1. LA SINONIMIA es la relación que establece palabras con significados idénticos o similares.
Para que una palabra pueda considerarse sinónimo absoluto, debe tener el mismo significado y ser intercambiable en cualquier enunciado. Lo más habitual es que se trate de sinónimos parciales, que solo comparten algunos de sus significados y no son intercambiables en todos los casos.
2. HIPERONIMIA es la relación que se establece entre una palabra de significado general y otras denominadas hipónimos, cuyo significado está incluido en el de la primera. El conocimiento de las relaciones de hiperonimia e hiponimia resulta importante a la hora de definir conceptos o palabras. El uso de hiperónimos en un texto para aludir a seres o conceptos mencionados previamente permite reforzar la cohesión textual.
3. ANTONIMIA es la relación que se establece entre palabras con significados opuestos.
– Complementarios: tienen significados excluyentes, sin que quepa término medio entre ellos. Ejemplo: vivo-muerto.
– Inversos: dan cuenta de una situación desde dos puntos de vista diferentes. Ejemplo: comprar-vender.
– De grado: representan polos opuestos en una escala graduable. Ejemplo: alto-bajo.
4. HOMONIMIA es la relación que se establece entre dos palabras formalmente idénticas que tienen significados distintos. Muchas de estas palabras tienen diferente origen. En otros casos, teniendo la misma etimología, los significados se han separado tanto que se han convertido en palabras distintas.
5. POLISEMIA se produce cuando una palabra tiene distintos significados. Los significados de una palabra polisémica guardan relación entre sí y a menudo han surgido unos de otros. Los diccionarios registran estos diferentes significados como acepciones distintas.
El contexto extralingüístico
La pragmática es una parte de la lingüística cuyo campo de estudio es el lenguaje en uso. Esta analiza cómo se emplean las palabras y los enunciados, por qué los produce el hablante a quien los dirigen, en qué momento.
El hablante que emite un enunciado tiene en cuenta si la información que ofrece es conocida o no lo es por el interlocutor.
– La información conocida se denomina información temática o tema, la información nueva recibe el nombre de información remática o rema.
El tópico es el elemento del enunciado que indica el contenido del que va a tratar el mensaje. Encuadra dicho mensaje en un determinado ámbito y anuncia el punto de vista desde el que se va a abordar.
El foco es el elemento de la oración que el hablante quiere destacar. El foco presenta un contraste con otra información. Para convertir una palabra en foco se utiliza una serie de procedimientos lingüísticos:
– Anteposición: se sitúa el foco en posición inicial. Ejemplo: ESO quiero saber yo.
– Entonación enfática: el foco se realza mediante la entonación. Ejemplo: yo quiero saber ESO.
– Empleo de una oración de relativo: se usa una construcción que incluye una oración de relativo para destacar el foco. Ejemplo: lo que quiero saber es eso.
Actos del habla
Se denominan actos verbales a los actos que realizamos al emitir un enunciado, como afirmar, prometer, jurar, etc.
Los verbos realizativos o performativos son aquellos que llevan a cabo la acción que nombran, como bautizar.
Sintaxis
La sintaxis es la parte de la lingüística que se ocupa de estudiar la estructura interna de las oraciones. La unidad mínima de la sintaxis es la palabra y la máxima es la oración.
El sintagma o grupo sintáctico es una palabra o conjunto de palabras que forman una unidad lingüística y pueden desempeñar una función respecto de otra unidad lingüística.
– Estructura: el núcleo es el elemento principal del sintagma, que explica sus propiedades fundamentales. Pueden ser núcleos las categorías léxicas, es decir, el nombre, el adjetivo y el verbo, y adverbio. También pueden serlo las preposiciones. Si el sintagma contiene una sola palabra, esta será el núcleo.
– Las locuciones pueden funcionar como núcleos de un sintagma.
Los complementos se sitúan normalmente detrás del núcleo, aunque pueden aparecer a veces delante. Los complementos son siempre sintagmas. Dependiendo del signo del núcleo, en el sintagma puede haber uno o más complementos.
El modificador es un elemento que se sitúa delante del núcleo y afecta al conjunto formado por este y sus posibles complementos.
Sintagma o grupo nominal
El núcleo de un sintagma nominal puede ser un nombre, un pronombre o una locución nominal. Ejemplo: la taza blanca.
Los núcleos elípticos o tácticos son los nombres que funcionan como núcleo de un SN y pueden elidirse cuando el contexto permite identificarlos.
Los modificadores del nombre introducen el sustantivo e indican a cuáles o a cuántos elementos que denota se refiere el sintagma nominal. Ejemplo: tres niños. Los modificadores se sitúan delante del nombre y concuerdan con él en género y número. Los determinantes pueden desempeñar esta función.
Los complementos del nombre completan, restringen o precisan el significado del sustantivo, o bien denotan una cualidad de este.
– SPREP: la mesa de estudio.
– SADJ: los coches deportivos.
– Una oración de relativo: el niño que vino ayer.
– Un SN en aposición: el rey Carlos IV.
– SADV: una persona así.
El sintagma o grupo verbal
El núcleo del sintagma verbal es una forma verbal simple o compuesta, una locución verbal o una perífrasis verbal.
Las perífrasis verbales pueden funcionar como núcleo del sintagma verbal. Ejemplo: estábamos comiendo en la cocina.
Los modificadores y complementos verbales pueden ser adverbios y sintagmas nominales o adverbiales.
– Modificadores: suelen ser adverbios. Ejemplo: no iré a la reunión esta tarde con vosotros.
– Complementos verbales pueden ser:
– SN: veía películas.
– SPREP: depende de él.
– SADJ: la vi preocupada.
– ADV: se portó bien.
– Oración subordinada sustantiva: dijo que vendría.
– Oración subordinada adverbial: saludaba mientras se iba.