ORIGEN Y DESARROLLO DE LA LENGUA ESPAÑOLA.
El castellano es la lengua ROMánica procedente del latín vulgar extendido en la península Ibérica durante la romanización. Con la caída del Imperio, la llegada de los visigodos (S. VI) y de los árabes (a. 711), el latín hispano fue evolucionando hasta dar lugar en el Siglo X a los dialectos ROMánicos peninsulares del latín:
gallego, asturleonés, castellano, navarro-Aragónés, el catalán y el mozárabe. El castellano surgíó en Cantabria, con la expansión de Castilla se fue extendiendo en abanico hacia el sur y en el Siglo XIII se impuso como modelo lingüístico. En la historia del español podemos marcar tres grandes periodos:
Gestación u origen (S.VI-X), Formación o desarrollo (S. X- XVIII) y español actual (S. XVIII-XXI].
I. El periodo de GESTACIÓN va desde la caída del Imperio Romano (S.V)
hasta la aparición del primer documento escrito (S.X, Glosas Silenses y Emilianenses). En ella intervienen tres factores: a)
El sustrato prerromano, o restos de las lenguas anteriores al latín que se incorporaron a éste, por Ej. Palabras iberas (vega, barro, arroyo…), celtas (abedul, braga, álamo), griegas, fenicias o vascas. B)
El superestrato, es decir el latín vulgar quetras una etapa de bilingüismo se impuso como lengua madre. C)
El adstrato, o rasgos de lenguas venidas posteriormente que no llegaron a imponerse pero que influyeron en ella; los más importantes son los germanismos, tomados de los visigodos (adrede, agasajar, brotar, escarnecer, escatimar, espía, espuela, esquila, estaca, aspa, galardón ,ganar, ganso, guerra, guiar, rico, ropa, sala, yelmo, parra, tapa...), y los arabismos (el sufijo -i, frases, refranes…Y más de 4000 términos referidos a todas las ramas del saber: aceituna, aduana, albornoz, alcalde, alférez, alfombra, algodón, alguacil, alhaja, almacén, almohada, arroz, azafrán, azúcar, jarra, sandía, sandía, talco, tarima, taza….Todos estos términos provenientes del sustrato, superestrato y adstrato son nuestras palabras patrimoniales.
II.En el S.X comienza la Lengua castellana, pues la nueva habla posee diferenciación (ya no entienden el latín), homogenización (tenían consciencia de hablar romance) y empieza a ser vehículo de cultura, según demuestran las Glosas. Comienza entonces el PERIODO DE DESARROLLO Y EVOLUCIÓN (S. X -S.XVIII). En el que pueden diferenciarse a su vez tres etapas:
A) el español medieval (S.XI-XV), en el que se diferencian dos periodos, en el primero se introducen numerosos galicismos traídos por inmigrantes francos (doncella, salvaje, linaje), se pierde la f- inicial latina y hay mucha vacilación lingüística (mejor-mijor), es una lengua muy innovadora; en el segundo (hasta la 1ª Gramática, la de Lebrija) aparecieron los primeros textos de los distintos géneros en romance – Poema de Mío Cid, Auto de los Reyes Magos,… -, se desarrolló el verso con el Mester de Clerecía, el de Juglaría, cancioneros y romances y la prosa, con D. Juan Manuel, además Alfonso X, el sabio contribuyó a la homogenización lingüística, a la fijación de la ortografía, hizo del castellano la lengua oficial y fundó la Escuela de traductores de Toledo. En los siglos XIV y XV, se incorporan muchos cultismos, galicismos (dama, galán) e italianismos (piloto, belleza, soneto, novela); además la Gramática de Lebrija contribuyó a la uniformidad de la lengua; en este periodo la norma imperante era el habla de Toledo
.
B) El español clásico (S. XVI-XVII) se vio favorecido por la unificación y la política de expansión de los Austrias, que la convirtió en lengua de la administración y le dio prestigio; por el Humanismo, que introdujo numerosos neologismos, cultismos e italianismos, por la colonización de América, que aportó muchos americanismos (patata, cacao, chocolate, maíz, tiburón...), y por la obra de autores como Garcilaso, Cervantes y Góngora. En este periodola norma fue la de Madrid y el rasgo fundamental fue la estabilización de los fonemas:
Palatalización de los grupos CL-, PL-, FL- (> ll ; pluviam> lluvia); la sonorización de las oclusivas sordas intervocálicas (p, t, k > b,d,g; Ej. Lupus> lobo), la desaparición de algunos fonemas medievales, como ç o /v/, y el cierre de /-u/ final en /o/.
C) El español moderno (S. XVIII) termina la normativización del castellano, gracias a la creación de la RAE (1713, Fernández Pacheco) para depurar y conservar el idioma, preservando su unidad y dictando normas para su correcto uso.
La Academia pretende terminar con las vacilaciones y exageraciones lingüísticas, frenar la entrada de extranjerismos innecesarios, sobre todo de galicismos, y además editó el Diccionario de Autoridades, el usual, la Ortografía, una Gramática y reformó la ortografía hasta quedar un castellano muy parecido al actual.
III. El ESPAÑOL ACTUAL abarca los siglos XIX-XXI. Su rasgo más importante es el enriquecimiento del léxico, debido ala gran cantidad de descubrimientos; al desarrollo del periodismo, el ensayo; la novela histórica (incorporó muchos arcaísmos), la realista (coloquialismos) y del Modernismo (aportó muchos neologismos y cultismos). Actualmente destacan la invasión de anglicismos, el sincretismo, el yeísmo, la pérdida de /-d-/ intervocálica y del pretérito anterior y futuros de subjuntivo, además del abundante uso de preposiciones.
LAS LENGUAS DE ESPAÑA. EL BILINGÜÍSMO
El artículo 3 de la Constitución española reconoce la realidad plurilingüe de España. El castellano es la lengua oficial en todo el Estado, y son co oficiales en sus respectivas comunidades el gallego, el catalán y el vasco.
El gallego es una lengua ROMánica de base ligur y celta. Surgíó en el noroeste de la península y durante la Reconquista se propagó al norte de Portugal. Actualmente cuenta con más de tres millones de hablantes y se extiende por Galicia y las zonas limítrofes. Es una lengua conservadora, cuyas carácterísticas son: la conservación de 7 vocales, de -e final (bondade) y de f- inicial (facere, cast. Hacer); la pérdida de -l-, -n- intervocálicas (lúa, luna); la distinta evolución de grupos como cl- (chorar en cast. Llorar), -ct- (noctem>noite, cast. Noche) o -ult auscultare> escoitar, no escuchar]. Además sus artículos son a, o, as, os y utiliza mucho el diminutivo -iño. Tiene tres dialectos:
El occidental, el central (más extendido) y el oriental.
El catalán, también ROMánica, es una lengua puente con influencias del francés y del castellano. Surgíó en Cataluña y en el S. XIII se había extendido ya por Valencia y Baleares. Actualmente cuenta con unos 8 millones de hablantes y es lengua oficial en Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana, Alguer (Cerdeña), el Rosellón (Francia) y Andorra. Entre sus rasgos destacan la conservación de 8 vocales, de f- inicial latina y de los grupos pl-, cl-, fl- (flama, llama); la pérdida de las vocales finales átonas e, o ( fill,hijo), y la evolución de l- inicial y en grupos a /ll/ (muller, mujer). Posee dos variedades dialectales:
El catalán oriental, formado por los dialectos: rosellonés, gerundense, barcelonés, alguerés y balear; y el occidental, que comprende el andorrano, leridano, tarraconense y el valenciano. Este último es con el balear el más importante y, si bien sus hablantes pretenden que sea considerado como lengua formada paralelamente al catalán (lengua bicéfala), aún se le considera dialecto.
El vascuence o euskera es una lengua protorrománica de origen desconocido (se la relaciona con las lenguas caucásicas o bereberes). Cuenta con unos 700.000 hablantes y se extiende por el País Vasco, el norte de Navarra y en zonas fronterizas de Francia. Su sistema vocálico y consonántico son muy parecidos al del castellano, pero la conjugación verbal y el orden de palabras son muy diferentes; además en su léxico abundan los préstamos.
El castellano ha tomado del vascuence
La existencia de sólo cinco vocales, la pérdida del fonema /v/, la pérdida de f- inicial latina y la presencia de /a/ delante del complemento directo de persona. Los Dialectos del vasco son, en España, el vizcaíno, el guipuzcoano y el navarro; en Francia, el labortano y el suletino. La Real Academia Vasca, fundada en 1919, crea el batúa, un código común basado en los dialectos centrales y aceptados por la sociedad vasca como la variedad de mayor prestigio dentro de su lengua.
El desarrollo de estas tres lenguas ha dependido siempre de la situación política, del mayor o menor centralismo. En la Edad Media, tuvieron un buen cultivo literario (cantigas gallega, la poesía trovadoresca catalana y los bertsolaris vascos); en los siglos XVI al XVIII, el centralismo de los Austrias las relegó al uso oral (diglosia)
; con el Romanticismo (XIX), se desarrollaron de nuevo (Rexurdimento del gallego y la Renaixença del catalán), y en el Siglo XX, aunque decayeron durante el Franquismo, desde 1975 aumentan su apogeo, con tendencia a superar al español en sus respectivas comunidades.
El bilingüismo es la coexistenciaen un territorio de dos lenguas consideradas de la misma categoría, ambas son vehículo de cultura con la misma consideración. Es contrario al monolingüismo (una sola lengua) y al federalismo (cada regíón posee sólo su lengua). En España hay Autonomías lingüísticas: una lengua oficial (el castellano) y otra co oficial en las comunidades que la poseen, las cuales pueden desarrollar sus propias políticas lingüísticas; es un bilingüismo social.
La diglosia, en cambio, es la coexistencia de dos lenguas en desigual consideración; una es la lengua de cultura, la utilizada por los grupos del poder, la enseñanza, los medios de comunicación, la Administración…, y la otra es una lengua marginada (del ámbito familiar o de los grupos de menos poder y cultura). Es la situación de las lenguas autonómicas españolas durante los siglos XVI al XVIII y la Dictadura.
Los fenómenos frecuentes en el bilingüismo son la alternancia de códigos o uso de palabras o frases de una lengua cuando se habla en la otra; las interferencias o transferencia de elementos lingüísticos de una lengua a la otra, y el nacimiento de una lengua nueva formada con elementos de las existentes, como el pidgin (lengua creada para la comunicación de grupos que poseen sus propias lenguas) y el criollo (pidgin que evoluciona, se enriquece y pasa a ser lengua principal de una comunidad).
Las interferencias son habituales en zonas en que el contacto social, cultural y político ha sido prolongado, como ocurre en las comunidades bilingües de España. En ellas son frecuentes las interferencias fonéticas (de sonidos, acentuación y entonación), morfosintácticas (en el orden, uso de preposiciones…), léxico-semánticas (son muchos los préstamos del castellano a esas lenguas) y ortográficas (Ej., catalanes que escriben la conjunción y con i latina).