Conceptos Fundamentales de la Filosofía de Aristóteles: Sustancia, Ética y Política

La Filosofía de Aristóteles: Conceptos Clave

A continuación, se presentan los conceptos fundamentales de la filosofía de Aristóteles, abarcando desde su crítica a Platón hasta su visión del Estado ideal.

1. Crítica a la Teoría de las Ideas de Platón

La crítica de Aristóteles se centra en rechazar que la esencia de las cosas exista separada de ellas. Sin embargo, no rechaza en su totalidad la Teoría de las Ideas; solo niega su existencia separada. En lo fundamental, Aristóteles permanece fiel a la herencia platónica y socrática: la ciencia versa sobre lo general y universal, es una búsqueda de la esencia común que se encuentra en las cosas mismas y no separada de ellas.

2. El Ser y sus Categorías

El ser se dice de muchas maneras, pero todas se refieren a una forma primordial, al “ser” propiamente dicho: la sustancia. Y la sustancia no es única, porque existen muchas (muchos “seres” diferentes). Todas las demás formas de ser son solo modificaciones o accidentes de la sustancia: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, estado, acción y pasión. Estas son las categorías supremas del ser. Las categorías son los diversos modos en que algo puede referirse como predicado a un sujeto.

3. Definición y Clases de Sustancia

La sustancia es la “physis”, la naturaleza o el principio fundamental del ser. Por ejemplo, el agua sigue siendo agua independientemente de su estado, sólido, líquido o gaseoso. La sustancia tiene entidad por sí misma, es el soporte real sobre el que descansan todas las demás cualidades cambiantes de las cosas. Estas cualidades cambiantes son los accidentes.

Aristóteles distingue dos tipos de sustancias:

  • Sustancias primeras: los individuos concretos, como Sócrates, la farola o el tenedor.
  • Sustancias segundas: la forma o el universal: “humano”, “animal”, “vegetal”…

En sentido estricto, solo los individuos concretos deben ser considerados sustancias. Pero puesto que las especies y los géneros son también algo real, no meros conceptos, también deben ser consideradas sustancias. Por lo tanto, la sustancia primera es lo verdaderamente real, la sustancia en sentido estricto: es el sujeto último o sustrato en el que tiene su existencia la forma. Por eso la sustancia primera “subyace a todas las cosas”.

4. Hilemorfismo: Materia y Forma

La mejor manera que Aristóteles encontró para explicar esta propiedad de la sustancia, de los individuos concretos, fue considerarla un compuesto de materia (hylé) y forma (morphé). Hilemorfismo.

Forma es la esencia de la cosa, la sustancia segunda, la especie, y es eterna. Pero solo existe en la materia. La forma es el elemento más universal de las cosas y algo intrínseco a ellas.

Materia es, por ejemplo, el bronce o la madera. A estas cosas le llama Aristóteles materia próxima o segunda, perceptible por los sentidos. Admite cualquier forma.

5. Potencia y Acto: Explicación del Movimiento

Aristóteles entiende el movimiento como paso de la potencia al acto. Hay distintas clases de movimiento o cambio:

  • Cambios sustanciales: generación (pasar del no-ser al ser) y corrupción (pasar del ser al no-ser).
  • Cambios accidentales:
    • Cuantitativo (crecimiento, disminución).
    • Cualitativo (alternancia o cambio de un estadio a otro: larva-insecto).
    • Locativo (cambio de lugar, traslación).

6. La Naturaleza o “Physis”

El objeto de la Física es la physis o naturaleza. La naturaleza o physis es el principio o causa del movimiento sustancial de los seres “naturales”. La naturaleza o physis es la forma de los seres. Es un principio inmanente al ser natural: este posee en sí mismo el principio radical de su desarrollo y de sus transformaciones.

7. Teoría de las Cuatro Causas

La causa o principio radical de cada cosa es su propia naturaleza. Aristóteles afirma que es precisamente analizando la noción de “causa” donde mejor podemos captar el aspecto dinámico del ser. Todo lo que llega a ser tiene una causa. Según Aristóteles, “causas son todos aquellos factores que son necesarios para explicar un proceso cualquiera”. Aristóteles pensaba que era preciso ampliar la propia noción de “causa” para incluir todos sus aspectos. Por lo tanto, son cuatro causas en total:

  1. Causa material: la madera con la que está hecha una mesa.
  2. Causa formal: la forma de la mesa.
  3. Causa motriz o eficiente: el carpintero.
  4. Causa final: utilizarla para apoyarse.

Por causa material se refiere Aristóteles a un sustrato indeterminado que puede recibir cualquier forma, en principio. La causa formal es lo que hace que la materia indeterminada pase a ser algo determinado. Tanto la causa material como la formal son intrínsecas. La eficiente es lo que provoca los movimientos, cambios o transformaciones. Y la final es lo que da sentido a la acción del agente, el fin al que apunta el cambio.

8. Cosmología Aristotélica

Aristóteles atribuye cuatro características a su visión del Universo:

  1. Esencialista: todas las explicaciones apelan a la “naturaleza” o “physis” de los seres.
  2. Teleológica: la finalidad de los movimientos naturales es la realización de la propia “forma” o “naturaleza“.
  3. Dualista: Aristóteles sustituye el dualismo platónico (Ideas-cosas) por otro: el mundo supralunar (perfecto, “divino” e incorruptible) y el mundo sublunar (imperfecto y corruptible).
  4. Deductiva: afirma que el cielo es una esfera porque la esfera -figura perfecta- es la más apropiada para los cuerpos celestes.

9. El Alma Humana

Aristóteles defiende la unidad del alma y la sitúa por todo el cuerpo, no en partes concretas. La insistencia en la unidad total del ser vivo implica que no es el alma la que siente o piensa, sino todo el ser humano gracias al alma. Pero sí le asigna funciones al alma:

  1. Función nutritiva o vegetativa: incluye las funciones de crecimiento, nutrición y reproducción.
  2. Función sensitiva: superior, de la que derivan la función apetitiva, los deseos, las percepciones y la función motriz.
  3. Función pensante: tiene la capacidad de pensar y entender.

Cuerpo y alma constituyen una única sustancia, y guardan entre sí la misma relación que la materia y la forma. Esto le lleva a considerar absurda la doctrina de la reencarnación: el alma no puede ser forma de cualquier cuerpo. Puesto que el alma es el principio de toda la actividad del ser vivo, no es nada distinto de esas funciones. Cuerpo y alma no son separables. Un cuerpo sin alma dejaría de ser un animal o un organismo vivo. Y un alma sin cuerpo no sería nada. Queda excluida, por tanto, la preexistencia del alma o su existencia más allá de la muerte.

10. Funciones del Alma

Las funciones del alma aristotélica son: Función nutritiva o vegetativa (incluye las funciones de crecimiento, nutrición y reproducción); Función sensitiva (superior, de la que derivan la función apetitiva, los deseos, las percepciones y la función motriz) y Función pensante (tiene la capacidad de pensar y entender).

11. Teoría del Conocimiento

Su teoría del conocimiento es empirista. No admite más mundo que el de la experiencia, el mundo conocido por nuestros sentidos.

12. Ética: Elementos Clave

Es evidente que todos los animales poseen un éthos, es decir, un carácter determinado por sus tendencias, apetitos e instintos que posibilitan su supervivencia. Sin embargo, el ser humano posee razón y lenguaje. Ambas cosas le abren un extenso abanico de posibilidades para la acción de la que no gozan los animales y, además, implican deliberación, elección y toma de decisiones racionales.

13. Definición de Ética Aristotélica

La ética es la parte de la filosofía que se ocupa del fin o del bien que persigue el individuo humano. Por ello, la ética de Aristóteles es teleológica o finalista. Aristóteles no cree que exista un único Bien, una Idea del Bien. Considera que así como hay muchos seres y acciones, también hay muchos fines y muchos bienes. No persiguen los mismos fines los animales y el hombre y, entre los hombres, unos buscan el placer, otros el dinero, otros el poder… La cuestión es saber cuál es el fin perfecto.

14. El Fin Perfecto: La Felicidad

Llamamos fin perfecto a aquel hacia el cual se orientan todos los demás fines, aquel a cuya consecución debe orientarse toda la vida humana, aquel que debe proporcionar al hombre su perfección como ser.

Aristóteles cree que el fin perfecto, aquel que se busca por sí mismo y no por otra cosa, es la felicidad.

La felicidad del hombre, concluye Aristóteles, tiene que tener relación con su función o actividad racional, ya que es la propia del ser humano. Como el hombre se distingue de los demás seres por su racionalidad, el fin del hombre, y por lo tanto su felicidad, la logrará el hombre usando la facultad que le es propia: la razón.

15. Las Virtudes en la Ética Aristotélica

Aristóteles distingue dos tipos de virtudes:

  1. Las virtudes éticas, que tienen que ver con el comportamiento, y se adquieren y consolidan con el ejercicio y la práctica.
  2. Las virtudes dianoéticas tienen que ver principalmente con el conocimiento, con el cultivo de la ciencia. Las ciencias pueden ser de tres tipos: teoréticas (Física, Matemáticas), prácticas (saber actuar como ciudadano, su objetivo es la prudencia: Política, Economía y Ética) y productivas (saber hacer, producir o fabricar a partir de unas reglas y principios conocidos: Gramática, Dialéctica, Retórica, Poética, Música, Medicina, etc.).

16. Igualdad y Libertad según Aristóteles

No, Aristóteles hace una diferenciación entre los seres humanos. Unos son libres por naturaleza, otros son esclavos, también por naturaleza. Incluso entre los hombres libres piensa que hay algunos, como los labradores, los artesanos y los mercaderes, que no son verdaderamente libres porque tienen que trabajar para vivir, por lo que sería preferible que estas ocupaciones estuvieran desempeñadas por esclavos. También establece Aristóteles una separación entre los varones y las mujeres. Las mujeres, al tener una naturaleza diferente de los varones, no forman parte de los seres humanos libres.

17. El Ser Humano como Animal Político

Solo los varones libres, los que poseen bienes suficientes para vivir sin trabajar, pueden consagrarse a las actividades intelectuales, llevar una vida virtuosa y conseguir la felicidad. Como esto solo lo consiguen los hombres libres si viven en la ciudad, en la polis, Aristóteles dice que el hombre es un animal político.

18. Origen del Estado

Aristóteles sostiene que el Estado es anterior, por naturaleza, a la familia y a cada individuo humano. El todo es anterior a cada una de las partes. Sin embargo, el origen del estado consiste es la unión y evolución de las distintas formas de asociación.

Desde un punto de vista genético (génesis = origen), es el individuo el que física y biológicamente engendra a la familia. La unión de familias genera la aldea, asociación operativa de varias familias vinculadas de alguna manera por un tronco común, y finalmente la ciudad, la Pólis o Estado. El Estado, pues, es fruto de una larga evolución.

19. Función del Estado

El fin del Estado es la felicidad y la perfección moral de los ciudadanos. Se trata de que el Estado les permita desarrollar todas sus facultades humanas a lo largo de una vida regida por la virtud y la razón en sus comportamientos. Por lo tanto, la actividad política no tiene sentido si no está regida por la ética, por la virtud. El Estado no surge simplemente para que la comunidad viva en sentido biológico, sino para que viva bien, en sentido moral, para que todos sus individuos alcancen la felicidad. Si no consigue su objetivo, carece de justificación.

20. Modelo Ideal de Estado

Aristóteles mantuvo siempre el ideal de la pequeña ciudad-Estado. Si para Platón el ideal era una ciudad justa, para Aristóteles era una ciudad feliz. Consideraba absurdo el ideal cínico del “estado natural” o el universalismo imperialista de Alejandro.

21. Formas de Gobierno

En cuanto a la preferencia por las distintas formas de gobierno muestra la misma clasificación que los sofistas: monarquía, aristocracia y democracia, con sus degeneraciones en tiranía, oligarquía y demagogia. En las tres primeras gobiernan los mejores y más virtuosos, teniendo como objetivo el bien común. Solo cuando optan por el provecho particular derivan hacia las formas degeneradas de gobierno.