La literatura española del siglo XX se caracteriza por su complejidad y variedad. A lo largo de este periodo, numerosos escritores extremeños han contribuido al panorama literario. Este documento se centra en aquellos que han dejado una huella más relevante, siguiendo la estructura propuesta por Miguel Ángel Lamas y Luís Sáez en su libro Literatura en Extremadura en el S.XX.
1. De la Crisis del 98 a la Guerra Civil
En los albores del siglo XX, la literatura extremeña está dominada por autores regionalistas, herederos del realismo del siglo XIX. Estos escritores, con José María Gabriel y Galán como referente, retratan una visión idealizada de la vida rural, amenazada por el progreso social.
Dentro de esta corriente, destaca Luis Chamizo con su obra El Miajón de los Castúos, escrita en castúo. En prosa, sobresale Antonio Reyes Huertas, cuyas novelas, como La Sangre de la Raza, presentan una imagen conservadora de Extremadura.
Más cercano al Regeneracionismo y la Generación del 98 se encuentra Felipe Trigo, quien denuncia la situación social de la época en obras como El Médico Rural y Jarrapellejos. También es importante la labor de Enrique Díaz Canedo en la difusión de las corrientes literarias europeas contemporáneas en España. Finalmente, cabe mencionar al poeta Eugenio Frutos, vinculado a la Generación del 27.
2. La Evolución Literaria Durante la Dictadura
La Guerra Civil y la dictadura franquista provocan un cambio estético y literario profundo, llevando al exilio a autores como Díaz Canedo y Arturo Barea. En este contexto, Pedro de Lorenzo escribe La Quinta Soledad, novela censurada y marcada por una prosa de ideas.
En poesía, Jesús Delgado Valhondo, Manuel Pacheco y Luis Álvarez Lencero conforman la “trinidad poética” de los años 50 y 60 en Extremadura. Fuera de la región, desarrollan su obra dos grandes poetas: José María Valverde y Félix Grande.
El realismo social atrae a la mayoría de los novelistas extremeños, entre los que destacan José José Poblador, Víctor Chamorro y Cándido Sanz Vera. En los últimos años de la dictadura, Manuel Martínez Mediero se consolida como una figura esencial del teatro español contemporáneo.
3. La Literatura Desde la Democracia
A partir de los años 70, Extremadura experimenta una serie de cambios que propician el desarrollo literario. La iniciativa editorial y la aparición de antologías contribuyen a la proliferación de autores y corrientes estéticas.
En poesía, destacan nombres como Jaime Álvarez Buiza, José Antonio Zambrano, Pureza Canelo y Bernardo Víctor Carande, entre otros. Esta generación evoluciona desde un carácter reivindicativo hacia una poesía más pura e intimista.
En novela, José Antonio Gabriel y Galán, con La Memoria Cautiva, introduce una visión crítica sobre la condición humana y una especial preocupación formal. Esta estética también se aprecia en la obra de Jesús Alviz, He Amado a Wagner.
En teatro, Miguel Murillo, junto con Manuel Martínez Mediero, representa la tensión entre la crítica social y la realidad en obras como El Reclinatorio y Las Maestras, con componentes poéticos en Perfume de Mimosas.
4. Las Últimas Generaciones
En este periodo surgen nuevos nombres que enriquecen el panorama literario extremeño. En prosa, destaca Luis Landero, quien con Juegos de la Edad Tardía marca nuevos caminos para la novela extremeña. A él se unen Dulce Chacón, Javier Cercas y Jesús Sánchez Adalid con El Mozárabe.
En poesía, Álvaro Valverde, con Las Aguas Detenidas, se erige como uno de los principales referentes. Su obra se integra en el panorama nacional, con rasgos como la vuelta a la tradición métrica, el coloquialismo y la conciencia del libro como “poema mayor”. Otros poetas destacados son Ángel Campos Pámpano, Ada Salas y Luciano Feria, con su obra El Instante en la Orilla.
En teatro, además de Manuel Martínez Mediero y Miguel Murillo, se incorpora Jorge Márquez, quien explora el camino de las fábulas.
5. La Crítica Literaria
Finalmente, es importante mencionar la labor de tres figuras clave en el campo de la crítica literaria: Enrique Díaz Canedo, de carácter cosmopolita, José López Prudencio y Antonio Rodríguez Moñino, quienes contribuyeron significativamente al estudio y difusión de la literatura extremeña.
En resumen, la literatura extremeña del siglo XX ofrece un panorama rico y diverso, con autores que han sabido reflejar la evolución social, política y cultural de la región, dejando una huella significativa en el panorama literario español.