Dualismo Epistemológico en Platón
Conocimiento vs. Opinión
Este texto aborda las diferencias entre el conocimiento (realidad inteligible o episteme) y la opinión (doxa), tal como las plantea Platón en La República. Se explorará la posibilidad de aplicar esta teoría en la práctica, analizando si es posible la objetividad absoluta y el alcance del conocimiento de las Ideas platónicas.
Sócrates, maestro de Platón, distinguió entre opinión (subjetiva) y verdad (objetiva, absoluta y universal). En contraste, los sofistas defendían la relatividad de la verdad, considerándola una creencia personal.
Platón asocia la verdad absoluta con la ciencia, universal e inteligible. El mundo material, percibido por los sentidos, está en constante cambio (devenir), impidiendo un conocimiento completo y verdadero. Las Ideas, realidades inmateriales, eternas e inmutables, constituyen la verdadera realidad, siendo la esencia de las cosas.
Niveles del Saber
Platón propone un dualismo epistemológico:
- Episteme (conocimiento científico): Origen en la inteligencia, nivel superior de conocimiento. Requiere aislamiento de los sentidos y del mundo sensible.
- Doxa (opinión): Nivel inferior de conocimiento, basado en lo sensible y material. Se limita a opiniones.
El uso de los sentidos conduce a la opinión, mientras que la inteligencia permite alcanzar el verdadero conocimiento. Solo quienes conocen el significado de las Ideas deberían gobernar, al no dejarse guiar por lo sensible.
El Mundo Sensible vs. El Mundo Inteligible
Platón diferencia entre:
- Lo sensible: Proveniente de los sentidos, basado en la realidad material cambiante. Conforma la opinión, un saber oscuro basado en apariencias, copias de las Ideas.
- Lo inteligible: Proveniente de la inteligencia, perteneciente al mundo inmaterial. Abarca las Ideas (inteligibles superiores) y los entes matemáticos (inteligibles inferiores). Constituye el verdadero conocimiento, fiable y basado en realidades inmateriales, alcanzables mediante la inteligencia.
El conocimiento de las Ideas es fundamental para una sociedad justa, liderada por el filósofo-gobernante.
Dualismo Antropológico y Ética en Descartes
El Dualismo Cartesiano
Similar a Platón, Descartes concibe al hombre como un compuesto de dos sustancias: el cuerpo (sustancia extensa) y el yo o alma (sustancia pensante), autónomas y autosuficientes. El cuerpo, una máquina, se explica como los seres naturales. El alma, de naturaleza espiritual, se dedica al pensar y puede sobrevivir a la muerte del cuerpo.
Descartes se enfrenta al problema de explicar la relación entre cuerpo y alma. A pesar de su distinción real, la experiencia muestra una profunda conexión. Esta cuestión no encuentra una solución definitiva en Descartes.
Entendimiento, Voluntad y Libertad
El yo pensante realiza dos actividades: entendimiento y voluntad. La voluntad es libre, permitiendo el dominio de la naturaleza y las acciones. La libertad reside en elegir lo que el entendimiento considera bueno y verdadero, no en la arbitrariedad. El hombre, al ser libre, construye su vida y el orden social mediante la razón.
Pasiones y Moral
De la unión de alma y cuerpo surgen las pasiones (amor, odio, deseo, alegría, tristeza, etc.), movimientos del cuerpo reflejados en el alma. Son involuntarias, inmediatas y no siempre racionales, pudiendo ser una forma de servidumbre. La tarea del alma es controlarlas mediante la razón, que proporciona el criterio para ordenarlas y la fuerza para oponerse a ellas.
Descartes no desarrolló una moral sistemática, sino una moral provisional con tres reglas:
- Seguir las leyes y costumbres, conservar la religión y las opiniones moderadas.
- Ser firme y resuelto en las acciones, incluso siguiendo opiniones dudosas una vez aceptadas.
- Vencerse a sí mismo más que a la fortuna, y alterar los deseos más que el orden del mundo.
En conclusión, Descartes se dedica al cultivo de la razón y a la búsqueda de la verdad.