Realismo y Naturalismo en la Literatura Española del Siglo XIX

Realismo y Naturalismo

Características de la Novela Realista

  1. La observación objetiva. En contra del subjetivismo y de la imaginación romántica, la obra realista nace de una observación y de un análisis previo de la realidad. La descripción y la presentación de la vida real, estudiada desde todos los ángulos posibles, es el objeto de la narrativa realista. Las obras de ficción se nos presentan como si fueran trozos verdaderos de la realidad. Conseguir la verosimilitud, producir esa impresión de realidad, es el fin estético del novelista.
  2. Ambientación contemporánea. El escritor refleja el momento en que vive; no huye hacia otros ambientes ni otras épocas. Se instala en su sociedad y presenta a todas las clases sociales, desde la aristocracia hasta las más humildes, aunque se da un cierto predominio de los ambientes de la clase media.
  3. Planteamiento de tesis. La escritura suele estar guiada por una tesis (postura) ideológica que el autor pretende defender con su relato y con la que pretende convencer al lector. Ello repercute en un cierto maniqueísmo en la composición de los personajes, fácilmente reducibles a buenos y malos, y también en la pretensión de verosimilitud: a veces, se ve que la realidad representada ha sido forzada para ajustarse a las ideas previstas del escritor.
  4. Análisis psicológico de los personajes. La descripción del carácter de los personajes lleva un estudio minucioso de los ambientes familiares, de la educación, de los acontecimientos pasados, como explicación de una determinada conducta o comportamiento. En general, dominan los personajes de clase burguesa, pero a medida que llega el final del siglo, los personajes proletarios y marginales van ocupando un lugar más amplio e importante.
  5. El estilo. Se pretende un lenguaje natural y alejado de exageraciones. Cabe distinguir entre el lenguaje del narrador (nivel culto, cuidado y literario) y el lenguaje de los diálogos, donde se pone especial cuidado en la reproducción del habla real de los personajes, acorde con su condición social o con sus características intelectuales y psicológicas.

Otras características

  1. Presencia de un narrador omnisciente. Es el tipo de narrador más habitual en esta novela. El narrador omnisciente controla hasta el último detalle de la materia que va a relatar: sabe todo sobre sus personajes y sus acciones.
  2. El periódico como canal de difusión. Muchas de las obras realistas se publicaron por entregas en los periódicos antes que en forma de libro. Los capítulos iban apareciendo con una periodicidad generalmente mensual. Esto afectó a veces a la estructura novelística, que trata de mantener el interés dejando en suspenso la historia al final de cada entrega.

El Naturalismo

El Naturalismo es un movimiento literario surgido en Francia en la segunda mitad del siglo XIX y que constituye la culminación del Realismo. Para su creador, Emile Zola, el Naturalismo es una estética literaria y una concepción del mundo y del ser humano. Sus rasgos esenciales son:

  1. Determinismo. Zola cree que la conducta del individuo está determinada por su herencia biológica y por el medio social en que desarrolla su existencia. Esto explica su interés por los ambientes sórdidos y los personajes miserables y con taras físicas o psíquicas (alcohólicos, locos, seres violentos…).
  2. Concepción materialista del ser humano. Se considera que los instintos condicionan la conducta de los hombres; según esta concepción, la libertad del hombre no existe: todo está determinado por la herencia psicológica y social.
  3. Técnicas narrativas realistas. El deseo de objetividad en relación con el punto de vista narrativo se intensifica: el narrador ha de ser un cronista que se limite a constatar los hechos sin pretender explicarlos y sin intervenir en la narración.
  4. Lucha por la vida. Por influencia de Darwin, Zola cree que la lucha por la vida es el móvil de la conducta de los individuos. En esta lucha sobrevive el más fuerte.
  5. Crítica social. Los escritores naturalistas escriben con una intención moral: denuncian en sus obras los valores e instituciones sociales que degradan al ser humano.

Autores y Obras

El Prerrealismo: Fernán Caballero y Pedro Antonio de Alarcón

Cecilia Böhl de Faber (1796-1877), cuyo pseudónimo es Fernán Caballero, representa el prerrealismo. En su obra La gaviota (1849), reconocida como la primera novela prerrealista, destaca el retrato del ambiente andaluz, de sus costumbres y tipos. En sus obras, Fernán Caballero muestra un dualismo político o moral (buenos o malos) que permite calificar su obra de excesivamente moralizadora.

Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891), por su parte, supone el paso del prerrealismo al realismo. Su obra más conocida es El sombrero de tres picos, novela corta que recrea la tradición del corregidor y la molinera con cierta ironía y gracia. Sus últimas obras son novelas de tesis y recogen sus ideas conservadoras, tanto sobre la literatura como sobre la sociedad (El escándalo, El niño de la bola…).

La Novela Realista: La Generación del 68. Autores Principales.

José María de Pereda

Su mérito fundamental estriba en reflejar en sus obras la vida y el ambiente de la montaña cántabra, además de plasmar los dialectalismos de la tierra. Comenzó cercano al costumbrismo con escenas y cuadros (Tipos y paisajes, Escenas montañesas), en los que destaca su lenguaje expresivo y el detalle en las descripciones.

En sus novelas, se aprecia la exaltación de sus ideas católicas, como es el caso de De tal palo tal astilla, en la que la incredulidad del protagonista conduce su vida hacia el fracaso. En su última etapa, abandonó la novela de tesis para tomar el camino del realismo regionalista: El sabor de la tierruca, Sotileza, Peñas arriba