Conceptos clave del pensamiento marxista

ALIENACIÓN

Este término se asocia con la etapa “juvenil” de Marx y el pensamiento dialéctico. Aunque no aparece en el Manifiesto, resulta esencial para entender la filosofía de Marx. El término alienación indica que alguna cosa se nos vuelve extraña, ajena, al separarse de nosotros. El ser humano moderno está alienado, está deshumanizado en tanto que en la sociedad capitalista no puede controlar ni el proceso ni el resultado de su trabajo. La división del trabajo, al separar las actividades intelectuales de las actividades físicas, es expresión de la vida alienada. Además, el hecho de que el proletariado debe venderse como fuerza de trabajo, como una cosa o un objeto, es una muestra más de la vida dañada de los seres humanos, convertidos en una mera pieza de la maquinaria capitalista.

BURGUESÍA

Es la clase de los grandes capitalistas propietarios de los medios de producción. La clase dominante, la que controla las relaciones de producción y de vida en la sociedad moderna. Sus raíces se encuentran en los antiguos burgos que, en su desarrollo y extensión, materializan un factor fundamental de las sociedades modernas: se trata de sociedades urbanas. La burguesía surge como la clase de los propietarios del capital, enfrentada a las relaciones de producción feudales. Después de pasar por diversas fases de desarrollo, establece sus propias relaciones de producción y se manifiesta plenamente como clase explotadora del proletariado. En el Manifiesto se elogia el protagonismo de la burguesía al impulsar las fuerzas productivas mediante la aplicación de la ciencia y la técnica, logrando un aparente dominio de la naturaleza. El proletariado, en sus luchas de clases y mediante la actividad revolucionaria, acabará con la hegemonía de la burguesía en las sociedades industriales.

COMUNISMO

Cuando se redacta el Manifiesto (1848), este término significa, en primer lugar, un movimiento obrero que impulsa la transformación radical de la sociedad frente a un socialismo arraigado en las élites cultas. Son los obreros comunistas los que deben conseguir la emancipación. Este es el sentido del título de la obra. En segundo lugar, aplica un nuevo modo de producción que debe constituirse mediante la abolición del modo de producción capitalista, basado en la propiedad privada. Con la revolución, la actividad política obrera va a provocar una profunda transformación social al acabar con los enfrentamientos de clases. El comunismo va a reconciliar al ser humano consigo mismo al abolir las relaciones desiguales de explotación y la división social del trabajo en una sociedad urbana libre: “una asociación donde el libre desarrollo de cada uno será la condición para el libre desarrollo de todos”.

DIVISIÓN DEL TRABAJO

Consiste en la especialización funcional de la producción de un bien o en la realización de un trabajo concreto dentro del proceso de producción, incrementando la productividad. Se puede aplicar la expresión a individuos, grupos sociales, etc. La sociedad capitalista se caracteriza por la extrema atomización de la división y por la creciente separación y especialización del trabajo entre trabajo manual e intelectual. Esta separación mente-mano en las actividades productivas es expresión de la extensión de la Revolución Industrial del siglo XIX, de la separación histórica entre campo-ciudad y de la centralización de las decisiones políticas que tuvo lugar en el proceso de urbanización. La división del trabajo implica la subordinación del trabajo a la autoridad del capitalista, ya que no se puede, en ningún caso, participar en la toma de decisiones del modelo productivo. Con la mecanización industrial, el trabajo del obrero ha perdido todo carácter independiente; de esta manera, resulta paradójico que, aunque la aplicación masiva de las tecnologías industriales puede aminorar el esfuerzo físico, supone, al contrario, la esclavización en una actividad monótona y repetitiva durante un tiempo excesivo.

FUERZAS PRODUCTIVAS

Marx entiende por fuerzas productivas una serie de elementos: la fuerza de trabajo aplicada por la actividad humana (su producto), las fuentes de energía, los medios de producción (el conjunto de instrumentos del aparato industrial y las materias primas), los medios de comunicación e intercambio (tanto de información como de bienes y los medios de pago de los mismos), además de los conocimientos de la ciencia y de la técnica necesarios para conseguir ese trabajo. En el texto del Manifiesto se destaca cómo el desarrollo del capitalismo, utilizando el saber científico y técnico para someter la naturaleza, “ha creado fuerzas productivas más masivas y colosales que todas las generaciones pasadas juntas”. Las fricciones entre la capacidad productiva y las relaciones sociales establecidas, que reparten el poder y las instituciones, generan convulsiones y crisis que hacen estallar las sociedades, alterando el modo de producción. De esta forma, se constituye la historia humana en diferentes etapas. Las fuerzas productivas son la base activa de la historia de los seres humanos. Esta historia es la historia del esfuerzo de sus actividades de transformación material.

LUCHA DE CLASES

“La historia de todas las sociedades existentes hasta el presente es la historia de la lucha de clases“, con esta famosa frase se inicia el texto del Manifiesto. Las luchas de clases expresan la idea de una historia de la especie humana donde grupos antagónicos luchan entre sí por la hegemonía y el control de los medios materiales de vida. Este tema es uno de los núcleos centrales del Manifiesto, junto con otras dos claves del texto: 1ª, la idea de que la estructura económica y social es la base de la historia política e intelectual; 2ª, la idea de que el proletariado solo puede liberarse a sí mismo liberando a toda la humanidad, ya que representan los intereses de toda la especie.

MODO DE PRODUCCIÓN

Los seres humanos producen su forma de vida en un determinado modo de producción. La historia humana es una sucesión de diferentes periodos en los que el trabajo se organiza de forma diferenciada, dando lugar a una etapa determinada en la historia material, social e intelectual humana. Los rasgos básicos de cada etapa corresponden a un nivel particular de la dinámica de las fuerzas productivas, con su estructura económica y tecnológica, y de sus relaciones de producción, con sus mecanismos de poder institucional y leyes, que determinan cómo se distribuye la riqueza generada. En el Manifiesto se habla de cuatro modos de producción: el de la sociedad esclavista, el de la sociedad feudal, el de la sociedad capitalista y el comunismo. En obras posteriores, Marx incluirá un quinto modo de producción, llamado comunismo primitivo, correspondiente a las etapas rudimentarias previas a las sociedades esclavistas. También se añadirá un modo de producción asiático, ajeno a la temática del texto. Para que se produzca el estallido del modo de producción capitalista es necesaria la actividad, portadora del saber social, del proletariado, organizada para activar la revolución.

NACIÓN E INTERNACIONALISMO

Por nación hay que entender el Estado nacional burgués, es decir, la estructura política y legislativa que permite a la burguesía ejercer su dominación económica. Con la afirmación “los obreros no tienen patria”, se reafirma la necesidad de una lucha internacional que dé respuesta a una explotación mundial capitalista en desarrollo exponencial. El concepto nación se asimila también a su contenido político al afirmar, acto seguido, que no es posible quitarles a los proletarios lo que no tienen. De esta manera, los proletarios aún deben conquistar la hegemonía política, asumiendo el poder del Estado nacional burgués para realizar el control de las fuerzas productivas y de los medios de producción. Con el comunismo, en opinión de Marx, se acabará todo el poder político estatal.

PAUPERISMO

El pauperismo es efecto directo de la acumulación de la riqueza en manos de personas privadas y del crecimiento de la circulación del capital, pues ambos producen, junto a las crisis económicas cíclicas, el hundimiento de la clase obrera cada vez más por debajo de las condiciones de su propia clase. Este empobrecimiento va ligado a otros factores: el riesgo continuo de pérdida de puestos de trabajo, los abusos de la explotación, la deshumanización de las condiciones de vida industrial y el desarrollo contradictorio de las fuerzas productivas, que sustituye el aislamiento de los obreros, resultante de la competencia, por su opinión revolucionaria mediante la asociación.