Lo Apolíneo y lo Dionisiaco
Apolo es el dios que representa la individualidad, el dios onírico, expresa lo racional, la ética. Dionisos expresa el nacimiento y destrucción de los seres, reflejados en la metáfora del niño que construye castillos en la arena y luego los derriba. Apolo representa el mundo onírico de los sueños, la individuación y la medida racional de los instintos. Dionisos, expresa:
- La destrucción y aniquilación de lo individual que retorna al fondo primitivo y originario que es la physis, frente a la individualidad apolínea. Pero la physis es lo caótico común. La naturaleza como fondo originario de donde procede, así, se asocia a la physis como la “materia”, como caos primordial. Este caos es el retorno.
- Es la desmesura, el instinto sexual, es el símbolo de la vida pletórica y rebosante de salud. Es también, “el egoísmo creador”, que da de lo que le sobra. Esta desmesura se identifica con el amor a la vida, al retorno. La afirmación de la vida es el retorno, y con ello expresa la fidelidad a la tierra contra la huida a los transmundos. La voluntad es voluntad de poder.
Por otro lado, la sexualidad no solo simboliza la unión con el sustrato de donde todos los seres proceden en cuanto es la existencia el valor supremo. Además, el retorno es signo de la creación, la afirmación de los instintos y la procreación. Afirmar la sexualidad como fuente de vida es situarse en las antípodas de la objeción contra la vida: el nihilismo, manifestada en esa división entre lo “real y lo aparente”, núcleo esencial de la crítica nietzscheana a la metafísica. Por otro lado, la oposición entre razón y el instinto es oposición entre la moral contranatural y la moral natural.
El origen de la decadencia en Grecia, vino de la tragedia a la que siguió la comedia. Relaciona el fin de la tragedia con la muerte de Dios, y por fin entrañaban la función del coro, frente a lo individual. Con Eurípides acabó la tragedia y la cultura propiamente griega. Nietzsche hace responsable de la decadencia a Eurípides y a Sócrates, por anular la tragedia y por introducir la “razón en filosofía”. A esta decadencia asociada a la embriaguez y al fondo sustante y caótico de la physis, y la sexualidad y lo vital frente a la razón, se opone el símbolo de Apolo y la comedia.
La tragedia, en Nietzsche contiene una visión de la vida en la que el color forma parte de ella. Habría producido el castrado ideal, se manifestaría en los valores que habrían triunfado en occidente. El Dios cristiano simboliza la muerte y el renacer, igual que Dionisos, pero también expresa una condena de los instintos, piensa que extraña una exaltación de la vida. La tragedia dionisíaca representa a la aceptación de la vida con el dolor. De ahí que haga a san Pablo responsable de la cruz como instrumento de la mayor conjura. La diferencia radica en la condena de los instintos y de la vida, o de la aceptación del sufrimiento como parte de la existencia, pero en la tragedia dionisíaca el sufrimiento es parte de la existencia, lo que no supone una visión doliente.
Síntesis: El Vitalismo de Nietzsche
El vitalismo de Nietzsche entraña el rechazo del nihilismo, que consiste en vaciar la vida de contenido, pero puede entrañar la muerte de Dios. El hundimiento de los ideales que sustentaban la fe. De ahí el nihilismo pasivo y activo, que implica que una vez hundidos los ideales adviene la pérdida del sentido de la vida. Se relaciona con el hundimiento de las antiguas creencias si no existe Dios y el transmundo, la vida, no tiene horizonte ni perspectiva de sentido.
Por otro lado, el sentido de la existencia, las posibilidades supremas del hombre. El sentido depende del superhombre, que es el espíritu libre. Afirmar esa fidelidad a la tierra implica amar la vida como el valor supremo y aceptar la vida con el dolor. Por otro lado, Nietzsche opone a la vida rebosante y pletórica de salud, a la potencia vital. Se trata de la vida anémica o tendencias plebeyas, que se expresa en la ilustración, en el socialismo y el cristianismo, así, cae oponer la moral de señores a la moral de esclavos, y por otro lado asocia Nietzsche: decadencia, domesticación del instinto, pasividad, gregarismo, debilidad fisiológica, tendencias plebeyas y democráticas. La moral basada en el odio hacia la vida noble, el resentimiento, basada en la desviación de la dirección de instinto: la culpa y los ideales ascéticos asociados al nihilismo, a la voluntad de nada.
Fink, en “La filosofía de Nietzsche”, señala que la vida quiere el poder mismo frente a la mediocridad, frenando el proceso ascensional de la vida que crea formas más perfectas, así produce el superhombre, es decir, un prototipo moral más allá del bien y del mal. Nietzsche anima una voluntad de venganza a la ilustración, al cristianismo y al socialismo. Esa moral de la negación de los impulsos vitales procedería de la negación de los valores afirmativos. Nietzsche no cree que la filosofía deba basarse en una comprensión racional del sentido de la existencia, pero piensa, que lo permanente es el nacer y destruirse de todas las cosas, es el retorno de lo idéntico, así, voluntad de poder y retorno guardan relación, y el superhombre rechaza mandamientos pesados y es rebeldía contra la moral establecida. El superhombre es niño, olvido, inocencia, etc. El hombre es un puente en un abismo, y el hombre superior es un término entre el hombre y el superhombre, siendo el superhombre el que está por encima del Estado y de la fe en Dios. El superhombre legisla según su voluntad. Se trata de decir sí a la vida, de aceptarla con el dolor. La vida, el instinto, es afirmación de las tendencias vitales, no puede identificarse con la domesticación de los instintos, de ahí surge la venganza. Por el contrario, la moral del ressentiment es antivital, querer la nada. Este es ahora un nihil. Lo más real relaciona la crítica al fetichismo por la gramática. Así, las tendencias nihilistas aniquiladoras de los instintos se desprenden de la fe en Dios, los que están más allá del bien y del mal legislan según el “yo quiero” y afirman el poder, la fuerza y la salud.
Síntesis: La Crítica a los Filósofos
Para entender la crítica a los filósofos hay que partir del análisis del nihilismo, metafísico, reactivo y postmetafísico. El nihilismo que tiene su raíz en la ilustración que proclama que Dios ha muerto y el postmetafísico que entiende que la muerte de Dios es la condición para reorientar el sentido de la existencia hacia la inmanencia y corregir el error en el que se había basado la metafísica idealista y occidental, la critica a la decadencia cultural se remontaba a la crisis de la tragedia con Eurípides. Y en el ámbito filosófico la decadencia se consolida con Sócrates y Platón que refuerzan la exaltación de la razón con la teoría de las ideas. Y así la razón en filosofía se expresa como egepticismo, consiste en una deshistorización, una expulsión del ser del devenir, Por eso proclama que es una objeción contra la metafísica del ser el cambio, el devenir, la vejez, la muerte, la proclamación. Todo cambio debe ser eliminado. Se trata de momificar, consolidar o fijar la realidad, de convertirla en algo inmóvil y fijo. En deshistorizar, odiar el concepto del cambio y así fijar la realidad, la vida es algo negativo, lo que deviene no es, lo que es, no deviene, etc
Contextualización
La obras que Nietzsche desarrolla su critica a la moral y a la metafísica pertenecen al periodo crítico(1887-88). Características de sus periodos:
Periodo Romántico (1871-1878)
- Influencia de Schopenhauer y Wagner, escribe “El nacimiento de la tragedia” en honor a Wagner, realiza una comparación entre la cultura anterior a Sócrates y el mismo Sócrates.
- Contrapone a Dionisos (la vida) y Apolo (las formas), lleva a cabo una crítica radical a la filosofía socrática y platónica.
- Sobre verdad y mentira en sentido extramoral “Consideraciones Intempestivas” de cuatro partes distintas: la primera dedicada a Straus, es un ataque a la cultura alemana. La segunda es una crítica del método histórico que lo ve como un síntoma de decadencia cultural. Y la tercera y cuarta están dedicadas a Schopenhauer y Wagner, se refiere a la cultura del futuro.
Periodo Positivista (1878-1883)
- Aquí ataca directamente a la religión, la metafísica y el arte demostrando su carácter ilusorio “Humano, demasiado humano”.
- Trata de demostrar que los conocimientos y experiencias humanas pueden ser explicados sin necesidad de acudir a supuestos metafísicos y religiosos.
- Escrito a Voltaire “Aurora”: pensamientos sobre los prejuicios morales.
- “La gaya ciencia”: liberación del hombre de sus esclavitudes, desenmascarando las figuras de santo, artista, sabio y negando el sentido trascendente. Habla del eterno retorno y la muerte de Dios.
Periodo Crítico (1883-1889)
- Es el periodo fundamental, desarrolla sus ideas más originales, crítica del martillo: ataca la filosofía y moral tradicionales tiene que destruir al hombre para que pueda venir el superhombre que conoce la muerte de Dios, tiene la voluntad de poder y se mueve en el eterno retorno. Se propone eliminar el dogmatismo retórico, los valores y hacer una radical “transmutación de valores”.
- “Más allá del bien y del mal”: critica la filosofía, la religión y la moral. Los filósofos son dirigidos por prejuicios morales, los hombres religiosos son neuróticos y los morales son vengativos.
- “La genealogía de la moral”: continúa los temas “aurora” y critica los valores tradicionales de la moral occidental.
- “El crepúsculo de los ídolos”: critica lo llamado “verdad”, es un escrito demoledor.
- “El anticristo” es un ataque a la religión y la moral cristiana
- “Ecce homo” autobiografía.
- “Así habló Zaratustra” obra básica, la más poética y profética: intenta ser una nueva biblia, recurre sobre todo a la metáfora. Intermedio entre la poesía y la filosofía se trata de un conjunto de discursos simbólicos unidos por una fábula: Zaratustra