Contexto de Descartes
El Discurso del Método
El texto que hemos comentado, cuya idea principal es (…), pertenece al libro Discurso del Método escrito por René Descartes.
El texto propuesto pertenece a la cuarta parte del Discurso del Método. Esta obra es una exposición resumida, en forma de autobiografía intelectual, de lo esencial de la filosofía cartesiana. Se divide en seis partes, de las cuales la primera, segunda y cuarta son especialmente interesantes. Aparentemente, su forma sencilla de exposición oculta un gran contenido filosófico.
En la primera parte, Descartes critica la situación de la ciencia en su época y expone la necesidad de que esta se convierta en autónoma.
En la segunda, tras exponer la necesidad de unidad y coherencia en toda la ciencia, critica el silogismo y propone las reglas del método.
En la tercera, establece lo que conocemos como “moral provisional”, a la que se atendrá mientras dure el proceso de duda metódica.
En la cuarta parte, que es la que nos ocupa, Descartes hace una síntesis de su metafísica: duda metódica, cogito, el yo y las ideas, el criterio de certeza, Dios y la superación de la duda.
En la quinta y sexta, examina algunas cuestiones de física y medicina, y explica por qué escribe esta obra.
Otras Obras de Descartes
Además del Discurso del Método, Descartes cuenta con otras obras entre las que destacamos:
- Reglas para la dirección del espíritu, obra incompleta, escrita en 1628 y publicada póstumamente en 1701.
- Meditaciones metafísicas, escrita en latín y publicada en 1641.
- Los principios de la filosofía, publicada en 1644.
Biografía de René Descartes
René Descartes nació en La Haye, Francia, en 1596. Hijo de una familia perteneciente a la pequeña nobleza, recibió una educación clásica y científica orientada según los principios de la filosofía escolástica. Después de sus estudios, cursó derecho en la universidad. Posteriormente, abandonó esta materia, cautivado por la geometría.
Finalmente, decidió dedicarse a la carrera militar y llegó a participar en la Guerra de los Treinta Años. Una vez retirado del ejército, se trasladó a París, donde llegó a intuir el fundamento del saber. Esta iluminación hizo que Descartes descubriera un método universal, el de la geometría. Este método permitiría desarrollar una ciencia y una filosofía sólidas. Más tarde, Descartes se trasladó a Holanda para escapar de posibles riesgos de persecución ideológica. Algunas de sus obras no fueron publicadas en su momento porque no se ajustaban a la doctrina de la física oficial aceptada por la Iglesia de esos tiempos.
Más tarde, se centró en tres ensayos científicos precedidos por el Discurso del Método, el cual estamos estudiando. En el Discurso, expone su método y un primer esbozo de los conocimientos filosóficos que este método le ha permitido alcanzar. Sus libros sufrieron ataques muy violentos tanto de católicos como de protestantes, ya que decían que sus ideas eran peligrosas y conducían al ateísmo. Descartes, matemático y filósofo, nunca se casó, pero tuvo una hija que murió a temprana edad.
Más tarde, se trasladó a Suecia para no ser perseguido, influenciado por la reina Cristina, con quien mantenía charlas filosóficas. El filósofo enfermó de pulmonía y, el 11 de febrero de 1650, a la edad de 54 años, murió. Durante un tiempo después de su muerte, sus obras formaron parte del Índice de Libros Prohibidos.
Contribuciones de Descartes
Su gran contribución matemática fue la invención de la geometría analítica (las coordenadas cartesianas son las coordenadas de Descartes). En el ámbito del pensamiento, creó una filosofía ligada a la ciencia, una nueva filosofía en la cual sus mismos errores se convirtieron en fuente de inspiración para los filósofos posteriores.
El Racionalismo Cartesiano
Durante esta época, existía un malestar debido a la revolución científica, que había golpeado a tres ámbitos: la astronomía, la física y la metodología, negando las bases sobre las que se asentaban por otras más revolucionarias. A esto se le sumó la destrucción de la unidad religiosa con la pérdida de valores religiosos. En este periodo, Europa se fragmentó en tres iglesias: católica, protestante y anglicana. Las diferentes religiones tuvieron, a lo largo de la historia, diversos enfrentamientos. Entre todos los conflictos, surgieron dos corrientes filosóficas: el racionalismo y el empirismo. Ambas corrientes concedían importancia al método matemático y a la observación, al papel de la razón y al papel de la experiencia. Para los empiristas, la última palabra la tenía la experiencia; en cambio, para los racionalistas, la única fuente del conocimiento es la razón. Algunos países como Holanda, Francia o parte de la Alemania fragmentada defendían esta última corriente y fueron refugio de muchos filósofos, como es el caso de Descartes, que tenía una posición racionalista, una posición filosófica en la que prima el uso de la razón. Algunas características del racionalismo, que podemos encontrar en la filosofía de Descartes, son:
- Ideal de una ciencia deductiva siguiendo el modelo matemático: según el racionalismo, se puede deducir el sistema de nuestro conocimiento acerca del universo a partir de ciertas ideas y principios evidentes y primitivos. Estas ideas y principios son innatos al entendimiento, que este los posee en sí mismo al margen de toda experiencia sensible.
- Convicción de que el ámbito del pensamiento se corresponde exactamente con el ámbito de la realidad clara y distinta (evidencia).
- Todos los filósofos racionalistas recurren a Dios para garantizar la correspondencia entre “orden del pensamiento” y “orden de la realidad” (aquí conviene recordar cómo Descartes destruye la hipótesis del “genio maligno” recurriendo al Dios perfecto y veraz que no puede engañarnos).
- Honda preocupación (moral provisional) de los racionalistas por la conducta humana: Descartes sentía la imperiosa necesidad de aprender a distinguir lo verdadero de lo falso con el fin de ver claro en sus acciones y caminar con seguridad en esta vida.
Influencia de Descartes
La influencia de Descartes en la filosofía de la época fue enorme: innovó y creó un método que permitió el avance y la adaptación de la filosofía a las nuevas corrientes que se daban en su época. Para construir su filosofía, fue influenciado por autores como Platón, del cual tomó el dualismo, es decir, la diferencia entre dos sustancias, cuerpo y alma, y defendía que esta última no era creación de Dios; San Agustín, que también defendía un dualismo, aunque este decía que el alma sí había sido creada por Dios; Aristóteles, basándose en la matemática de Galileo; San Anselmo con su argumento ontológico, entre otros. Además, las influencias del racionalismo cartesiano se encuentran en varios pensadores que elaboraron algún sistema propio, como Pascal, Spinoza, Leibniz, Kant, en gran parte en el idealismo posterior que culmina en Hegel o en el empirismo de Locke.