Crítica de la Cultura Occidental: El Vitalismo de Nietzsche

MARX

La diferencia entre el valor pagado y el producido constituye la plusvalía o cuota de explotación en contra del trabajador. Por otra parte, la plusganancia a favor del empresario permite una mejora permanente de la productividad, al invertir una parte de ella en capital constante (materias primas, maquinaria…) y determina el fenómeno de la acumulación de capital. La competencia entre privados tiene como consecuencia la disminución de capital variable o fuerza de trabajo, que es sustituida por las máquinas, lo cual genera paro y miseria creciente entre los trabajadores, de tal modo que cuanto más desarrolladas están las fuerzas productivas, más empobrecidos estarán los trabajadores. Asimismo, la incapacidad de acceder a la riqueza por sectores cada vez más amplios de la población conlleva la caída del consumo y se producen las crisis periódicas de superproducción, que parecen inevitables y cada vez más acusadas en el capitalismo industrial.

Las consecuencias de la alienación económica y las contradicciones insalvables que son la división de la sociedad en clases enfrentadas (lucha de clases) y la revolución social, mediante la cual el proletariado sustituirá a la burguesía como clase social dominante (dictadura del proletariado) e instituirá un Estado obrero, socializando los medios de producción y llevando a cabo la «expropiación de los expropiadores», proceso que, tras un período de tiempo indeterminado, conducirá a una comunidad humana libre de alienaciones: la sociedad comunista.

LA CRISIS DE LA RAZÓN ILUSTRADA: NIETZSCHE

Nietzsche pertenece a una corriente filosófica denominada vitalismo, cuya preocupación fundamental es dar valor y comprender la vida. La filosofía de Nietzsche tiene una vertiente negativa y una vertiente positiva. En la vertiente negativa, Nietzsche realiza un rechazo de los valores de la cultura occidental. La cultura occidental se presenta como dogmática y decadente, como una cultura en la que se ha impuesto la razón y se han olvidado los instintos y la vida. En la vertiente positiva, Nietzsche intenta ofrecer unos nuevos valores que no estén en contra de la vida. Tenemos que liberarnos de todos los valores occidentales, que son ficticios y decadentes, y cambiarlos por otros.

LA VERTIENTE NEGATIVA DE LA FILOSOFÍA DE NIETZSCHE

Nietzsche realiza una crítica de toda la tradición occidental (de la metafísica, de la moral y de la religión). Piensa que la vida es algo originario y profundo; de ella surge toda la realidad. La razón no nos sirve para comprender la vida. Tenemos que utilizar la intuición.

A. LA CRÍTICA A LA MORAL OCCIDENTAL

La moral occidental es considerada por Nietzsche como la moral de los esclavos o moral del rebaño. Es la moral platónico-cristiana. También se relaciona con los movimientos democráticos, el socialismo y el anarquismo. Es una moral que pretende la igualdad de todas las personas y el amor al prójimo. En ella prevalecen los valores de los débiles, como son el sacrificio, la compasión, la amabilidad, etc.

Según Nietzsche, se trata de una moral antinatural, de una moral que se opone a la vida al establecer normas morales en contra de los instintos. Defiende la existencia de un código de normas morales establecidas por un Ser de otro mundo (Dios). Debemos seguir esas normas morales si queremos ser recompensados en la otra vida. Según Nietzsche, Dios no existe y la vida en el más allá tampoco. Dios es la gran objeción contra la vida. El ser humano no necesita de Dios. El ser humano es libre, no debe estar sometido a leyes morales ni a ningún Ser (Dios) que le vaya a castigar o a recompensar.

Frente a la moral de los esclavos, Nietzsche defiende la moral de los señores. Es la moral de los espíritus elevados, la moral del superhombre, una moral activa que crea sus propios valores. Se basa en la vida, el poder, el placer y la grandeza.

B. LA CRÍTICA A LA RELIGIÓN CRISTIANA

Nietzsche piensa que toda religión nace del miedo, de las angustias y necesidades, de la impotencia. Ninguna religión ha contenido jamás ninguna verdad. Concretamente, critica al cristianismo por varias razones:

  • Porque inventa otro mundo y desprecia el mundo físico.
  • Porque está en contra de los instintos, de la vida.
  • Porque fomenta los valores mezquinos del rebaño.
  • Y porque habla constantemente del pecado. El concepto de pecado es un atentado contra la vida.

Dios ha sido el gran obstáculo contra la vida. Por eso, hay que acabar con Él. Para que el ser humano viva, Dios debe morir.

La muerte de Dios supone liberarse de un gran peso, del peso de la idea del más allá, de la trascendencia. Con ello, según Nietzsche, se acaba la historia antigua y comienza una nueva historia. El ser humano se libera de mitologías y supersticiones, y se convierte en el creador de su propio destino.

Para explicar esto, Nietzsche usa la metáfora de las tres transformaciones:

  • Camello: El camello es un animal que soporta grandes pesos. Simboliza a las personas que llevan el peso de la creencia en la omnipotencia de Dios y en un sistema de leyes morales.
  • León: El león es un animal fiero y simboliza a quienes luchan contra los valores establecidos.
  • Niño: El niño es un ser que empieza a vivir y simboliza a aquellas personas que son capaces de crear nuevos valores. El niño es el único que puede llegar a convertirse en superhombre.

C. LA CRÍTICA A LA FILOSOFÍA TRADICIONAL

La crítica que hace Nietzsche a la filosofía está muy relacionada con la crítica a la moral. La moral occidental tiene su base en la filosofía platónica y la diferencia entre el mundo físico y el Mundo de las Ideas. Nietzsche sólo admira a Heráclito porque éste defiende que la realidad está en constante cambio y que el mundo físico es el único que existe.

Con las críticas a la moral y a la religión está muy relacionada la crítica a la filosofía occidental.

Para Nietzsche, la filosofía es dogmática, establece unos contenidos que se toman por verdades. Sólo admira a Heráclito (por su aprecio por el cambio) y a Hegel. La metafísica tradicional, basada en la filosofía platónica y en su creencia de la existencia de dos mundos, considera el ser como algo estático y abstracto. El mundo físico es malo, está en constante cambio y es la causa de nuestra perdición. El mundo físico no es el verdadero mundo. El verdadero mundo es el mundo de las ideas, el más allá, lo trascendente.

Para Nietzsche, sólo existe el mundo sensible, el devenir, el fenómeno, el constante cambio. Lo divino, lo eterno, el otro mundo es una invención del pensamiento. El mundo físico es terrible, pues supone dolor, lucha y cambio constante de todo. Aquellos que no pueden soportarlo han creado un mundo distinto de éste, un mundo donde todo lo terrible ha sido eliminado, donde no hay cambio, ni muerte ni destrucción (el mundo de las Ideas y el paraíso cristiano). Al crear ese otro mundo, el mundo físico pasa a ser considerado como aparente, como irreal, como una copia del otro mundo.

LA VERTIENTE POSITIVA DE LA FILOSOFÍA DE NIETZSCHE

Según Nietzsche, la cultura europea ha llegado a la decadencia total. Hace falta una restauración, una liberación de todos los valores decadentes. La tarea del filósofo es liberar al ser humano de estos valores, devolviéndole el derecho a la vida. Esta liberación de la tradición occidental (moral, religión y filosofía) tiene como consecuencia el nihilismo. El nihilismo no es una teoría filosófica sino la situación de vacío, de negación, de falta de respuestas en la que nos encontramos cuando lo hemos criticado todo y nos hemos quedado sin valores.

Dios había sido la base de la cultura occidental. Al dar muerte a Dios, se pierde el sentido de la existencia. Para salir de esta situación de nihilismo, es necesario hacer una transvaloración, es decir, un cambio de valores. Los valores decadentes se sustituyen por otros que afirmen la vida. Así, aparece una nueva moral y una nueva visión del ser humano.

Frente a la decadencia de Occidente, Nietzsche propone una nueva moral basada en la vida.

La moral tradicional, basada en Sócrates, en Platón y en el cristianismo, es antinatural, está en contra de la vida. En cambio, la nueva moral está basada en el deseo apasionado de vivir. La vida tiene valor por sí misma y no tenemos que buscarle ninguna explicación. La vida es el valor absoluto. No hay que imponerle ninguna norma a la vida sino gozar de ella. La moral de los señores, frente a la moral de los esclavos, exalta las fuerzas primarias, los instintos. Los nuevos valores son la fuerza, la pasión, el poder y el placer. Esto es lo que piden los instintos y en ellos ha de basarse la nueva moral.

El Superhombre

El superhombre tiene ansia de vivir, valora la vida corporal, las pasiones, el placer, la violencia y la victoria. Sus virtudes son la fuerza física, el poder y la rebeldía. Es fiel a la tierra, no cree en Dios ni en el otro mundo. Olvida las cuestiones espirituales y sólo se preocupa por lo físico.

No está sometido a las normas morales tradicionales porque está por encima del bien y del mal. Debe practicar la moral de los señores, que dominan por la fuerza y por la violencia. Es un ser superior y cree que no todos somos iguales, que hay una jerarquía entre las personas. La idea de la igualdad entre las personas es uno de los valores de la moral del rebaño y tiene que ser superada. Tiene que fundar una sociedad de nobles y de tiranos dominadores. Su voluntad de poder es una voluntad que le lleva a dominar el mundo mediante la ley del más fuerte.

Nietzsche ama tanto la vida que desea que se repita eternamente. Elabora la teoría del eterno retorno, que es su pensamiento más profundo pero el menos desarrollado. Según esta teoría, el ciclo del morir y del volver a existir se repite eternamente para todos los seres. Esta vida hay que vivirla infinitas veces exactamente igual. El eterno retorno es la repetición de los mismos acontecimientos en los mismos individuos. Esto es desesperante para quien no ama la vida. La vida es cambio y devenir pero, por otra parte, el amor a la vida nos lleva a un deseo de eternidad. Esta idea de la visión cíclica del universo la toma de los presocráticos, especialmente de Heráclito.