Objetivo de la Narrativa Renacentista

La narrativa renacentista buscaba “deleitar para instruir”. Para lograr este objetivo, se adaptaron los modelos narrativos de la Antigüedad clásica.

Modelos Narrativos de la Antigüedad

Novela Griega de Aventuras

Estas novelas incluían relatos verosímiles e instructivos. Presentaban dos recursos narrativos innovadores:

• Inicio in medias res: la narración comienza en medio de la acción.
• Interpolación de historias: se intercalan relatos secundarios en la trama principal, rompiendo el orden cronológico.

Trama típica: Un joven y una joven, generalmente de origen desconocido, se enamoran. Numerosos obstáculos, como separaciones y reencuentros, retrasan su unión. La acción se desarrolla en diversos escenarios, incluyendo tierra, mar y países lejanos.

Novela Griega Pastoril

Estas novelas se caracterizan por su tono lírico y se ambientan en un espacio bucólico y pastoril. Un ejemplo destacado es Dafnis y Cloe, de Longo. Los enamorados permanecen separados por poco tiempo y la acción se limita a un área geográfica reducida, como la campiña de la isla de Lesbos.

Novela Costumbrista de Aventuras

El asno de oro, de Apuleyo, es un ejemplo clásico de este género. La trama sigue el viaje del héroe, que experimenta una metamorfosis que simboliza su evolución personal. La narración no es lineal y presenta saltos temporales.

Formas Narrativas Renacentistas de Influencia Grecolatina

Novela Bizantina o de Aventuras

Las aventuras se desarrollaban en lugares exóticos, como países lejanos, islas y mares. Estas novelas gozaron de gran popularidad debido al interés por los viajes marítimos y los descubrimientos geográficos.

Historia: La novela bizantina se estructura en torno a un viaje. Durante este, los protagonistas enfrentan diversos obstáculos:

• Piratas: árabes o turcos que pueden causar la muerte o la esclavitud.
• Tormentas: que desencadenan naufragios.
• Islas: que representan aislamiento en un mundo desconocido.
• Cautiverio: que suele terminar con la huida de los amantes.

En España, el héroe de la novela bizantina es joven y casto, y su objetivo principal es el amor. Estas novelas acentuaron los rasgos morales y didácticos, alejándose del modelo griego. También incorporaron los recursos griegos de in medias res e interpolación de historias.

Ejemplos en España:

• El peregrino en su patria (Lope de Vega)
• Los trabajos de Persiles y Segismunda (Miguel de Cervantes)

Novela Pastoril

La principal fuente de inspiración para la novela pastoril fue La Arcadia, del italiano Sannazzaro. También influyeron las églogas dramáticas de Juan del Encina y las églogas líricas de Garcilaso de la Vega. Este género combina el ambiente bucólico con el cortesano.

Historia: El hilo conductor es un viaje en el que los personajes buscan la felicidad. Se presentan dos tipos de acciones:

• Presente: acciones lentas.
• Pasado: relatos de pastores.

Los pastores son idealizados y se comportan como cortesanos. Al igual que en la novela bizantina, se caracterizan por su castidad. Los personajes femeninos adquieren mayor protagonismo. El espacio es bucólico y arcádico, con elementos del locus amoenus: árboles, fuentes, valles, prados, arroyos, ovejas, etc.

Discurso: Coincide con la novela de aventuras en el uso de in medias res y las historias intercaladas. El diálogo es fundamental y la voz del narrador se ve restringida. El diálogo se interrumpe con cartas, que a veces funcionan como nudos del relato.

Ejemplos en España:

• La Galatea (Cervantes)
• La Arcadia (Lope de Vega)

Otros Modelos Narrativos

Novela Celestinesca

Estos textos siguen el modelo de La Tragicomedia de Calisto y Melibea. Narran historias de amor con la intervención del criado del enamorado y una alcahueta, con un marcado carácter erótico.

Novela Sentimental

Destacan Cárcel de amor, de Diego de San Pedro, y las obras de Juan de Flores, ambas de finales del siglo XV. Posteriormente, se desarrollaron nuevos títulos que abordaban el tema de la pasión desdichada, incluyendo sucesos históricos y relatos epistolares (1510-1560).

Novela de Caballerías

Este género tuvo un desarrollo notable. Se escribieron continuaciones del Amadís de Gaula, los “Amadises”, y de su serie rival, los “Palmerines”, iniciada con Palmerín de Olivia. Al caballero enamorado y heroico se sumaron el caballero cristiano en lucha contra los infieles y el caballero aventurero. Estas novelas se caracterizan por su imaginación deslumbrante, buscando sorprender al lector.

Novela Morisca

Evoca la vida en la frontera entre Castilla y el último reino musulmán, con una toponimia real. La obra más célebre de este género es Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa. Los personajes masculinos presentan rasgos caballerescos como el valor y la generosidad. Se propone la idea de una posible convivencia entre musulmanes y cristianos.

Primeras novelas de caballerías castellanas:

• El caballero Zifar (siglo XIV)
• Amadís de Gaula (siglo XIV)

Lazarillo de Tormes

Las primeras ediciones conservadas datan de 1554, aunque se cree que provienen de ediciones anteriores perdidas. Es una obra anónima. Entre los posibles autores se encuentran Juan de Ortega y Alfonso de Valdés.

Fuentes

El Lazarillo se ha relacionado con las siguientes obras:

• El asno de oro: El Lazarillo responde a la estructura de la novela costumbrista de aventuras, representada por la obra de Apuleyo. Esta influye en la organización del relato y en la caracterización del protagonista, un mozo con muchos amos.
• Proceso de cartas de amores: El Lazarillo adopta el modelo epistolar, popularizado por el humanismo.
• Cuentos folclóricos: Se considera imprudente privilegiar en exceso las fuentes orales y no tener en cuenta los textos escritos.
• Cuarto libro del esforzado caballero Reinaldos de Montalbán: subyace el modelo de Apuleyo.

Características de la Novela Picaresca

• Abandono del medio familiar y servicio a varios amos.
• Relato pseudoautobiográfico de un personaje de orígenes humildes.
• Carácter picaresco del protagonista y afán de ascenso social.
• Explicación de un estado final de deshonor, aceptado o superado, a partir del pasado del protagonista.