Poesía del S XVI:
Renacimiento: movimiento cultural que se desarrolló en toda Europa en el siglo XVI, supuso un gran cambio con respecto a la mentalidad medieval, al sustituir la visión teocéntrica anterior por una nueva concepción en la que el ser humano es el centro de la reflexión intelectual y artística.
1.1 El humanismo:
Las nuevas ideas renacentistas tienen su origen en el humanismo, una corriente de pensamiento nacida en Italia e impulsada por autores como: Erasmo de Roterdam, Luis Vives o Tomás Moro. El humanismo se caracterizó por los siguientes rasgos:
Antropocentrismo: el ser humano pasa a considerarse centro de estudio de las ciencias y artes.
Racionalismo: la razón es el instrumento básico para encontrar la verdad.
Pasión por la cultura grecolatina: los autores y las obras de la cultura clásica se consideran modelos dignos de imitación.
1.2 La nueva estética renacentista:
Las características de la nueva estética renacentista:
Equilibrio y armonía: el ideal renacentista se basa en el concepto de término medio de Aristóteles, quien afirmaba que en él se halla la virtud.
Idealización de la naturaleza:el mundo natural se ve como un espacio idílico (locus amoenus), en el que se comparten las pasiones y emociones humanas.
Revisión de mitos, leyendas e historias de la literatura grecolatina: la mitología se convierte en una fuente inagotable para las artes y la literatura.
Neoplatonismo: se vuelve a las ideas platónicas, en especial en el campo amoroso, con la concepción del amor espiritual hacia la dama como camino que conduce a la perfección.
La poesía renacentista:
2.1 Etapas de la poesía renacentista:
Primera mitad del siglo: la llegada del Petrarquismo: se difunde el modelo de la poesía petrarquista, que convivirá en este periodo con la poesía cancioneril anterior.
Segunda mitad del siglo: La poesía de tema religioso: La influencia de la Contrarreforma en el reinado de Felipe II favoreció al auge de la lírica religiosa que cultivaron grandes poetas como San Juan de la Cruz o Fray Luis de León. En esta etapa se siguió practicando la poesía amorosa de tipo petrarquista, aunque cada vez más alejada de la armonía y el equilibrio anteriores. Esa estética más recargada y ornamental recibe el nombre de Manierismo.
2.2 La poesía petrarquista española:
La difusión del cancionero de Petrarca (extenso poemario cuyo centro es la figura de Laura, la amada del autor) tuvo gran influencia en el desarrollo de la lírica europea.
Juan Boscán y Garcilaso de la Vega fueron los primeros autores españoles en adaptar con éxito las nuevas formas y temas de la poesía petrarquista. La adopción de la nueva poesía no estuvo exenta de polémica
La nueva métrica:
Las innovaciones métricas de la
poesía petrarquista son fundamentalmente éstas:Se importen los endecasílabos y actas sílabos.
Se adoptan nuevas estrofas:
La estancia: combinación variable de Heptasílabos y Endecasílabos.
Los tercetos encadenados: 11A 11B 11A 11B 11C 11B 11C 11D 11C…
La Lira: 7a 11B 7a 7b 11B
La octava real: 11A 11B 11A 11B 11A 11B 11C 11C
Aparecen nuevos poemas estróficos, como la canción compuesta por estancias o sobre todo el soneto.
Los temas y el estilo:
El gran tema de la poesía petrarquista es el amor tratado, casi siempre con un enfoque neoplatónico.
La belleza de la amada se ajusta a un ser de tópicos (cabello Rubio, ojos claros, piel blanca…)
La amada se considera un ser perfecto e inalcanzable que, aunque puede ser desdeñosa, no manifiesta la crueldad propia de la dama del amor Cortés medieval.
El caballero se aproxima a través del amor a la verdad y belleza universales.
El sentimiento amoroso es omnipotente y se expresa en consonancia con una naturaleza idealizada (locus amoenus) y por medio de referencias mitológicas.
El tema amoroso está con frecuencia vinculado a tópicos como el paso del tiempo (tempusfugit) y la necesidad de aprovechar el presente (carpe diem).
En cuanto al lenguaje, esta poesía es un buen ejemplo del estilo renacentista:
Los poetas emplean un lenguaje claro y diáfano que evita los continuos juegos de palabras propios de la poesía cancioneril anterior.
Se combinan el dinamismo y el dramatismo con la búsqueda de armonía y equilibrio. Se esquivan la expresión afectada y los. Extremismos, tanto en la manifestación de la pasión como en la del dolor.
Garcilaso de la Vega:
La obra poética de Garcilaso de la Vega, publicada por primera vez en 1543, es el máximo exponente de la lírica renacentista española.
En su juventud practicó los metros y poemas típicamente castellanos (Octosílabos, Villancicos) Garcilaso, se dedicó pronto al cultivo de las formas de italianas. En su producción literaria encontramos 40 sonetos, 5 canciones, dos Elegías, una epístola y 3 églogas. El gran eje temático es el amor, entendido en su sentido más amplio: el amor a la mujer, a la naturaleza, a los amigos…
3.1 Los sonetos y las canciones:
En ese grupo de poemas se puede establecer una clara línea divisoria:
Sonetos y canciones anteriores a 1533 (año de la muerte de su amada, Isabel Freyre) En los que el poeta expresa la imposibilidad de su amor. En estas composiciones se percibe aún la influencia de la poesía de los Cancioneros castellanos del siglo XV.
Cuentos y canciones posteriores a 1533, en los que el yo poético manifiesta su dolor ante la pérdida de la mujer amada. La influencia de la poesía de Petrarca se ha consolidado ya y el estilo es más suave y melancólico.
En sus sonetos, Garcilaso trata además tópicos clásicos como el carpe diem e incluye escenas mitológicas en las que expresa, a través de personajes e historias la literatura grecolatina, sentimientos universales.
En cuanto al estilo, los sonetos y canciones de Garcilaso se fueron despojando del efectismo y del tono declamatorio de la poesía anterior, optando por una expresión mucho más íntima y natural.
3.2 Las églogas:
Garcilaso compone 3 églogas, es decir, 3 poemas de signo amoroso ambientados en una naturaleza bucólica y cuyos protagonistas son fundamentalmente pastores idealizados. Las églogas I y III son sin duda las más logradas.
Égloga I
| Égloga III
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La poesía de la segunda mitad del siglo XVI:
En este periodo convivieron dos líneas poéticas diferentes en su contenido, pero similares en la forma: la lírica amorosa y la lírica religiosa. Por otra parte, los nuevos descubrimientos geográficos dieron pie a la escritura de poemas épicos como la araucana de Alonso de Ercilla, extensa composición en la que se narra la conquista de Chile.
4.1 La poesía amorosa después de Garcilaso:
La obra de Garcilaso de la Vega influyó decisivamente en los poetas que le sucedieron. La lírica posterior asumió sus temas y hallazgos formales, de modo que el soneto y la canción se convirtieron en dos de los cauces de expresión más habituales entre los poetas castellanos.
Tradicionalmente se suelen distinguir dos grandes escuelas en la segunda mitad del siglo XVI:
La escuela Sevillana: cuyo máximo representante es Fernando de Herrera, se caracteriza por un estilo ornamental y complejo próximo al Manierismo.
La escuela Salmantina persigue a una expresión más austera y clara. Su mejor exponente es Fray Luis de León.
Francisco de la Torre:
La biografía de este autor de la escuela Salmantina es un completo misterio, hasta el punto de que hay quien ha llegado a poner en duda su existencia. Entre sus poemas destacan los dedicados al tema de la noche. En ellos, el autor concibe la noche como ámbito acogedor de sus emociones y quejas en una renovación muy personal del tópico del locus amoenus.
Fernando de Herrera. Poeta de gran reputación entre sus coetáneos, Herrera fue además un destacado humanista y un extraordinario estudioso de poesía de Garcilaso.
La poesía de Herrera es el centro de la llamada escuela Sevillana. Su obra de claro corte petrarquista destaca por la capacidad de sugerir sensaciones intensas a partir de elementos como la luz o el color. No es casual que muchos de sus poemas esté presente el nombre de luz y un símbolo que, a partir de la imaginería petrarquista, adquiere matices y significados propios.
El estilo de Herrera, inspirado sobre todo en los sonetos y canciones de la etapa juvenil de Garcilaso, constituye un puente entre la poesía de la primera mitad del siglo. Y la posterior, ya que en su creciente oscuridad formal se anuncian algunos rasgos de la poesía barroca y en especial de la lírica de Góngora.
Francisco de Aldana. Es autor de una obra poética claramente neoplatónica. En muchos de sus poemas se pone en cuestión la dualidad de cuerpo y alma y se postula que solo el amor espiritual en el que las almas se funden puede ser un amor real.
4.2 La lírica religiosa:
En la poesía de tema religioso se puede distinguir dos grandes tendencias, la poesía ascética y la poesía mística, ambas en cierto modo complementarias, pues mientras que la estética se ocupa de cuestiones Morales y filosóficas, con el fin de conducir al ser humano hacia Dios, la mística expresa el Gozo que supone ese encuentro.
4.3 Fray Luis de León y la Ascética:
En la poesía de Fray Luis destacan las odas caracterizadas por estos rasgos:
La preferencia por las estrofas breves, en especial la Lira.
La presencia de temas filosóficos o Morales asociables a la corriente estética, el paso del tiempo, la amistad, el elogio de la vida apartada (beatusille)
un estilo refinado y elegante muy influido por la poesía de Garcilaso.
La musicalidad de las composiciones, ya que Fray Luis buscaba expresar la armonía que se esconde en el universo, armonía de la que la música es cifra perfecta.
4.4 San Juan de la Cruz y la mística:
La poesía mística es una poesía de interpretación ambigua, pues emplea los tópicos propios de la lírica amorosa para expresar la Unión de alma y Dios.
Esa experiencia unitiva es imposible de explicar con palabras, de modo que los autores recurren a paradojas y símbolos. Los poetas místicos se valen de muchas de las imágenes y recursos de la lírica amorosa, lo que permite leer sus poemas en una doble clave, religiosa y profana.
El autor de poesía mística más destacado es San Juan de la Cruz, considerado uno de los mayores poetas de la lengua castellana. En su breve producción destacan 3 poemas:
Noche oscura del alma. Donde nos presenta a una joven, la amada, que huye de su casa a mitad de la noche para encontrarse con su amado.
Cántico espiritual, en el que se plantea de nuevo la búsqueda del esposo por parte de la esposa en su caminar, ella dialoga con la naturaleza hasta que tiene lugar el encuentro erótico con el enamorado
Llama de amor viva, poema en el que el autor acumula las figuras y recursos típicos de la poesía amorosa para expresar un sentimiento místico.
Examen literatura: 2/2
La prosa renacentista:
A lo largo del siglo XVI, la prosa en lengua castellana experimentó un gran desarrollo, motivado sobre todo por la influencia del humanismo que llegaba de Italia.
Los principales subgéneros de la prosa renacentista se pueden agrupar en dos grandes categorías, la prosa de ideas o didáctica y la prosa de ficción.
1.1 La prosa de ideas:
La evolución de la prosa didáctica del siglo XVI se vio influida por dos acontecimientos.
El arraigo del humanismo erasmista, Especialmente bajo el reinado de Carlos primero, un periodo que fue con receptivo a las ideas de Erasmo.
El inicio de la Contrarreforma, que provocó la aparición de una rica prosa de carácter religioso y doctrinal en la segunda mitad del siglo.
Tres son los Subgéneros fundamentales que encauzarán la prosa de ideas a lo largo del siglo 16: el diálogo, el Tratado doctrinal y la crónica histórica.
1.2 El diálogo:
El subgénero del diálogo, de origen griego e inspirado en el método filosófico de Platón, es una de las reformas más características de la prosa humanística del siglo XVI.
Se trata de textos y los que, a partir de la conversación entre 2 o más personajes, se plantean debates de intención didáctica sobre cuestiones muy diversas: asuntos filosóficos, históricos, lingüísticos…
Destacan en este subgénero los hermanos Alfonso de Valdés y Juan de Valdés, autores de obras como el Diálogo de las cosas acaecidas en Roma, en el que Alfonso justifica el saqueo de Roma por parte de las tropas de Carlos V o el diálogo de la lengua, donde Juan de Valdés reflexiona sobre los orígenes y la dignidad del castellano, además de defender sus ideales literario y lingüístico. (“Escribo como hablo”).
1.3 El tratado doctrinal: Sirvió para expresar las ansias reformistas de muchos intelectuales que dentro del propio clero se preocuparon por manifestar sus inquietudes a partir de su propia vivencia religiosa.
Este es el caso de autores como Fray Luis de Granada, Fray Luis de León o Santa Teresa de Jesús, quien escribió obras sobre sus experiencias místicas, (las moradas o castillo interior) y su labor reformista (las fundaciones) En su producción en prosa destaca además una obra autobiográfica, El libro de la vida, en el que esboza un retrato emotivo y complejo de su personalidad.
1.4 La crónica histórica:Conoció un momento de auge en el Renacimiento gracias a los descubrimientos y conquistas realizados desde 1492. De este modo surgió un subgénero muy característico: la crónica de Indias, en la que se narran hechos acaecidos durante la conquista y colonización del continente americano.
Estas obras, representadas por títulos como la Historia general y natural de las Indias de Gonzalo Fernández de Oviedo, o la Historia verdadera de la conquista de la nueva España de Bernal Díaz del Castillo, presentan un interés histórico y literario, pues en ella se suele combinar la observación directa de los testigos con la narración de leyendas, mitos y relatos fabulosos.
Junto a los mencionados destacan dos autores:
Alvar Núñez cabeza de vaca: Quien relata en sus naufragios una fallida expedición a la Florida.
Fray Bartolomé de las casas: Que ha pasado a la posteridad por ser 1 de los primeros defensores de la causa indígena.
La prosa de ficción:
En el siglo XVI conviven géneros nacidos en el siglo anterior, como la novela de caballerías y nuevas formas narrativas.
El género de la novela de caballerías, cuyo mejor exponente, el Amadís de Gaula, se publica en 1508, sufrirá un progresivo declive a lo largo del siglo XVI. En cuanto a los nuevos subgéneros de la prosa de ficción, es posible establecer dos grupos.
Narraciones de tendencia idealizadora: Novela Pastoril, bizantina y Morisca. Son relatos protagonizados por personajes estereotípicos en marcos irreales.
Narraciones de tendencia realista, novela picaresca y relatos de origen popular. En ella se traza un retrato crítico de la sociedad contemporánea.
2.1 La novela Pastoril:Narran historias de amor protagonizadas por jóvenes pastores en un ambiente idílico.
Rasgos fundamentales y obras destacadas:
Se idealiza tanto a los personajes como el entorno en que transcurre la acción (locus amoenus)
El argumento entreteje diversas historias amorosas dentro de un mismo marco narrativo.
El lenguaje es culto y refinado es habitual que se combine la prosa y el verso.
La novela pastoril más importante del siglo XVI es la diana de Jorge de Montemayor, publicada en 1559. En ella se cuenta los amores de los pastores, sireno y Diana, quien estando ausente su enamorado, se dispone a casarse con otro. En esa historia principal se intercalan tramas secundarias que se cruzan con ella. Obras de este género son la Galatea de Miguel de Cervantes y la Arcadia de Lope de Vega.
2.2 La novela bizantina: Son relatos en los que se cuentan las desaventuras de 2 amantes que, separados por una serie de obstáculos, luchan por reencontrarse.
Rasgos fundamentales y obras destacadas:
La narración comienza con la acción iniciada, o sea, in medias res.
La trama llena de aventuras y peripecias de todo tipo presenta gran complejidad.
La novela suele terminar con el feliz reencuentro de los enamorados.
2.3 La novela Morisca: Plantea una historia de amor que simboliza la posibilidad de convivencia entre las culturas musulmana y cristiana.
Rasgos fundamentales:
Se idealiza la figura del personaje moro, que encarna los valores más nobles.
La acción suele transcurrir en un entorno cargado de exotismo y fastuosidad.
El asunto argumental es una historia de amor entre 2 personajes de culturas diferentes.
El abencerraje: novela morisca más célebre del siglo XVI. En este texto anónimo aparecen dos personajes masculinos igualmente idealizados: el caballero Cristiano Rodrigo de Narváez y el joven musulmán Abindarráez.
2.4 La novela picaresca:
El género de la picaresca es uno de los más importantes de la prosa de ficción del siglo XVI y supone además el primer paso hacia la aparición de la novela moderna.
En el nacimiento de la novela picaresca confluyen dos factores:
El contexto socioeconómico: el crecimiento de las ciudades trajo consigo el aumento de la mendicidad la delincuencia, tal y como se refleja en la en estas novelas.
La influencia del erasmismo, en especial de su división crítica de la realidad.
Rasgos fundamentales:
Se trata de novelas compuestas en primera persona, como si de una autobiografía se tratase.
El protagonista narra su evolución desde su infancia hasta su situación adulta.
El tiempo del enunciado (los hechos) es anterior al tiempo denunciado (el momento en el que se escribe la historia) y él porque de esta escritura responde, según el narrador, a un motivo concreto.
La acción transcurre en diversos lugares y se suceden los amos a los que ha de servir el pícaro. En este sentido son narraciones dinámicas e itinerantes.
El narrador retrata con sentido crítico e irónico la realidad que lo rodea.
El mundo social que se dibuja en estas novelas es eminentemente, urbano.
El pícaro que desde su nacimiento deshonroso siempre pertenece a las clases marginales, se mueve por un afán de ascender socialmente.
El estilo es expresivo y combina pasajes de registro claramente popular con otros que dejan entrever la cultura y formación humanística de los autores.
El Lazarillo de Tormes:
En la literatura española ocupa un lugar privilegiado, pues inicia el camino de la novela moderna al plantear por primera vez un relato verosímil en el que el personaje central evoluciona según las peripecias que vive.
Se desconoce la identidad del autor de la obra y en cuanto a la fecha de su publicación se conservan 3 ediciones del mismo año 1554, si bien pudo haber alguna edición anterior, hoy perdida.
3.1 Argumento:
Se plantea como una carta que Lázaro escribe a petición de un interlocutor al que conocemos como >. En su relato intenta explicarle lo que él llama > y para ello se remonta a su infancia, contando cómo ha sido su vida desde su nacimiento hasta la actualidad.
Toda la obra se construye para justificar ese >que se alude, que Lázaro acabase casado con la amante de un arcipreste.
La novela se divide en un prólogo y 7 tratados:
Tratados I a III |
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Tratados IV a VII |
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En los 3 primeros tratados, el hambre es el motivo que da cohesión a la historia y mueve al personaje que pasa por 3 etapas muy distintas:
Aprendizaje con el ciego: con su primer amo, Lázaro pierde parte de su ingenuidad y aprende numerosos trucos que le serán de utilidad en el futuro.
Supervivencia con el clérigo: Este es el más avaro de los 3 primeros amos y también el que más pone a prueba al ingenio del pícaro.
Convivencia con el Hidalgo: Lázaro, como afirma el mismo, pasa de ser un personaje mantenido por su amo a sentir, movido por el afecto, la obligación de mantenerlo. Aparece el tema de la honra y se critica la ociosidad y la preocupación por la apariencia de las clases nobles.
3.3 Estilo:
La novela presenta un excelente equilibrio entre el registro coloquial y el elevado. De modo que su autor combina pasajes próximos al gusto popular con reflexiones de carácter social y moral que expresa a través de la mirada y el lenguaje de su personaje protagonista.
En la obra es esencial el uso continuo de la ironía. El humor y el sarcasmo alcanzan su punto culminante en las ambiguas palabras del arcipreste sobre la mujer de Lázaro.
3.4 Interpretación y sentido:
Lázaro es un antihéroe, un personaje de bajo origen que habrá de luchar por su supervivencia con métodos poco ortodoxos en un mundo regido por las mentiras y la violencia. Con cada uno de sus amos irá perdiendo su ingenuidad y su único afán será escalar socialmente y alcanzar una vida lo más acomodada posible, hecho del que se enorgullece.
En su ascenso, discutible o amargo si se considera la naturaleza de su caso, se retrata con dureza y escepticismo tanto la sociedad de su tiempo como la naturaleza humana, de modo que la obra adquiere un carácter universal y temporal.
El teatro renacentista:
*A lo largo del Renacimiento, el teatro español vive una notable evolución tanto en su faceta textual como en su dimensión espectacular. Este proceso de cambio sentará las bases que permitirán su auge y esplendor en el siglo XVII.
4.1 Los géneros teatrales renacentistas:
En esta época cobra gran importancia el teatro profano, en el que podemos distinguir dos grandes subgéneros, la comedia renacentista y el teatro popular, cuyo máximo representante es Lope de Rueda.
La comedia renacentista:
Destinada a un público culto y cortesano. Este teatro se inspira en los modelos italianos del siglo 16, así como en las comedias clásicas latinas de Plauto y Terencio. Las obras en verso suelen plantear un conflicto de tipo amoroso protagonizado por personajes idealizados.
Bartolomé de Torres Naharro | Gil Vicente |
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4.2 El teatro popular:
En la segunda mitad del siglo XVIII, el teatro popular tuvo una gran importancia en España debido a dos factores: la influencia de la comedia del arte italiana y la representación exitosa de los célebres pasos de Lope de Rueda.
La comedia del arte:
Se trata de una forma teatral nacida en Italia en el siglo XVI, que se basa en breves piezas cómicas protagonizadas por personajes Prototípicos caracterizados con máscaras.
En estas obras, que carecían de un texto prefijado, los actores improvisaban su interpretación a partir de breves esquemas argumentales que servían de guía para la representación, se empleaban numerosos recursos dramáticos y expresivos (Gestos, acrobacias, pasos de baile…)
Las normas y los arquetipos de la comedia Dell ‘arte fueron adoptados por los cómicos de la lengua españoles.
Los pasos de Lope de Rueda:La labor de Lope de Rueda fue esencial para la historia del teatro español en dos sentidos:Como autor escribió una serie de piezas breves de gran expresividad y comicidad, concebidas para ser representadas en el curso de una comedia. Estas piezas, llamadas pasos, son la base de los futuros entremeses del siglo XVII.
Como actor y empresario, contribuyó a profesionalizar el oficio teatral con su compañía.
En cuanto a sus pasos recopilados y editados por Joan de Timoneda, sus rasgos fundamentales son estos:
Están destinados a un público popular, así que su lenguaje y trama son fácilmente comprensibles por cualquier espectador.
Son textos claramente humorísticos en los que la comicidad nace por una parte del asunto (normalmente un engaño o burla) Y por otra, de los juegos verbales (doble sentidos, equívocos…).
Agilidad verbal, es tan importante como la expresión corporal de los actores de esta manera se consigue que el humor resida tanto en lo que dicen como en lo que hacen.
Los personajes, que no suelen ser más de tres o cuatro por pieza, se dividen en dos Grupos: los pícaros o mentirosos y los ingenuos o necios. Los primeros siempre acaban engañando fácilmente a los segundos.
A pesar del tono claramente cómico y exagerado, se retratan de forma más o menos realista algunos usos y costumbres característicos de la sociedad del momento.