PLATÓN
Platón, en el mito de la caverna, distingue dos modos fundamentales de conocer:
- Doxa: El falso conocimiento que proviene de la percepción sensible de los seres concretos o aparentes del mundo sensible.
- Episteme: El conocimiento de la verdadera realidad de las cosas que pertenece al mundo de las ideas y que se obtiene a través de la razón.
El hombre puede llegar al conocimiento de la episteme porque su alma racional, que es su esencia, preexistió en el mundo de las ideas. El alma cayó al mundo terrenal (mito del carro alado) y fue atrapada por la materia corporal, olvidando todas las ideas que ya conocía. Según la Teoría de la Reminiscencia platónica, conocer es recordar las ideas que nuestra alma ya tenía pero ha olvidado. Platón, para ayudar a recordar, usa el método de la mayéutica. De esta forma, surge el proceso dialéctico que sigue nuestra alma racional para conseguir el conocimiento de la idea de Bien. La dialéctica supone el rechazo de la doxa para, una vez alcanzado el recuerdo de una idea como hipótesis, ir de una idea a otra hasta llegar al conocimiento de la idea de Bien y así lograr el conocimiento perfecto de las ideas.
SAN AGUSTÍN
Para San Agustín la verdad existe. Distinguirá varios tipos de conocimiento:
- Conocimiento sensible: De los sentidos que genera doxa, conocimiento cambiante.
- Conocimiento racional inferior: Donde con el razonamiento se conoce lo universal y necesario relativo a las cosas temporales.
- Conocimiento racional superior: Que posibilita el conocimiento de verdades eternas, inmutables, universales y necesarias que fundamentan nuestros juicios.
Según la Teoría de la Iluminación estas verdades se deben buscar en la intimidad de la conciencia, es decir, en el alma donde Dios las ha puesto y, por tanto, el Hombre debe descubrirlas en su interior. La verdad entonces no está en la realidad sino en el alma y se conoce a través de una iluminación divina. Para San Agustín la fe no es algo irracional sino que fe y razón van juntas y se complementan. Por ello, es necesaria la razón para la fe y, a su vez, la fe para la comprensión de la realidad.
DESCARTES
Descartes es el principal pensador de la corriente filosófica del Racionalismo, una escuela filosófica que considera a la Razón como única fuente de conocimiento verdadero. La prioridad de Descartes será buscar un método que nos ayude, a modo de guía, a razonar. Además, este método debe ser compatible con la forma de pensar de la Razón humana. Por ello, lo primero que hace es analizar la forma de actuar de la propia Razón. En ella se distinguen dos modos de conocimiento:
- Intuición: Conocimiento de las ideas simples que surgen de la propia razón de forma clara y distinta, cuya verdad es evidente e indudable.
- Deducción: Que es el conocimiento de una sucesión de intuiciones de las ideas simples y de las conexiones que la razón descubre entre ellas para llegar a verdades complejas.
De esta forma, para Descartes, al existir estos dos modos de conocimiento, el método y proceso que se debe seguir para llegar a conocer deberá seguir dos pasos:
- Análisis: Por el que se dividen las ideas complejas hasta llegar a las ideas simples y evidentes para que puedan ser intuidas.
- Síntesis: Por la que mediante la deducción se llega a una conclusión que permite comprender lo complejo y construir leyes que lo expliquen.
Aplicará este método para buscar una verdad indudable y poder llegar a una metafísica cierta. Para encontrar esta verdad evidente a partir de la cual poder aplicar la deducción y hacer la síntesis usará la duda metódica. En la primera duda, dudará del conocimiento que proviene de los sentidos pues pueden engañarnos. En la segunda duda, dudará de la existencia de la realidad extramental ya que resulta imposible distinguir la vigilia del sueño. Y por último, en la tercera duda, dudará del conocimiento que proviene de la razón, de las ideas de razón pues se puede suponer la existencia de un genio maligno que nos lleva hacia el error cuando creemos estar en lo cierto.
La primera intuición de una verdad indudable es pienso, luego existo (cogito ergo sum). Y si existo lo hago como un yo pensante, afirmando la existencia de la sustancia pensante como primera verdad indudable. Descartes buscará realizar una síntesis que le permita tener un conocimiento cierto. Para ello partirá de su verdad indudable, el cogito. Este cogito piensa ideas que pueden dividirse hipotéticamente en tres tipos:
- Adventicias: Provienen del exterior.
- Facticias: Construye la mente a partir de otras ideas.
- Innatas: Aquellas que la razón tiene en sí misma.
MARX
Para Marx, el auténtico conocimiento es la praxis: la actividad teórico-práctica a través de la cual el hombre transforma la realidad. La praxis sigue un proceso dialéctico: requiere utilizar el entendimiento (actividad teórica) para transformar racionalmente la realidad en la mente y utilizar la sensibilidad activa (actividad práctica), que transforma la realidad en algo racional de forma concreta. Solo así se podrá afirmar la verdad de lo pensado cuando el hombre lo haya realizado en el mundo. Toda teoría abstracta es, por tanto, falsa.
Según Marx, el hombre se realiza como tal al transformar la realidad y humanizarla, cumpliendo su praxis. Y esta realidad externa existe como forma social producida por el trabajo humano. Marx afirma que las relaciones sociales son relaciones existenciales, porque posibilitan y condicionan la existencia de cada individuo y de ellas depende cómo será su vida: una sociedad será justa si permite al ser humano cumplir libremente esta praxis desarrollando con ello su racionalidad.