Corrientes Filosóficas del Siglo XX: Del Materialismo al Estructuralismo

MATERIALISMO

Postura filosófica que defiende la prioridad de la materia sobre la realidad espiritual. En este sentido, es una doctrina muy antigua que se remonta al atomismo antiguo de Epicuro y Demócrito (el alma, el pensamiento e incluso los dioses están compuestos por átomos materiales). No obstante, es en el s. XVII con Descartes cuando se establece una separación tajante entre realidad pensante y no-pensante o extensa. Así, es común a todas las doctrinas materialistas entender la materia como el fundamento de toda realidad y causa de toda transformación. En este sentido, Comte (s. XIX) defiende un materialismo en el que la materia es la realidad de la que procede todo el mundo del espíritu y de la conciencia, lo superior deviene de lo inferior. También en el s. XIX se llama materialismo al materialismo dialéctico e histórico de Engels y Marx según el cual no es el Espíritu el que determina la Historia, sino que toda actividad espiritual y cultural es una superestructura que depende de una estructura básica o infraestructura económica. De otro modo: no es la conciencia ni las ideas la que determinan las condiciones de la existencia o la vida sino al revés; son las condiciones materiales de la existencia el fundamento de los cambios sociales e históricos.

MARXISMO

Por marxismo se ha entendido:

  1. El pensamiento de Marx (s. XIX)
  2. Un grupo de doctrinas filosóficas, sociales, económicas y políticas fundadas en una interpretación del pensamiento marxiano. Así, por ejemplo: El marxismo ortodoxo que adquirió forma con Engels y fue posteriormente interpretado por Lenin. Y también sistemas filosóficos como:
    • El modelo de interpretación humanista (Lukács, Bloch y Garaudy)
    • El modelo más reciente propuesto por Althusser, el marxista psicoanalítico de Reich
  3. Interpretaciones variadas procedentes de diversas tradiciones como, por ejemplo, el marxismo de Mao Tse-Tung o el marxismo existencialista de Sartre
  4. Las teorías neomarxistas del s. XX representadas por la Teoría Crítica y la Escuela de Frankfurt.

Pese a todas estas variedades, una parte básica de lo que se entiende por marxismo está constituida por las doctrinas del materialismo dialéctico de Engels y el materialismo histórico de Marx. Según el materialismo dialéctico, la Naturaleza está sujeta a un movimiento y proceso lleno de contradicciones u oposiciones entre lo que las cosas son y lo que están llamadas a ser, que hace que la realidad avance. Según el materialismo histórico, la historia de la Humanidad es la historia de la lucha de clases que en el s. XIX se materializa en el antagonismo entre burgueses y proletarios. A juicio de Marx, el proletariado está llamado a ser el arma material del proyecto revolucionario que abolirá la propiedad privada, la división de los hombres en clases, el Estado y toda la ideología o superestructura que depende de la infraestructura económica o relaciones de producción capitalista.

Para Marx, la filosofía ha de ser un proyecto revolucionario que sirva para transformar la realidad.

NIHILISMO

El término “nihilismo” proviene de “nihil” que significa “nada”. Este término responde a una actitud que ha tenido un desarrollo histórico: por ejemplo, la filosofía de Hume (XVIII)

El nihilismo es una actitud ante la vida que tiene como consecuencia la negación de la existencia de Dios y la pérdida de sentido y de valores desde un mundo creciente. Ahora bien, para Nietzsche, el Nihilismo pasivo se autodestruye. Es una contradicción: niegan el sentido de la vida (existencia y seguir existiendo), de ahí que proponga un Nihilismo activo, como una actitud desde la que crear una nueva tabla de valores que sea inversa a la tabla de valores tradicional; de otro modo, que el hombre deduce ser el único creador de valores, aceptando que solo existe la tierra, este mundo sensible.

EXISTENCIALISMO

El existencialismo es toda doctrina que analiza la existencia humana en el mundo. El existencialismo surge en Alemania en 1930 y desde allí se extiende al resto de Europa, especialmente a Francia. Es un movimiento que se alza como respuesta a la tremenda crisis de conciencia, valores, social y cultural que supusieron las dos guerras mundiales. De ahí, que una de las sentencias más célebres del existencialismo sea “el hombre es un ser arrojado al mundo” porque el mundo se ha convertido en un lugar inhóspito para el hombre. El existencialismo alemán (Heidegger, Jaspers) se sitúa en la primera posguerra y su pensamiento está teñido de un sentido pesimista. Hablan de “angustia”, “situaciones límite”, “existencia inauténtica”… El existencialismo francés (Sartre, Merleau Ponty) aparece en la 2ª posguerra e insiste en lo “absurdo” de la existencia, pero también en la salida del hombre del sinsentido, como Kierkegaard. Así, el existencialismo se erige como un análisis de la existencia singular que se entiende ante todo como “libertad”; y, ésta consiste esencialmente en elegirse a sí mismo y decidir.

TEORÍA CRÍTICA

Es una de las señas de identidad de la Escuela de Frankfurt que apareció en esta ciudad alemana en los años veinte dentro de la órbita intelectual del marxismo. Los representantes más destacados son: Horkheimer, Adorno, Marcuse, Habermas y Fromm.

Esta escuela intenta fusionar las tradiciones teóricas de Marx, Nietzsche y Freud, así como las disciplinas de la filosofía, la sociología y la psicología.

Tomando como base el marxismo, la Teoría Crítica intenta aplicarlo al ámbito de la cultura, más que al de la economía. Desde esta perspectiva, Adorno y Horkheimer, en su obra Dialéctica de la Ilustración (1947), acuñan el concepto de cultura de masas, para hacer referencia a la influencia que los medios de comunicación poseen en el control social e ideológico de los sujetos. Así, Marcuse, desde un enfoque que combina el marxismo y el psicoanálisis, denunciará los mecanismos ideológicos de dominación. Las obras de Marcuse tuvieron una gran influencia en los movimientos revolucionarios del mayo del 68.

ESTRUCTURALISMO

Es un método de análisis y estudio que se aplica a disciplinas diversas. Por ello, suele hablarse de “estructuralismos”. Tiene su desarrollo en las décadas de los 60 y 70 del s. XX, especialmente en Francia. Los autores más destacados son: Lévi-Strauss (antropología), Foucault, Althusser (filosofía), Lacan (psicoanálisis), Dumézil (mitología), Barthes (crítica literaria). No obstante, tiene como punto de partida los principios generales establecidos por Saussure (XIX-XX), fundador de la lingüística moderna.

Como método, el estructuralismo consiste en la comprensión de las realidades humanas como estructuras y la lengua es considerada como una estructura básica a la que el hablante se somete. Se concibe la lengua como “un sistema simbólico independiente del hablante”.

El estructuralismo se propone abordar su objeto de estudio (mito, sueño, novela…) de un modo sincrónico, no diacrónico; esto es, considerando las relaciones entre los elementos coexistentes que lo constituyen, al margen de su evolución o desarrollo en el tiempo. Así, la estructura o conjunto de relaciones permite que cada elemento del sistema se defina en relación a tal sistema, por su situación en ese conjunto de relaciones. Tal conjunto de oposiciones o relaciones es la Estructura.