Textos Expositivos
Los textos expositivos tienen como finalidad transmitir conocimientos sobre algún tema. Para cumplir esta función, deben ser claros y precisos: la información aparece ordenada y el lenguaje es objetivo.
Estos textos son los que reconocemos en un libro escolar, etc.
Es frecuente que los textos expositivos aparezcan combinados con la argumentación, lo cual genera textos de carácter ensayístico. Los textos expositivos son de dos tipos:
- Divulgativos: dirigidos a un lector no especializado en el tema, por lo que su lenguaje debe ser especialmente claro. Utilizan conectores como “o sea”, “es decir”, etc.
- Especializados: dirigidos a los especialistas en un tema. Por ello, su lenguaje es más especializado y se vale de tecnicismos.
Organización de los Textos Expositivos
Los textos cuidan el orden y las estructuras: introducción, desarrollo (estructura causal, enumeración, problema-solución, estructura comparativa, ordenación cronológica) y conclusión.
También hay 4 posibles formas de organizar la información:
- Estructura analizante: se expone una idea.
- Estructura sintetizante: la idea final es una conclusión que se ha deducido de lo anterior.
- Estructura encuadrada: la idea final reafirma lo expuesto en la introducción del texto.
- Estructura paralela: las ideas que se exponen no están jerarquizadas, sino que tienen igual importancia y no dependen unas de otras.
Rasgos Lingüísticos de los Textos Expositivos
En el nivel léxico-semántico
- Uso denotativo del lenguaje, buscando así la objetividad.
- Uso de léxico especializado y tecnicismos.
En el nivel morfosintáctico
- Predominan las frases enunciativas y la función referencial del lenguaje.
- Uso del modo indicativo y del presente gnómico.
- Los adjetivos que se utilizan suelen ser especificativos y, además, se emplean otras formas de especificar los sustantivos, como los complementos del nombre.
- La objetividad se logra con el uso de oraciones impersonales y pasivas reflejas.
En el nivel textual
- El uso de conectores de tipo lógico: “porque”, “para que”, etc.
- El uso de marcadores discursivos que señalan las partes del texto: “en primer lugar”, “para concluir”.
- Relaciones con otros textos mediante el uso de citas.
- Procedimientos tipográficos para organizar bien la información.
Textos Argumentativos
En los textos argumentativos, el autor expone una idea y la defiende con argumentos. El propósito fundamental de la argumentación es, por tanto, convencer y persuadir al receptor.
A menudo, los textos argumentativos contienen partes expositivas en las que se presenta la tesis, a la que se añaden los argumentos. Los textos expositivos-argumentativos están vinculados al género del ensayo y comparten sus características.
La argumentación se distingue por la diversidad de formas que presenta: el autor elige libremente una estructura en un tono personal. El tono de la argumentación suele estar determinado por el tema elegido, por el público y la personalidad del autor.
Los textos argumentativos pueden ser orales o escritos. En la argumentación oral, el código verbal se complementa con el lenguaje no verbal; además, el emisor puede ir modificando su discurso según las reacciones del receptor. Así ocurre en debates, etc.
La argumentación escrita se suele difundir en forma de libro o prensa. En los textos periodísticos, el emisor puede emitir juicios, valorar y expresar opiniones cuando se trata de géneros de opinión. Los géneros de opinión más comunes son estos:
- El artículo: el escritor expone su opinión sobre un tema de interés, a menudo vinculado con las noticias más recientes. Predomina la subjetividad y el estilo personal.
- El editorial: en el editorial se manifiesta la opinión del periódico sobre algún tema de actualidad. Se trata de un comentario en el que se deduce su línea ideológica. Aparece sin firmar y es la propia dirección del periódico la que se responsabiliza de las opiniones publicadas.
Organización de los Textos Argumentativos
Los textos argumentativos constan fundamentalmente de dos partes: la tesis y los argumentos. La tesis es la opinión defendida por el autor y los argumentos son las ideas, ejemplos, datos, etc., con las que se defiende la tesis.
Podemos encontrar tres formas de distribuir este contenido:
- Estructura inductiva: se presentan en primer lugar los argumentos para concluir con la tesis.
- Estructura deductiva: el texto se inicia con la tesis para después demostrarla mediante los argumentos.
- Estructura encuadrada: a veces la tesis se expone al principio, pero también se repite al final en forma de conclusión.
Rasgos Lingüísticos de los Textos Argumentativos
En el nivel léxico-semántico
- El uso connotativo del lenguaje.
- En muchos casos, predominan los sustantivos abstractos.
En el nivel morfosintáctico
- La subjetividad y la opinión del emisor se muestran en el uso de la primera persona.
- Se suelen utilizar preguntas retóricas que pretenden hacer reflexionar al receptor.
- Predomina la subordinación, especialmente las proposiciones subordinadas adverbiales condicionales y concesivas, y las coordinadas adversativas.
En el nivel textual
- Uso de conectores que expresan contraste u oposición: “sin embargo”, “no obstante”, “en cambio”.
- Empleo de conectores que expresan causa o consecuencia: “luego”, “entonces”, “puesto que”, “porque”, etc.