Contexto del Pensamiento de Karl Marx
Karl Marx se encuadra dentro del periodo de la filosofía contemporánea, específicamente en el siglo XIX. Realizó un análisis científico de la sociedad burguesa-capitalista con el propósito de transformarla desde sus raíces. Estaba convencido de que ella misma poseía el germen de su destrucción. Por otra parte, es el padre del socialismo científico, elaborando una de las doctrinas más famosas sobre el análisis de la Historia y la sociedad: el Materialismo histórico.
Tema Principal: La Alienación en el Capitalismo
Marx aclara en qué consiste la enajenación en el modo de producción capitalista.
Ideas Clave
- En el modo de producción capitalista, el trabajo es externo al trabajador, no pertenece a su esencia, ya que el trabajador no se afirma, sino que se niega en el trabajo. Se siente desgraciado por mortificar su cuerpo y arruinar su espíritu. Por tanto, el trabajador se siente fuera de sí en el trabajo y en sí fuera del trabajo.
- El trabajo en este modo de producción es trabajo forzado.
- El trabajo no es la satisfacción de una necesidad (autorrealización), sino el medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo.
- El trabajo es algo extraño para el trabajador y eso se manifiesta porque huye de él como de la peste, ya que es un trabajo de autosacrificio y ascetismo.
- El hecho de que el trabajo sea algo extraño para el sujeto se muestra en que no es suyo sino de otro y cuando está en él no se pertenece a sí mismo sino a otro.
- Compara la enajenación de la religión con la enajenación en el trabajo, que no supone más que la pérdida de sí mismo.
Relación de Ideas
En este texto, Marx trata de aclarar qué es la alienación. La respuesta la encontramos en la primera idea del texto al afirmar que el trabajo aparece como algo ajeno al trabajador, mostrando una realidad de explotación.
Así, en una primera parte del texto, manifestará las consecuencias de lo que se acaba de afirmar, siendo la fundamental que el hombre se siente fuera de sí en el trabajo y en sí fuera del trabajo.
En una segunda parte, Marx demostrará el carácter alienante del trabajo asalariado, puesto que éste ya no le pertenece y puesto que el proletario cuando está en él deja de pertenecerse a sí mismo, como ocurre en la religión.
Explicación Detallada de las Ideas de Marx
En este texto, Karl Marx trata de definir y argumentar uno de los conceptos fundamentales de su filosofía: la alienación.
Este término, junto con el Humanismo, pertenece al periodo del joven Marx y le otorga dos significados: en tanto que explotación económica y en tanto que ideología o posesión de una falsa conciencia de la realidad. En este texto, tan sólo aparece la primera acepción del término, afirmándose en la tesis del mismo que la alienación consiste en que el trabajo (cualidad esencial del ser humano) aparece como algo ajeno y extraño al trabajador, ya que en el sistema capitalista el obrero no se realiza, sino que se niega en el trabajo.
Para Marx, la alienación proviene de un desajuste en el proceso de autorrealización humana como consecuencia de la división del trabajo, de la introducción de la propiedad privada en el sistema productivo y de la consecuente aparición de las clases sociales: explotadores y explotados.
El momento más álgido de la explotación del trabajador se produce en el sistema capitalista, al que también hace mención el texto. Según Marx, en este sistema el trabajador quedará alienado con respecto a cuatro dimensiones: con respecto al producto, con respecto a la propia actividad, con respecto a los otros seres humanos y con respecto a la naturaleza.
Dimensiones de la Alienación según Marx
En este texto aparecen dos de las dimensiones mencionadas. En una primera parte, se hace alusión a la enajenación con respecto a la propia actividad laboral, mientras que en una segunda parte se refleja la alienación en las relaciones con los otros seres humanos.
Alienación con respecto a la Actividad Laboral
Marx afirma que el obrero se siente fuera de sí en el trabajo y dentro de sí fuera del trabajo. Los motivos de esta situación se reducen a que la actividad laboral es una actividad forzada que mortifica al cuerpo y al espíritu y que, lejos de ser un medio de autorrealización, se convierte en un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. La alienación, por tanto, del proletario con respecto a la actividad laboral se produce como consecuencia de la incorporación de las máquinas y la especialización al mundo del trabajo. De esta manera, el trabajador tan sólo participa en una parte del proceso, realizando la misma y tediosa actividad de forma repetitiva. Se convierte así en una prolongación de la máquina, realizando una tarea monótona y que de ninguna manera contribuye a la realización de su esencia como ser humano. El trabajo así enfocado tan sólo cultiva una de las dimensiones del ser humano, la práctica, prohibiéndole la participación en la totalidad del proceso. Los obreros se convierten así en manos sin cerebro, por lo que buscan su satisfacción fuera del trabajo, es decir, en las actividades que nos igualan con los animales (comida, sexualidad, etc.). Por tanto, aunque lo propio del ser humano es trabajar, la alienación de la actividad asalariada hace que el sujeto busque su humanidad fuera de ella, que huya de ella como de la peste.
Alienación en las Relaciones de Producción
Por otra parte, en el texto se afirma que la extrañeza del trabajo se muestra también en que no es suyo, sino de otro, del dueño de los medios de producción, y que cuando está en él no se pertenece a sí mismo, sino a otro. Se trata, pues, de la tercera dimensión de la alienación a la que se hace referencia en el texto y que se encuadra en el marco de las relaciones de producción.
Para Marx, una de las características del sistema capitalista y del trabajo asalariado es la división del ser humano en clases sociales antagónicas: explotadores y explotados, donde ninguna de ellas realiza la esencia entera del hombre. La clase proletaria es la de aquellos que trabajan y no se benefician, pero la burguesa es la de aquellos otros que tampoco se realizan puesto que no producen. La realización y conciliación del ser humano consigo mismo vendrá con la desaparición de las clases sociales, pero hasta entonces la realidad que se observa es la de una relación de explotación de unos seres humanos sobre otros: los capitalistas poseen la propiedad de los medios de producción y el proletariado sólo la fuerza de trabajo, que se ve obligado a venderla al patrono para poder subsistir. De esta manera, se produce, como se afirma en el texto, una pérdida de sí mismo, puesto que el obrero se convierte en una mercancía que pasa a ser propiedad del burgués capitalista. Por eso el obrero siente la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro y en que cuando está en él no se pertenece a sí mismo, sino a otro.
Conclusión: Crítica de Marx al Capitalismo
Marx realizó una dura crítica al sistema capitalista y, como buen filósofo de la sospecha, desenmascaró la realidad de explotación y deshumanización que corría debajo de las manifestaciones materiales e ideológicas de la época y que no estaban más que al servicio de la clase dominante. Pensaba Marx que el capitalismo poseía en sí mismo el germen de su superación y que la Historia avanzaba hacia una sociedad sin clases, con ausencia de propiedad privada y un criterio de justicia distributiva: ‘a cada cual según su necesidad, de cada cual según su capacidad’.