Lengua, dialecto y habla
Las variedades geográficas de una lengua reciben el nombre de dialectos. Estos presentan las siguientes características:
- Desde el punto de vista lingüístico, las diferencias entre dialectos afectan sobre todo a la pronunciación, al léxico y a la gramática.
- Los dialectos carecen de una norma estable que determine el uso correcto. Esta posibilidad se reserva a la lengua estándar, que constituye un modelo de comunicación para todos los hablantes.
- Los dialectos se emplean especialmente en el lenguaje oral y, en general, en situaciones comunicativas no formales.
- El prestigio de las lenguas frente a los dialectos explica que los rasgos característicos sean interpretados como incorrecciones o vulgarismos.
Los dialectos no son uniformes, y dentro de un mismo territorio se pueden distinguir variedades que reciben el nombre de hablas.
Los dialectos hispánicos
Los dialectos y hablas se dividen en dos grupos: variedades septentrionales y variedades meridionales. Entre las primeras se cuentan las de la región histórica de Castilla la Vieja y las zonas que conservan el astur-leonés y el aragonés, así como las que el castellano adoptó en contacto con otras lenguas. Entre las meridionales, se encuentra el andaluz, el manchego y las modalidades ultramarinas: canario y español de América.
Se deben tener en cuenta las hablas de transición, en las que se hallan mezclados rasgos característicos de diferentes variedades geográficas (extremeño: leoneses y meridionales).
Junto a los dialectos del castellano perviven en la actualidad los dialectos históricos, formados durante la Edad Media: asturiano y aragonés. También se conserva el sefardí en Asia Menor, Balcanes y norte de África.
Dialectos y hablas septentrionales
El castellano ocupó al principio la zona del antiguo reino de Castilla, que durante la Reconquista se fue expandiendo hacia el sur, oriente y occidente. En la zona septentrional se emplea la variedad castellana vieja, que es más conservadora que la meridional. Rasgos distintivos: distinción entre sonidos ‘s’ y ‘z’ y la pronunciación no aspirada de la –s final de sílaba.
También se usa el leísmo, laísmo y loísmo.
- En Asturias: cierre de vocales finales de palabra (añu), diminutivos en –in, -ina (niñín), yes por ‘eres’, empleo de verbos pronominales sin pronombre o posposición del pronombre personal (Muévome ya poco).
- En León: conservación de diptongos ei y ou y mantenimiento de la F- inicial latina. Vulgarismos: urnia ‘urna’, lamber ‘lamer’, dijon ‘dijeron’; no siendo que por no vaya a ser que; posesivo como tónico (la mí casa).
- Aragón: preferencia por diminutivos –ico (majico), cambio de acento (pájaro por pájaro). Conservación de la F- inicial latina y grupos latinos PL-, KL- y FL- (plorar ‘llorar’, clamar ‘llamar’)
Dialectos y hablas meridionales
Las hablas del sur comparten ciertos rasgos de los cuales destacan:
- La neutralización de los sonidos s y z como el seseo (pronunciación de s por la consonante z) y ceceo (pronunciación de la s como z).
- La relajación de –s y –z en posición final de sílaba, que lleva a distintas pronunciaciones:
- aspiración de la consonante (avihpa)
- asimilación a la consonante siguiente (avippa)
- pérdida de la consonante (avipa)
- También está la confusión de –r y –l al final de la sílaba (rotacismo: convertir la L por una R) y lambdacismo: la R por la L.
Las hablas andaluzas
Los rasgos más característicos son el seseo, el ceceo y la pérdida de la –d- intervocálica (granada por graná).
Además, en la zona occidental se produce la aspiración de la “h” inicial en palabras que tenían en latín una f-. En estas zonas se utiliza el uso de ustedes frente a vosotros, que es la forma que se utiliza en la parte oriental de Andalucía. Por otra parte, en la zona oriental destaca la abertura de algunas vocales.
Las hablas canarias
Estas hablas presentan rasgos comunes con otras lenguas del sur. Por su situación geográfica ha servido de mediador entre el español andaluz y el americano, por eso en estas hablas aparecen frecuentemente los americanismos (cucuyo, etc.). Por otro lado, la importancia que tuvo Sevilla hace que en las hablas canarias haya rasgos andaluces, como el seseo y la utilización de ustedes hacen.
Las hablas meridionales de transición
Es el caso del extremeño y el murciano, que presentan rasgos procedentes del leonés y el aragonés.
- El extremeño se caracteriza por la aspiración de la “h” inicial de algunas palabras que en latín comenzaban por F-. Y como habla de transición presenta también rasgos del leonés que hacen el diminutivo en –ino.
- Por otra parte, el murciano tiene la existencia del seseo y el empleo del diminutivo –ico.
Algunos rasgos del español de América
En el léxico existen algunas palabras propias del territorio, pero por otra parte tienen préstamos de otras lenguas, sobre todo el inglés y lenguas africanas.
En el plano fonológico, el español americano, con el uso del seseo, cuenta con un sonido menos que el castellano.
En el ámbito morfológico y sintáctico son rasgos la anteposición enfática del posesivo (mi hijo en lugar de hijo mío), la utilización del ustedes, y sobre todo el voseo (vos).
También se diferencia en las reglas de conversación, en el saludo y la despedida.