Crítica de Nietzsche a la Metafísica, la Moral y la Ciencia Moderna

Etapas del Pensamiento de Nietzsche

1. Periodo Romántico (Filosofía de la Noche)

En este periodo, Nietzsche está fundamentalmente influenciado por Schopenhauer y la música. La obra principal es El nacimiento de la tragedia (1871) en la que presenta grandes conceptos de su filosofía: lo apolíneo y lo dionisíaco.

2. Periodo Ilustrado o Positivista (Filosofía de la Mañana)

Los problemas de salud que le acompañarán toda su vida empiezan a manifestarse con mayor crudeza, sobre todo en forma de fortísimos dolores de cabeza. Eso le obliga a renunciar a la cátedra e iniciar una vida errante. Este periodo se caracteriza por el rechazo a la metafísica, la moral, la religión y el arte imperantes.

3. Periodo de Zaratustra (Filosofía del Mediodía)

Su filosofía alcanza su madurez y esplendor, tal como la expresa Zaratustra.

4. Periodo Crítico (Filosofía del Atardecer)

Su conducta es cada vez más extravagante. En este periodo vuelve a centrarse en la crítica a la cultura occidental en sus productos más característicos (religión, filosofía, moral, ciencia) pero con más dureza. Obras: Más allá del bien y del mal, La genealogía de la moral, Cómo se filosofa a martillazos, Crepúsculo de los ídolos. En 1889 es ingresado en una clínica de Basilea. Su madre y su hermano lo cuidan hasta su muerte.

Características y Dificultades de la Escritura Nietzscheana

El lenguaje empleado por Nietzsche responde a una nueva manera de hacer filosofía; de ahí la dificultad de entenderlo. Su estilo es narrativo. Narrar consiste en contar sin explicar. Todos sus grandes conceptos son más metáforas abiertas para que cada lector le confiera sentido. Todo ello es consecuencia de sus propias convicciones filosóficas: la realidad es un devenir irracional e inaccesible al conocimiento. La tarea del hombre es entonces crear su propia perspectiva personal.

Crítica a la Metafísica Tradicional

La Escisión entre Mundo Verdadero y Mundo Aparente

La metafísica tradicional considera la realidad como algo fijo, inmutable. No admite, por tanto, múltiples interpretaciones, sino solamente una. Ahora bien, esta realidad fija tiene su sede en otro mundo; todo es apariencia y falsedad. Esta separación entre «mundo verdadero» y «mundo aparente» es ya un juicio valorativo sobre la vida y, concretamente, negativo, porque pone todo el peso en el mundo de las ideas, frente al mundo de los sentidos. Para Nietzsche, solo existe el devenir constante del ser creando y destruyendo el mundo. La realidad es exactamente como nos la presentan nuestros sentidos.

El Origen de la Escisión

Los prejuicios de los filósofos contra la vida fundamentan esa actitud de dividir lo real. Es decir, la clave se encuentra en el rechazo psicológico al cambio, a la caducidad. Inevitablemente hay un rechazo a los sentidos, que son calificados de engañosos, pues nos informan de la mutabilidad. Según Nietzsche, la metafísica no es más que la ficción por la que el hombre intenta escapar de su esencial contingencia.

Crítica al Monoteísmo de la Verdad

La realidad es en sí incognoscible, es decir, es inabarcable para nuestro conocimiento. Esta es una turbulencia caótica de fuerzas irracionales que pugnan por expresarse, algo básicamente distinto a nuestro intelecto. En la realidad no hay géneros, formas o esencias. La verdad como desvelamiento fijo e inmutable no tiene ya sentido en Nietzsche. No existe la verdad absoluta. Esta concepción monoteísta de la verdad es cambiante y múltiple, solo puede abordarse desde múltiples perspectivas. El hombre debe asumir su tarea de crear sus propias verdades y sus propios valores, los cuales no pueden pretender ser absolutos ni universales. Nietzsche llama a esto el politeísmo de la verdad. Esto supone acercarse a la realidad con mentalidad de artista.

Crítica a los Presupuestos Metafísicos del Lenguaje

El lenguaje es el instrumento con el que la razón perpetua el engaño de un mundo estable y fijo. Este papel lo desempeña de tres modos:

  1. La mayoría de las frases de nuestro lenguaje presentan una estructura sujeto-predicado que favorece una interpretación sustancial de la realidad. Así, una frase como “el agua moja” nos hace creer que existe una cosa definida: el agua, y una propiedad que le corresponde: moja; no obstante, para Nietzsche solo hay una acción, que podríamos llamar “aguamojar”. Así pues, en la realidad hay acciones, y no cosas por un lado y acciones por otro. Este desdoblamiento entre sujeto/predicado, posibilita otros desdoblamientos que nada tienen que ver con la realidad.
  2. En nuestro lenguaje abundan las frases del verbo ser, el cual favorece la creencia en entidades dotadas de rasgos permanentes.
  3. Con el lenguaje nos referimos a distintas realidades mediante las mismas palabras, lo cual parece suponer que existen esencias universales comunes a todas esas realidades. El ejemplo más claro es el de Platón: todo concepto abstracto positivo tiene una existencia, no ya objetiva, sino independiente del sujeto que lo piensa. Por el contrario, en la realidad solo existen individuos, que no pueden ser agrupados en ninguna categoría general sin traicionar lo que son.

Crítica a la Moral Tradicional

Para Nietzsche, la verdadera moralidad no puede consistir más que en un amoroso e incondicional sí a la vida. Ello supone, de acuerdo con lo explicado más arriba, desechar la idea de un orden moral del mundo que sirva para dirigir la historia del ser humano. La ética tiene un carácter vitalista: busca un asentamiento más pleno y gozoso en el mundo, y además perspectivista: no aplica fórmulas generales para todos, sino que admite múltiples perspectivas particulares. Cada uno debe buscar y nutrirse de la savia vital que le fortalezca y otorgue sentido a su vivir.

Crítica a la Ciencia Moderna

  1. Nietzsche no ataca a la ciencia en sí, sino a la fe de la ciencia en la misma voluntad de verdad, creencia de que existen verdades únicas y el tratamiento del devenir como si fuera una apariencia.
  2. También critica la matematización de lo real, que está en la base de la ciencia moderna: tiende a anular las diferencias que realmente existen entre las cosas, ya que el modelo matemático de la naturaleza se basa en la cantidad y no en la cualidad propia de cada cosa. Pero querer reducir todas las cualidades a cantidades es un error y no locura.
  3. La ciencia investiga el curso de la naturaleza, pero nunca orienta al hombre: nada sabe de la pasión, de la fuerza, del amor, del placer, etc. La ciencia está muy lejos de poder hacer juicios valoratorios sobre la vida.