Crítica de la Metafísica Tradicional de Kant

NOCIONES

Metafísica y ciencia

La formación filosófica que recibió Kant procedía del racionalismo y del pensamiento científico. Kant trabajó en la fundamentación metafísica de la física, pero su fracaso le mostró la incompatibilidad entre la metafísica racionalista y la física empírica de Newton. Por ello, Kant se plantea diferentes problemas: “¿Qué podemos hacer, saber y esperar?”.

Para ello, afirma que hay un conocimiento riguroso: la ciencia. Hay tres disciplinas: geometría (Tales), lógica (Aristóteles) y física (Newton). Por el contrario, la metafísica no ha conseguido constituirse en ciencia, ya que no consigue progresos estables. El problema de la metafísica es: ¿Puede la metafísica convertirse en ciencia? Kant analiza sus características: 1) Es un conocimiento especulativo; 2) Su objetivo está más allá de la experiencia. Los objetos de la metafísica se dividen en mundo, alma y Dios. Kant se centra en la crítica, la investigación del conocimiento y la ciencia. Pero en su Crítica de la razón pura se da cuenta de que no toda la metafísica puede constituirse en ciencia, solo la general. Por eso escribe Prolegómenos a toda metafísica futura, los cuales son su crítica.

Experiencia y conocimiento a priori

Kant sostiene que, para que un conocimiento sea científico, se requiere: 1) Que incremente nuestros conocimientos; 2) Que sea universal y necesario. Si atendemos a los juicios, estos pueden ser analíticos (el predicado está contenido en el sujeto y no aporta conocimiento, aunque son necesarios y universales) y sintéticos (el predicado no está contenido en el sujeto, por lo que hay una novedad en el conocimiento). Esta condición refleja las exigencias de las verdades de razón de Leibniz.

El juicio científico tiene que ser sintético, el único que aporta nuevos conocimientos y es anterior a toda experiencia, es a priori. Con esto tenemos la experiencia y lo a priori. Kant descubre que nuestro conocimiento depende de nuestras formas a priori: realiza un giro copernicano.

La tarea que Kant se propone es distinguir lo que procede de la experiencia y lo puesto por el sujeto. Por eso, determina los elementos a priori puros.

En resumen, la forma y la materia, a priori y experiencia, son los dos elementos constitutivos de los objetos del conocimiento y de los juicios científicos.

CRÍTICA DE LA METAFÍSICA TRADICIONAL

La metafísica que Kant conoce y critica es la metafísica racionalista. Esta crítica está expuesta en dos momentos de su KrV: en el “Prólogo” y en la Dialéctica transcendental. Para Kant, la metafísica se trata de un conocimiento especulativo, está más allá de la experiencia. A la pregunta que podemos conocer, Kant parte del factum de la ciencia: a través de la física y las matemáticas, podemos establecer las condiciones de toda ciencia.

1) La búsqueda de la metafísica científica

Kant consigue, respecto a la metafísica, una doble consecuencia. Por un lado, se da cuenta de que su obra, la KrV, no pertenece ni a la matemática ni a la física y, sin embargo, es un tratamiento científico. Por eso, considera que su crítica es la nueva metafísica científica. Para aclarar el sentido de su obra, que no había sido entendido, escribe los Prolegómenos a toda metafísica futura: son su crítica, o sea, su metafísica científica. Respecto al estudio de Dios, alma, mundo, resulta que la crítica kantiana demuestra que tal estudio es imposible: no hay intuición sensible de Dios, del alma o del mundo. Con la KrV, la metafísica ha entrado en el camino seguro de la ciencia, pero no toda, pues su segunda parte, el estudio de Dios, alma y mundo, queda demostrado como algo que está fuera del alcance de la razón especulativa.

2) Crítica a los argumentos metafísicos

La metafísica racionalista ha presentado argumentos en favor de la existencia de Dios, del alma y del mundo.

Respecto al mundo, Kant establece cuatro antinomias (un par de proposiciones contradictorias entre sí, que se deducen de un supuesto). Respecto al alma, Kant acusa a los racionalistas de cometer paralogismos, es decir, dar pruebas inconcluyentes, aunque tienen el aspecto de argumentos. Respecto a la existencia de Dios, Kant sostiene que se han dado tradicionalmente tres pruebas: el argumento ontológico, el cosmológico y el teleológico.

3) Las ideas de la razón

Kant sostiene que nuestro conocimiento comienza por los sentidos, pasa por el entendimiento y termina en la razón, que es la facultad de pensar. La razón no cesa en su búsqueda hasta alcanzar las ideas trascendentales. Estas son tres (mundo, alma y Dios) y nos permiten unificar todos los fenómenos: 1) El conjunto de los fenómenos de la experiencia externa los unificamos mediante la idea de mundo; 2) El conjunto de los fenómenos de la experiencia interna, mediante la idea de alma; 3) Y el conjunto de ambas esferas, mediante la idea de Dios.

4) La razón práctica y el factum del deber

La metafísica solo es posible como una propedéutica al conocimiento, estando los temas metafísicos (Dios, alma, mundo) fuera del alcance del conocimiento. Sin embargo, los tres objetos de la metaphysica specialis de los racionalistas no son cognoscibles, pero sí pensables. Además, la razón teórica no demuestra que tales objetos sean imposibles o inexistentes, sino que podrían ser posibles. En la KrV, Kant introduce la doble dimensión de la razón pura: teórica y práctica. La razón práctica es la que mira a qué debo hacer. Kant descubre así que hay un nuevo factum: la ley moral. También tiene sus juicios sintéticos a priori, pero de carácter práctico. Kant concluye que las tres condiciones de los juicios morales son: la libertad de la voluntad, la inmortalidad del alma y la existencia de Dios.