Conocimiento de Aristóteles
Platón y Aristóteles coinciden en que ambos consideran que la ciencia es conocimiento universal. Mientras que para Platón, las ideas universales pertenecen a un mundo diferente del sensible, para Aristóteles, las formas universales se encuentran en las mismas cosas. Esto provoca un cambio en la concepción del conocimiento de Aristóteles.
El hecho de la curiosidad hace que nos hagamos constantemente preguntas y queramos obtener respuestas. Este hecho es causado por la admiración y el asombro ante las cosas, lo que crea un impulso de conocimiento.
Existen cuatro tipos de saber:
- Saber contemplativo: que solo quiere conocer más.
- Saber teórico: que surge del deseo de visualizar y entender mejor la realidad.
- Saber práctico: que se basa en saber las reacciones y comportamientos de la gente.
- Saber técnico: que produce productos y creaciones humanas.
Reminiscencia
Ambos confían en la posibilidad humana de conseguir llegar al conocimiento universal; por lo tanto, coinciden en el optimismo.
Platón aleja todo conocimiento del mundo sensible en su dualismo.
Aristóteles no acepta la existencia innata de ideas. Según él, al nacer, nuestra mente está vacía y todo lo que llegamos a conocer lo adquirimos mediante lo que nos proporcionan los sentidos y las otras cualidades humanas. Según Aristóteles, tenemos que mantener las cosas sensibles y materiales de este mundo porque son las únicas que nos llevarán al conocimiento universal. Los sentidos ganan importancia, aunque el conocimiento sensible no es suficiente; por eso, el proceso de conocimiento consiste en la abstracción exclusiva del conocimiento intelectual. Nuestro entendimiento es capaz de separar de un objeto individual lo que le define o caracteriza de su esencia o forma.
Antropología de Platón
Se caracteriza por el dualismo y se relaciona con el mito del carro alado.
Platón compara el alma humana con un carro alado o la unión de un auriga y una pareja de caballos.
El caballo blanco simboliza las tendencias positivas del hombre: el coraje, el valor… Es la parte irascible del alma y se relaciona con el corazón.
El caballo negro simboliza las tendencias negativas del hombre: los deseos más bajos, el instinto de conservación, la sexualidad… Es la parte concupiscible del hombre y se relaciona con el vientre.
El auriga simboliza la capacidad intelectual del ser humano o pensamiento; se llama parte racional y se relaciona con la cabeza.
El alma simboliza el carro alado que vive y se mueve por el mundo de las ideas. Si el alma controla bien los caballos, podrá contemplar las ideas; pero si no controla los caballos, será tan difícil contemplar las ideas como lo sea en la conducción.
Por otro lado, si el alma pierde el equilibrio, cae en el mundo de las cosas, donde se aferra a una cosa sólida y toma un cuerpo terrestre. Quiere volver a su mundo de origen, pero ha de recuperar sus alas.
Este alma se parte en tres, y cada parte representa una cosa: el auriga es el pensamiento y sabiduría; el caballo blanco son las pasiones nobles; y el caballo negro son los instintos. Si cada parte actúa con virtud en lo que es adecuado para ella, habrá equilibrio y armonía en el alma, y es lo que Platón llama justicia.
Dualismo cuerpo y alma
El alma está unida accidentalmente con el cuerpo. Cuando conviven juntos, la naturaleza dispone que uno sea esclavo del otro. Esta es la visión dualista, donde el alma es altamente valorada y el cuerpo infravalorado. El cuerpo es físico y mortal, sensible e imperfecto, caduco y menospreciado, mientras que el alma es inmortal, perfecta e inteligible, y define al ser humano. El dualismo hace posible el conocimiento de las ideas. El alma se origina en el mundo de las ideas perfectas, inmateriales y permanentes, desde el cual ha sido expulsada temporalmente; tiene la virtud de la sabiduría.
Antropología de Aristóteles
Aristóteles afirma que el ser humano tiene un alma que es lo que le da vida a la materia o cuerpo. Mantiene la posición dualista, ya que piensa que el ser humano es una composición de cuerpo y alma, de forma y materia, de acto y potencia.
Se opone a Platón, ya que Aristóteles no pretende establecer una oposición entre cuerpo y alma. Según él, ambos son complementarios y no opuestos; así como la materia y forma constituyen las sustancias, el alma y el cuerpo forman un individuo que solo podemos separar en teoría. El alma es el principio vital que mueve y da vida al cuerpo y, por lo tanto, para existir, depende del cuerpo.
Por otra parte, el alma es diferente según el ser (personas o animales); por lo tanto, hay tres tipos de alma o funciones que ejerce: el alma vegetativa, propia de las plantas; el alma sensitiva, propia de los animales; y el alma racional, propia del hombre.
Ética y búsqueda de la felicidad en Aristóteles
La ética es un saber práctico que trata de organizar la vida con el objetivo de poder vivir bien y ser felices. El hombre, dotado de un alma racional, puede pensar, reflexionar y decidir.
La felicidad es el bien supremo deseado por sí mismo y que nunca se subordina a otro. Cada persona encuentra la felicidad en un lugar diferente, ya que para Aristóteles la finalidad de cada cosa consiste en lo que es propio a actualizar sus posibilidades o potencias. Para el hombre, lo más característico es racionalizar, y por lo tanto, la felicidad consistirá en seguir una vida completamente dedicada al saber.
Estado utópico o ideal de Platón
Platón diseña un estado ideal que tendría que ser ejemplo y modelo de todos los estados históricos. Quiere encontrar aquello que haga posible una vida justa y feliz, que es la recta filosófica, es decir, su meta.
Esto implica que, para tener la capacidad de ejercer el poder político, hace falta una larga preparación y haber accedido al conocimiento más alto. Los gobernantes son la clase de personas sabias que han accedido al conocimiento y a la contemplación de las ideas mediante el rechazo de la ignorancia, la confusión y el engaño. El Estado de justicia dependerá del hecho de que los gobernantes gobiernen sabiamente y que los gobernados se dejen conducir. Se puede relacionar con el alma, ya que para volver al mundo de las ideas, todas sus partes tienen que cumplir su función. En esta armonía y equilibrio se basa la justicia y, por lo tanto, la felicidad y bondad de todos y cada uno de los individuos.
Debemos seguir el modelo de estado ideal si queremos conseguir el bien y la justicia de la sociedad y la felicidad de los miembros, ya que los humanos viven en sociedad por la impotencia individual de supervivencia y alcanzar la felicidad. En conclusión, la educación es el primero de los elementos básicos para fomentar una sociedad mejor.