Comparación Filosófica: Aristóteles vs. Tomás de Aquino

Aristóteles y Tomás de Aquino son dos figuras prominentes en la historia de la filosofía. Si bien compartieron algunos puntos de vista, también tuvieron diferencias significativas en sus enfoques y contribuciones. A continuación, se presenta una comparación entre ambos:

Enfoque Filosófico

  • Aristóteles: Se centró en el estudio de la naturaleza y la realidad empírica. Desarrolló un sistema filosófico que abarcaba la lógica, la metafísica, la ética, la política, la física y la biología, entre otros campos.
  • Tomás de Aquino: Integró la filosofía aristotélica con la teología cristiana, creando una síntesis conocida como tomismo. Su filosofía se basaba en la razón y la revelación divina, argumentando que la fe y la razón son compatibles y complementarias.

Metafísica

  • Aristóteles: Desarrolló una teoría metafísica centrada en la noción de sustancia, la causalidad y el acto y la potencia.
  • Tomás de Aquino: Adoptó y adaptó la metafísica aristotélica en su filosofía, argumentando que la existencia de Dios puede ser demostrada racionalmente a través de la razón y la observación del mundo natural.

Ética

  • Aristóteles: Su ética se basa en la noción de la virtud y la búsqueda del bien supremo, que él identificó como la felicidad o eudaimonia.
  • Tomás de Aquino: Desarrolló una ética basada en la ley natural, argumentando que las acciones humanas deben estar en conformidad con la razón y el orden moral establecido por Dios.

Epistemología

  • Aristóteles: Enfatizó el papel de los sentidos en el conocimiento humano y desarrolló una teoría del conocimiento basada en la experiencia y la observación.
  • Tomás de Aquino: Integró la epistemología aristotélica con la teología cristiana, afirmando que la verdad puede ser alcanzada tanto a través de la razón como a través de la revelación divina.

En resumen, mientras que Aristóteles se enfocó en el estudio de la naturaleza y la realidad empírica desde una perspectiva racional, Tomás de Aquino intentó reconciliar la filosofía aristotélica con la fe cristiana, creando una síntesis que influyó profundamente en el pensamiento medieval y posterior.

Definiciones según Aristóteles

Ciencia

Platón concebía la ciencia como una realización de la vida uniendo ciencia, virtud y felicidad, mientras que Aristóteles la ve como un saber privilegiado no necesariamente ligado a la moral. Clasifica el saber en tres grupos: teoréticas, prácticas y poiéticas, todas con forma lógica. Aristóteles destaca que la ciencia debe ser universal, ocupándose de entes universales mediante abstracción. Su objeto son las formas que el intelecto puede captar de las sustancias, dándoles estabilidad y necesidad, ya que la ciencia solo abarca lo universal y necesario. Las definiciones y demostraciones se refieren a esencias o formas permanentes y universales, no a seres particulares.

Metafísica

Aristóteles es el primero en abordar la disciplina que más tarde se llamaría metafísica u ontología. Esta disciplina se ocupa de lo real en sí mismo, independientemente de sus determinaciones particulares, es decir, explora qué significa ser real. Aristóteles la considera la “Filosofía Primera” y la funda en el principio de no contradicción. En su obra “Metafísica”, examina la sustancia individual, llegando a la conclusión de que las sustancias individuales son necesarias, ya que los accidentes no existen sin ellas. Aristóteles propone una gradación de sustancias con Dios en la cúspide, entendido como forma sin materia, objeto de la Teología que lo trata como una forma siempre inmaterial, como el motor inmóvil e inmaterial.

Sustancia

En su obra Metafísica, Aristóteles emplea el término “ser” con un sentido filosófico pleno, refiriéndose al principio y causa de cada realidad determinada. Es el principio constitutivo del ser en sí mismo, otorgándole persistencia, estabilidad y necesidad. La sustancia, como ser necesario, tiene dos aspectos complementarios: es el ser de la esencia y la esencia del ser, determinando tanto la forma como la materialización de las cosas. La sustancia cumple el principio de no contradicción al ser lo que es y no poder ser otra cosa. En su lógica, Aristóteles distingue entre “sustancias primeras”, individuos únicos como “Juan”, y “sustancias segundas”, especies y géneros que se predican de las sustancias primeras, como en “Juan es hombre”.

Materia y Forma

Aristóteles propone que la sustancia puede ser entendida de dos maneras: como materia indeterminada o como forma determinante. En su teoría física, explica cualquier tipo de movimiento considerando estas dos causas, a las que añade las causas eficiente y final. En el caso de los seres naturales, estas causas son la misma especie, lo que constituye el hilemorfismo (materia y forma). La forma es el principio de inteligibilidad de los seres y da estabilidad y necesidad, permitiendo fundamentar la ciencia como conocimiento necesario y universal.

Potencia y Acto

Aristóteles considera que la sustancia es la causa del cambio, teniendo un valor dinámico. Para él, el movimiento es el paso de la potencia al acto, donde la materia representa la potencia y la forma el acto. La potencia puede ser activa (capacidad de provocar un cambio) o pasiva (capacidad de sufrirlo). El acto es la existencia misma del objeto, lo que ha llegado a ser. Aristóteles sostiene que el acto es anterior cronológica y metafísicamente a la potencia, ya que la potencia siempre implica la posibilidad de dos contrarios, mientras que el acto excluye cualquier otra potencialidad, considerándolo de entidad superior. Además, para Aristóteles, lo que es no puede proceder de lo que no es.

Causa y Efecto

Aristóteles propone la Teoría Hilemórfica, que establece que los seres tienen cuatro causas: material, forma, eficiente y final. La interacción de estas causas explica cómo los seres llegan a ser y su manera de ser. La causa eficiente precede al conjunto de materia y forma, mientras que la forma determina la naturaleza del ser. La causa final, que justifica el proceso, es fundamental en la filosofía aristotélica, que se basa en una concepción teleológica. Esta finalidad se aplica tanto en la física como en la antropología, ética y estética. Los efectos siempre guardan relación con las causas, tanto en sustancia como en proporcionalidad, y Aristóteles cree que todo en este mundo tiene un fin inmanente.

Teología y Lugar Natural

Aristóteles sostiene que todos los seres tienden hacia su propia perfección y ocupan su lugar apropiado en el orden natural, sin necesidad de una fuerza externa. Esta visión teleológica explica el movimiento y el orden en la biología y la física. Se extiende a la antropología, ética y política, donde Aristóteles identifica fines específicos inherentes a cada realidad. Sus teorías describen cómo alcanzar esos fines una vez establecidos con claridad.

Inducción y Deducción

Aristóteles utiliza tanto la deducción como la inducción en su razonamiento, a diferencia de Platón, quien enfatizaba la deducción sobre la inducción. La deducción es un proceso descendente desde premisas generales hasta conclusiones particulares, mientras que la inducción va en la dirección opuesta. Aristóteles emplea principalmente el silogismo deductivo en su teoría del razonamiento, donde la necesidad de las conclusiones es fundamental. Sin embargo, también reconoce la importancia de los razonamientos inductivos, aunque señala que su validez es más difícil de establecer y su campo principal es la persuasión. Aunque Aristóteles explica claramente la deducción, su concepción de la inducción es menos clara.

Abstracción

En su Lógica, Aristóteles distingue entre la esencia (ratio essendi) y el concepto (ratio cognoscendi) de las formas. La abstracción, crucial para todas las ciencias, incluida la filosofía, consiste en determinar el objeto de estudio de cada disciplina. Aristóteles justifica la legitimidad de la abstracción cuando la forma es la sustancia y la esencia necesaria, permitiendo separarla de las particularidades contingentes de cada ser. Esta perspectiva establece la base de la lógica aristotélica, que depende de la comprensión de la forma en el concepto de sustancia aristotélica.

Alma

Para Aristóteles, el alma es parte de la física, siendo la forma incorporada a la materia, a diferencia de las matemáticas que estudian formas separadas de la materia. Define el alma como el principio vital que vivifica un cuerpo, siendo la realización de la función propia de ese cuerpo. Es la unión natural y esencial con el cuerpo, constituyendo conjuntamente la sustancia del ser viviente. El alma tiene tres funciones: vegetativa (nutrición, crecimiento, reproducción), sensitiva (sensibilidad y movimiento en animales y humanos), e intelectiva (sólo en humanos). Aristóteles también menciona un Entendimiento Agente inmortal, común a todos los hombres, lo que dificulta su uso cristiano medieval desde una perspectiva de salvación post mortem.

Monismo

En contraste con Platón, Aristóteles no presenta dualismos claros entre realidades opuestas. En su pensamiento monista, hay una unidad sustancial entre materia y forma en los seres individuales, que son la única sustancia. El hombre es una única sustancia material vivificada por un alma intelectiva. En términos gnoseológicos, aunque sensibilidad y razón son diferentes, el conocimiento sensible no es necesariamente incierto, ya que la sensación coincide plenamente con el objeto sensible y es la base para el conocimiento racional.

Felicidad

Aristóteles sostiene que el fin último del hombre es su propia felicidad, aunque determinar en qué consiste exactamente la felicidad no es claro. Examina la naturaleza del ser humano, afirmando que cada individuo será feliz si realiza lo más propio y específico para él, lo cual, según Aristóteles, es la contemplación y el conocimiento. Sin embargo, reconoce que el hombre tiene otras inclinaciones y necesidades prácticas, lo que modera el concepto de felicidad contemplativa absoluta. Aristóteles aboga por una vida virtuosa que equilibre la contemplación con las necesidades materiales y sociales.

Virtud

Aristóteles diferencia su concepto de virtud de Platón, enfocándola más en el individuo que en lo social. Para Aristóteles, la virtud es la realización de la perfección de la propia naturaleza, buscando la felicidad individual. Considera que cada individuo será feliz al realizar lo más propio y específico para él, lo cual incluye la contemplación, el conocimiento y la ciencia, aunque también reconoce otras inclinaciones y necesidades prácticas. Aristóteles distingue entre virtud intelectual y moral, esta última definida como el justo medio entre extremos viciosos, reforzado por su ejercicio. La justicia es la principal virtud moral, fundamentando el derecho y la sociedad.