Concepción del Ser Humano y Ética en la Filosofía

Concepción del ser humano (Descartes)

Descartes retoma la idea del dualismo antropológico defendido por Platón, indicando que el ser humano está formado por la unión de dos sustancias distintas y diferenciadas:

  • La sustancia pensante o yo, que hace al hombre ser lo que es y puede existir sin el cuerpo.
  • La sustancia extensa o cuerpo material, que en tanto que materia actúa siguiendo las leyes mecánicas.

Descartes volverá a defender un dualismo antropológico para poder justificar la libertad de la que goza el ser humano. El ser humano es libre, ya que aunque su cuerpo sigue las leyes mecánicas y, por tanto, carece de libertad, el alma, que es independiente del cuerpo, es capaz de dominar este, haciendo que el ser humano actúe libremente y racionalmente.

La defensa del dualismo antropológico hace que Descartes vuelva a caer en el problema de cómo justificar racionalmente la relación que existe entre el cuerpo y el alma, relación que constantemente en la vida diaria vemos que existe. Descartes soluciona el problema estableciendo que ambas sustancias se relacionan a través de la glándula pineal del cerebro. La glándula pineal sería un centro fisiológico en donde se encontraría el alma y desde donde esta regularía el comportamiento del cuerpo.

Con respecto al pensamiento ético, Descartes defenderá que la voluntad debe estar dominada por la razón. En el Tratado sobre las pasiones dirá que las pasiones (involuntarias) son espíritus vitales que circulan por el corriente sanguíneo y que a veces no dominamos. El ser humano será libre cuando la razón domine las pasiones humanas.

Teoría del conocimiento (Hume)

Hume será un seguidor del empirismo, corriente filosófica surgida en el siglo XVII de la mano de Locke y Hobbes. Como empirista, defiende que todo el conocimiento parte de la experiencia sensible y, además, cree que el método apropiado para obtener el conocimiento es el método inductivo frente al método deductivo de Descartes.

Todo contenido de conciencia (ideas, deseos, sentimientos…) es llamado por Hume como percepciones. Existen dos tipos: las más fuertes y vivas son las impresiones (datos inmediatos de la conciencia o los sentidos) y las más débiles son las ideas provenientes de la memoria (al recordar una impresión o de la imaginación). Existen también las impresiones de reflexión originadas a partir de una idea.

Hume establece así su criterio de certeza: una idea será cierta cuando sea copia de una impresión; por tanto, para Hume no existen las ideas innatas. Además, las percepciones se dividen en simples (no se pueden descomponer) y complejas (formadas por la agrupación de impresiones simples). La imaginación no actúa al azar, sino que está sometida a las leyes de la asociación de ideas (semejanza, contigüidad espacio-temporal, causa y efecto).

El ser humano, a la hora de conocer, genera dos tipos de afirmaciones a través de la razón combinando diferentes ideas:

  • Relación de ideas: Propias de las matemáticas y de la lógica, con afirmaciones universales y ciertas siempre, son necesarias y con juicios analíticos. Su verdad es independiente de la experiencia; son ciertas pero no afirman nada sobre el mundo (Ley de semejanza).
  • Las cuestiones de hecho: Afirmaciones sobre hechos que comprobamos mediante la observación y el experimento. No son universales ni necesarias, son probables y con juicios sintéticos que dependen de la experiencia (Ley causa y efecto).

Existencia de Dios (Tomás de Aquino)

Dios es aquel ser que crea: sustancias corpóreas (materia y forma) y sustancias espirituales (forma). Toda sustancia tiene una esencia, que está en potencia de existir. Los seres contingentes.

Dios es la existencia, es acto puro y es un ser necesario. Es causa de las sustancias, y todo ser creado participa de Dios (jerarquización).

Summa Theologica Artículo 1

La proposición “Dios existe” es evidente en sí, pero no es evidente para nosotros; por eso es necesario demostrarla.

Tipos de demostración Artículo 2

Dos tipos:

  • A priori: Parten de la existencia de la causa para demostrar la existencia del efecto.
  • A posteriori: Parten de los efectos para remontarnos hasta la causa.

Argumento ontológico de San Anselmo:

  • Dios es el ser más grande que alguien puede pensar.
  • Si es el ser más grande, es necesario que no esté únicamente en el entendimiento, sino que esté también en la realidad. Porque no puede haber un ser superior a este: el que se piensa y además existe.
  • Por tanto: Dios existe.

San Anselmo realiza un salto desde el plano lógico (mental) al plano ontológico sin justificar.

Las cinco vías Artículo 3

Estructura común:

  • Se parte de un hecho empírico.
  • Aplica el principio de causalidad.
  • Afirma la imposibilidad de una serie infinita de causas.
  • Conclusión: Debe haber una causa primera a la que llamamos Dios.
  • 1ª Vía del movimiento: En el mundo existe el movimiento; todo lo que es movido se mueve por algo. Es imposible que exista una serie de causas infinitas del movimiento; por tanto, existe un primer motor que mueve todo y a su vez no es movido por nada: Dios.
  • 2ª Vía de la causalidad: Dios es la causa incausada.
  • 3ª Vía de los seres contingentes: Dios es el ser necesario.
  • 4ª Vía de los grados de la perfección: En la naturaleza existen seres nobles, buenos… Hay seres más o menos perfectos; para que esto sea posible, es necesario que exista un ser perfecto para realizar la comparación; por tanto, Dios es el ser perfecto.
  • 5ª Vía del orden en el mundo: Dios es el ser inteligente que dirige el mundo (omite la premisa de la imposibilidad de una serie infinita de causas). Dios sería, según Tomás: el motor inmóvil, causa eficiente primera, un ser necesario, con una perfección máxima y la primera inteligencia.
  • También existe la vía negativa (que niega las propiedades de las criaturas para aproximarse a la idea de Dios) y la vía de la eminencia (eleva a un grado máximo todas las cualidades que conocemos).

Ética (Tomás de Aquino)

Es teleológica (las acciones de todos los seres tienden a un fin) y eudemonista (el fin último al que aspiran todos los hombres es la felicidad). Pero a diferencia de Aristóteles, la felicidad no se identifica con la contemplación de la verdad en este mundo sensible gracias a las ciencias y a la sabiduría. En su intento por acercar aristotelismo y cristianismo, identificará la felicidad con la contemplación de Dios más allá de la muerte. Para hacernos merecedores de la contemplación divina, será necesario seguir las normas de la ley natural.

Contienen estas características:

  1. Se pueden conocer a través de la razón, ya que coinciden con las tendencias naturales del ser humano.
  • La tendencia natural a conservar la vida sigue la norma de que todo lo que conserva vida es bueno y lo malo lo que la acaba.
  • La tendencia a procrear y cuidar se deriva de la norma de hacer lo propio con nuestros hijos.
  • La tendencia al conocimiento se deriva de la norma de buscar la verdad y la verdad superior que es Dios.
Tienen su origen en la ley eterna (ley que rige Dios). Las normas de la ley natural son evidentes, universales e inmutables.

Ahora bien, muchas veces los instintos y las pasiones del hombre nos llevan a actuar en contra de lo que le dicta su racionalidad. Será necesario el cultivo de la virtud. Tomás hablará de dos clases de virtudes: éticas y dianoéticas. Por virtud ética entiende un hábito selectivo de la razón que se forma mediante la repetición de actos que llevan hacia el bien.