Sentido de la expresión «ideas innatas» en el texto
Las «ideas innatas» son el punto principal de conflicto entre el racionalismo y el empirismo. Con las «ideas innatas», los racionalistas defienden la capacidad de la razón de conocer por sí misma, al margen de la experiencia. La defensa de ideas innatas se suele presentar como la afirmación de que la razón cuenta ya por su propia naturaleza con algunos contenidos o verdades inmediatas, intuitivas, fundamentales para el conocimiento. Ello implica que la razón puede concebir algo objetivo por sí misma, por su propia capacidad, de nacimiento, sin necesidad de aprendizaje o experiencia previa, a priori. Hume suele referirse a la situación del primer hombre, Adán…
Esta postura concuerda con la teoría del conocimiento como reminiscencia de Platón, que defiende:
- Que el alma ya conoce las ideas (como contenidos) antes de nacer el hombre (encarnación del alma en el cuerpo). Con esta encarnación, los conocimientos (ideas) se olvidan, pero no se pierden. A partir de ahí, conocer será recordar, ir recuperando los conocimientos que ya antes tenía el alma (a priori).
- Que todos tenemos capacidad de conocer por nosotros mismos y la función del maestro es solo orientar nuestra capacidad de conocer. El alma tiene la capacidad de conocer y de descubrir por sí misma, por reflexión, desde su interior, la realidad (que es inteligible).
Las «ideas innatas» significan, por tanto, la prioridad de la razón frente a la experiencia sensible con vistas al conocimiento, esto es, la posibilidad de tener conocimiento a priori de realidades objetivas.
El empirismo, por el contrario, rechaza la posibilidad de las «ideas innatas», de acuerdo con la línea de pensamiento inaugurada por Aristóteles, según la cual la mente es como una «tabula rasa» (un papel en blanco), en la que no hay nada que no proceda antes de la experiencia de los sentidos.
En el texto, Hume se refiere a «aquellos que rechazan las ideas innatas» (los empiristas), según los cuales, toda idea en nuestra mente es o bien una copia de una impresión sensible, o bien «una composición de aquellas ideas que adquirimos al reflexionar», en cualquier caso, algo secundario a la experiencia sensible. Con ello, Hume niega el valor epistemológico que Descartes (racionalista) concede a la idea metafísica de Dios como fundamento de todas las conexiones causales o acciones que se dan en el mundo físico, privando a este de toda realidad metafísica: «la materia está completamente privada de energía y… todas sus operaciones se logran meramente por la energía del Ser supremo» (con la palabra energía, Hume se refiere a la capacidad de acción de la causa sobre el efecto, que no se percibe por sí misma. Por ejemplo, la gravedad es la causa de que los cuerpos se atraigan, pero lo único que percibimos es el resultado de esa atracción, es decir, la progresiva aproximación de los cuerpos. La fuerza de la gravedad en sí misma no la podemos percibir).
Esta referencia a Descartes y a la fuerza o energía de los cuerpos la inserta Hume en el contexto de su crítica a la causalidad, en la cual centra su crítica general de todo lo metafísico. Concretamente, Hume expone en el texto que la razón no añade nada nuevo y objetivo por sí misma en el conocimiento de la causalidad. La causalidad no es una realidad añadida a las cosas que se relacionan entre sí (la causa y el efecto). Según Hume, fuera de la experiencia sensible de la prioridad de la causa y la contigüidad y la conjunción constante de la causa y el efecto, a la idea de conexión necesaria entre ambos no le corresponde una tercera realidad metafísica (la fuerza de la gravedad en la que se basa esa conexión, por ejemplo). Esto es solo un supuesto, una hipótesis, que Newton ya dejó fuera del ámbito de la nueva ciencia empírica, la cual no se interesa por esencias (qué es la fuerza), sino que se limita a explicar los fenómenos perceptibles (relación entre fuerza, masa, aceleración…). La razón no conoce, pues, efectivamente por sí sola una nueva dimensión de la realidad (la esencia), sino que solo la supone, cree en ella. No hay ideas innatas que tengan como significado objetivo alguna realidad metaempírica específica, sino solo composiciones hipotéticas de ideas procedentes de impresiones, que, según el empirismo de Hume, solo son válidas en la medida en que tales composiciones corresponden a asociaciones de impresiones.
1. Explica el sentido de la expresión «cuestión de hecho» en el texto
1. ¿Qué es una cuestión de hecho?
Tipos de conocimiento: cuestiones de hecho y relaciones de ideas. Características de las cuestiones de hecho, contrastándolas con las relaciones de ideas: contingencia, carácter sintético, necesidad de recurrir a la experiencia, se rigen por el principio de causalidad (por su contingencia, los efectos requieren de una causa para explicar su existencia: lo mismo pueden darse que no; si se dan es por alguna causa).
Las relaciones de ideas son (lógicamente) necesarias, se rigen por el principio de no contradicción (lo contrario no es posible), son analíticas, no es precisa la experiencia, basta con pensarlo.
2. ¿Qué dice el texto de las cuestiones de hecho?
Que se basan en el principio de causalidad: que algo contingente se dé o no se dé no se debe a sí mismo, sino a una causa, es decir, a algo ajeno que lo produce o lo provoca.
3. ¿Por qué recurre Hume en el texto a las cuestiones de hecho?
En primer lugar, para introducir el principio de causalidad y analizarlo empíricamente como una cuestión de hecho: el principio de causalidad no es una relación de ideas, sino una cuestión de hecho (esta es una idea básica y repetida a lo largo del Compendio: ver, por ejemplo, [11] y siguientes). En segundo lugar, para concluir que todas las cuestiones de hecho se resuelven del mismo modo que el principio de causalidad, como creencia basada en una inferencia inductiva probable: al decir todas las cuestiones de hecho, se refiere a todo lo que no es matemáticas (líneas 26-27) y, por tanto, lo mismo las acciones físicas que las acciones humanas (referencia a la conducta de la vida y a la historia).
4. ¿Es el principio de causalidad una cuestión de hecho o es el principio por el que se rigen las cuestiones de hecho?
Ambas cosas a la vez. El principio de causalidad no es una verdad lógica necesaria, pues entonces sería una relación de ideas. Tal como se explica en el texto, el principio de causalidad se infiere inductivamente a partir de experiencias de casos semejantes (todos ellos cuestiones de hecho). El principio de causalidad es como el patrón de las cuestiones de hecho: resulta como generalización a partir del análisis de las cuestiones de hecho, es el patrón de toda conexión o síntesis empírica de ideas. Del caso entre bola 1 – bola 2, se pasa a la repetición del caso con las mismas bolas, después con otras bolas semejantes, después con otros objetos semejantes a bolas y así sucesivamente, hasta llegar a la formulación filosófica abstracta del principio como relación entre causa y efecto. Causa es como la variable por la que están la bola 1 o todos los objetos semejantes a ella que hemos ido sustituyendo en las diversas experiencias; efecto es la variable por la que están la bola 2 y todos los sustitutos semejantes. El principio de causalidad es como una fórmula matemática en la que hemos convertido los objetos experimentados en variables causa y efecto. La generalización que hacemos en la inducción y en la abstracción desde las bolas a los conceptos de causa y efecto se basa en el principio de asociación de ideas por semejanza.
3. La teoría del conocimiento de Hume como crítica del racionalismo
Esquema de desarrollo:
Introducción
Teoría del conocimiento como previa a la teoría de la realidad (crítica moderna) y ciencia del hombre como previa a la teoría del conocimiento y fundamental (giro antropológico-giro copernicano moderno).
Desarrollo de la Teoría del conocimiento
- Distinción entre impresiones e ideas. Diferencia entre la concepción de las ideas en el racionalismo y el empirismo (ideas como realidades objetivas – ideas como representaciones mentales). Las ideas como copias de impresiones. Tipos de impresiones y tipos de ideas. Necesidad de correspondencia de las ideas a impresiones para fundamentar su valor epistemológico. La experiencia sensible como fundamento epistemológico.
- Principios del empirismo: no hay ideas innatas, toda idea es copia (representación) de una impresión o resulta de la combinación de ideas copiadas de impresiones; toda combinación de ideas debe contrastarse con las impresiones…
- Concepción del conocimiento: qué es conocer para Hume. El conocimiento como asociación de ideas en base a la asociación de impresiones. Explicar todo lo que se sepa sobre la asociación de ideas. Tipos de conocimiento: (meras) relaciones de ideas y cuestiones de hecho.
Conclusión
Planteamiento extremo del empirismo en Hume.