Procedimientos Lingüísticos en la Argumentación
Resulta difícil establecer unos rasgos genéricos para una forma elocutiva tan variada en sus contenidos, en sus niveles de expresión y en las intenciones y perspectivas de sus autores. No obstante, se pueden observar algunas características generales como son:
- El empleo de términos relacionados entre sí por pertenecer a los mismos campos semánticos. Al mismo tiempo, son abundantes los adjetivos con un significado valorativo con el fin de cimentar o contradecir la tesis argumentada.
- La aparición de tecnicismos propios de la disciplina de la que se trate.
- La aparición de largos períodos oracionales. La subordinación es la estructura oracional que mejor permite la expresión del razonamiento: la relación de causalidad o de consecuencia entre las ideas expuestas, la comparación entre conceptos, el modo en que se producen o la condición para que un hecho sea posible.
- El desarrollo por medio de oraciones enunciativas, aunque a menudo se introduzcan oraciones exclamativas e interrogativas con el fin de captar la atención del receptor y hacerle partícipe de la reflexión y la argumentación que el autor está planteando.
- El empleo de los recursos de repetición (recurrencias), pues permiten afianzar y precisar un tema de difícil comprensión.
- El uso de los marcadores textuales que señalan la progresión del texto, delimitan los párrafos entre sí e indican los cambios de contenido en el desarrollo del tema.
Las Formas de Elocución: El Diálogo
El diálogo es la reproducción de la conversación de dos o más personas. A través de él se expresan pensamientos, se relatan acontecimientos y se describen cosas. Entre las formas de diálogo literario sobresale el empleado en el teatro y en la narración. Por medio del diálogo literario el escritor recrea el habla de los personajes que forman parte de la invención literaria, como si se tratara de un diálogo real, o bien se aparta, con intenciones estéticas, de lo que sería una conversación coloquial. Entre las formas de diálogo no literario, destaca la entrevista.
El Diálogo Literario en la Narración
En las narraciones, no solo se cuentan los sucesos que les ocurren a los personajes, sino también lo que han dicho o han pensado. Existen dos formas de presentación del diálogo en la narración: el estilo directo, en el que se reflejan textualmente las conversaciones; y el estilo indirecto, en el que alguien (el narrador, un personaje) cuenta o reproduce la conversación.
- El estilo directo da mayor dinamismo y amenidad al relato, y permite un conocimiento más directo de los personajes. Los diálogos se presentan por medio de rayas y con verbos introductorios colocados en distintas posiciones (al principio, en el medio o al final). Una variedad literaria es el estilo directo libre, que consiste en reproducir la conversación dentro de una narración sin el verbo introductor y sin las marcas propias del estilo directo, por lo que el paso de la narración al diálogo es difícil de percibir.
- En el estilo indirecto, el discurso forma parte de la narración. En consecuencia, se ven afectados por esta transformación: los tiempos verbales, las marcas de persona y los elementos que señalan el espacio y el tiempo. Lo que el personaje dice o piensa (una proposición subordinada sustantiva en función de complemento directo) aparece introducido por la conjunción que o si.
- Existe el estilo indirecto libre, que pretende reflejar los pensamientos del personaje. El discurso puede atribuirse al personaje y al narrador al mismo tiempo. Las marcas tipográficas del estilo directo (rayas o dos puntos) no aparecen; tampoco hay verbo introductor. Pero los estados de ánimo conservan la expresividad del estilo directo.
El Diálogo Literario en el Teatro
En el teatro, las intervenciones de los interlocutores se transcriben en líneas diferentes introducidas siempre por el nombre del personaje que habla. Los gestos, movimientos o circunstancias en que se realiza el diálogo se insertan en las acotaciones, que son las explicaciones que al respecto hace el autor, y aparecen generalmente entre paréntesis.
El diálogo en el teatro cumple tres funciones básicas:
- Desarrollar la acción dramática. Lo que dicen los personajes nos permite saber qué sucesos ocurren.
- Informar sobre las circunstancias de espacio y tiempo. Los personajes pueden decirnos el lugar en el que se encuentran o el momento en que ocurren los sucesos de la acción dramática.
- Completar la personalidad de los personajes. Al carecer de narrador sabemos cómo son los personajes por el modo en que se comportan y por las cosas que dicen.
El Monólogo
En el monólogo, un personaje habla consigo mismo expresando su mundo interior: pensamientos, emociones, sentimientos. Ese mundo interior que el espectador o el lector conoce gracias al monólogo, queda oculto, sin embargo, para el resto de personajes.
- En el teatro, los principales tipos de monólogos son: el soliloquio, donde el personaje reflexiona en voz alta y el lector-espectador es el único receptor del pensamiento; el aparte, en el que el personaje expresa en voz baja sus verdaderos pensamientos sobre un tema; el aparente, en el que un personaje habla con otro que está ausente del escenario; y el narrativo, que informa al lector-espectador de sucesos no presentados en escena.
- En la narración, la reproducción de impresiones y sentimientos de los personajes se hace por medio del monólogo interior en el que los pensamientos fluyen de un modo irreflexivo. Suelen presentarse desordenados los elementos oracionales y se emplea la primera persona, aunque se usa a veces la segunda como recurso de desdoblamiento de la personalidad del propio narrador.
La Entrevista
La entrevista es uno de los géneros periodísticos informativos más importantes. Consiste en un diálogo preparado entre dos personas: el entrevistador y el entrevistado. Se pueden establecer fundamentalmente tres tipos diferentes de entrevista:
- La entrevista de declaraciones. Se realiza a un personaje acerca de un tema de cierto interés general. Presenta forma dialogada y apenas se trasluce la personalidad del entrevistado. Puede hacerse a un testigo de un suceso, a un especialista en una determinada materia, a un político por un asunto de actualidad, etc.
- La entrevista de personalidad. Interesa principalmente la personalidad del entrevistado y, en ocasiones, va acompañada de fotografías que refuerzan su identificación por parte del lector. Se utilizan alternativamente la narración y el diálogo y suele tener gran extensión.
- La entrevista con fórmulas establecidas. En este caso se presenta al entrevistado una serie de preguntas a las que tiene que contestar de una forma escueta, con el menor número posible de palabras.