabra juglar viene del latín jocularis, joculator, que significa ‘bromista u hombre de chanzas’.El repertorio de los juglares solía estar formado por escenas selectas de cantar de gesta cuyo recitado era semirrepresentado ante el público, quien, al oírlas continuamente cada vez que iba a comprar a la plaza, iba memorizando las que más le gustaban, de forma que algunas todavía perviven en la tradición oral, recordadas como romances integrando el llamado Romancero viejo. Estos cantares de gesta estaban protagonizados por héroes y caballeros que realizaban hazañas legendarias y personificaban los valores más apreciados por la sociedad medieval. A veces también se adaptaban a las particularidades de cada lugar, introduciendo localismos y noticias. La mayoría de autores de las obras son anónimos.

Se llama Mester de Clerecía a la literatura medieval compuesta por “clérigos”. Características: son obras elaboradas por hombres instruidos y clérigos que utilizan colores de la retórica y un vocabulario con frecuentes cultismos (palabras extraídas directamente del latín sin cambio). Tratan temas religiosos e historiográficos con fin moralizador, tomados de otras fuentes (obras latino-medievales casi siempre). Se crean para entretener (delectare) y enseñar (docere) a la gente (ver estrofa 3 del Libro de Alexandre) e impulsarla (movere) a la virtud y a la piedad. Están escritas en verso regular, preferentemente alejandrino o de catorce sílabas, dividido en dos hemistiquios isométricos de siete sílabas cada uno y separados por una pausa fuerte o cesura, al contrario que el mester de juglaría, que utiliza versos irregulares y anisosilábicos y hemistiquios heterométricos. Utilizan la rima más difícil y exigente, la consonante, frente al mester de juglaría, que utiliza la rima asonante, y el mester de cortesía, que utiliza preferentemente la prosa. Usan como esquema métrico preferente el tetrástrofo monorrimo, y ya en el siglo XIV otros metros para dar variedad a la monotonía estrófica, principalmente zéjeles o variantes de la cuaderna vía, como Sem Tob. Ausencia de asuntos heroicos. A diferencia del mester de juglaría, los autores de este tratan asuntos religiosos y ascéticos. Únicamente una obra en esta corriente desarrolla un tema épico.

COPLAS: La copla es una forma poética que sirve de letra para canciones populares. Surgió en España, donde sigue siendo muy común, y está muy difundida en Latinoamérica. Su nombre proviene de la voz latina copula, “lazo”, “unión”.
Las coplas están compuestas generalmente por cuatro versos de arte menor, dispuestos en forma de cuarteta de romance (8-8a 8-8a), de seguidilla (7-5a 7-5a) o de redondilla (8a 8b 8b 8a).
Por su estructura métrica y fórmulas características, la copla está muy cercana al romance, género poético popular por excelencia de la literatura española. Autores cultos, como el marqués de Santillana (Íñigo López de Mendoza), Rafael Alberti, Luis de Góngora, Antonio Machado o Federico García Lorca, se han acercado a estas formas de poesía con gran respeto. A veces el tema lo tomaban de una canción, un suceso local o un romance escuchado en una taberna, y otras era el pueblo quien hacía suya la composición poética sin saber que tenía autor. Como escribe Manuel Machado,
El lenguaje de las coplas es coloquial y directo, aunque se recurre a menudo al doble sentido para conseguir efectos cómicos, lascivos o escatológicos.


ROMANCE: El romance es un poema característico de la tradición literaria española, ibérica e hispanoamericana, compuesto usando la combinación métrica homónima. No debe confundirse con el subgénero narrativo de igual denominación. El romance es un poema característico de la tradición oral, y se populariza en el siglo XV, en que se recogen por primera vez por escrito en colecciones denominadas romanceros. Los romances son generalmente poemas narrativos de una gran variedad temática, según el gusto popular del momento y de cada lugar. Se interpretan declamando, cantando o intercalando canto y declamación. Hay 2 tipos de romances: los nuevos y los viejos: ROMANCES VIEJOS: Los recopiló Menéndez Pidal, fue de pueblo en pueblo y recogió datos que le daban oralmente, son anónimos, con pocos recursos y los temas que tratan son de héroes de la guerra y muy pocos épicos. ROMANCES NUEVOS O ARTÍSTICOS: son de 8 sílabas, rima asonante, más recursos y temas más variados.

NOVELA PICARESCA: La novela picaresca es un género literario narrativo en prosa, muy característico de la literatura española, si bien trascendió a la europea. Surgió en los años de transición entre el Renacimiento y el Barroco, durante el llamado Siglo de Oro de las letras españolas. CARACTERÍSTICAS: El protagonista es un pícaro, de muy bajo rango social o estamental y descendiente de padres sin honra o abiertamente marginados o delincuentes. Perfilándose como un antihéroe, resulta un contrapunto al ideal caballeresco. Su aspiración es mejorar de condición social, pero para ello recurre a su astucia y a procedimientos ilegítimos como el engaño y la estafa.Vive al margen de los códigos de honra propios de las clases altas de la sociedad de su época y su libertad es su gran bien, pero también posee una frecuente mala conciencia que, por ejemplo en Guzmán de Alfarache, se extiende a lo largo de páginas y más páginas de consideraciones éticas, morales y religiosas.

BARROCO: El barroco es un movimiento artístico y cultural dominante en el siglo XVII, caracterizado por una evolución de las ideas y los aspectos temáticos y formales del Renacimiento. Los poetas barrocos del siglo XVII siguieron mezclando estrofas tradicionales con las nuevas, así cultivaron el terceto, el cuarteto, el soneto y la redondilla. Se sirvieron de copiosas figuras retóricas de todo tipo, buscando una disposición formal recargada. No supone una ruptura con el clasicismo renacentista, sino que se intensifican los recursos estilísticos del arte renacentista, en busca de una complicación ornamental, en busca de la exageración de los recursos dirigidos a los sentidos, hasta llegar a un enquistamiento de lo formal.