El Materialismo y el Espiritualismo: Un Recorrido por las Corrientes Filosóficas

El Problema de la Realidad: Materialismo y Espiritualismo

2.1. Materialismo

El materialismo defiende que existe una única realidad: la materia. Esta ha evolucionado, dando lugar a todas las realidades existentes. Todo lo que hay se puede explicar por causas y leyes materiales. Las primeras teorías materialistas surgieron en Grecia, en el siglo V a.C. Algunas de ellas han sido más relevantes a lo largo de la historia:

2.1.1. Materialismo griego

Iniciado por Demócrito en el siglo V a.C., el materialismo griego postula que la realidad está compuesta por unas partículas pequeñísimas que no pueden descomponerse en otras más pequeñas, a las que Demócrito denominó átomos. Estos ocupan una porción de espacio y son indestructibles, ingenerados e imperecederos. Su número es infinito y no poseen cualidades; son todos de la misma naturaleza.

Para el movimiento de los átomos, se hace necesaria la aceptación del vacío: el movimiento de los átomos solo se hace posible si existe un espacio no lleno. Sin vacío, no hay movimiento posible. Los átomos se mueven eternamente, y los choques que se producen entre ellos originan todos los cuerpos del universo y explican los fenómenos que se dan en él.

2.1.2. Materialismo moderno

El materialismo moderno surge entre los siglos XVII y XVIII, de la mano de La Mettrie y Holbach. Parte de una visión materialista y mecanicista de la realidad: ésta está compuesta por corpúsculos que actúan unos sobre otros en base a unas leyes mecánicas que pueden expresarse matemáticamente.

Se puede resumir en tres principios (Diderot):

  • La materia es eterna.
  • El movimiento es su característica esencial.
  • Gracias al movimiento, la materia vive.

2.1.3. Materialismo dialéctico

Formulado por Engels en el siglo XIX, el materialismo dialéctico parte de que los fenómenos materiales son procesos dialécticos: movimientos o cambios que son, además, contradictorios. El movimiento o cambio se da cuando una realidad es suplantada por su contraria. Solo la lucha de opuestos puede explicar los movimientos. Esta lucha de contrarios se manifiesta en la naturaleza y también en la sociedad y la ideología.

2.1.4. Materialismo histórico

Característico del pensamiento de Marx (siglo XIX), el materialismo histórico tiene como punto de partida la concepción materialista de la existencia humana y de la historia. Su objetivo es comprender la formación de las sociedades y los cambios que se dan en ellas. Estos cambios los explica de manera dialéctica, siguiendo el modelo de Engels.

Para elaborar su teoría, Marx aborda un estudio de los medios de producción que se han dado desde la aparición de la técnica en la prehistoria, afirmando que la manera de gestionar dichos medios ha dado lugar a distintos sistemas sociales.

El sistema social lo compara con una estructura compuesta por tres niveles: económico, político e ideológico. El económico es la base de la estructura y lo que determina a los otros dos (infraestructura). La política y la ideología (superestructura) están subordinados al régimen económico de la sociedad (están puestos a su servicio).

En el estudio de las sociedades dadas a lo largo de la historia, Marx se da cuenta de que, en éstas, siempre se han dado dos grupos bien diferenciados: una minoría propietaria de los medios de producción y una mayoría (trabajadores) que están al servicio de la minoría propietaria. Estas dos clases sociales presentan intereses y prácticas antagónicas, por lo que se encuentran en una tensión/lucha constante. Por ello, Marx concibe la historia de la humanidad como una permanente lucha de clases, en la que la minoría lucha para mantener su dominio sobre los demás, y la mayoría lo hace por liberarse de la opresión a la que está sometida.

Siguiendo la concepción del materialismo dialéctico de Engels, Marx explica la historia como un péndulo que ha ido virando de un sistema a otro contrario, y que esos cambios drásticos se han dado en los momentos en los que la tensión entre clases ha sido máxima, llegando una realidad a crear su opuesta a través de ese cambio dialéctico.

Conclusión: Para Marx la única alternativa es crear la dictadura del proletariado: propiciar una tensión dialéctica máxima mediante la revolución que ponga a los trabajadores como propietarios de los medios de producción y, a partir de ahí, empezar un sistema nuevo en el que se busque un equilibrio entre las dos clases sociales, no siendo ninguna de ella propietaria, eliminado así la antagonía social imperante de la historia.

2.1.5. Materialismo emergentista

El materialismo emergentista sostiene que existe una sola realidad, la materia, pero presenta diferentes propiedades en función de su grado de evolución. Existen tres niveles de materia: el fisico-químico, el biológico y el psíquico.

2.2. Espiritualismo

Según las metafísicas espiritualistas, existe un tipo de realidad inmaterial, que es superior a la material, que no puede ser explicada por las leyes físicas. La mayor parte de estas teorías son dualistas, es decir, mantienen que, junto a esta realidad inmaterial o espiritual coexiste la materia. Sin embargo, algunas de estas teorías más radicales, han llegado a negar la existencia de materia, reduciendo todo el universo a espíritu como única realidad existente.

2.2.1. La realidad como pensamiento

El principal precursor de esta corriente fue George Berkeley (siglo XVIII). Para él, las realidades existen solamente en tanto en cuanto son objetos de una conciencia. Son como proyecciones de nuestra mente, y dejan de existir en el momento en que dejan de ser pensadas.

La pregunta obvia ante esta afirmación sería la del origen de las ideas: si no existen realidades exteriores a la propia mente, ¿de dónde sacamos las ideas/conceptos/pensamientos? Para responderla, Berkeley recurre a Dios: él es el que coloca las ideas en la mente humana.

Otra corriente espiritualista será el idealismo alemán, iniciado por Hegel y seguido por autores como Fichte o Schelling.

El Origen del Hombre y la Teoría de la Evolución

La Biología estuvo dominada por dos teorías científicas:

  • El fijismo: Sostiene que las especies biológicas de hoy no han experimentado cambios desde su origen (Carlos Linneo).
  • El creacionismo: Defiende la idea de que todas las especies biológicas fueron creadas por Dios y que estas han permanecido inalteradas desde su aparición hasta nuestros días.

Transformismo de Lamarck

Sus ideas fundamentales son:

  • Los organismos más simples llegan a la existencia por generación espontánea.
  • En todos los seres vivos existe una tendencia a la perfección.
  • Los individuos experimentan cambios orgánicos con el fin de adaptarse mejor al medio natural y estos cambios adaptativos cumplen con dos requisitos: dan origen a organismos más complejos y se perpetúan al transmitirse hereditariamente de padres a hijos.

El Darwinismo

En el S. XIX, Darwin, naturalista inglés publica su obra: El origen de las especies que explica el proceso evolutivo que afecta a las especies biológicas: la selección natural.

  • Toda especie biológica tiende a la superpoblación que al tenerse que abastecer con los mismo recursos entra en lucha por la supervivencia de la que solo salen victoriosos los mejor capacitados (más longevos y con mayor oportunidad de dejar descendencia a la que transmitir hereditariamente sus propios caracteres).
  • Los cambios en los individuos se producen al azar.
  • La evolución obedece a un procedimiento puramente mecánico y carente de intencionalidad.

Crítica al evolucionismo

  • Incapacidad para explicar la aparición al azar de pequeñas variaciones anatómicas o fisiológicas en algunos individuos de una especie que los sitúa en ventaja respecto al resto.
  • Ignorancia de los mecanismos que permiten que estas pequeñas variaciones se transmitan de padres a hijos.

Implicaciones filosóficas de la evolución

La idea de la evolución como proceso de transformación y cambio ha tenido una gran influencia en la ética y sociología y en los siguientes pensadores:

  • Heráclito y su lucha de contrarios (S. VI a. C)
  • Dialéctica de Hegel (S. XIX)
  • Marx y su lucha de clases y progreso histórico.
  • Nietzsche y la vida como un proceso de nutrición o la idea del superhombre.
  • Sigmund Freud y las etapas del desarrollo psíquico.

Otras corrientes

2. Eugenesia de Galton

La eugenesia defiende la selección de los más aptos como único criterio, sin tener en cuenta consideraciones morales o de otro tipo.

  • Eugenesia: Aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana.

3. Darwinismo social de Spencer

El darwinismo social se basa en la lucha por la existencia y pervivencia de los más aptos a través de la competición entre individuos y la adaptación a las condiciones del medio. Cada individuo actúa libremente de acuerdo con sus intereses individuales sobre los sociales.

4. Sociobiología de Wilson

La sociobiología aporta datos biológicos para que los humanos puedan conocer su propia naturaleza y organizarse ética y políticamente de forma correcta. Manifiesta también que muchos de nuestros comportamientos sociales son compartidos por otras especies animales porque hay una base biológica.

5. El gen egoísta de Dawkins

Según esta teoría, los memes (unidades de información) se van transmitiendo de generación en generación y pueden modificar las órdenes genéticas en algunos aspectos, nos pueden educar en el altruismo y con ello atenuarse las órdenes egoístas de nuestros genes.

Los Paradigmas Científicos

2.2. Paradigma griego y medieval: Organicista

Aristóteles fue quien, con sus teorías metafísicas, marcó las líneas de este modelo explicativo. Durante la antigüedad, los pensadores mantuvieron la línea exacta de su pensamiento. Durante la Edad Media, las explicaciones aristotélicas fueron adaptadas al pensamiento cristiano por Tomás de Aquino.

El rasgo principal de este paradigma es la teleología o finalidad intrínseca de la naturaleza. Según este concepto, la naturaleza (en su conjunto) y cada ser en particular tienen una finalidad que les es propia (aparecen con ella y son inseparables).

Principales rasgos por los que el cosmos era explicado según este paradigma:

  • El cosmos es cerrado (tiene límites: principio y fin).
  • El cosmos es eterno (existe desde siempre y siempre existirá). No hay creación.
  • El cosmos se entiende como un organismo o cuerpo vivo. Todos sus órganos son imprescindibles para su mantenimiento. Si un órgano falla, falla el cosmos entero.
  • Geocentrismo: la Tierra se halla en el centro del universo y es plana. Alrededor de ella giran esferas que contienen a los demás planetas, al sol y a las estrellas. Además, existe el mundo sublunar y supralunar.

Este paradigma se centra más en elucubraciones teóricas que en experimentaciones. Por ello, la filosofía de la naturaleza queda recluida en el mundo universitario. Fuera de él, artesanos e ingenieros fueron realizando sus actividades de investigación y experimentación, que sentarían las bases para un cambio de paradigma en los inicios de la Edad Moderna.

3.1. Paradigma mágico-animista

La corriente empirista tuvo una gran influencia en el origen de este modelo: la experiencia adquiere un carácter necesario en el conocimiento. Solo con ella podemos acceder al universo y conocerlo. Se realiza una dura crítica al método aristotélico-escolástico (deductivo) y se sustituye por uno nuevo, inductivo (Francis Bacon).

Se conserva la visión organicista del universo, aunque explicada de manera completamente distinta. Se caracteriza por una gran ingenuidad: acepta como auténticas las descripciones narrativas y/o fantásticas de fenómenos extraños, que se atribuyen a fuerzas ocultas y misteriosas (mágicas) de la naturaleza. Se practica la alquimia, con el objetivo de descubrir los secretos del mundo, para acelerar sus procesos y dominarlo.

Rasgos con los que describe el cosmos:

  • El universo es un todo cerrado, gobernado por una inteligencia o alma del propio mundo.
  • El hombre es un microcosmos que se encuentra en el seno del macrocosmos universal.
  • Existen una serie de fuerzas ocultas en la naturaleza que solo son conocidas por el sabio y que pueden conducirnos a dominar todo lo que hay.

3.2. Paradigma mecanicista

El paradigma mecanicista tiene su origen en la construcción de relojes y máquinas y la aplicación de la matemática al estudio de estos artefactos. Su objetivo principal es explicar la naturaleza exclusivamente en términos de materia y movimiento. Autores destacados: Leonardo da Vinci, Copérnico, Kepler, Galileo Galilei y Newton.

Rasgos con los que describe el cosmos:

  • Está constituido por materia homogénea, compuesta por corpúsculos rígidos, impenetrables y extensos, que se encuentran en movimiento. Estos, a su vez, interactúan por contacto, y se rigen según unas leyes generales y universales y exactas.
  • Es un todo cerrado que se explica con la analogía de la máquina: funciona como una máquina, mediante el funcionamiento y las interconexiones de todas sus piezas.

Consecuencias o implicaciones físicas de este paradigma:

  • En todos los cuerpos, debemos distinguir dos tipos de cualidades: primarias (forma, tamaño… etc) y secundarias (subjetivas: color, sabor… etc).
  • Determinismo: la naturaleza toda está sometida a leyes inexorables.
  • Negación de la causalidad final (Dios, magia…). Solo se admiten las causas eficientes (naturales).

La mecánica cuántica

La mecánica cuántica se ocupa de las partículas más pequeñas del universo: moléculas, átomos y partículas subatómicas. Y estudia las relaciones que se dan entre ellas. El comportamiento de las partículas a esa escala es muy diferente al de los objetos observables por los sentidos, por lo que choca con lo que esperamos intuitivamente. La física clásica no era capaz de explicar estos fenómenos.

Los científicos más importantes que participaron en el descubrimiento de esta física cuántica fueron Max Planck, Einstein y Niels Bohr. Da respuestas a muchos de los problemas planteados por la física tradicional, aunque sigue sin ser la respuesta definitiva. Asume algunos principios que chocan con esa física clásica:

  1. Principio de incertidumbre: Un observador no puede determinar con exactitud, simultáneamente, la posición en el espacio de una partícula y su momento.
  2. Principio de complementariedad: Los resultados de todas las observaciones están sujetos a la probabilidad, pues no podemos tener las observaciones de todos los posibles casos de un hecho (problema de la inducción).
  3. Principio de superposición: Un objeto posee simultáneamente dos o más valores de una cantidad observable, ya que existe en todos sus estados posibles.