El cambio y sus causas: una perspectiva filosófica

El Cambio y sus Causas

Todas las formas de cambio accidental pueden ser, a su vez, un tipo de cambio natural o artificial. La explicación de por qué se produce el cambio, sus causas, nos la ofrece Aristóteles con la teoría de las cuatro causas: la causa material, la causa formal, la causa eficiente y la causa final. El cambio se puede producir por razón de la materia, de la forma, de un agente o del fin.

  • Cuando la madera de una mesa se pudre y se destruye la mesa, la causa del cambio es material.
  • Cuando a un joven comienza a salirle la barba, la causa del cambio es formal, deriva de su propia esencia.
  • Cuando un bloque de mármol se convierte en una estatua, la causa del cambio es el escultor que lo modela, la causa eficiente.
  • Cuando una masa de arcilla se convierte en un plato, lo hace en función de la causa final, para comer.

La teoría de las cuatro causas está inspirada claramente en la acción del hombre respecto a la fabricación de objetos artificiales, donde la causa eficiente y la causa final actúan de una manera deliberada y clara. No está tan claro cómo se pueden aplicar esas causas a los objetos o a las sustancias naturales; pero Aristóteles lo hace, convirtiendo su interpretación de la naturaleza en una interpretación teleológica, finalista.

Relación con otros filósofos

Platón y sus predecesores

A Platón, filósofo griego idealista del siglo V a. C., lo podemos relacionar, según coincida o discrepe, con los siguientes autores:

  • Presocráticos (siglo VI a. C.): Heráclito, Parménides y Pitágoras.
  • Sofistas (siglo V a. C.): Protágoras (relativista), Gorgias (escéptico) y Sócrates (mayéutica).

Platón discrepa en general con los presocráticos, pues estos daban mucha importancia a lo físico, mientras que para Platón lo importante es lo formal (las ideas). Además, estos aceptaban el cambio, en contraposición con Platón, que lo niega al considerar las ideas como entes inmutables y eternos.

Heráclito

Platón discrepa con Heráclito en cuanto a su concepción del ser como algo dinámico, finito y mortal, y en cuanto a su idea de movimiento: “Todo fluye, todo cambia, nada permanece”. Platón considera que lo único verdadero son las ideas, y estas son estáticas, universales y atemporales. La idea de movimiento solo aparece en su Mundo Sensible, donde no se puede acceder al conocimiento absoluto. Heráclito afirma que debemos fiarnos de nuestros sentidos, mientras que Platón lo niega y sostiene que nos hacen caer en la ignorancia.

Parménides

Platón coincide con Parménides en cuanto a su concepción del ser como inmutable. Para Parménides, el ser es indivisible, único y atemporal, características que Platón aplicará a las ideas del Mundo Inteligible. Ambos defienden un dualismo antológico, dividiendo la realidad en dos: el Mundo Aparente y el Mundo Verdadero (Mundo Sensible y Mundo Inteligible para Platón). Parménides afirma que no debemos fiarnos de nuestros sentidos, al igual que Platón.

Pitágoras

Platón coincide con Pitágoras, sobre todo en relación con las matemáticas. Platón las sitúa en el Mundo Inteligible. Influidos por el orfismo, ambos creen en la transmigración de las almas y en la teoría de la reminiscencia, y defienden el dualismo antropológico (cuerpo y alma). Ambos consideran el cuerpo como una cárcel del alma.

Los Sofistas

Platón discrepa con los sofistas, ya que sus ideas escépticas y relativistas hacen imposible alcanzar la verdad absoluta. Platón defiende que el escepticismo de Gorgias y el relativismo de Protágoras son inadecuados para la fundamentación de la ética y la política. Frente a los discursos sofistas, Platón propone el diálogo. Critica el relativismo porque afirma que existen verdades absolutas, que son las ideas.

Sócrates

Platón coincide casi en todo con su maestro Sócrates. La huella de Sócrates se ve en Platón en su concepción del diálogo, en la teoría de la reminiscencia y en la importancia del alma frente al cuerpo. Platón hereda de Sócrates la idea de que no se puede hacer el bien sin un conocimiento estricto de lo que es el bien.

Platón y Aristóteles

Platón ejerció gran influencia sobre Aristóteles. En cuanto a la ontología, Platón divide la realidad en Mundo Inteligible y Mundo Sensible, mientras que Aristóteles defiende un único mundo, el sensible. En cuanto a la epistemología, Platón defiende la teoría de la reminiscencia, mientras que Aristóteles afirma que para comprender la realidad es necesario estudiar las causas de los cambios a partir de la experiencia sensible. Sus teorías antropológicas también difieren: Platón afirma que la unión de cuerpo y alma es accidental, mientras que Aristóteles la considera sustancial e inseparable. Ambos coinciden en que la actividad contemplativa está ligada al alma, pero difieren en cómo obtener la felicidad: Platón la sitúa en la contemplación del Bien, mientras que Aristóteles la sitúa en la excelencia de la razón. En política, Platón mantiene una visión idealista, mientras que Aristóteles defiende una visión realista. Ambos consideran que la sociedad influye en la felicidad del individuo y abogan por la formación íntegra del hombre y su educación política.