Modernismo y Generación del 98 en la literatura española
En España, el Modernismo y la Generación del 98 son dos movimientos artísticos simultáneos que comparten origen; la insatisfacción ante la literatura de la época y la búsqueda de un nuevo lenguaje. Es la respuesta artística al mundo burgués en el que vivían, mostrando su desprecio por la mercantilización del arte. Son dos formas de reaccionar ante la crisis de final de siglo.
El Modernismo es un término general que afecta a todas las artes y que indica una corriente de renovación artística común en el arte occidental a principios del S. XX, se le conoce como “art nouveau” en Francia y como “modern style” en los países anglosajones. El modernismo es una corriente artística que busca el refinamiento en la adornación y la fantasía en las formas. Entre sus antecedentes se encuentran la estética parnasiana y su búsqueda de un arte aséptico de “el arte por el arte”; el decadentismo finisecular, que sitúa al margen de la sociedad y ataca a la burguesía y su moral hipócrita; y el simbolismo, que utiliza el símbolo como mecanismo poético esencial.
El introductor del modernismo en España fue el nicaragüense Rubén Darío. En sus obras “Azul” o “Cantos de vida y esperanza” están presentes las principales características del movimiento: búsqueda de la belleza, desinterés por la dimensión social del arte, simbolismos, musicalidad de versos, léxico muy rico y variado, correspondencia entre los estados de ánimo del poeta y el paso de las estaciones sobre la naturaleza. El modernismo busca un mundo estético basado en la rebeldía ante los valores burgueses, para ello utilizan un lenguaje muy artístico y elaborado.
Se pueden distinguir dos líneas temáticas fundamentales. La primera es escapista y trata de asuntos del pasado o exóticos y ámbitos en los que el poeta se refugia en la busca de la belleza. Es la más representativa e imitada, aunque acaba satirizándose. Por otro lado, la segunda se centra en la expresión de intimidad del poeta y deja ver su malestar en lo que le rodea. El género literario por excelencia durante el modernismo fue la poesía.
La Generación del 98 está conformada por escritores como Unamuno, Azorín, Pío Baroja, que están interesados en la renovación formal del arte que propone el modernismo. Sin embargo, se diferencian de los modernistas porque buscan un lenguaje sencillo y antirretórico; renuevan la lengua con el uso de neologismos, pero prefieren recuperar el léxico tradicional castellano en desuso ante los neologismos que se pueden encontrar en los textos modernistas. El grupo del 98 cultivó la prosa, la novela y el ensayo como género adecuado para expresar sus inquietudes sobre España y el sentido de la vida. Dentro de las obras noventayochistas destacan: En torno al catolicismo, Niebla, San Manuel, y Mártir de Unamuno; La Voluntad de Azorín; La Busca y El árbol de la ciencia de Pío Baroja.
Muchos escritores noventayochistas tuvieron su etapa modernista. Antonio Machado fue uno de los grandes poetas del S. XX, incluyó poemas modernistas en “Soledades” (1903), aunque “Campos de Castilla” (1912 y 1917) se ve enlazada con la Generación del 98. Valle Inclán se preocupaba tanto de la musicalidad de la poesía como de la regeneración nacional. Su esteticismo en “Sonatas” le acerca al Modernismo.
La obra de Juan Ramón Jiménez varió desde el Modernismo (La soledad sonora) hasta llegar a una poesía muy personal, se le suele atribuir al Novecentismo.
El Novecentismo (Generación del 14) y las Vanguardias
Los términos “Generación del 14” o “Novecentismo” hacen referencia a un grupo de escritores que se manifiestan en el periodo comprendido entre el final del Modernismo y la Generación del 98 y la aparición de la Generación del 27. Comprende autores como José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Manuel Azaña, Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró, Ramón Gómez de la Serna y Juan Ramón Jiménez.
Es un grupo europeísta y cosmopolita con una gran formación intelectual. Les unió el deseo común de defender los valores de la inteligencia, la disciplina, el trabajo y el pensamiento. El género por excelencia fue el ensayo, aunque también se utilizaron la novela y la poesía.
El novecentismo busca la belleza a través de la inteligencia y no por medio del sentimentalismo. El arte se centra en ellos mismos y no en crear placer a quien lo consume. Ortega y Gasset define su ideario en el ensayo La deshumanización del arte de 1925, donde expone las teorías estéticas que posteriormente serían las bases de las Vanguardias. Persiguen la perfección formal y desprecian “lo humano”. Su objetivo es un arte de carácter intelectual, que busca la pureza, la riqueza lingüística, el aprovechamiento de la musicalidad y la profundidad.
Los principales escritores de la narrativa del 14 fueron Gabriel Miró, que optó por la novela descriptiva (Figuras de la Pasión); Ramón Pérez de Ayala, que se decantó por la novela “intelectual”, en la que destaca el tratamiento de temas de carácter universal (Tigre Juan) y Ramón Gómez de la Serna, el primer novelista europeo que se incorporó a las Vanguardias, sirvió de puente entre el novecentismo y las vanguardias con su traducción del Manifiesto futurista de Marinetti. Escribía novelas, ensayos y obras teatrales, pero destacó por sus greguerías, que eran piezas breves que mezclaban el humor y las metáforas. En ellas mostraba perspectivas inéditas de la realidad y buscaba la sorpresa acercándose a lo absurdo. Ejm: La castañera asa de los corazones del invierno o Roncar es tomar ruidosamente sopa de sueño.
En cuanto a la poesía, el principal representante fue Juan Ramón Jiménez, con su preocupación por conseguir la obra bien hecha y su esmero por la palabra, tanto en verso como en prosa. Lideró los movimientos de renovación poética. Cuando acabó la Guerra Civil, se fue al exilio porque era republicano. Fue premiado con el Nobel de Literatura, que premiaba “el ejemplo de alta espiritualidad y pureza artística” que había dado este artista. Murió en Puerto Rico dos años después. La obra de Juan Ramón se puede dividir en 3 etapas:
Paralelamente escribió una serie de prosas poéticas entre las que descarta Platero y yo. Esta obra abrió el camino hacia el poema en prosa.
El Novecentismo (Generación del 14) y las Vanguardias
Los términos “Generación del 14” o “Novecentismo” hacen referencia a un grupo de escritores que se manifiestan en el periodo comprendido entre el final del Modernismo y la Generación del 98 y la aparición de la Generación del 27. Comprende autores como José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Manuel Azaña, Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró, Ramón Gómez de la Serna y Juan Ramón Jiménez.
Es un grupo europeísta y cosmopolita con una gran formación intelectual. Les unió el deseo común de defender los valores de la inteligencia, la disciplina, el trabajo y el pensamiento. El género por excelencia fue el ensayo, aunque también se utilizaron la novela y la poesía.
El novecentismo busca la belleza a través de la inteligencia y no por medio del sentimentalismo. El arte se centra en ellos mismos y no en crear placer a quien lo consume. Ortega y Gasset define su ideario en el ensayo La deshumanización del arte de 1925, donde expone las teorías estéticas que posteriormente serían las bases de las Vanguardias. Persiguen la perfección formal y desprecian “lo humano”. Su objetivo es un arte de carácter intelectual, que busca la pureza, la riqueza lingüística, el aprovechamiento de la musicalidad y la profundidad.
Los principales escritores de la narrativa del 14 fueron Gabriel Miró, que optó por la novela descriptiva (Figuras de la Pasión); Ramón Pérez de Ayala, que se decantó por la novela “intelectual”, en la que destaca el tratamiento de temas de carácter universal (Tigre Juan) y Ramón Gómez de la Serna, el primer novelista europeo que se incorporó a las Vanguardias, sirvió de puente entre el novecentismo y las vanguardias con su traducción del Manifiesto futurista de Marinetti. Escribía novelas, ensayos y obras teatrales, pero destacó por sus greguerías, que eran piezas breves que mezclaban el humor y las metáforas. En ellas mostraba perspectivas inéditas de la realidad y buscaba la sorpresa acercándose a lo absurdo. Ejm: La castañera asa de los corazones del invierno o Roncar es tomar ruidosamente sopa de sueño.
En cuanto a la poesía, el principal representante fue Juan Ramón Jiménez, con su preocupación por conseguir la obra bien hecha y su esmero por la palabra, tanto en verso como en prosa. Lideró los movimientos de renovación poética. Cuando acabó la Guerra Civil, se fue al exilio porque era republicano. Fue premiado con el Nobel de Literatura, que premiaba “el ejemplo de alta espiritualidad y pureza artística” que había dado este artista. Murió en Puerto Rico dos años después. La obra de Juan Ramón se puede dividir en 3 etapas:
Paralelamente escribió una serie de prosas poéticas entre las que descarta Platero y yo. Esta obra abrió el camino hacia el poema en prosa.
El Novecentismo (Generación del 14) y las Vanguardias
Los términos “Generación del 14” o “Novecentismo” hacen referencia a un grupo de escritores que se manifiestan en el periodo comprendido entre el final del Modernismo y la Generación del 98 y la aparición de la Generación del 27. Comprende autores como José Ortega y Gasset, Gregorio Marañón, Manuel Azaña, Ramón Pérez de Ayala, Gabriel Miró, Ramón Gómez de la Serna y Juan Ramón Jiménez.
Es un grupo europeísta y cosmopolita con una gran formación intelectual. Les unió el deseo común de defender los valores de la inteligencia, la disciplina, el trabajo y el pensamiento. El género por excelencia fue el ensayo, aunque también se utilizaron la novela y la poesía.
El novecentismo busca la belleza a través de la inteligencia y no por medio del sentimentalismo. El arte se centra en ellos mismos y no en crear placer a quien lo consume. Ortega y Gasset define su ideario en el ensayo La deshumanización del arte de 1925, donde expone las teorías estéticas que posteriormente serian las bases de las Vanguardias. Persiguen la perfección formal y desprecian “lo humano”. Su objetivo es un arte de carácter intelectual, que busca la pureza, la riqueza lingüística, el aprovechamiento de la musicalidad y la profundidad.
Los principales escritores de la narrativa del 14 fueron Gabriel Miró, que opto por la novela descriptica (Figuras de la Pasión); Ramon Pérez de Ayala, que se decantó por la novela “intelectual”, en la que destaca el tratamiento de temas de carácter universal (Tigre Juan) y Ramón Gómez de la Serna, el primer novelista europeo que se incorporó a las Vanguardias, sirvió de puente entre el novecentismo y las vanguardias con su traducción del Manifiesto futurista de Marinetti. Escribía novelas, ensayos y obras teatrales, pero destaco por sus greguerías, que eran piezas breves que mezclaban el humor y las metáforas. En ellas mostraba perspectivas inéditas de la realidad y buscaba la sorpresa acercándose a lo absurdo. Ejm: La castañera asa de los corazones del invierno o Roncar es tomar ruidosamente sopa de sueño.
En cuanto a la poesía, el principal representante fue Juan Ramón Jiménez, con su preocupación por conseguir la obra bien hecha y su esmero por la palabra, tanto en verso como en prosa. Lidero los movimientos de renovación poética. Cuando acabo la Guerra Civil, se fue al exilio porque era republicano. Fue premiado con el Nobel de Literatura, que premiaba “el ejemplo de alta espiritualidad y pureza artística” que había dado este artista. murió en Puerto Rico dos años después. La obra de Juan Ramón se puede dividir en 3 etapas:
Paralelamente escribió una serie de prosas poéticas entre las que descarta Platero y yo. Esta obra abrió el camino hacia el poema en prosa.
Las vanguardias en España
Las vanguardias europeas del periodo de entreguerras (Futurismo, Expresionismo, Cubismo, Dadaísmo, Surrealismo) llegaron a España con su afán de romper con las tradiciones. Tras una primera dase optimista y marcada por la deshumanización del arte, en la que triunfan el Ultraísmo y el Creacionismo (1918-1925), se pasa por una rehumanización marcada por el Surrealismo (1925-1930). Después, con la situación política de España en los años 30, las vanguardias se irán diluyendo. El Ultraísmo y el Creacionismo se manifestarán sobre todo en las tertulias y revistas.
El Ultraísmo pretendía eliminar los sentimientos y la lógica de la poesía y presentar los signos del mundo moderno mediante una yuxtaposición de imágenes sorprendentes, eliminando los signos de puntuación y llegando, en ocasiones, al caligrama. Su principal impulsor fue Guillermo de Torre, autor de Hélices (1923).
El Creacionismo, introducido en España por el poeta chileno Vicente Huidobro (Altazor o Viaje en paracaídas), utiliza procedimientos similares, con la idea de que el poema debe ser “intraducible a la prosa” y debe asociar palabras que nunca antes hayan coincidido. Consagró el verso libre e influyó fuertemente en un poeta del 27, Gerardo Diego. Más tarde se introdujo el Surrealismo, con su idea de hacer aflorar, mediante imágenes irracionales, el mundo del subconsciente. El Surrealismo en España fue menos radical que el francés, y supuso una reacción frente a la poesía pura de Juan Ramón. Influyó en poetas del 27 como Lorca, Alberti, Cernuda y, sobre todo, Aleixandre.
Tema 3: La poesía de la Generación del 27.
La Generación del 27, es llamada así como un homenaje a Góngora que sus componentes celebraron en 1927, es una de las generaciones literarias mas importantes de la literatura española. Aunque no hay unanimidad a la hora de establecer que autores la componen, todos los críticos están de acuerdo en incluir en ella a Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Emilio Prados y Manuel Altoaguirre. Es, sobre todo, una generación de poetas pues, con excepción de Federico García Lorca que cultivó el teatro con gran brillantez, lo mejor de la obra del resto está en su poesía.
A pesar de las características peculiares de cada poeta, ya que en esta época se buscaba la originalidad, se pueden señalar ciertos aspectos comunes que los relacionan.
Desde el punto de vista formal, la Generación del 27 marcó un momento de plenitud en la poesía española y la renovó radicalmente en dos aspectos:
Después de la guerra, la trayectoria de estos poetas es muy diferente.Lorca ha muerto yAlberti, Guillén, Cernuda y Salinas están en el exilio. Allí continúan escribiendo una poesía alejadadel entusiasmo de sus primeras horas. Para Guillén ha llegado la hora deClamor; Salinas espera volver algún día en El confiado; Alberti tiñe demelancolía Baladas y cancionesdel Paraná, y a Cernuda le obsesiona el finalen Con las horas contadas o Desesperación de la quimera.
Dámaso Alonso, que antes de la guerra había cultivado la poesía sólo de manera tangencial, publica en 1944 Hijos de la ira que, junto con Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre, constituyen un punto de inflexión en la poesía de posguerra y tendrán una influencia decisiva en los poetas de las generaciones siguientes.
Miguel Hernández, adscrito a la generación del 36, tuvo mucho contacto con los miembros de la Generación del 27. Tras una primera etapa de influencia gongorina (Perito en lunas), se inclinó hacia una poesía más lírica y realista, con El rayo que no cesa y, más tarde, hacia una poesía social con Viento del pueblo.
Tema 4: El teatro anterior a 1939. Tendencias, autores y obras importantes.
El teatro español tenia poco que ofrecer a la cultura europea de principios del S. XX, se resistía a las tendencias experimentales de la Europa del momento. Algunos autores como Unamuno o o Valle-Inclán se adelantaron a su época, pero el publico no admitió suteatro repleto de innovaciones por lo que sus obras tuvieron escasa trascendencia. Carlos Arniches y Jacinto Benavente son los autores mas destacados del teatro comercial.
El teatro español estaba dominado por dos tendencias, el teatro tradicional y de consumo, y el teatro innovadorde rasgos marginales e influencia relativa en el conjunto del panorama teatral.
Algunos autores de la Gen. 98 hacen los primeros intentos de renovar el teatro comercial. Entre ellos destaca Unamuno, que utilizo el teatro como forma de expresar sus inquietudes existenciales; sus obras se caracterizan por diálogos intensos y escenografía mínima; su teatro es intelectual y filosófico y refleja susobsesiones por el paso del tiempo, la muerte y la búsqueda de la felicidad. Considera el teatro como un método de conocimiento, y hace unos dramas en esqueleto a los que llama drumas. Ejem: El otroo El hermano de Juan.
Joaquín Grau, con El señor de Pigmalión. Azorín que hace un teatro antirrealista, carente de tensión.
Por otro lado, Ramon Gómez de la Serna (precursor de las vanguardias en España) escribió diversas obras teatrales, que en su opinión eran irrepresentables. La mas conocida es Los medios seres
Los dos grandes renovadores esta época son Valle-Inclán y Lorca.
Valle-Inclán empezó a escribir teatro en 1905 y se dedico principalmente a ello durante 20 años. Para él, el teatro es un espectáculo total, utiliza técnicas cinematográficas y experimenta constantemente. Expresa su repulsa ante la sociedad de dos maneras: mediante la evasión artificiosa o con el sarcasmo más mordaz. Su obra supone una revolución del teatro español de la época y es la semilla de nuevos caminos abiertos por el teatro actual. Su obra suele agrupase de la siguiente manera:
Por otro lado, diversos autores como Pedro Salinas o Rafael Alberti intentaron renovar el teatro según las formula vanguardistas, pero hasta la llegada de Federico García Lorca no se encuentra dicho teatro renovador, de calidad y con éxito de público.
En el teatro de Lorca se produce una gran unidad entre teatro y poesía, por eso a cada ciclo poético le corresponde uno teatral.En Mariana Pineda, nos encontramos un teatro de tema histórico tratado poéticamente.
Además de algunas farsas(Amores de don Perlimpín con Belisa en su jardín), el teatro vanguardista de Lorca lo forman Así que pasen cinco años, con personajes sin nombres, como soportes de una idea, era tan compleja que no pudo ser estrenada hasta 1979. Es una meditación sobre el tiempo, la fecundidad de la vida y el presente frente a la infecundidad del sueño y del futuro; El público, obra sin terminar, así como la ultima descubierta, Comedia sin título.
Las tragedias rurales forman la última etapa del teatro de Lorca, son obras en las que el sentido social, el ansia de libertad, de justicia y de realización personal que chocan con el rígidocódigo de honor impuesto a las mujeres. La llamada por él mismoTrilogíadramática de la vida española, esta compuesta por Bodas de sangre, tragedia colectiva; Yerma, tragedia individual y La Casa de BernardaAlba, de 1936 y su obra maestra. Es un drama de mujeres en los pueblos de España, mundo de silencio, de espacios cerrados, rigidez moral y murmuraciones de aldea, en el que el instinto de poder tan ciego como el instinto sexual, suplanta la realidad y la reprime.
Todos estos cambios llevaron de la mano un creciente interés por la escenografía. Los teóricos insistían en la necesidad de armonía de los componentes escénicos, con especial relevancia de la iluminación para crear situaciones y ambiente, y concentrar la atención en la acción. En los debates de la crítica especializada destacan sobre todo la figura del director de escena.
Tema 5: la novela española de 1939 a 1974.
Al terminar la guerra civil, la novela española refleja un panorama desolador a causa de la escasez económica, la desaparición por muerte de exilio de sus principales.
En el exilio van a seguir desarrollando su obra novelistas como Ramón J. Sander, autor de “Réquiem por un campesino español”. Aunque también surgirán nuevos narradores como Arturo Barea (trilogía La forja de un rebelde). La evolución del género va a pasar por etapas:
Tema 6: El teatro de 1939 hasta la actualidad. Tendencias, autores y obras principales.
El movimiento de renovación teatral, impulsado en los años 20s y 30s por autores como Valle-Inclán o Lorca encontró un marco idóneo para su evolución y proyección. Sin embargo, se vio truncado por la Guerra Civil y una serie de condicionamientos ideológicos como la censura. Este hizo inviable un teatro abierto y renovador. Se distingues los siguientes periodos:
El teatro de los años 40: dramaturgos en el exilio.
Max Aub: evoluciona de un teatro vanguardista a un teatro testimonial, reflejando la dura realidad europea de posguerra. De este autor tenemos obras como De un tiempo a esta partey A la deriva.
Alejandro Casona: desarrolló un teatro poético y simbólicoque mezcla la realidad y fantasía, tenemos otras como Prohibido suicidarse en Primavera o La dama de alba.
El teatro de los años 50.
El teatro realista y social refleja el malestar vital de personajes humildes, es un teatro inconformista y existencial. Se inicia con Historia de una escalera de Antonio Bueno Vallejo. Se caracteriza por la verosimilitud y un lenguaje sencillo. Otro autor importante es Alfonso Sastre con su obra La muralla.
El teatro de los años 60.
Desarrolla un teatro realista de protesta y denuncia, a veces con rasgos expresionistas y esperpénticos. Destacan José María Rodríguez Méndez con su obra Los inocentes de Moncloa y Laura Olmo con su obra La camisa.
Al margen de la comedia burguesa, Buero Vallejo sigue desarrollando tragedias, reflejando la libertad del personaje y se incorporan efectos de inmersión, de los cuales el público experimenta las mismas sensaciones que los personajes. Destaca El tragaluz.
El teatro de los años 70.
Es un teatro más experimental, Buero Vallejo acentúa los efectos de la inmersión en obras como La fundación. Además, surgen el llamado “teatro soterrado” que mezcla influencias de grandes corrientes del S. XX, como el teatro épico y político de Brecht y el teatro absurdo de los años cincuenta. Sus temas son la falta de libertad, la injusticia y el consumismo. En cuánto a las técnicas, incorpora elementosmusicales, de danza, etc. Suele presentar personajes deshumanizados y esquemáticos y las situaciones y el lenguaje son alegóricos o simbólicos, a veces grotescos. Entre sus autores destacan José Ruibal y Francisco Nieva.
En estos años surgen los grupos de teatro independiente. Sus obras dan más importancia al espectáculo que al texto, introducen elementos sonoros, incorporan elementos de otros espectáculos y subgéneros teatrales y tratan de romper la separación entre escenario y sala. Llevan a cabo una síntesis de los experimental y lo popular. Hay que citar a dos autores muy peculiares: Antonio Arrabal, que se vincula al teatro absurdo y Antonio Gala, que desarrolla un realismo poético en su obra Anillos para una dama.
A partir de 1975, con el fin de la dictadura y durante los 80s.
El panorama teatral experimentó una serie de cambios. El apoyo estatal, la descentralización de la oferta teatral, la creación de revistas, premios y festivales que dan a conocer nuevos escritores y adaptaciones de clásicos o de otros géneros. Hay numerosos dramaturgos importantes entre los que destacan José Luis Alonso Santos y Paloma Pedrero.Estos autores pertenecen a la generación del desencanto. Desarrollan un teatro cotidiano y de lo subjetivo de modo que el espectador se identifique con el protagonista. Los temas son las drogas, la violencia y la búsqueda de la identidad y el mundo de los jóvenes.
Los diálogos son cortos, se emplea un lenguaje coloquial. La comicidad se manifiesta en la ironía o humor negro. Las principales tendencias son el drama históricoLas bicicletas son para el verano de Fernando Fernán Gómez, el realismocostumbrista y el metateatro.
La promoción de los 90s hasta la actualidad.
En las últimas décadas han surgido nuevas voces y tendencias. Los dramaturgos jóvenes vuelven al eclecticismo y utilizan materiales de otras artes. Todo ellos tocan temas como lo marginal, el racismo, y la visión negativa de la sociedad que nos rodea.
Suelen preferir a los personajes abstractos y el distanciamiento a través de la ironía o el escepticismo. Los autores más destacados son Juan Mayorga y Alberto Conejero, siendo Conejero el más actual.
Juan Mayorga es el autor más representativo de la generación, crea un teatro onírico. Entre sus obras destacan Más ceniza y Cartas de amor a Stalin. Este escritor, el primer académico de esta generación, hoy en día es el más famoso de los dramaturgos españoles.
Alberto Conejero es representante de una nueva generación de autores teatrales y ha recibido numerosos premios literarios con obras como La piedra oscura y La geometría del trigo. La esencia de su obra es la no separación entre poesía y teatro.
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