Ideas Morales de Sócrates
En el siglo V a.C. surgieron los sofistas. Sócrates era una especie de sofista, enseñaba, pero a diferencia de los demás, él no cobraba. No le importaba la elocuencia y solo quería descubrir la verdad de las cosas. Este nos hizo reflexionar sobre un montón de cosas, como las siguientes:
- La moral es una cuestión de actitudes: la actitud de buscar la verdad sin descanso.
- Buscar la verdad es oponerse al dogmatismo.
- La verdad está en el corazón de los hombres, para descubrirla es necesario el diálogo.
- Sócrates llama a su método mayéutica, que era el arte de las parteras. Él lo traduce como “dar a luz la verdad”.
- Los conceptos morales valen para todos los hombres.
- Es necesario obrar bien para ser feliz, tener sabiduría y virtud.
- Es imposible obrar mal a sabiendas. El que conoce la virtud obra según ella; quien no lo hace es por ignorancia. Esto lo llamamos intelectualismo moral.
La Felicidad como Autorrealización (Aristóteles)
El fin último es la felicidad. Es preciso trazar los rasgos que ha de tener una actividad para que la identifiquemos con la felicidad. La felicidad será:
- Un bien perfecto.
- Un bien suficiente por sí mismo.
- La actividad más propia del ser humano.
- El bien que se consigue con la actividad continua.
Aristóteles distingue entre las acciones que tienen el fin en sí mismas y las que se realizan por un fin externo a ellas.
Función Propia del Ser Humano
La felicidad consistirá en ejercerla a lo largo de la vida, y la virtud que ayude a ello será la más perfecta. Las acciones que tienen el fin en sí mismas son más importantes que las acciones que persiguen un fin externo. Si existe una actividad propia del ser humano que tiene que ser un bien perfecto y autosuficiente, será del tipo de acciones que tienen el fin en sí mismas. Es preciso encontrar otra forma de vida que procure también la felicidad: quien viva según su intelecto práctico (dominando sus pasiones para lograr la felicidad).
Dos Tipos de Virtudes
- Éticas (del carácter).
- Dianoéticas (de la inteligencia). Esta es la prudencia que nos ayuda a deliberar bien, proponiéndonos lo que nos conviene.
La prudencia nos ayuda a encontrar el término medio entre el defecto y el exceso. Un hombre necesita vivir en una ciudad regida por leyes buenas, porque nos capacita para la vida contemplativa y para vivir en sociedad. Por eso la ética exige la política.
La Felicidad como Autosuficiencia
Es sabio el que sabe ser feliz.
Los Cínicos
Cínico significa “perruno”. Este es el adjetivo que la gente aplicaba al grupo de filósofos que formaban una corriente que se distinguía por una actitud: considerar que la felicidad consiste en la libertad radical del individuo frente a todas las normas y las instituciones sociales. El hombre es bueno por naturaleza y, por tanto, es sabio el que vive según la naturaleza. Para ser feliz tienes que bastarte a ti mismo.
Los Estoicos
Los estoicos también creen que es sabio el que vive de acuerdo con la naturaleza, pero para averiguar qué significa esto, les pareció indispensable descubrir cuál es el orden del cosmos, ya que solo así sabremos cómo hemos de comportarnos con él. Heráclito explica el orden del cosmos indicando que hay una razón común que gobierna las cosas y es para ellas destino y providencia. Concluyen los estoicos que el sabio ideal será el que se percata de que todo está en manos del destino, por lo que más vale asegurarse de tener paz interior y no ser afectado por lo que dicen sobre ti, es decir, dominar sus emociones. Sabio es la persona que sabe dominar sus emociones y no hacerse ilusiones con respecto al futuro.
Felicidad como Placer: Hedonismo y Epicureísmo
Los hedonistas piensan que hay moral porque los hombres buscan el placer y huyen del dolor. La ética está subordinada a la psicología. No todos los placeres y dolores son iguales, la inteligencia nos sirve para calcular los medios más adecuados para lograr el mayor placer posible: el intelecto moral es un intelecto calculador.
El Epicureísmo
Nace en Grecia en la época helenista y suele contraponerse al estoicismo. El epicureísmo lo hará consistir en un goce bien calculado. Es sabio quien organiza su vida calculando qué placeres son más duraderos. La sabiduría tiene dos raíces: placer e intelecto calculador. Si en el caso del epicureísmo es individualista, se convertirá en hedonismo social.
El Utilitarismo
Considera que los seres humanos tenemos unos sentimientos sociales cuya satisfacción es fuente de placer. Simpatía: capacidad de ponerse en el lugar de cualquier otro, sufriendo y disfrutando con su alegría. La meta de la moral consiste en alcanzar la mayor felicidad (el mayor placer) para el mayor número posible de seres vivos. El principio de moralidad es a la vez un criterio para tomar decisiones racionales.
Jeremy Bentham introduce una Aritmética de los Placeres
- El placer es susceptible de medida, porque todos los placeres son iguales en cualidad.
- Los placeres de las distintas personas pueden compararse entre sí para alcanzar un máximo total de placer.
Mill rechazó esta propuesta y afirma que los placeres no se diferencian por la cantidad sino por la cualidad. Hay placeres superiores y placeres inferiores. Los seres humanos necesitan más para ser felices que los animales. Desgraciadamente, en nuestro mundo la doctrina utilitarista puede exigir a un hombre sacrificar su felicidad por la felicidad común.
Distinción Importante en el Utilitarismo
- Utilitarismo del acto: exige valorar la corrección de cada acción por sus consecuencias.
- Utilitarismo de la regla: exige tener en cuenta si la acción ante la que nos encontramos se somete a alguna de las reglas que ya consideramos morales por la bondad de sus consecuencias.
Formalismo Ético (Kant)
Críticas de las Éticas Materiales y Heterónomas
Kant denomina a las éticas anteriores “éticas materiales de bienes” porque indican cuál es la materia, el contenido de lo bueno, y también “éticas heterónomas” porque identifican lo moralmente bueno con un fin que la voluntad humana no se da a sí misma. Si tuviera razón:
- La voluntad solo sería heterónoma y no autónoma.
- Solo consideraríamos como deberes morales aquellos que nos ayudaran a alcanzar ese fin ya dado.
Los seres humanos tenemos conciencia de unos deberes que nos imponemos a nosotros mismos, que mandan universalmente. La llamamos “conciencia moral”.
La Conciencia Moral: el Imperativo Categórico
Llamamos imperativos a los mandatos que nos ordenan obrar de una manera u otra.
Hipotéticos
- Obligan solo a las personas que quieren alcanzar un fin.
- La acción expresada en el mandato.
- Son consejos de una razón prudencial o calculadora.
- La forma del mandato consiste en que “si quieres algo, debes hacer otro algo”.
Categóricos
- Obligan de forma universal e incondicional.
- “No se debe matar” o “no se debe mentir” porque no es propio de personas hacerlo.
- La forma del mandato es “debes” o “no debes hacer X”.
- Son mandatos morales.
La Forma de los Deberes Morales
Son deberes morales aquellos que poseen rasgos formales que proceden de la razón. La persona que desee saber si una máxima, un principio por el que orienta su acción, puede convertirse en ley moral, debe preguntarse si esa máxima o principio reúne los siguientes rasgos:
- Es universal: será ley moral aquella máxima que creo que todos los hombres deberían cumplir.
- Se refiere a seres que son fines en sí mismos y no simples medios.
- Forma parte de una legislación universal en un reino de los fines.
Un deber moral sería una ley vigente en un reino en que todos los seres racionales se trataran entre sí como fines y no como medios.
Consecuencias de la Autonomía
- La dignidad humana: los seres que pueden intercambiarse por otros tienen un precio, porque es posible encontrar para ellos un equivalente. Ser autónomo es único y por eso no tiene precio.
- La buena voluntad: lo moralmente bueno es tener buena voluntad. Tiene buena voluntad el que quiere cumplir el deber por el respeto que le merecen las leyes específicamente humanas.
- El bien supremo: Kant dice que las buenas personas no siempre son felices. La única solución racional consistirá en suponer que el alma es inmortal y que Dios conciliará en otra vida virtud y felicidad.