El Teatro Español de Posguerra (1939-1975)
Teatro de los años 40
El impacto de la Guerra Civil en el teatro fue tremendo. Aumentaron las presiones comerciales e ideológicas. El teatro de este periodo representa una realidad falsificada y formalmente anticuada. En la creación dramática encontramos dos líneas:
- El drama burgués: Continuación de la comedia benaventina, con autores como Joaquín Calvo Sotelo y Jacinto Benavente. Obras de correcta construcción y diálogos elegantes.
- El teatro de humor: Enrique Jardiel Poncela, con Eloísa está debajo de un almendro y Maribel y la extraña familia, intenta romper las formas tradicionales del humor. Miguel Mihura, con Tres sombreros de copa, se caracteriza por la utilización de un humor absurdo.
Teatro realista de los años 50
La década de los 50 comienza con tres importantes obras: Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo, y Escuadra hacia la muerte, de Alfonso Sastre. Este tipo de teatro transmite un existencialismo que deriva en preocupación social. Sus temas tratan los problemas de obreros y gente humilde, mostrando las desigualdades sociales. Muchas obras no llegaron al escenario (teatro soterrado). Destaca el realismo: la escena imita espacios cotidianos con rasgos costumbristas. Sobresale Antonio Buero Vallejo, con obras marcadas por temas humanos, existenciales o realistas.
Teatro de los años 60
En esta época, el teatro sigue la línea de protesta y denuncia de la injusticia social y el descontento político con un enfoque realista. José María Recuerda estrena Las salvajes en el Puente San Gil para criticar el conservadurismo burgués. Lauro Olmo logra éxito con La Camisa, que refleja problemas como la escasez y el desempleo. Francisco Nieva presenta La carroza de plomo candente, con simbolismo y elementos oníricos. Fernando Arrabal, con El arquitecto y el emperador de Asiria, es precursor del Teatro pánico, provocador y rebelde, con influencias del vanguardismo y teatro absurdo. Surgen grupos de teatro independiente, como Els Joglars, Los Goliardos y el Teatro Experimental Independiente, con grandes innovaciones escénicas.
Teatro desde 1975 hasta fin de siglo
Tras la censura, se intenta llevar a escena obras prohibidas de autores como Valle-Inclán y Lorca. Se establece un teatro con autores consagrados, pero el público no asimila los cambios, abandonando los teatros y rechazando los montajes vanguardistas. Destacan autores como:
- Antonio Gala: Anillos para una dama, que aborda temas como el amor y la soledad desde la perspectiva de mujeres.
- José Luis Alonso de Santos: La estanquera de Vallecas y Bajarse al moro, que reflejan aspectos de la sociedad contemporánea.
- Fernando Fernán Gómez: Las bicicletas son para el verano, un drama realista.
- José Luis Sanchis Sinisterra: ¡Ay, Carmela!, que reflexiona sobre aspectos del propio teatro.